Parte 6

Pol 

Había pasado un mes desde que dejé a Laia sola, cada vez me mataba el remordimiento, recordaba que desde el inicio había dejado en claro que no seríamos nada, que solo éramos diversión.

Tal vez porque fui amable, confundió las cosas, sin embargo, no era mi problema... O eso pensé la primera semana que traté de quitar el remordimiento, porque a la segunda semana me estaba diciendo a mí mismo que era un hijo de puta, ¿cómo le había hecho eso a un ser humano? Me había acostado con ella, no solo una o dos veces, más de las que puedo contar con mis dedos, ¿por qué le hice eso? Sobre todo, esos comentarios que le dije al alejarme, tratándola como si fuera una cualquiera. 

De verdad quería creer que era como las otras, que solo me había buscado para el dinero y ahora deseaba amarrarme con un hijo, pero recordar su sonrisa, su risa o cuando me miraba confundida me hizo sentir como una m****a.

—¿Quieres salir este fin de semana? —Me pregunta mi amigo y mi socio, lo miro, era un hombre guapo, tenía una relación de casi tres años, no se habían casado porque ambos querían vivir eso después de los 30 años y faltaba casi dos años para eso.

—No, no estoy de ánimos. 

—¿Qué te pasó? Hace unos días solo querías ir de rumba en rumba, ahora no quieres hacer nada, ese regreso luego de ese viaje te dejo medio ido, ¿qué sucedió?

—Eso me gustaría saber a mí también —Habla una voz que conozco muy bien, mi madre con un traje de falda y un bolso de mano me mira bastante seria —¿Por qué no has ido a visitar a tu madre? —Desvío mi mirada —Me recuerda a cuando de pequeño hacías una travesura, ¿qué hiciste Pol Munté?

—No es tan malo, madre —Digo en mi defensa, pero estoy diciendo una mentira de lo peor, había hecho llorar a esa niña, ¿ella estaría bien? Cuando la traté de buscar, ya no la encontraba, me había bloqueado de todas partes, ¿tal vez le había pasado algo?

—Tienes que decirlo, para ver si tienes razón. 

—Creo que embaracé a alguien —Mi madre abre sus ojos sorprendida, y me mira bastante alarmada por la información que le acabo de dar. 

—Hijo, ¿me estás jodiendo?

—No.

—¿Cómo así, qué crees?

—Yo... —Les resumo un poco la situación, pero quedo en shock al sentir un golpe en mi mejilla, cuando miro al culpable me doy cuenta de que soy una m****a de persona.

—Pensé que te había criado bien, me di cuenta de que no —Ella pone su mano en su cabeza —No solo embarazas a una niña, también la culpas de que se acostó con otros, cuando fuiste su primer pareja sexual —Ella niega con la cabeza —Dios mío, no conoces nada de mujeres —Me mira furiosa —Una mujer no es capaz de olvidar tan fácil su primera vez y menos si sigue hablando con él, si fuera su segunda o tercera no sintiera tanto apego por ti, pero hijo —Niega con la cabeza mientras me mira —Yo tengo la culpa, por criarte tan mal, jugaste con una pobre niña, que por lo que cuentas, sabrá Dios si sus padres la apoyaron. 

—Ellos la quieren.

—Sí, pero no todos cargarían con el peso de criar otro niño, es plata y mucha inversión, sumado que ella... Oh, Dios mío, no te críe demasiado mal —Ella suspira mientras se cubre la boca —Ella está en la universidad, va a tener que detener sus estudios por el hijo, falta ver si puede estudiar —Cuando busco la ayuda de mi amigo esté, me mira y niega con la cabeza. 

Sí, con todo el sentido de la palabra, me di cuenta de que era un ser humano de m****a, había dañado a ese pobre joven, la había juzgado a pesar de que aprendió todo conmigo, yo fui su primer casi todo, era un ser humano de m****a.

—¿Qué hago?

—No deberías preguntarnos eso a nosotros, tú deberías estar en ese país, arreglando el mierdero que hiciste y no vas a volver sin que yo conozca a esa jovencita, si ella te perdona —Niega con la cabeza —Que te costará mucho en hacerlo, no quero que la fuerces, ya hiciste bastante en arruinarla mentalmente —Mi madre no se despide de mí, solo sale de la oficina negando con la cabeza. 

