Tom camina en medio de las calles oscuras de la ciudad a pasos apresurados, porque siente que alguien lo está siguiendo.La respiración empieza a tornarse pesada, así que se le dificulta; de igual manera, los latidos de su corazón se tornan eufóricos.La palidez en su rostro evidencia temor y nerviosismo, asimismo, lo demuestran sus pasos rápidos y los temblores de su cuerpo.«Esos malditos mandaron a asesinarme», piensa atribulado mientras maquina alguna forma de salir con vida, de una sentencia que ya fue dada.De repente, unas manos bruscas lo jalan con fuerza. Los ojos se le cristalizan al entender lo que acontece y solo le queda luchar de forma instintiva, aunque sabe que ya no tiene salvación: Sus compañeros corruptos han decidido su destino porque él les es una piedra de tropiezo para ellos llevar a cabo sus planes.—Hazlo rápido, por favor —suplica rendido cuando cae en cuenta de que su verdugo es muy fuerte como para él luchar.—Tus deseos son órdenes, bombón —le responde su
Una fiesta se celebra en Fuerza de bronce, donde se está llevando a cabo la inauguración de la primera fábrica textil de la manada.Alexa rompe la cinta junto a Riú y su socio, entonces los aplausos resuenan a su alrededor. Ella busca con la mirada entre el gentío y su corazón palpita fuerte cuando ve a Liah en medio de ellos, aplaudiendo ufano.No entiende por qué sus pies cobran vida de repente o, quizás sí, pero no piensa en ello. Ella se apresura hasta donde él se encuentra y con una sonrisa que irradia felicidad le dice:—Viniste.—No me perdería este acontecimiento tan importante por nada del mundo, mi hermosa Alexa.Debido a las palabras de su padre, los ojos de la pelirroja se cristalizan y las mejillas se le tornan rojas, mas ella reprime el deseo de lanzare sobre él y en su lugar juega con sus manos en señal de timidez y cohibición.Él es quien decide acortar la distancia entre ellos, tomando el riesgo de ser rechazado. No obstante, cuando sus brazos cubren el cuerpo pequeño
Alexa mira con desafío a los guerreros que la tienen atrapada en la oficina de Riú y se cruza de brazos en desacuerdo con ellos.—Debo ir con mi esposo —insiste, mas estos se niegan.—Él nos ordenó que la mantengamos aquí a salvo.Ella hace un puchero y toma asiento. Desea mucho ir a ayudarlo, pero bien sabe que eso pondría en riesgo a su bebé. Esa es la única razón por la que obedece a los hombres que la tienen allí encerrada.***En el límite marítimo que rodea a Fuerza de bronce y alejados de la superficie, una ardua batalla se lleva a cabo entre los guerreros de Riú y los soldados humanos, quienes usan armas de fuego y explosivos contra ellos, logrando derribar a varios licántropos que logran recuperarse cuando las heridas se le cierran.—¡Usen las balas de plata y acónito! —vocifera uno de ellos, poniendo a Riú en alerta.—¡Necesitamos refuerzos! ¿Han tenido noticias de Tron y Liah? —inquiere Riú preocupado.En ese momento, varios soldados con apariencia intimidante, cascos oscur
Alexa aprieta los ojos cuando siente que su energía se esfuma y empieza a caer, mas unos brazos fuertes la sostienen. Ella mira a su salvador con dificultad y descubre el rostro simétrico y juvenil de su padre, quien la está cargando con una mano y, con la otra, crea un campo de energía que devuelve todos los ataques en dirección al enemigo. Ella mira por instinto el retorno de las balas y los explosivos, entonces cae en cuenta de que Arel y Riú se encuentran en una de esas naves enemigas, luchando cuerpo a cuerpo con los soldados humanos. —¡¡No!! —grita ella, acción que confunde al rubio. —Ya estás a salvo, pequeña. —¡No lo entiendes! —Ella se remueve incómoda entre sus brazos—. ¡Riú está en uno de esos barcos! —¿Qué? Liah mira hacia abajo por inercia y se queda paralizado, al reparar de cómo el lobo de Riú empuja al de Arel hacia el agua. Él va a hacer lo mismo, mas antes de caer, varias balas se le incrustan en el lomo. Un alarido de dolor resuena en el lugar y la forma lobu
