Parte 2

Laia

Era el beso más jodido de mi vida, el beso que me hizo sentir un cosquilleo que me temblaron hasta las piernas, no era mi primer beso, aunque hacia unos buenos años no había conseguido uno de estos, me había dejado fuera de base.

—Eres un maldito —Digo cuando me separo, luego de concentrarme y cuadrar mi cerebro.

—¿por qué? —Una leve sonrisa burlona, y me hizo recordar a una vez que lo hice hacer ese mismo gesto por videollamada.

—Llegas y me confundes, me haces sentir la mujer más deseada y luego te vas a la puta m****a sin importarte los sentimientos de los demás, ¿dime que se siente tener un ego tan grande que no te importe a quién lastimar? —Digo con lágrimas en los ojos, él había sido muchas cosas para mi al mismo tiempo, un pasatiempo, un amigo y quien me deseaba.

—No te quiero hacer sentir así —Acaricia mi mejilla.

—Ya lo hiciste —Respondo enojada para respirar hondo y agarrar energía para volver a entrar —No perderé mi tiempo, ya lo hice bastante —Dispuesta a nuevamente entrar me frena y me vuelve a dar un beso, pero esta vez no caigo.

—Déjame —Giro mi cabeza, y me hace caso, mantiene cierta distancia mientras me mira —¿por qué? ¿por qué me haces esto? ¿quieres acostarte conmigo? ¿quiere ser el primero? Lastima, no lo serás.

—¿Ya lo hiciste con alguien? —Su cara de sorprende me hace reír, ¿eso era lo que quería, todos mienten.

—Sí —Miento descaradamente —Al menos tengo decencia humana, no como otros —Totalmente mentira, cuando trate de hacerlo con alguien, todo se fue a la m****a porque no sentía nada de conexión con esa persona, por eso lo había descartado.

Al sentir el silencio de parte de él, me volteo para nuevamente coger rumbo a la discoteca, pero lo escucho hablar.

—No me importa —Se decide —No me importa ser el primero, solo me interesa ser parte de ti.

—¿Y pasarla bien? —Suelto con lo último que me había dicho.

—¿Sigues recordando eso?

—Sí, porque son MIS sentimientos y emociones, ni tu ni nada debería intervenir esto —Digo señalando mi pecho cuando "Mis"

—Ya, esta bien.

—Esto no va para ningún lado, deberíamos parar, la ciudad es bonita, disfruta con tus amigos y haz lo que te plazca, simplemente no me jodas más la vida.

—Lo siento —Estaba totalmente dispuesta a entrar, pero me giro sorprendida por lo que me dijo.

—¿Qué?

—Lo siento por hacerte sentir así, por todas las veces que paso eso —¿Debía creerle? Tal vez tenía razón.

—Esta bien, te creo, dejemos así —Suspiro, no era capaz, ni al caso venía.

—Haré lo posible para arreglar las cosas, por favor —Me agarra de la mano, medito unos segundos entre un sí y un no, ¿cuál era la mejor elección?

—Esta bien, venga entremos —Cuando nos hacemos camino en medio de todas esas personas, agarrados de la mano, me encuentro como una amiga se estaba perreando uno de los amigos del imbécil, me volteo a verlo y él estaba casi igual de sorprendido que yo, viendo como mi amiga le estaba restregando el trasero de una forma bastante cuestionable, solté una risa sin poder evitarlo.

—¿Todos bailan de esa forma?

—Depende, normalmente es un tipo de baile, no lo hago tan así, pero se podría —Digo riéndome mientras tomo un shot que habían servido.

—¿Entonces no eran tan malo como estabas bailando con el anterior?

—No, era normal —Digo riendo —Giro a ver que varias personas estaban bailando de esa forma, pero yo no iba a decirle que bailáramos, él debía decirme que quería bailar.

—¿Quieres bailar? —Un chico llega a mi espalda, miro al imbécil y esté aprieta la mandíbula para girar su cabeza.

—Cobarde —Susurro para aceptar el baile, tengo que agarrarme de la mesa para empezar de la manera correcta, el chico me agarra de la cintura fuertemente, unos segundos después tiene sus manos en mis muslos, casi llegando a mi parte, cierro los ojos para volver a concentrarme, la cara del español era un total poema, la mirada sorprendida de como me tenían y como yo respondía a ese acto lo dejo sorprendido, incluso mis amigas estaban de esa forma.

