Su cabello castaño ondulado desordenado sobre la almohada blanca, algunos mechones del mismo sobre su rostro causando que sintiera una ligera incomodidad. Rouse abrió sus ojos lentamente apartando los mechones con su mano derecha. Sus bellos ojos de un tono azul como hermosos zafiros, observaban cuidadosamente el entorno donde se encontraba. Sintió un pequeño punzón en su cabeza. — ¡Aush! — Exclamó en señal de dolor mientras se sentaba sobre su lecho. La sábana blanca se deslizó lentamente dejando al descubierto la parte superior de su cuerpo sin nada de ropa. Ella rápidamente volvió a cubrirse con la misma sábana, en ese instante los recuerdos de su alocada noche pasaron uno tras otro en su mente. "Es cierto" Pensó la joven poniéndose de pie. "Me ofrecí a ser el juguete de ese hombre por una noche a cambio de su ayuda" Rouse se dio cuenta que en el piso de la lujosa habitación solo estaban sus ropas tiradas por doquier. "Pronto seré expulsada de la agencia de modelaje y yo
•••••••••• Cuatro años y nueve meses después. ••••••••••— ¡Se acabó! — Exclamó Leandro enojado. — No voy a soportar esto ni un minuto más. — ¡No! ¡Por favor Leandro! — Rogaba la mujer de cabello oscuro y hermosos ojos cafés claros aferrándose a su marido. — ¡No fue mi intención herirla! Es que se burló de mí, por qué no he tenido hijos tuyos… ¡Solo la puse en su lugar!Leandro alejó a su esposa con fuerza y le acorraló contra la pared cercana. Él se inclinó viéndola con una fría expresión. — En el pasado pude perdonar que me hayas ocultado el hecho de que eres estéril aunque me engañaste a mí y mi familia, yo pude cancelar el matrimonio de inmediato, pero te di una oportunidad al ver que eras "decente" o bien, al creerlo de ese modo; pero me he equivocado Miranda, todos estos años a tu lado han sido un infierno para mí. — ¡No por favor, no digas eso mi amor! — Lloraba la mujer a grandes voces. — ¡No! ¡Se acabó! — Aclaró él con seguridad. — No pienso seguir soportando tus celos
— Tu familia no debe estar nada satisfecha con esa decisión, ¿No es así? Ellos nunca se han enterado del "pequeño" problemita que tiene tu futura ex esposa. — Comentó Mason con una expresión seria viendo fijamente a su amigo. Leandro colocó la copa en la mesa frente a él, su mirada lucía perdida y se sentía exhausto de todo sentimiento romántico. — Me cansé del matrimonio, no quiero volver a intentarlo. No pienso casarme nunca más. — ¿Cómo tendrás hijos? — Preguntó Thomas. — Todo el mundo sospecha que algo más pasa en tu matrimonio, salen muchos rumores a la luz, por ejemplo: Que tú tienes una amante, que tú esposa te engañó y la odias, que nunca hubo amor y no la has tocado jamás, que alguno de los dos es estéril… Bueno, ese último es cierto, pero ellos no los saben y solo suponen lo que quieren. — No le preguntes eso ahorita, apenas saldrá de un matrimonio fracasado. — Regañó Mason a su primo Thomas. Leandro Carletti suspiró ignorando a ambos hombres, posando sus hermosos ojos
Al día siguiente en la ciudad. — Aún no me has dicho a dónde me llevas. — Preguntó Rouse confundida a su amiga Annie. La mujer rubia posó sus ojos dorados en Rouse para después sonreírle traviesamente. — ¡Salón de belleza! ¡Hay que prepararte para mañana! — ¿Mañana? — Preguntó Rouse sorprendida. — ¿Que no te lo dijo Patrick? Anoche habló con ese hombre después de que tú aceptaras y quiere verte lo antes posible. — ¿Para que? ¿Analizarme como si fuera mercancía? — Sonrió Rouse sarcásticamente. — ¡No digas eso! — Exclamó Annie. — No serás cualquier objeto, si no la que lleve en su vientre al heredero de un billonario, después de esto serás rica~"Pero ya llevé en mi vientre al hijo de ese billonario, aunque… Jamás permitiré que se conozcan" Pensó Rouse inquieta. …..Varios minutos después, en el interior del salón de belleza. — ¿Que prefieres, pelirrojo o rubio? — Preguntó Annie viendo la revista. — ¿Por qué preguntas eso? — Tu nuevo estilo de cabello, debes cambiar un poco,