—Amigo, creo que comprar un boleto para hoy será tarde, deberías moverte y tampoco puedes dejar la agencia, porque es tu deber junto conmigo, programaré las siguientes reuniones virtuales para que puedas asistir. 

En tres días había aterrizado al país de Laia, buscado un hotel para hospedarme, debía conseguir algo para encontrarla, recordaba el nombre de una amiga de ella, pero estaba seguro de como se llamaba, ¿cómo resolvería eso? Mi mente no dejó de pensar en como encontrar a Laia, porque ese era problema, nosotros no teníamos ningún amigo en común, si algo le pasaba al otro, no sabríamos absolutamente nada del otro.

No pude conseguir el nombre, pero si sabía donde estudiaba, no me podían la información porque era confidencial, tal vez si pasaba por esos lados podría verla, no está seguro de lo que estaba haciendo, no encontré a Laia, en casi tres días que estuve pasando por ahí, si me veía como un loco pasando todos los días, una vez que pasaba cerca, pude reconocer a una chica y salí corriendo, para agarrarla por el brazo y la reconocí. 

—¡Nicol! 

—Nicole —Ella se deshace de mi agarre y me mira sería —¿Qué quieres, imbécil? —Aceptaba que me merecía ese apodo que me había dado, pero no me lo tenía que decir que frente. 

—Solo hablar. 

—¿hablar? Hablar debiste hacerlo con Laia hace un mes, no conmigo. 

—Quiero hablar con ella, pero ella me bloqueo de todas las partes.

—¿Por qué será? —Dice ella con una sonrisa burlona —Eres un desgraciado, no te quiero cerca de ella, ¿no te bastó con que la echarán de la casa?

—¿Qué quieres decir con eso?

—¿Qué? ¿No lo sabías? Ese mismo día, en el hospital, los padres de Laia querían que abortará así como tú —Aceptaba que le había dicho esa idea, pero no lo creí opción, lo dije más por impulso que por cualquier otra cosa, no sentía de verdad eso —La única opción para ella quedarse, era abortar —Niega con la cabeza. 

—¿lo hizo? —Sentía miedo de la respuesta. 

—¿por qué quieres saber? ¿Para hacerte sentir mejor? —Me mira con rabia, mucha. 

—Solo quiero hablar con ella, necesito disculparme —Un golpe en la mejilla, en la misma que mi madre me había golpeado. 

—Te la puedes meter por el trasero, ella está bastante cansada con sus trabajos, porque necesita para sus vitaminas, no quiero nada —¿Vitaminas? ¿Eso era por el embarazo o por el aborto? 

—Nicole, por favor —Ella niega mirándome con odio.

—No, no le harás más daño, no la viste llorar en un parque sola con sus maletas, que no son como en tu primer mundo, era la misma mochila con la que iba a la universidad, no la viste llorar y escuchar como se ahogaba de las lágrimas, no te quiero cerca de ella. 

—Yo puedo arreglarlo, sé que puedo. 

—¡no! —Exclama enojada —Tuvimos que hacer mucho para ayudarla, tuvimos que esforzarnos demasiado para que saliera adelante, no vas a dañarlo, ya la estamos perdiendo. 

—¿Perdiendo? Nicole, tengo que saber sí está embarazada o no —No podía intuir nada, no estaba seguro de que m****a había pasado con Laia, pero cada vez sentía latir mi corazón como loco, ¿qué le había pasado? Solo podía recordar su cara a punto de llorar a fuera del hospital.

—Así te quería ver, desesperado, aunque nada se compara con lo que ella sintió. 

—Te puedes vengar de mí cuando quieras, pero no ahora, necesito que ella esté bien —Ella me da una sonrisa burlona. 

—No te diré, no te diré como ella está, prefiero verte de esta forma. 

Un celular empieza a sonar, ella saca el suyo y contesta. 

—Hola —hace una cara de confusión —Sí, soy Nicole —Luego de su rostro se pone de sorpresa —Dígame el hospital —Ella empieza a decir algo con los labios —Gracias, ya voy —Cuelga y trata de parar un taxi, pero el semáforo está en rojo. 