—Gracias —Dice el chico para desaparecer luego del baile.

—Yo sabía que hacíamos movimiento sexys, pero no de esa forma, y la mano del ese —Suelto una risa mientras me encojo de hombros, una de las amigas del español se acerca para "susurrar entre ellos" Él se gira a verme, pero un amigo mío invita a la española y se acerca al grupo para decirles algo y luego se pone a bailar con la chica, unos segundos después estaba a mi lado.

—Tu amigo me acaba de decir que tengo que invitarte a bailar seguido, para que piensen que eres algo mío y no te saquen a bailar.

—Es como una regla de oro, pero no tuviste la valentía de definir la relación, la ibas a tener para invitarme a baila —Creo que eso le dio en el ego, porque rápidamente me agarro para ponerme a bailar, le seguí el juego, no era como bailar con los nacionales, pero tampoco estaba mal, sentí como algo se estaba poniendo duro y sin evitarlo di una sonrisa,  me gustaba tenerlo de esa forma.

—Como serás de otra forma —Escucho su susurro en mi oído, y me giro para estar a poco centímetros de su rostro y boca.

—No lo sabrás hasta que me pruebes —Le devuelvo el coqueteo, es aceptado rápidamente porque me besa y yo lo sigo, no era la mejor besando, pero él estaba dominando en ese sentido.

—Joder, ¿no puedes irte conmigo?

—No me acuesto con las personas de una noche —Digo dándole una sonrisa, cambian un poco el género para que descansemos, entonces nos hacemos en una parte donde él no quita su mano de mi cintura, casi llegando a mi trasero.

—¿Entonces que tengo que hacer?

—Deberías sacarme a comer, ¿no?

—Lo haré.

—Pero, no tu comida exótica, eso no me gusta —Por primera vez le escucho la risa, una risa ronca y jodidamente genial para su personalidad.

—Esta bien, me tendrás que decir el lugar.

—Y con mi tiempo, tengo clases.

—¿Hoy también?

—Sí, llevo despierta desde las 4 de la mañana, no es mi primer rodeo —Él me mira sorprendido pero asiente.

—Pol, ¿por qué volviste? —Por primera vez, lo llamo por el nombre, ya venía siendo hora.

—No sé, mis amigos me dijeron que donde deberíamos conocer, sin pensarlo dos veces elegí tu país y tu ciudad.

—¿Saliste con más? ¿no? —Su silencio me confirma que sí, ya no me sentía mal por restregarme con un desconocido —Esta bien, no te preocupes, yo también he hecho cosas —Que dulce mentira estaba diciendo, aunque si había salido con varias personas pero no fui capaz.

—Bueno, si salí con varias, pero no fui capaz de acostarme con ellos.

—Si quieres algo conmigo, debes hacerte exámenes, yo también me los haré si gustas —Sus ojos chocan con los míos y me vuelve a besar.

—No te preocupes, tu eres un poco más selectiva que yo —Susurra cerca de mi oreja, para alejarse un poco y nuevamente ver como todos bailan animados.

Esa noche había sido increíble, incluso cuando me tuve que ir, me dijo que me iba a escribir, no tenía fe, total él quería follarme, y tal vez no me iba a negar.

—Tiempo, tiempo —Me dice Nicole —¿Piensas acostarte con él de verdad?

—No sé, ¿esta bien? —Suspiro mientras me voy deslizando en la silla —Es raro, no me negaría si fuera la primera vez, sumado que —Me rasco la cabeza —Le mentí.

—¿Qué le dijiste?

—Que ya tuve mi primera vez, cuando es mentira bien desgraciada.

—No puede ser, Laia, ¿qué m****a estás pensando de la vida?

—No sé, ¿vale? no estoy segura de que hacer —Me acuesto en la mesa, mientras veo como las personas pasan, para levantarme —No es tan malo hacerlo con él, lo importante sería que no me tratará mal, ¿no? No debo tener un vínculo afectivo.

—Te conozco, sé que te gusta más de lo que dices, sumado que estás confundida, al final te vas arrepentir.

—No creo, espero que no, porque te juro que voy a terminar en mi cuarto sintiendo dolor en el pecho, y no quiero nada de eso.

—Bueno, sea lo que sea, te apoyaré —Pone su mano en mi hombro, y suspiro para asentir, recibo el mensaje del español, me estaba esperando fuera de la universidad, entonces me despido y salgo rumbo a mi encuentro con él.