Sus ojos parpadean varias veces antes de abrirse por completo. La vista aún está borrosa y su alrededor todavía no cobra sentido.La suavidad de la cama y el olor fresco de las sábanas la tientan a seguir descansando; sin embargo, su subconsciente le grita que ya debe despertar y afrontar la realidad.—Riú... —balbucea con debilidad, y en un santiamén se incorpora alterada—. ¡Riú!—¡Ya despertó! —vocifera una mujer, que para Alexa es desconocida, y sale de la habitación corriendo.—¿Dónde estoy? —pregunta a la nada mientras trata de reconocer la lujosa y amplia habitación en la que se encuentra.Liah entra al dormitorio y se le sienta al lado con una sonrisa amplia, entonces le acaricia el rostro con ternura y alivio en su semblante.—Perdiste tanta energía que estuviste inconsciente por toda una semana. Hemos tenido que inyectarte nutrientes todo este tiempo. Me alegra mucho que hayas despertado, temía que nunca lo hicieras.—¡¿Una semana?! —exclama, sin poder creer que durmió por ta
«¿En qué estaba pensando cuando me acerqué al área del alfa?», piensa con nerviosismo y temor.No le conviene acercarse tanto porque solo es una esclava más, una repugnante omega que fue traída a esa manada para servir y ser explotada.—Pero no pude evitarlo. Ese olor es muy atrayente —musita entre dientes cuando es confrontada por la cordura.No lo entiende, ¿por qué el aroma a tierra mojada y perfume amaderado la atrajo tanto, al punto de terminar en esa área peligrosa?Ese es el tercer día de su celo, razón por la que su madre le aconsejó que estuviera encerrada en casa hasta que este pasara. Es mejor encontrar a un buen omega esclavo que la marque, a estar expuesta a los betas de aquella manada.En situaciones normales, encontrar a un beta que desee convertirla en su esposa sería la mejor de las decisiones; sin embargo, para los esclavos no existe esa posibilidad, puesto que ellos son el motivo del odio y la burla de aquella manada.—¿Quién es? —La voz imponente del alfa resuena
«Ellos son mis enemigos. Esos malditos esclavos solo deben sufrir», dice en sus pensamientos mientras se aprieta el cabello.Ese es el conflicto del alfa Tron, de la manada Luna de hierro.Él es cruel, poderoso y ambicioso, que ha preparado las divisiones de guerreros más letales de todo su alrededor.Heredó el liderazgo a temprana edad, debido a que su padre murió en la batalla.Él es temido por la mayoría de las manadas, venerado por su gente y deseado por las mujeres que tienen la dicha de ser testigos de su belleza fiera.Como con todos los alfas, se espera que él encuentre a su luna destinada, quien tiene que ser una loba fuerte, hermosa y muy sabia, puesto que debe ser de ayuda idónea en su gobierno.No obstante, él acaba de descubrir que su compañera es una simple omega.Mas no cualquier omega, peor que eso, ella es una esclava que pertenecía a otra manada, la manada que trajo la desgracia y el dolor a su familia.En ese momento, uno de sus hombres de confianza entra a su estud
Los nuevos esclavos son expuestos ante todos los presentes, incluyendo a las hermosas mujeres.Otsana se sintió aliviada de que el alfa hubiera elegido a las dos mujeres que estaban a su lado.Pero cuando ve al alfa besar los labios de dos de esas mujeres, quienes lo manosean muy gustosas y sonrientes, ella no puede evitar el dolor que le aprieta el pecho.Puede percibir la dicha en el semblante de ellas, al haber sido escogidas para calentar el lecho del hombre más apuesto de la manada, quien, a su vez, es el líder de todos.«Y mi compañero destinado», piensa con tristeza y desesperanza.¿Acaso podría ser más desdichada?Mientras tanto, otra que sufre por las atenciones que recibe el alfa en público, es Vesti, quien lo mira con rabia y ojos cristalizados.—Tranquila, ellas son solo un par de esclavas para pasar el rato. Tú eres mejor que esas aparecidas y la única al nivel del alfa —la anima Yuá.—No me importa que esas zorras sean esclavas, para mí es muy humillante el comportamient