Marina Hall cae en la cruel trampa de su mejor amiga Sylvia, quien en su despedida de soltera la embriaga para que pase una noche con el CEO Demetrius Vicent, el hombre que ella solía amar, y que a la vez es el hermano de su prometido, luego de esa noche, Marina debe casarse, pero en la boda es descubierta por Sylvia, provocando que ella huya asustada. Cuando su prometido intenta detenerla, un accidente mortal lo cambia todo, haciendo que Marina termine exiliada, y Demetrius la odie para siempre. Lo que no espera, es que luego de cinco años el destino la devuelva al lado de ese hombre que juró odiarla, sin embargo, ella esconde dos preciosos secretos que podrían llevarla de nuevo directo a los brazos del CEO.
Leer másEra la boda de Leonor y Albert. Demetrius y Marina bailaban, él sonreía al verla. —¿Eres feliz, amor? Marina sonrió al escucharlo. —¡Soy tan feliz! Que incluso a veces tengo miedo de que solo sea un bonito sueño. Él negó. —Nunca será así, te amo, Marina. Observaron a Victoria y a Russell, sonrieron cómplices, sabían que la felicidad solo podía atraer felicidad. Los gemelos jugaban con Mady y Ady en el jardín. —Yo creo que tendremos una hermanita. —No, nosotros tendremos hermanita —dijo Danna —¡No! Un hermanito —dijo Mariano—. Esperen, Iris, ¿crees que tengamos hermanito o hermanita? —¡Hermanito! —gritó con voz temblorosa Rieron de su pronunciación. Alana estaba con Penélope. —Te felicito, Penélope, al final lo conseguiste, tener a una familia nueva y feliz. —Sí, al menos, ahora sé que el día que me toque partir, los veré tan felices desde el cielo. Alana tomó su mano. —Confiemos, el medicamento que ahora tomas y el tratamiento será bueno para ti. Penélope sonrió. —¿
Días despues. Demian preparaba todo para irse, tenía su maleta lista, se iría apenas en unos días, de todos modos, sabía que no le dejarían entrar a Isla del Sur, no hasta que la epidemia que azotaba esa región estuviera erradicada, aunque decían que ya estaba finalizando, aún esperaban un posible repunte. Demian tenia miedo, de que en ese tiempo perdiera a la mujer que amaba, ahora su gran ilusión era conquistar su corazón, tener la felicidad que siempre quiso para él. Llamaron la puerta. Adelante. Alana miró como su hijo hacía su maleta. —Escuché que te irás. Demian la miró. —Sí, ya me iré. —No quiero que te vayas odiándome, hijo. Los ojos de Alana se volvieron llorosos, Demian permaneció en silencio. —Perdóname, fui solo una cobarde, todo este tiempo he sido tan cruel contigo, no lo mereces, lo sé, no puedo cambiar el pasado, quédate, no te vayas. —Lo siento, no es por ti, es por mí, debo buscar mi camino. Pensé en ti, y sí, Alana, si te perdono, al final, aunque me deja
—Espera, te comunico con la hermana Tessa. —¿Liliana? —exclamó con desesperación. La hermana Tessa tomó el teléfono. —Demian, ¡Qué alegría escucharte, querido! He intentado localizarte hace mucho, ¿Cómo estás? —Ella era… —¡Oh, por eso te he llamado tanto, hijo! Sí, es Liliana Mars, apenas llegué a México, no pude venir al orfanato, fui enviada a un convento, porque aquí, hubo una epidemia terrible, mucha gente ha estado muriendo, luego cuando por fin me enviaron al orfanato para ayudar porque tenían un cerco por la epidemia, fue que descubrí que habían dos Liliana, ambas estaban enfermas, pero Liliana Mars no murió, si no la otra pobre chica, cuando llamé hubo una confusión, y solo a mí llegada aquí pude descubrir el gran error, quería decírtelo, pero caí enferma, apenas voy recuperándome, incluso estuve por varios días inconsciente. —¡Está viva! Y está bien, ¿Verdad? —Sí, hijo. —Iré de inmediato. —Espera, Demian, aún el cerco de la epidemia no se levanta, no podrás llegar a C
Victoria estaba con Marina, estaba tan nerviosa caminando de un lado a otro. —No sé, Marina, tengo mucho miedo, tal vez sea muy pronto. Marina tomó su mano. —Cariño, escucha, si no pasa nada, no importa, seguirás intentándolo, nunca te darás por vencida. Anda, vamos. Victoria tragó saliva, contuvo su llanto y su temor, tomó la prueba de embarazo, y fue al cuarto de baño de la habitación de Marina. Marina también estaba ansiosa, rezaba en su mente «Por favor, Dios mío, concédele la dicha de poder ver a un bebé crecer en su vientre, Victoria es una mujer buena, llena de amor, y es una gran madre, concédele la dicha de poder dar a luz a un bebé», pensó. Al cabo de unos minutos, Victoria salió del cuarto de baño, le mostró a Marina la prueba de embarazo, ella la tomó en sus manos, respiró profundo, y luego Victoria cerró los ojos. —Dime tú, por favor, Marina. Ella dijo que sí, miró la prueba, y sintió una emoción enorme. —¡Es positivo, Victoria! Sí, estás embarazada. Victoria vi