—¿Qué necesitas? Te llevo —Ella me mira y se ve la cara de duda. 

—A la m****a, ¿dónde está el carro? —Le indico donde y ella empieza a caminar rápido —Muévete, es algo urgente —Le hago caso y ella me empieza a dar las indicaciones a donde ir, un hospital, ella no me dice gracias ni nada solo sale corriendo, yo me tomó mi tiempo, tal vez era un familiar o algo, cuando entró veo el mismo doctor que había atendido a Laia en el otro hospital.

—Oh, es el papá de la vez anterior, pensé que había huido —Nicole, me estaba dando la espalda, pero cuando medio se giró, estaba pálida. 

—Se fue, la dejo sola, y por esa razón sus padres la echaron de la casa y la recibí unos días en mi casa, cuando nuestros amigos se enteraron de la situación buscamos un apartamento para ella, donde nos inventamos una excusa para ayudarla con sus pagos, porque eran muchos y teníamos que comprar al menos una nevera pequeña que un amigo nos ayudó a conseguirla, no podíamos dejarla sola, todos la dejaron —Puedo sentir como la voz de Nicole se entrecorta —Todo por culpa de un idiota que la dejo, y no solo eso, la trato de busca hombres, cuando ella después de mucho había logrado enamorarse, sin embargo, recuerdo como ella me decía que no podía enamorarse, porque no la veía como algo serio, pero lo hizo —Se voltea a verme enojada —Por tu culpa ella está así, ella trabaja sin descanso porque no tiene salud, le tocaba pagar particular, por eso no podía hacerse una ecografía, por eso no sabía que su embarazo era gemelar y tenía que cuidarse —Me señala —Te culpo por todo lo que has hecho pasar, te culpo por el daño que le haces a mi mejor amiga, te culparé toda la vida si le llega a pasar algo a los niños. 

—Señorita, cálmese —El doctor trata de calmar a Nicole, las personas estaban mirando.

—¡no! Este maldito hizo que mi amiga pasará días sin dormir por trabajar, hizo que la echarán de la casa por no ponerse un puto condón, pedazo de inmaduro que no sabe que quiere en esta perra vida, tienes 27 años, ¿cómo no vas a saber que quieres? Si solo querías jugar con ella podías ponerte un puto condón, ¿o tu ego más grande que las bolas no te lo permiten? 

Mi mente se había quedado en blanco, ¿todo eso que ella me dijo era verdad? ¿qué tan mal la había pasado Laia? ¿Qué quiere decir con gemelar?

—Doctor, ¿Dónde está Laia? —Señala unas cortinas, abrí las cortinas, y vi a Laia dormida, con bolsas debajo de sus ojos, su cabello estaba suelto, se veía que no había podido lavarlo en días, no estaba en forma, sus muñecas más delgadas. 

—La señorita Riera, termino en urgencias por un desmayo en el trabajo, no había podido dormir seguido desde hace días, por lo que comentaron sus compañeros era que estuvo trabajando seguido por horas extras pagadas, cuando hicimos una ecografía de emergencia nos dimos cuenta que ha estado en constante movimiento, por esa razón debe permanecer en reposo, pero por la situación que me acaban de contar será difícil para ella. 

—¿Qué pasa si no tiene reposo?

—Podría salir en un aborto espontaneo, es positivo que nos dieramos cuenta a tiempo, en otro solo estaríamos notificiando malas noticias.

—Dígame que necesita, yo le daré todo lo que necesite, si debe tomar reposo y hablaré con ella —El doctor me mira sin estar confundiado. 

—¿Vas a remediar tus errores? —Me dice Nicole luego de calmarse. 

—Sí.

—Entonces, haz que renuncie a los trabajos del fin de semana, no, a cada trabajo, tu metiste tu miembro donde ella, vas asumir las consecuencia, le darás el dinero para lo que necesite y sobre todo para vivir, le darás todo lo que ella pide sin importar el costo y la hora, ¿me entiendes? —Me dice Nicole, sin dudar en todo lo que acaba de decir, asiento —Perfecto, ahora dejala dormir.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo