Laia
No podía explicar el sentimiento que tenía, estaba temblando y más como mi madre me miraba, la forma en que me estaba juzgando y sobre todo como mi padre evitaba mi mirada y lo supe, el doctor estaba diciendo la verdad.
—¿Está seguro?
—Sí, las pruebas de sangre dieron positivas, solo tendría que hacerse la ecografía —Asiento, pero mi cabeza se llena de mucha información que estaba tratando de asimilar, no podía creer que estaba embarazada.
—Nicole, ¿cómo fue la exposición? —Luego de unos minutos que mis padres se alejan para hablar con el doctor, y puedo evitar un poco el tema.
—¿Te sigue preocupando eso cuándo te acaban de decir que estás embarazada?
—Es mi forma de huir de la situación, no me siento preparada —le respondo con sinceridad.
—Está bien —Suspira para responder a mi pregunta —Nos fue bien, el profesor dijo que lo hiciste bien para estar tan mal, que no deberías hacer eso porque dañaría tu salud mental y física, debes tener más cuidado y que te mejores —Me habla ella, pero luego hace una mueca —Todos estaban preocupados, la forma en que caíste y como pusiste los ojos nos hizo asustar a todos, no entendíamos como habías logrado hablar tanto —También llamo tu amor querido, y me pregunto por qué contesté yo, medio le hablé de la situación —Me sobresalto —Tranquila, no le dije por qué estabas en urgencias, quiso venir, sin embargo, le dije que lo mejor era evitarlo un tiempo por tus padres.
—Gracias —Le digo con una sonrisa.
—Para eso estamos, no te preocupes —Cierro los ojos para tratar de descansar, había sido un día agotador, y solo estuve alrededor de dos horas.
Miro mi celular y veo los mensajes de Pol, todos eran con un mensaje tierno, estaba preocupado por mí, era ahora o nunca.
\|Si gustas, puedes ir a mi casa, para presentarte a mis padres.
° ¿Estás bien?
° No estoy seguro de que sea buena idea, mejor otro día.
\|Tengo que decirte algo importante.
° Dime.
\|Es mejor no hacerlo por chat, por eso te quiero ver.
° Cuando te sientas mejor.
\|Es importante, tengo que hacerlo ahora.
° No puedo, lo siento.
No me dice más, su actitud cambio de un momento a otro cuando mencione lo de mis padres, eso quiere decir que había algo raro, cierro los ojos para tratar de calmar las ganas de llorar.
—Nicole, necesito una ayuda —Le digo, ella me mira esperando que le diga algo —Necesito que te lleves a mis padres para hablar con Pol, ¿sería mucha molestia?
—No creo, dile que venga ya mientras me inventó algo.
No tardamos mucho en hacer el plan, el español al ver que mis padres no estarían acepto verme en el hospital, justo cuando él llegaba estaba el doctor.
—Ah, ¿es el papá del bebé? —Es la forma de saludar del maravilloso doctor, la reacción de Pol paso por varios procesos, el primero fue de sorpresa, la siguiente fue de miedo y luego me miro nuevamente asustado.
—¿Qué?
—No le habías dicho... Yo lo siento —El doctor no me dice nada, simplemente se va para dejarme en la peor situación que pudo generar.
—¿Qué quiere decir?
—Estoy embarazada —No iba a cambiar los hechos, nada iba a cambiar que estaba embarazada, era mejor decirlo de forma directa.
—¿Es mío? —Sentí un dolor en el pecho cuando escuché esa pregunta, él notó mi gesto —No somos exclusivos, creí que podías tener otra persona —Ah, carajo, sentí como algo en mi interior empezó a doler más, pero lo ignore.
—¿Tienes más chicas? —Pregunto, él se queda callado y yo cierro los ojos para quitarme las ganas de llorar —Está bien, al menos hazte cargo del niño, ¿si? No debes tener nada conmigo, simplemente cuida al bebé y ya está.
—¿Y no quieres abortar? Si es mío, no lo quiero —Era tarde, ya mis lágrimas estaban cayendo, recordé la vez que hablamos por primera vez y me dijo que quería ser papá, que deseaba una familia, ¿me había mentido todo este tiempo?
