Tron es un alfa poderoso, cruel y egoísta. Su sed de venganza lo ha llevado a cometer actos de maldad e injusticia que ha escandalizado a otras manadas; sin embargo, ninguno se atreve a oponerse a su forma de proceder, debido a que le temen. No obstante, el alfa Claudio, de la manada Fuerza de bronce, es el único que se ha levantado en su contra de manera directa y con quien ha librado varias batallas, siendo la manada del alfa Tron y la de Claudio enemigos a muerte. Un día de celo lo hace sucumbir en el deseo que una omega esclava le despierta, quien a su vez es su compañera destinada; sin embargo, él nunca convertiría en su luna a alguien tan insignificante como ella. La maldad a su alrededor, el orgullo y la sed de venganza que nunca ha saciado, son el obstáculo entre él y su mate, quien tiene que huir para salvar su vida. Lo que el alfa no sabe, es que en el vientre de aquella omega se desarrolla su hijo, el fruto de una pasión que para él es prohibida. El alfa Claudio acoge a Otsana, la omega que está embaraza del alfa Tron; de quien se enamora y quien será la pieza clave para la destrucción de aquel alfa prepotente, a quien tanto odia. ¿Se hará Otsana partícipe de aquella venganza? ¿Se olvidará ella del lazo que la une al alfa Tron y del amor que nunca fue correspondido?
Leer másSus ojos parpadean varias veces antes de abrirse por completo. La vista aún está borrosa y su alrededor todavía no cobra sentido.La suavidad de la cama y el olor fresco de las sábanas la tientan a seguir descansando; sin embargo, su subconsciente le grita que ya debe despertar y afrontar la realidad.—Riú... —balbucea con debilidad, y en un santiamén se incorpora alterada—. ¡Riú!—¡Ya despertó! —vocifera una mujer, que para Alexa es desconocida, y sale de la habitación corriendo.—¿Dónde estoy? —pregunta a la nada mientras trata de reconocer la lujosa y amplia habitación en la que se encuentra.Liah entra al dormitorio y se le sienta al lado con una sonrisa amplia, entonces le acaricia el rostro con ternura y alivio en su semblante.—Perdiste tanta energía que estuviste inconsciente por toda una semana. Hemos tenido que inyectarte nutrientes todo este tiempo. Me alegra mucho que hayas despertado, temía que nunca lo hicieras.—¡¿Una semana?! —exclama, sin poder creer que durmió por ta
Alexa aprieta los ojos cuando siente que su energía se esfuma y empieza a caer, mas unos brazos fuertes la sostienen. Ella mira a su salvador con dificultad y descubre el rostro simétrico y juvenil de su padre, quien la está cargando con una mano y, con la otra, crea un campo de energía que devuelve todos los ataques en dirección al enemigo. Ella mira por instinto el retorno de las balas y los explosivos, entonces cae en cuenta de que Arel y Riú se encuentran en una de esas naves enemigas, luchando cuerpo a cuerpo con los soldados humanos. —¡¡No!! —grita ella, acción que confunde al rubio. —Ya estás a salvo, pequeña. —¡No lo entiendes! —Ella se remueve incómoda entre sus brazos—. ¡Riú está en uno de esos barcos! —¿Qué? Liah mira hacia abajo por inercia y se queda paralizado, al reparar de cómo el lobo de Riú empuja al de Arel hacia el agua. Él va a hacer lo mismo, mas antes de caer, varias balas se le incrustan en el lomo. Un alarido de dolor resuena en el lugar y la forma lobu
Alexa mira con desafío a los guerreros que la tienen atrapada en la oficina de Riú y se cruza de brazos en desacuerdo con ellos.—Debo ir con mi esposo —insiste, mas estos se niegan.—Él nos ordenó que la mantengamos aquí a salvo.Ella hace un puchero y toma asiento. Desea mucho ir a ayudarlo, pero bien sabe que eso pondría en riesgo a su bebé. Esa es la única razón por la que obedece a los hombres que la tienen allí encerrada.***En el límite marítimo que rodea a Fuerza de bronce y alejados de la superficie, una ardua batalla se lleva a cabo entre los guerreros de Riú y los soldados humanos, quienes usan armas de fuego y explosivos contra ellos, logrando derribar a varios licántropos que logran recuperarse cuando las heridas se le cierran.—¡Usen las balas de plata y acónito! —vocifera uno de ellos, poniendo a Riú en alerta.—¡Necesitamos refuerzos! ¿Han tenido noticias de Tron y Liah? —inquiere Riú preocupado.En ese momento, varios soldados con apariencia intimidante, cascos oscur
Una fiesta se celebra en Fuerza de bronce, donde se está llevando a cabo la inauguración de la primera fábrica textil de la manada.Alexa rompe la cinta junto a Riú y su socio, entonces los aplausos resuenan a su alrededor. Ella busca con la mirada entre el gentío y su corazón palpita fuerte cuando ve a Liah en medio de ellos, aplaudiendo ufano.No entiende por qué sus pies cobran vida de repente o, quizás sí, pero no piensa en ello. Ella se apresura hasta donde él se encuentra y con una sonrisa que irradia felicidad le dice:—Viniste.—No me perdería este acontecimiento tan importante por nada del mundo, mi hermosa Alexa.Debido a las palabras de su padre, los ojos de la pelirroja se cristalizan y las mejillas se le tornan rojas, mas ella reprime el deseo de lanzare sobre él y en su lugar juega con sus manos en señal de timidez y cohibición.Él es quien decide acortar la distancia entre ellos, tomando el riesgo de ser rechazado. No obstante, cuando sus brazos cubren el cuerpo pequeño