Esa misma noche, bajo el cielo veraniego de Junio; Rouse caminaba hacia el edificio de su antiguo departamento, uno que poseía antes de que su carrera de modelaje despegara y único que pudo conservar tras huir del país, todo gracias a la ayuda de su mejor amiga, Annie. Rouse Becker iba en compañía de ese hombre que se había negado todo el camino a dejarla sola hasta que ella estuviera dentro del edificio, sana y salva. "No puedo dejar de estar nerviosa…""Este apartamento se lo vendí a Annie antes de irme del país, aunque ella nunca lo utilizó, según me dijo al volver…""Es muy sencillo, era todo lo que me podía permitir pagar en ese entonces e incluso ahora, necesitaba dinero urgentemente y ella me lo compró" Los hermosos ojos azules claros de Rouse se posaron en el hombre perfectamente vestido con un traje oscuro, que iba al lado de ella caminando tranquilamente en silencio. "Él no ha dicho nada, ni siquiera me ha preguntado por qué vivo en un edificio tan viejo en este sector de
Rouse intentó no lucir sorprendida aunque su corazón nuevamente se agitaba ante su nerviosismo. — Sí… Si vivo aquí, es solo que… Bueno, yo… Estaba fuera de la ciudad y por eso debía… — Olvídalo, no me importan los detalles, vivirás conmigo, vámonos. — ¿Ah? ¿Vivir contigo tan rápido? ¡No! Todavía no puedo yo… "No se supone que fuera así, lo traje a este lugar para que me dejé en paz y después yo irme a casa de Annie a ver a mi hijo" Pensó ella cabizbaja apartando su vista de la de ese apuesto hombre. — No entiendo por qué quieres quedarte sola en un lugar como este cuando está claro que no hay nada aquí, aún si recién vuelves a la ciudad lo mejor es que no vivas más aquí. — Entiendo tu punto de vista, estoy de acuerdo… — Comentó Rouse. — Me iré a vivir contigo, pero mañana… Ven mañana por mí, hoy me quedaré aquí, tengo cosas que empacar y quiero un poco de privacidad. Leandro guardo silencio sin quitarle la mirada de encima a la joven "rubia" que nerviosa posaba su vista al piso
Una decoración predominante en tonos rojo, blanco y plateado, amplías y grandes ventanas que permitían una enorme claridad en toda la habitación, un solo balcón largo y ancho, cuya vista era del jardín en el sector este de la mansión. Dicho Jardín, era uno bastante extenso y floreado, cuyo sendero en piedras coloridas llevaba a un lago rodeados de hermosos árboles de sauces llorón y cedros a la distancia. Era una vista refrescante y magnífica. Rouse Becker no podía creerlo, desde ese día en adelante y por más de diez meses, ese sería su hogar. Era el inicio de su camino a una vida mejor y ella se animó a si misma, buscando ser positiva. "¡Debo lograr mi objetivo a como de lugar! Por mamá y por mi hijo" Pensó la bella ex modelo. Una pequeña sonrisa se mostró en su fino y delicado rostro perfectamente cuidado y mantenido. Ella caminaba de un sector a otro viendo
Antes de que el atractivo hombre perfectamente vestido hablara a Rouse, su teléfono celular comenzó a sonar y él hizo un gesto de molestía sacándolo del interior de su saco, solo para ver qué se trataba de su ex esposa. [Voy en camino a la mansión, olvidé que dejé el vestido de cóctel que me compraste en Roma, quiero utilizarlo para el evento veraniego de los Patherson este sábado en su club, ¿Ya has decidido con quién ir?]Cuando Leandro terminó de leer el mensaje, guardo su móvil en el bolsillo de su pantalón, sin siquiera responderle a Miranda Jhons. "¿Ella no entiende lo que significa estar en un proceso de divorcio? ¡Necesito que me deje en paz de una buena vez!" Pensó él molesto, mientras comenzaba a caminar rumbo al sendero que llevaba al lago. Rouse se quedó sorprendida de pie observando a ese hombre que sin siquiera decirle nada la había dejado atrás. — ¡Hey! ¡Leandro! ¡Espérame!