"No olvido nuestra charla, tal vez debía recordar eso cada vez que hablaba contigo pensando que seríamos algo en un futuro, tal vez eso me hubiera ayudado para sobrellevar que no me vieras de forma seria, tal vez y solo tal vez no hubiera quedado embarazada y echada de mi casa. Aunque no me malinterpretes, no odio a mi bebé. Siempre quise ser madre joven y casarme joven también, así que no me puedo quejar mucho. Le daré todo lo que pueda e incluso más, porque será mi mayor tesoro. Amo a los niños y ahora que viviré en carne propia un embarazo, no puedo evitar suponer que será emocionante. Sin embargo, tenemos que ser realistas, no todo es color de rosa.Me toca trabajar más duro para tener una vida digna, me tocará estudiar el doble luego de que crezca mi bebé, hubiera sido el «nuestro» aunque se sabía de antemano que nunca iba a pasar, en algún punto creí que serías el padre de mis hijos, ¿quién iba a decir que sería real? Me da un poco de tristeza que sea de esa forma, porque al mi
LaiaUn nuevo día, una nueva existencia, un nuevo estrés.Estaba en mi quinto semestre de universidad, estaba cansada de la existencia en sí, cansada de todos los proyectos de clase que se habían acumulado, tal vez tenía la culpa por no haber aprovechado el tiempo que tuve libre anteriormente.—Laia, ¿quieres salir esta noche? —Medite unos segundos, ¿si tenía muchas cosas que hacer?—Está bien —Respondí rápidamente y mi mejor amiga me miro negando con su cabeza.—¿No qué tenías muchos trabajos?—Tenemos las mismas clases, si tú vas yo también.—Buen punto —Pedir permiso a mis padres fue tan jodido de lo que imagine, pero no hubo tanto problema porque yo iba a poner el dinero para ir.—¿Entonces a las 9? —Todos confirmamos para encontrarnos en cierta parte y vamos a la casa para vernos en unas horas.Adelanto unos trabajos y luego me empiezo arreglar para la salida que tendría, estaba emocionada.—Laia, ¿por qué no eligieron eso con tiempo?—Fue bastante improvisado, mamá, es por eso.
LaiaEra el beso más jodido de mi vida, el beso que me hizo sentir un cosquilleo que me temblaron hasta las piernas, no era mi primer beso, aunque hacia unos buenos años no había conseguido uno de estos, me había dejado fuera de base.—Eres un maldito —Digo cuando me separo, luego de concentrarme y cuadrar mi cerebro.—¿por qué? —Una leve sonrisa burlona, y me hizo recordar a una vez que lo hice hacer ese mismo gesto por videollamada.—Llegas y me confundes, me haces sentir la mujer más deseada y luego te vas a la puta mierda sin importarte los sentimientos de los demás, ¿dime que se siente tener un ego tan grande que no te importe a quién lastimar? —Digo con lágrimas en los ojos, él había sido muchas cosas para mi al mismo tiempo, un pasatiempo, un amigo y quien me deseaba.—No te quiero hacer sentir así —Acaricia mi mejilla.—Ya lo hiciste —Respondo enojada para respirar hondo y agarrar energía para volver a entrar —No perderé mi tiempo, ya lo hice bastante —Dispuesta a nuevamente e
LaiaLo supe en un instante, me iba a terminar acostando con él, que sería mi primera vez, tal vez no era la forma de hablar, era la forma en que estábamos en un constante coqueteo entre nosotros, la gran tensión que teníamos que no se podía negar, yo me quería acostar con él y él conmigo.—Joder —Escucho como maldice, no había parado de tocar mis muslos, me hacía sentir cosquillas en mi parte baja, simplemente era delicioso, no se aleja de mí.—Paremos —Le digo mientras respiro un poco agitada luego de esa gran manera que me hizo sentir deseada.—Está bien —No me discute, al contrario de eso, se preocupa por mí y simplemente asiente para poner su mirada en la calle, pero no arranca —Necesito dos minutos para concentrarme en algo diferente.—No te preocupes —Trato de contener mi risa porque había entendido de una la situación y simplemente me giré a ver por mi ventana, por la cual se podía ver como las personas pasaban viendo el auto y se quedaban admirándolo, no podían mirar que está
