52

Tan pronto las humanas se marcharon, las lobas formaron una especie de círculo silencioso entre la puerta y donde yo permanecía, paralizada por la conmoción.

 Advertí el temblor incontrolable de mis manos, el nudo en mi garganta, el hueco helado en la boca del estómago. Lo que acababa de presenciar me había sacudido más que si me hubiera golpeado un rayo. No me atrevía a pedir permiso para retirarme, de modo que opté por distraerme manteniéndome ocupada.

Comencé a recoger los vestidos. La mesa no estaba del todo limpia, pero en el otro extremo de la habitación vi un amplio sillón, así que los llevé hacia allí y me entretuve doblándolos y dejándolos sobre los mullidos cojines.

—¿Qué diablos haces, pequeña?

La voz de la princesa me inmovilizó con un vestido extendido entre mis manos. Me volví hacia ella intentando dominar mi temor instintivo.

—Habla, pequeña, que no te escuchamos —sonrió la princesa.

—Es que… Mi señora lo dijo… Es c

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo