LaiaEl primer día en la cabaña había sido asombroso, la forma en que Pol me había tratado me hizo sentir cosquillas, aunque me hizo sentir tan tranquila que caí profundamente por esa misma emoción. —¿pasaste buena noche? —Lo primero que veo es a Pol, fuera de la habitación con su laptop, trabajando, aun así pregunta sobre mi noche.—Sí, gracias —Nos habíamos quedado hasta tarde viendo películas —¿Tú? ¿Hace cuánto estás despierto?—Desde las 3 de la mañana —Me levanto sorprendida, no había dormido mucho. —Tranquila, estoy acostumbrado. —El cuerpo pasa factura, ahorita que puedas en la tarde te puedes acostar, ¿no? Para que descanses un poco. —¿Y tú que harás mientras? —Comer y ponerme al día con las series, ¿no? —Suspira y asiente.—Acepto la oferta. En la tarde, luego de almorzar, cumple la promesa de ir a dormir, yo que había aprendido a tejer, me quedé todo ese tiempo viendo una serie mientras tejía, estaba emocionada porque sería la primera vez que intentaría hacerle algo a
LaiaEn algún punto de la noche, Pol se perdió con Nicole, lo cual me pareció raro, sin embargo, cuando llegaron Nicole venía con una cara triste. Quise preguntar que había sucedido, pero ya venía siendo hora de volver a casa, el español tenía que trabajar a las 4 de la mañana y esté paso, terminaría casi muerto.—Que les vaya bien —Ashley se despide de nosotros, medio prenda. —¿Tus amigos son borrachos? —Me volteo divertida al escucharlo. —No, bueno, si son adictos a las fiestas y tal vez sustancias psicoactivas, pero nada fuera del otro mundo —Me mira de reojo y sigue manejando —¿Tus amigos no tienen nada de eso?—Son fiesteros, les gusta salir mucho, pero nada de eso —Suelto una risa. —Es el primer mundo, ¿qué esperabas?—No pensé que fuera tan diferente, solo eso. —Nosotros no tenemos tanto dinero, recordemos que tu mundo y mi mundo son opuestos. —Ahora vendría hacer tu mundo.—¿Por qué?—Yo hago parte de él, no soy tan cruel para eso. —Bueno, si hablamos de cruel —Hago una
LaiaHabía comenzado la lista para salir con Pol, había muchas cosas que quería hacer, pero al mismo tiempo, ya había cumplido con otra, estaba un poco nerviosa en decidir cuáles sería. Empezamos a salir esos lugares que siempre quise, desde parques temáticos que no podía hacer mucho por mi estado, hasta ir a restaurantes que en algún momento vi por recomendaciones en TikTok o Instagram, las risas y las charlas no faltaron en ningún momento. Aprendí de su pasado, descubriendo su anterior relación seria, su trauma iba en esa persona, lo amo demasiado, a un nivel que no se puede explicar, llegando al punto que sin querer se volvió un apego. —La amaba, creo que ahora puedo decir que no, pero si me hubieras preguntado hace cuatro meses te hubiera dicho que sí. —¿por qué terminaron?—Yo quería una familia, formalizar del todo, ella quería seguir experimentado y saliendo, ¿quién era yo para dañar ese sueño? —¿no pudieron hacerlo juntos?—Se intentó, créeme, pero le llego una oferta de
LaiaTerminé llorando junto con mis amigos, porque no solo habían hecho una gran despedida con palabras emotivas, habían dado regalos para mis hijos.—No podré estar en su nacimiento, no podré cuidarlos cuando los papás se quieran ir a divertir, por eso les daré todo lo que puedo desde ya —En una caja un poco grande decía "Los pequeños Munté Reira" me hace llorar más, había un montón de ropa pequeña, de diferentes colores —Espero le enseñen a sus hijos a que el color no define tu género. —Yo también les tengo regalo —Dice Ashley —Le compramos los juguetes e interacciones que los bebés van a ir necesitando de pequeños —Una caja más grande —Entre nosotros le compramos eso —Señala a mis otros amigos —No es mucho, creo que no define nuestro gran amor por ti y los niños que vienen en camino, no somos tu familia de sangre, pero de corazón somos eso y más, seremos los tíos locos que vienen muy lejos, aunque estos tíos darán todo por esos niños.Fue el momento donde todos estábamos llorando,