—¿No lo quieres? —Le vuelvo a preguntar y este asiente, y yo cierro los ojos para aguantar las ganas de llorar que tenía, ¿cómo le iba a explicar a mi futuro bebé que su papá no lo quería? ¿Qué me había insultado diciendo que me había acostado con otros?
—Siendo sincero, no.
—¿Qué soy para ti?
—Yo solo quería pasarla bien —Me dice de forma tranquila, un poco incómodo por la mirada que todos estaban dándole.
—Está bien, no tienes que ser un papá —Veo a lo lejos como mis padres vienen, tal vez ellos me iban a apoyar, ¿cierto? —Te puedes ir, nunca vuelvas, ¿si? Estoy cansada y aburrida de la situación.
—Lo siento —Es lo último que escucho de parte de él, me limpio las lágrimas y veo a lo lejos como pasa de largo de mis padres y Nicole.
—Ya lo pensamos, lo mejor es que abortes para que te enfoques en tu carrera y puedas seguir tus estudios, es lo mejor —La bienvenida de mi madre me hizo reír mientras mis lágrimas salían.
¿Era la solución más fácil? ¿Debía hacerlo para hacer todo más fácil? ¿Por qué?, me mordí el labio inferior para aguantar las ganas de llorar tan grandes que tenía por todo lo que estaba pasando.
—¿Qué pasa si me niego? —Ambos se miran, es mi padre el que habla esta vez.
—No podemos permitir que vivas en la casa y le des ese ejemplo a tu hermana, lo mejor sería que te fueras —El dolor de estómago fue diferente a la vez pasada, pero el dolor de pecho era igual o peor que hace unos segundos, me mantuve neutra para responder a mis padres, a los mismos seres que juraron nunca abandonarme a mi suerte.
—Está bien —Suspiro para levantarme de la camilla, siento un pequeño mareo, veo como mis padres quisieron ayudarme, pero se retuvieron de hacerlo, como resultado, fue Nicole la que me ayudo con la situación, me quite todas las intravenosas, y una enfermera llego asustada.
—¿Qué está haciendo?
—El seguro de salud me lo pagan ellos, no me puedo dar el lujo de eso, ya le debo muchas cosas —Respondo con frialdad, para terminar quitándome todo, la enfermera no sabe qué decir, se queda callada y yo la ignoro para irme de ese tonto hospital —Iré por mis cosas hoy mismo, no se preocupen.
Cuando salí del hospital, sentí como mi cuerpo estaba temblando, pero seguí caminando derecho y pude ver el auto de Pol, estaba fumando y era la primera vez que lo veía, pero al cruzar miradas hizo mala cara y se metió al auto y yo solo me reí por la m****a que era la vida y por mi mala selección para los hombres.
Nicole no se atrevía a decirme nada, solo me siguió, incluso cuando tomé el taxi y di la dirección de la casa de mis padres, no me decía nada, solo seguí hasta mi cuarto para empacar lo que más podía, la plata que tenía ahorrada, todo lo empecé a recoger, sin molestarme en responder los gritos de mi hermana menor, más y más enojada por mi actitud.
—Ya verás cuando mis padres lleguen —Escucho el susurro de mi hermana y me volteo enojada, ya había terminado la recogida de cosas improvisada, no tenía la más remota idea a donde iría, pero aquí no me iba a quedar.
—Te lo puedes meter por la puta m****a —Respondo enojada —Estás tan acostumbrada a que te lleven todos los caprichos que no sabes hacer nada, ¿no ves que eres medio inservible? Y no solo eso, una egoísta de m****a que se hace pasar por una persona buena, te lo puedes meter por el trasero, pero ya no te tengo que soportar —Digo mientras mis lágrimas salen al recordar el día de m****a que había tenido.
Contenía con todo mi ser las ganas de mandar todo a la m****a, pero no podía, mi orgullo no me iba a permitir ese lujo, de simplemente darle la razón a mis padres y al hijo de puta; yo saldría adelante, no me importaba como lo iba a conseguir, pero lo haría, porque yo era así, una loca frenética que haría cualquier cosa para lograr que desea.