Tom camina en medio de las calles oscuras de la ciudad a pasos apresurados, porque siente que alguien lo está siguiendo.La respiración empieza a tornarse pesada, así que se le dificulta; de igual manera, los latidos de su corazón se tornan eufóricos.La palidez en su rostro evidencia temor y nerviosismo, asimismo, lo demuestran sus pasos rápidos y los temblores de su cuerpo.«Esos malditos mandaron a asesinarme», piensa atribulado mientras maquina alguna forma de salir con vida, de una sentencia que ya fue dada.De repente, unas manos bruscas lo jalan con fuerza. Los ojos se le cristalizan al entender lo que acontece y solo le queda luchar de forma instintiva, aunque sabe que ya no tiene salvación: Sus compañeros corruptos han decidido su destino porque él les es una piedra de tropiezo para ellos llevar a cabo sus planes.—Hazlo rápido, por favor —suplica rendido cuando cae en cuenta de que su verdugo es muy fuerte como para él luchar.—Tus deseos son órdenes, bombón —le responde su
La brisa fresca les acaricia el pelaje mientras ellos corren en medio del campo. El sol es opacado por las abundantes nubes y el viento se siente más fresco que de costumbre.Alexa es la primera en cambiar de forma, seguida por Riú, quien se queda contemplándole los senos, muy entretenido.—¿Qué? —cuestiona ella con el ceño fruncido y una sonrisa maliciosa.—Tus mamas están más grandes —responde él atolondrado. Riú se relame los labios y trata de mirarla a la cara, pero esa zona le parece demasiado llamativa como para ignorarla.—¿Tú crees? —Ella se las toca con delicadeza—. En estos días me han incomodado bastante. Siempre que me va a llegar el periodo se me hinchan, mas esta vez esa sensación se ha triplicado. Aparte de que tengo un retraso de más de un mes —responde con la voz entrecortada, como si hablar de ello la asustara en demasía.Riú se aclara la garganta y sonríe ufano.—Es normal que no te baje la menstruación por unos meses, hasta que des a luz a nuestro cachorro —respond
Un silencio incómodo se instala en el lugar, donde el aire se ha tornado pesado, debido a los sentimientos encontrados que hay en cada uno de ellos.Parte del consejo está en desacuerdo con la decisión de Liah, mientras que Tron y Riú sienten alivio ante el veredicto del líder del territorio de los zollebs, quien además tiene la autoridad concedida por la naturaleza para imponer sus decisiones sobre los conflictos entre otros continentes.Los zollebs son los encargados de mantener el equilibrio en el mundo, asimismo, de darle vida al ecosistema y preservarlo sano y fértil.Ellos son los creadores de las semillas sagradas, las cuales esparcen cada cierto tiempo en lugares específicos y solo los alfas más habilidosos logran encontrarlas y usarlas, para beneficiar a los cultivos de sus manadas.Riú se acerca a Alexa y frota su cara de lobo contra la de ella, quien se siente reconfortada con su muestra de afecto y le corresponde al instante."¿Escuchaste, mi Amoyeca? Nadie nos va a separa
En el salón se forma una acalorada discusión acerca de si deberían exiliar a Alexa o no, mas no logran ponerse de acuerdo.Hastiado, Liah decide romper el silencio, puesto que él solo se ha limitado a escuchar el argumento de Riú, de Tron y de los jefes del consejo que allí se encuentran.—¡Ya basta! —profiere con autoridad—. Analicemos este asunto con más profundidad, por favor —suspira abrumado—. En primer lugar, dejen de llamarle humana porque no creo que ya lo sea. Ven aquí, chiquilla. —Extiende su mano en dirección a Alexa, quien se ha mantenido en silencio y aferrada al brazo de Riú en todo ese tiempo.El mestizo mira a Liah amenazante y luego a su mate, quien está esperando su aprobación para sentirse segura de ir junto al extraño.Con duda e incomodidad en el semblante, él asiente con movimientos lentos y le libera la mano, entonces Alexa se dirige hacia Liah con gran nerviosismo.Ese hombre la intimida demasiado y le provoca un sentimiento extraño en el pecho, que no logra de
La sorpresa en el mestizo se muestra en todas sus facciones. Su cuerpo se encuentra paralizado y el corazón le empieza a latir muy rápido.Está perdido.«Lo peor de todo es que no podré proteger a mi mate», piensa aterrado."Déjame salir", exige su lobo, mas él no se lo permite, ya que eso empeoraría la situación.—Yo no me quiero ir al continente de los humanos; no pertenezco allí. —La voz desafiante de Alexa trae a Riú de vuelta a la realidad, quien se relame los labios y mira a los jefes con firmeza.—Yo la marqué, así que no queda humanidad completa en ella. Mi pareja es una más de nosotros.La carcajada de uno de los jefes resuena en el lugar, quien sonríe con sorna y mira al mestizo con ironía.—Nada que el acónito no pueda solucionar. Debemos devolver a la humana, aunque le reprimamos tu veneno —sentencia.—Eso es absurdo. ¿Para qué entregarla a un lugar a donde ella no pertenece? ¿Creen que haciendo eso van a calmar la ambición de las personas detrás de todo este conflicto? El