Antes de que el atractivo hombre perfectamente vestido hablara a Rouse, su teléfono celular comenzó a sonar y él hizo un gesto de molestía sacándolo del interior de su saco, solo para ver qué se trataba de su ex esposa. [Voy en camino a la mansión, olvidé que dejé el vestido de cóctel que me compraste en Roma, quiero utilizarlo para el evento veraniego de los Patherson este sábado en su club, ¿Ya has decidido con quién ir?]Cuando Leandro terminó de leer el mensaje, guardo su móvil en el bolsillo de su pantalón, sin siquiera responderle a Miranda Jhons. "¿Ella no entiende lo que significa estar en un proceso de divorcio? ¡Necesito que me deje en paz de una buena vez!" Pensó él molesto, mientras comenzaba a caminar rumbo al sendero que llevaba al lago. Rouse se quedó sorprendida de pie observando a ese hombre que sin siquiera decirle nada la había dejado atrás. — ¡Hey! ¡Leandro! ¡Espérame!
"Han pasado más de cuatro años desde que él se casó con esa mujer… Cuatro años es mucho tiempo, quizá… ¿Nunca debí aconsejarle que lo intentará? Que intentara amarla; algo malo debió suceder para que él decida divorciarse después de varios años de matrimonio" Pensaba Rouse analítica sin poder apartar su mirada de esa imponente figura masculina. "Algo muy malo como para que una persona quiera rendirse y buscar otras alternativas para tener un heredero" "Es un billonario, de buena familia, de aspecto atractivo, es parte de la élite de la alta sociedad, alguien como él podría tener a la mujer que quisiera en sus brazos, enamorarse, volverse a casar" "¿Por qué recurrir a un vientre en alquiler?" Pensaba Rouse un poco confundida por las acciones que llevaron a Leandro a recurrir al doctor Patrick y a la vez… Que le hicieron reencontrarse con ella. — ¿Sabes algo Leandro? Yo nunca me he casado. —
"¿Mi día? Él… No creo que realmente le interese algo como eso, nuevamente está usando esa falsa amabilidad conmigo" Pensó Rouse un poco inconforme, sin embargo, de todas maneras le respondió. — Recorrí los jardines de la mansión, creo que fueron todos, no sabía que tenía accesos tan permisivos, disfrute mucho de los recorridos por Alice y Harold, aunque… Fue más conocerlos que disfrutar, ejemplo, el jardín de los arbustos con formas llamativas o el de los árboles de pinos era tan refrescante y perfecto para un picnic y podría seguir hablando de ellos toda la tarde, pero eres el dueño y probablemente quien los dió a hacer y sabes mejor que yo como son, así que… Bueno me disculpo por hablar tanto… Leandro se sorprendió al ver lo emocionada que se había puesto Rouse y ahora como lucía ella de adorable con sus mejillas rojizas por la vergüenza de hablar tanto. — ¿Es tu primera vez haciendo un trabajo como este para esa clí
Dos días después, el sábado por la mañana. — ¿Y Leandro? ¿Ya ha ido a su trabajo? — Preguntó Rouse al mayordomo cuando bajaba esa mañana las escaleras de la mansión. — No señorita, el señor no trabaja los fines de semana, él ahora se está preparando para salir al evento agendado. "Oh es cierto… Hoy era esa salida, debería llamar a Annie e informarle para que tenga listo a James e ir de paseo con mi hijo" Pensó la hermosa ex modelo intentando disimular su entusiasmo por el hecho de ver a su hijo. En ese instante vió salir a Leandro de uno de los anexos en el interior de la mansión. "Wow, él luce guapísimo" Pensó Rouse sin poder quitarle su mirada de encima a ese atractivo billonario. "Ese tipo de traje informal claro le sienta muy bien…" Mientras ella tenía su mirada clavada en él, Leandro volvió a ver en dirección a Rouse y fue entonces cuando l
La hermosa mujer de cabello largo y rubio, cerró sus ojos y rodeo con sus brazos a Leandro colocando los mismos por encima de los hombros de él, ella comenzó a besarle con gran intensidad. Leandro se sorprendió ante la rápida reacción que tuvo ella. Él seguía sin cerrar sus ojos estando a punto de dejarse llevar, sin embargo en ese momento un recuerdo pasó por su mente. La figura de esa bella mujer de cabello ondulado y hermosos ojos azules zafiros, la luz de la luna iluminando esa noche en el lago y la sonrisa llena de seguridad que ella le mostró cuando le confesó aún creer en el amor y no cerrar sus puertas a ese profundo sentimiento. Algo que él había hecho desde hace algunos años atrás y se había decidido a jamás volver a intentarlo poco después de su desición de divorciarse. Leandro se había rendido en ese tema. No era para menos. Él se había estado esforzando durante
El hombre mayor suspiró, dándose cuenta que no tenía más alternativas que ser totalmente franco. — Dije que la señorita Becker salió, yo autorice su salida, ella quería verse con una amiga ya que se sentía solitaria en la mansión sin compañía de su asiente y guarda espaldas que también tenían el fin de semana libre. Leandro frunció el ceño acercándose rápidamente a ese hombre y deteniéndose a poco de distancia de él. — ¿Por qué has hecho algo tan imprudente saltando mi autoridad? — Preguntó él imponente. — Lo lamento señor, ella se veía realmente triste y quizá temió pedirle el permiso a usted y que se lo negara, después de todo es una joven que debe tener su propia vida y ya que ella no lo conoce bien a usted, quizá le dio pena. — ¿Ella debe tener su propia vida? ¡Ja! ¡Su propia vida me importa un carajo! ¡Maldición! ¡Existe un contrato que ella tiene que cumplir al pie de la letra! ¡¿A caso mi opini
"Aunque hay algo positivo, aún no he visto a esa mujer que se supone está a nada de convertirse en la ex esposa de este hombre, desde que estoy en la mansión, ella no ha llegado ni una sola vez, lo que es un poco extraño" Pensó Rouse sin darse cuenta que en realidad Miranda Jhons había llegado en cuatro ocasiones ya, pero en cada una el mayordomo Steven se encargó de evitar el encuentro de ambas mujeres. …..Poco más de media hora después. Rouse se encontraba en la oficina del Dr. Parker junto a ese hombre billonario que la había contratado, ambos esperando los resultados. Una vez la puerta se abrió, Patrick ingresó junto a su esposa, la ginecóloga en jefe del hospital y también la "seleccionada" para que se ocupe de ese caso en particular. — Iré directo al punto, no quiero hacerle esperar señor Carletti. — Comentaba sonriente el doctor Patrick. Rouse de inmediato se puso
— Lo sé. — Suspiró Rouse agotada mentalmente. — ¿Por qué no solo lo llamas bebé? Es más neutral, no sabemos si es un niño o una niña, como dije ni siquiera se ha empezado a formar. — Pero existe y yo quiero un niño, aunque tampoco me voy a enojar si es niña. — Respondió Leandro seriamente. Rouse se le quedó viendo fijamente para después sonreír con dulzura. — Sí, existe, serás padre, ¿No quieres ir donde tú familia y que sepan la noticia? Puedes dejarme aquí, comeré bien y volveré a la mansión a descansar. Leandro hizo un gesto de preocupación de inmediato. — ¿Te sientes muy agotada? Es cierto… ¿No deberías esforzarte o si? ¡Maldición! No se nada de embarazadas… Debería pedirle a mi secretaria que me consiga a un experto en el tema. — Decía Leandro sin darse cuenta que estaba hablando hasta lo que pensaba. — Jajaja~ Rouse comenzó a reír a carcajadas sin poder evitarlo debid