Respiro profundo nuevamente cuando salgo de la casa de mis padres y veo como los carros pasan, Nicole estaba a mi lado derecho, me había seguido para que no hiciera una tontería.
—Le diré a mis abuelos si podemos recibirte un tiempo, no te preocupes —Niego con la cabeza —Laia, debes al menos pasar un día en mi casa, ya mañana será un nuevo día para encontrar un nuevo lugar en el que puedas vivir —Nicole vivía con sus abuelos, no podía darse el lujo de llevar a una amiga a su casa a vivir y mucho menos embarazada, por eso el máximo de días que podía quedarme en su casa, sería uno.
Le escribo a mí otra amiga cercana lo que sucedió, ella se tarda unos minutos en responder y cuando me responde me dice "No te preocupes, mi hermano tiene un conocido que arrienda un apartamento barato, ¿quieres qué le diga?" Acepto rápidamente para irlo a ver mañana, tenía que conseguir donde vivir, la ventaja es que la universidad ya estaba teniendo una deuda para poder lograr mis estudios.
Suspiro, cansada mientras miro como Nicole habla con los abuelos tratando de convencerlo, tenía que conseguir un empleo para poder vivir sola, tenía que ser en las noches para ir a la universidad en el día, casi dentro de un año no podría estudiar, al menos no todo, entonces ¿Cómo iba a explicar eso a la entidad que me estaba financiado la universidad? Trato de aguantar las ganas de llorar, no era capaz de esto.
Mi celular empieza a vibrar una y otra vez, veo el mensaje de mis tías y tíos diciendo que era una mala agradecida, que era lo peor de la familia por quedar embarazada a pesar de los esfuerzos de mis padres por criarme bien, que era una fácil y una puta, bloqueo el celular para dejar de leer esos mensajes.
No quería saber nada más de la vida, agarro la maleta y me voy al parque más cercano, no queda muy lejos de la casa de ella, cuando llego me siento en una banca, las personas me miraban raro, mis ojos rojos a punto de llorar, con maletas a mi alrededor, que no tenían rueda, esto no era Estados Unidos, tenía la mochila con la que uno va a la universidad.
¿Yo me había ganado todo esto? ¿De verdad era fácil? Llevo mis manos a mi vientre y suelto un sollozo que se escucha más fuerte de lo que era, sin embargo, no me importaba solo seguí llorando por la situación acumulada, todo esto era una puta m****a, odiaba esta situación, ¿por qué tenía que pasar esta situación? Siempre fui buena hija, al menos eso trate de serlo, pero me trataba de esa forma, no quería ser perfecta, odio intentar serlo, tengo deseos y metas diferentes.
No paro de llorar al recordar todo lo que había sucedido, me había quedado sola, me había quedado por completo porque mi familia y el papá de mi bebé me dejo a mi suerte, ¿yo que iba hacer con esta situación? Me cubro la boca tratando de retener el sonido que iba a salir más fuerte, siento como mi pecho empieza a doler y cierro los ojos para tratar de calmarme.
—Lo siento, bebé —Acaricio mi vientre, mi voz sonaba ronca y triste —No soy una mamá muy fuerte, soy una mamá muy descuidada, pero te juro que no te faltará nada, daré lo mejor de mi por ti, mi bebé —Cierro los ojos mientras me abrazo el vientre, yo saldría de esta, no estaba segura de como lo haría, pero estaba segura que lo haría, no le faltaría nada a mi hijo.
—Laia —Me llama Nicole, estaba un poco alejada de donde estaba sentada, su mirada triste me hizo dar cuenta de las malas noticias —Mis abuelos te van a dejar quedar hasta que consigas un nuevo lugar, les conté la situación y entendieron todo —Tenía un poco de esperanza, no podía defraudar ese favor.
—Gracias —Respondo y sale más como sollozo, ella se acerca para abrazarme.
—Todo estará bien, te aseguro que sí, saldrás adelante, tu y el bebé tendrán la vida que se merecen —Ella acaricia mi espalda y yo cierro los ojs, sintiendo el cariño, sí... yo iba a salir adelante junto con mi bebé.
LaiaEsa primera noche no pude dormir, estuve haciendo mi hoja de vida para buscar empleo, para luego mandar lo más pronto posible donde se requería experiencia, teniendo la edad que tenía, era bastante extraño que yo no supiera lo que era trabajar.—¿Cómo durmieron? —Pregunta la abuela de mi amiga.—Muy bien, muchas gracias nuevamente por recibirme.Ayer que habíamos llegado después del parque se preocupó al verme con los ojos rojos e hinchados, por tanto, llorar, me dio un poco de comida para hacerme sentir mejor y me dio consejos de mamá para no estresarme demasiado con esa situación, me sentía un poco más a gusto con eso.—Bueno, ¿hoy tienen que estudiar? ¿No? —Ambas asentimos, ella trae dos cocas de almuerzo —Le sirve a las dos, para que no se sienta muy presionadas, después de todo un embarazo es muy duro, debes cuidarte para que no le pase nada, ¿si? —Asiento ante la sugerencia de la señora.Sin esperar más ambas nos vamos a la universidad, mi otra amiga me abraza, apenas me ve
Pol Había pasado un mes desde que dejé a Laia sola, cada vez me mataba el remordimiento, recordaba que desde el inicio había dejado en claro que no seríamos nada, que solo éramos diversión.Tal vez porque fui amable, confundió las cosas, sin embargo, no era mi problema... O eso pensé la primera semana que traté de quitar el remordimiento, porque a la segunda semana me estaba diciendo a mí mismo que era un hijo de puta, ¿cómo le había hecho eso a un ser humano? Me había acostado con ella, no solo una o dos veces, más de las que puedo contar con mis dedos, ¿por qué le hice eso? Sobre todo, esos comentarios que le dije al alejarme, tratándola como si fuera una cualquiera. De verdad quería creer que era como las otras, que solo me había buscado para el dinero y ahora deseaba amarrarme con un hijo, pero recordar su sonrisa, su risa o cuando me miraba confundida me hizo sentir como una mierda. —¿Quieres salir este fin de semana? —Me pregunta mi amigo y mi socio, lo miro, era un hombre gu
Laia Habían sido los días más locos que tuve, estaba cada día más cansada del trabajo, pero acababa de hacer las cuentas y me daba para asistir este semestre a las clases, entonces debía ahorrar dinero para las citas, para pagar el arriendo y para todo, no podía darme ningún lujo. —Reira, ¿quieres hacer horas extras? Pagamos el doble por hora —Me pregunta mi jefe y asiento para limpiar más cuartos, no me iba a negar para nada, necesitaba mucho dinero —Hoy empiezas, en mi tercera semana de trabajo había comenzado horas extras, casi a la semana no sabía el significado de dormir, había estado tantos días despierta que no podía hacer más. —¿Si estás durmiendo correctamente? —Me pregunto Ashley el día que fue a visitarme, un sábado a medio día. —Sí, solo que llevo el bebé no me deja dormir mucho que digamos —Le miento de forma descarada, no podía decir que estaba trabajando tanto, cuando se enteraron de que tenía tres trabajos, me discutieron un día completo diciendo que mi salud era p
Laia—Yo... —Mis amigos interrumpen la conversación para darme un pastel, era de tres leches, lo cual me hizo ignorar con todo el placer a Pol —Gracias —Respondo feliz por el postre que me dieron luego de la comida, pero ninguno paro en su discusión. —No entiendo lo de padrinos. —No sé como sea en tu país, es algo similar a que si me pasa algo, ellos van a cuidar el bebé, al mismo tiempo es algo que la religión da para que el niño sea católico. —Ah, creo que nosotros le decimos de forma diferente —Lo miro de reojo y asiento, para seguir comiendo. —¿Si me vas a aceptar nuevamente en tu vida?—No en mi vida, más bien en la de mis bebés, por el bien de ambos deben tener a su padre. —También tenemos una sorpresa para ti —Me dice Caled, el mismo amigo que me cargo y me acompaña a casi todo, me rio al verlo tan serio, me lleva a mi habitación y veo una nueva almohada, tenía una forma como un rectángulo, pero no se cumplía del todo. —Es algo que vimos en internet que servía para embara