LaiaLloré y lloré, fueron horas en donde mi cuerpo solo era capaz de llorar, tanto lloraba que Pol tuvo que llamar a Nicole para tratar de consolarme, ella no consiguió calmarme, lo único que sentía era dolor por lo que pasaba. Luego de casi tres horas de llorar sin parar, me quedé sin lágrimas, y en un cuarto oscuro mire un punto fijo, absorta en muchos sentimientos, no podía evitar sentir dolor por todo lo que me estaba pasando. ¿De verdad me quedaría sin mi madre? Sí, mi mamá era una persona tan terca que no estaba dispuesta a ceder y tampoco había tiempo, yo me iba a ir. —¿Estás bien? —Escucho la voz de Pol y me volteo a verlo, estaba preocupado, sus ojos apagados por verme así, me hizo sonreír y abrí mis manos para que me diera un abrazo, no dudo en hacerlo, me dio un cálido abrazo luego de llorar por hoy y por las próximas. Le di un beso en la mejilla, me cargo para sentarme sobre él, mientras acariciaba mi cabello, de forma lenta y suave, con amor. —¿Me quedaré sola? —Le
Pol Puedo ver a lo lejos como Laia estaba hablando de forma animada con mis familiares, incluso mis tías estaban emocionadas de hablar con ella. —¿Cómo la encontraste? —Me pregunta un tío, me giro a verlo y suspirar, había sido uno de los comentarios más fuera de lugar que había escuchado en el día, ¿qué estaba queriendo decir?—¿Qué quieres decir con eso? —Pregunta mi papá. —Bueno, no creo que se hayan encontrado por casualidad, ¿Cómo la encontró? —¿Debía explicar todo el proceso? Tinder lo había utilizado demasiado para ligar y conocer chicas de mucha variedad. —Nos encontramos y nos llevamos bien, no es mucha ciencia —Le respondo tratando de dar una sonrisa, odiaba las preguntas fuera de lugar. —Está bien, si tú lo dices —Mi tío se retira de la conversación y suspiro, me quedo solo con mi padre. —No le hagas caso —Me da una leve palmada en la espalda. Es raro decirle a tu familia que la conociste por una aplicación de citas, y ver que no fue hace un mes o dos, íbamos a cumpl
Laia El domingo, solo había sido dormir, dormir a gusto, había cocinado en la mañana, y en la tarde para almorzar habíamos pedido comida, porque queríamos descansar el resto del día, ya el lunes Pol iría a trabajar, para comenzar una semana muy movida. —¿Vas a pedir sushi? —Le pregunto cuando lo veo concentrado en el celular. —Sí, aunque mamá me dijo que mañana te acompañaría hacer el mercado para que no pidamos tanto. —Sí, así aprenderé a cocinar, aunque tú no almuerzas ni comes en casa, ¿cierto?—Es verdad —Se ríe —Pero, haré lo posible para cenar aquí.—No te preocupes —Le doy un beso en la mejilla —Mientras yo me pueda hacer lo que quiera, estoy feliz.Así es como comenzó un día nuevo en España, era lindo, pero hacía un calor de mierda que era mucho peor que en mi país, estaba sudando como cerdo. —Que te vaya bien —A las 8 estaba saliendo para ir a la agencia, le había dado un desayuno sencillo con lo que había en la nevera, ya hoy en la tarde doña María vendría para enseñarm
LaiaEscucho como Pol y David sé molestando entre ellos, cuando el español se fija en la hora, se gira hacia mí —Vamos, tenemos cosas que hacer —Asiento —David, tú quedas a cargo —Él se ríe y asiente. —Un placer haberte conocido, Laia —Le doy una sonrisa. —Igualmente —Ambos salimos del lugar para subir al auto, un Ferrari, la primera vez que lo vi, quedé muy sorprendida, ahora me daba un poco igual. En menos de 20 minutos llegamos a un centro comercial, había bastantes personas. —Primero iremos a comprar el celular —Lo miro confundida —Claro, no bromee cuando dije que te compraría uno. Efectivamente, me da uno de Apple, era el mismo que el de él, pero yo había elegido negro, en cambio, el de él era azul, bastante bonito, en la propia tienda compramos el vidrio y un estuche para este. Luego de esa compra y que me pasaran todas la información, había pasado casi dos horas, primero iríamos a comer para seguir con las compras que según Pol eran bastante importantes. Asentí y los se