Un mes despues. Demetrius y Marina estaban en el hospital, les entregarían los resultados médicos. Estaban esperando en el consultorio cuando el doctor entró. —Buenos días. —Buenos días, doctor. El dotor se sentó frente a ellos. —Tengo muy buenas noticias, el cerebro está desinflamado, ya no hay hematoma, por lo que veo no hay ninguna secuela, salvo las que tuviste al inicio, pero que ya has superado. Demetrius sonrió. —He recuperado la masa corporal que perdí, yo creo que un poquito más, pero, debe ser porque casi será navidad. Y me siento bien, al principio tuve un poco de amnesia, problemas para recordar, pero, ahora estoy bien, mejor. —De todas formas, señor Vicent, vamos a estar al pendiente con revisiones médicas que incluirán tomografías cada tres meses a partir de ahora. Demetrius y Marina estuvieron de acuerdo. Al salir, Marina fue con la doctora, había olvidado recoger sus propios análisis médicos, Demetrius fue con ella. La doctora los miró y abrió los resultados
Demian llevó a la mujer a su auto, ella no se opuso. —Si gritas o haces algo, juro que ver a tu hija será una utopía. La mujer obedeció, estaba horrorizada, subió al auto y él condujo con rumbo a la mansión Vicent. Mansión Vicent. Al llegar, Demian bajó a la mujer, observó a Marina que estaba afuera, ella colgó la llamada y lo observó, peor cuando vio que traía a Trisha tomada con fuerza del brazo, supo que algo no estaba nada bien. Se acercó. —¿Qué haces, Demian House? ¡Enloqueciste! —exclamó Marina Él la miró. —¡Ayúdame, Marina! —exclamó Trisha, Marina le miró impactada Demian sonrió con malicia. —No te angusties tanto por esta araña, que fue ella quien truqueó las fotos para que pareciera que engañabas a Demetrius —dijo Demian Marina abrió ojos enormes. —¡Fuiste tú, mujer! No puedo creerlo, eres una arpía. Marina le dio una fuerte bofetada, al recordar el dolor que le había causado. —¡No! —chilló la mujer sollozando. —¡Eres una loca, cruel y despiadada! Trisha cayó d
Demian salió de casa, antes de hacerlo, se encontró con Russell Hesmer, quien lo tomó del cuello de la camisa estaba enfurecido. —¡¿Cómo te atreviste a maltratar a Marina?! ¡Eres un absoluto idiota! —¡No te metas conmigo! —exclamó Demian empujándolo —¡Demian House! —exclamó Alana al llegar—. ¿Qué pasa contigo? —Tampoco te metas —exclamó en un grito que asustó a la mujer, y lo miró incrédula. La mujer se acercó a él. —¿Qué te pasa, hijo? —¿Hijo? Mejor ve a ver a tu único hijo que al fin, ya despertó. Los ojos de Alana y Russell se abrieron enormes, lo ignoraron y fueron corriendo adentro de la mansión, entonces, Demian aprovechó para irse. «Debo averiguar si estas fotos son reales o no», pensó Demian subió al auto y manejó. Apenas subieron la escalera, escucharon a Marina, al entrar Alna cubrió su boca para no gritar, sus ojos se volvieron llorosos, se acercó y lo abrazó. —¡Hijo! Al fin despertaste, esperábamos con ansias este momento —dijo Alana tomando su mano y besándola,
—¡Estás fotos…! ¡No son reales! —exclamó Marina con desesperación al escuchar y ver de lo que se le acusaba. —¿Ahora negarás lo que veo con mis ojos? ¡eres una mujerzuela! No dejaré que humilles a mi hermano, y menos que te quedes en esta casa, te irás, pero no llevarás a tus hijas, ellas se quedarán aquí con su familia —sentenció con firmeza Marina abrió ojos enormes, negó, sintió un gran miedo al escucharlo. —¡No te atrevas! ¡nunca nadie me separara de mis hijas, Demian House! Te aseguro que lucharé por ellas y por mi esposo con uñas y dientes —dijo mordiendo cada palabra con rabia —Tú no me conoces, Marina, por las malas te juro que te enviaré al infierno. Marina sintió miedo, miró atrás, Demetrius seguía dormido, estaba perdida. —¡Atrévete, y veremos como nos va! Sé que eres un criminal, un asesino, pero no te tengo miedo —sentenció —¡Ya lo veremos! ÉL salió de la habitación, ella tembló asustada. «¡¿Qué hago, que hago?!», pensó Tomó su teléfono, llamó a Albert. —Hola, M
Al llegar al restaurante, comieron y platicaron. —¡Estoy tan feliz! Me alegro, estoy segura de que pronto tendrán a su bebé, Russell, sé que así será confía en el destino, al final los llevó al lugar correcto. —Aunque quisiera odiar a Demian, porque sé que su intención era destruirnos, y separarnos, también le estoy agradecido, me dio el valor que me faltaba para confesarle todo a Victoria y ser yo mismo, al final, supongo que en lugar de hacer el mal, hizo un bien, cuando lo sepa, estará sufriendo mucho. Marina sonrió. —Demian es un caso, pero aun no logro saber si será un caso perdido, espero que no, porque Demetrius lo adora con el alma, y las gemelas también, Dios quiera que reivindique su camino, y pueda también ser feliz. —De verdad, de corazón, también deseo que sea muy feliz. Luego de terminar la comida, caminaron rumbo al estacionamiento que estaba frente al restaurante. —¿Cómo te has sentido, Marina? No debes perder la fe. Ella se detuvo en la acera, lo miró. —Todos
“En los brazos del CEO” es una novela Romántica de J.D. Anderson que relata la dramática historia de Marina Hall, quien desde siempre amó al ahora CEO Demetrius Vincent. Este último la terminará odiando después de que, sin dolo, provocara una situación que acabaría con la vida de su hermano. No obstante, unos “pequeños secretos” la arrojarían a los brazos de Demetrius nuevamente. Esta estremecedora historia tiene de momento más de 170 capítulos, con una valoración de 9.7/10 y 185k visitas. ¡Sé testigo de la cautivadora trama de “En los brazos del CEO” en BueNovela!