LaiaLa ida a una piscina había sido muy divertida, hacía mucho tiempo no hacía estos planes y estuve demasiado en el agua, más de lo que debería decir, simplemente jugando y hablé con gente desconocida, una señora mayor que sí se atrevió a preguntar si estaba embarazada. —Sí, aunque tengo pocos meses. —Entonces debe venir muy grande o varios —Asiento. —Es gemelar —La señora abre la boca sorprendida.—Yo tengo dos, pero no como tú, el mayor —Señala a uno de los chicos que estuvo jodiendo hace un rato al muchacho sonrojado —Tiene 18 años recién cumplidos, por eso sigue saliendo con nosotros, aunque esta vez invitó a sus amigos para pasarla con nosotros también —Asiento, escuchando la vida de la señora —El menor tiene 8 años. —¿no es mucho tiempo de diferencia?—Claro, fue comenzar de uno, sumado que el mayor entraba en la adolescencia, y el otro pequeño también necesitaba mi atención de una forma diferente —Asiento escuchando atentamente lo que dice la señora, cuando me giro a busc
Laia —Yo tengo pareja —Agarró del brazo a Pol, ese rubio estaba muy guapo, pero ahora embarazada, sería duro conseguir alguien, por esa razón era mejor evitar problemas, la cara triste del señor me hace sentir un poco mal. —Está bien —Se retira cabizbajo y yo suspiro un poco cansada, para mirar a Pol. —No quiero meter a nadie en la relación que tenemos, ya es suficiente con los bebés —Le digo y le dejo en claro —Sé que no me quieres para nada serio, no te preocupes —Le digo tranquila y voy hacia al ascensor no sin antes despedirme del gerente con la mano, a los segundos llega el español para hacerse a mi lado a esperar. —No me molesta que dijeras que era tu pareja. —No te preocupes, esta vez yo no quiero nada serio contigo —Le digo neutra, era bueno trazar esta línea directa, no quería sentir nada por él, las lloradas que había tenido por su culpa nunca se me iban a olvidar, incluso cuando teníamos momentos lindos y de un momento venía el recuerdo me hacía sentir como una mierda.
LaiaAl llegar al apartamento estábamos emocionados por esa pequeña ecografía, en el carro le había mostrado a mis amigos la foto de los bebés, los cuales emocionados la subieron por todas partes diciendo "Los tíos más felices del mundo" Cuando lo iba a subir en mi historia de Instagram veo la de Pol, me sorprendió al ver la ecografía con un dos bebés como emoji y un #Míos.—¿Esa historia no te va a sacar el ganado?—¿El qué? —Me pregunta con una sonrisa. —Ganado, las chicas que están detrás de ti. —No me importa, estoy satisfecho con mi vida —Asiento con una sonrisa, estaba emocionada, de verdad estaban dentro de mí. —Te diré algo, pero nunca paso esto, ¿de acuerdo? —Él me mira confundido. —Solo diré —Agarro aire —Me gustabas un montón, no me negaba a tener un hijo tuyo, incluso si en unos años viajaba a España y seguía soltera, pensaba buscarte y tener un acostón de una noche y poder tener un hijo tuyo, aunque fuera madre soltera. —Bueno, yo quiero hacer parte de tu vida, har
PolEstaba sorprendido por semejante beso que nos habíamos dado y la mirada que tenía Laia me hacía entender que estaba igual que yo, sin embargo, no podía seguir, porque si lo hacía no iba a parar, esta vez lo quería hacer bien.—Mira, comamos en este lugar —Me dice ella, puedo notar sus mejillas rojas por el beso que nos habíamos dado, esta mujer tenía algo que me hacía caer siempre que podía, estaba a sus pies.—Sí —Le digo sin dejar de verla, era preciosa, en todo el sentido de la palabra, tenía un aura que cualquier hombre se podía voltear a verla, con la cabeza en alto y cuando sonreía me hace derretir, cuando ladeada su cabeza para darme esa sonrisa a mí. —Quiero una hamburguesa y una limonada de coco —Siempre que comíamos fuera, que estaba siendo muy seguido estos días, ella pedía la misma limonada. —¿por qué te gusta tanto la limonada? —Preguntó luego de hacer la orden al mesero, ella me mira y medita unos segundos.—No sé, tiene una combinación de sabores que no puedo desc