Entro al auto y quedo sorprendida del gran auto.

—¿Lo alquilaste?

—Sí.

—Que calidad —Suelto una risa nerviosa, era un auto muy bonito.

—Siempre —Me mira de reojo sin quitar la vista de las calles, me quedo viendo por la ventana, había mentido a mis padres para poder encontrarme con ellos, claro yo tenía 19 años, pero eso no significaba que pudiera hacer cualquier cosa.

—¿Ya viste las opciones que te mandé?

—Creo que una vez mencionaste que te gustaba mucho la pizza —Me giro a verla sorprendida, ¿cómo se acordaba de eso?

—Sí, es mi cosa favorita —Digo riendo un poco sorprendida, para volver mi vista a las calles.

No se tarda la llegada al restaurante de la pizza, era bastante linda, nunca había podido venir porque era costosa, ¿dónde me pusiera a pagar? ¿Qué iba hacer? Sentí una helada.

—Ehm, mi presupuesto no alcanza para esto, ¿por qué no vamos a un lugar más barato? —Vale yo había dicho ese lugar, pero había sido como un chiste, no tan en serio.

—¿Quién dijo que ibas a pagar? Lo haré yo —Suspiro para asentir, y entramos —¿Cuál es tu favorita?

—La de pepperoni —No me dice más, simplemente pedimos la mesa, y al sentarnos él pide de comer dando la iniciativa.

—¿Qué quieres de tomar?

—Limonada de coco —Respondo amablemente al mesero, también me devuelve la sonrisa y cuando se retira Pol me esta mirando con una ceja enarcada.

—¿Le sonríes a muchas personas?

—Empleados, sí, hacen un duro trabajo, ¿sabes? —No me dice nada por unos segundos.

—Tienes razón —Se gira a ver el lugar, y luego me vuelve a mirar de arriba abajo.

—Nunca notaste, ¿qué no podemos tener una conversación fluida a menos que sea subida de tono?

—Sí, pero es bueno, ¿no? —Sí, me acaba de confirmar lo que había creído desde el principio.

—Buen punto, entonces ¿para que me invitas a todo esto?

—No sé, no estoy seguro de porque estoy haciendo esto por ti, por eso muchas veces me alejaba para no sentir nada por ti, no quería nada.

—No estabas preparado.

—Sigo sin estarlo en realidad.

—Eres bastante inestable, ¿sabes? Puedes dejar en claro "Solo quiero sexo"

—Muchas veces pasaba, pero cuando tienes algo fijo, piensan que se vuelven pareja o algo parecido, por lo cual es... Estresante para mi mundo.

—Una persona muy ocupada.

—Claro, tengo que mantener una agencia de publicidad.

—¿Cómo tuviste tiempo de viajar?

—Estoy haciendo trabajo remoto, mi socio esta enojado porque decidí irme muy lejos.

—¿no esta acostumbrado? —Traen la comida, y paramos de hablar para comer, aunque en el medio me respondió.

—¿Qué querías decir con eso?

—Viajabas mucho, te veías en muchas partes de Europa, entonces no hace tanta falta —Me sonríe para negar.

—No es lo mismo, es como fin de semana entonces no quita mucho problema.

—Sí, para eso siempre tenías tiempo —Contesto para comer la pizza y tomar la limonada como si no hubiera lanzado tremenda bomba, tampoco lo miro porque no quería ver la reacción que suponía yo había tenido.

—Eres diferente a lo que imagine.

—¿más linda?

—Sí, pero en personalidad.

—¿Qué quieres decir? —Ladeo mi cabeza un poco confundida.

—Pensé que eras tranquila, aunque bueno, tampoco establecía mucha relación contigo —Sin evitarlo me rió.

—Es verdad, tengo carácter fuerte pero soy muy sensible —Me mira y esos ojos me hacen sentir un leve cosquilleo, no era para nada normal la forma en que me estaba mirando, sumado la forma en que me hacia sentir.

—Me agradas, tienes una mente asombrosa y un cuerpo, que joder —Cierra los ojos unos segundos —Me encanta de una forma que no puedo describir.

—Entonces, demuéstralo.

Cuando terminamos de comer subimos nuevamente al auto, y cuando lo hacemos, me da un beso y pone sus manos en mis piernas.

—¿Debería demostrarlo de verdad?

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