LaiaNo podía explicar el sentimiento que tenía, estaba temblando y más como mi madre me miraba, la forma en que me estaba juzgando y sobre todo como mi padre evitaba mi mirada y lo supe, el doctor estaba diciendo la verdad.—¿Está seguro?—Sí, las pruebas de sangre dieron positivas, solo tendría que hacerse la ecografía —Asiento, pero mi cabeza se llena de mucha información que estaba tratando de asimilar, no podía creer que estaba embarazada.—Nicole, ¿cómo fue la exposición? —Luego de unos minutos que mis padres se alejan para hablar con el doctor, y puedo evitar un poco el tema.—¿Te sigue preocupando eso cuándo te acaban de decir que estás embarazada?—Es mi forma de huir de la situación, no me siento preparada —le respondo con sinceridad.—Está bien —Suspira para responder a mi pregunta —Nos fue bien, el profesor dijo que lo hiciste bien para estar tan mal, que no deberías hacer eso porque dañaría tu salud mental y física, debes tener más cuidado y que te mejores —Me habla ella,
LaiaEsa primera noche no pude dormir, estuve haciendo mi hoja de vida para buscar empleo, para luego mandar lo más pronto posible donde se requería experiencia, teniendo la edad que tenía, era bastante extraño que yo no supiera lo que era trabajar.—¿Cómo durmieron? —Pregunta la abuela de mi amiga.—Muy bien, muchas gracias nuevamente por recibirme.Ayer que habíamos llegado después del parque se preocupó al verme con los ojos rojos e hinchados, por tanto, llorar, me dio un poco de comida para hacerme sentir mejor y me dio consejos de mamá para no estresarme demasiado con esa situación, me sentía un poco más a gusto con eso.—Bueno, ¿hoy tienen que estudiar? ¿No? —Ambas asentimos, ella trae dos cocas de almuerzo —Le sirve a las dos, para que no se sienta muy presionadas, después de todo un embarazo es muy duro, debes cuidarte para que no le pase nada, ¿si? —Asiento ante la sugerencia de la señora.Sin esperar más ambas nos vamos a la universidad, mi otra amiga me abraza, apenas me ve
Pol Había pasado un mes desde que dejé a Laia sola, cada vez me mataba el remordimiento, recordaba que desde el inicio había dejado en claro que no seríamos nada, que solo éramos diversión.Tal vez porque fui amable, confundió las cosas, sin embargo, no era mi problema... O eso pensé la primera semana que traté de quitar el remordimiento, porque a la segunda semana me estaba diciendo a mí mismo que era un hijo de puta, ¿cómo le había hecho eso a un ser humano? Me había acostado con ella, no solo una o dos veces, más de las que puedo contar con mis dedos, ¿por qué le hice eso? Sobre todo, esos comentarios que le dije al alejarme, tratándola como si fuera una cualquiera. De verdad quería creer que era como las otras, que solo me había buscado para el dinero y ahora deseaba amarrarme con un hijo, pero recordar su sonrisa, su risa o cuando me miraba confundida me hizo sentir como una mierda. —¿Quieres salir este fin de semana? —Me pregunta mi amigo y mi socio, lo miro, era un hombre gu
Laia Habían sido los días más locos que tuve, estaba cada día más cansada del trabajo, pero acababa de hacer las cuentas y me daba para asistir este semestre a las clases, entonces debía ahorrar dinero para las citas, para pagar el arriendo y para todo, no podía darme ningún lujo. —Reira, ¿quieres hacer horas extras? Pagamos el doble por hora —Me pregunta mi jefe y asiento para limpiar más cuartos, no me iba a negar para nada, necesitaba mucho dinero —Hoy empiezas, en mi tercera semana de trabajo había comenzado horas extras, casi a la semana no sabía el significado de dormir, había estado tantos días despierta que no podía hacer más. —¿Si estás durmiendo correctamente? —Me pregunto Ashley el día que fue a visitarme, un sábado a medio día. —Sí, solo que llevo el bebé no me deja dormir mucho que digamos —Le miento de forma descarada, no podía decir que estaba trabajando tanto, cuando se enteraron de que tenía tres trabajos, me discutieron un día completo diciendo que mi salud era p