Tres años antes
Adrián trató de acomodarse en la cama, pero le dolía todo el cuerpo.
No sabía si era más incómoda la sensación de los huesos magullados o el ver al hombre de pie frente a su camilla.
Pero ya había iniciado con su plan y no podía dar marcha atrás, le había dado alas a su venganza y ya no podía detenerse.
Era como si se mirara en el espejo, la situación era extraña.
Había investigado al hombre y al ver sus fotos se asombró al notar el parecido entre ambos, pero ya tenerlo cara a cara era extraño…
Pero no podía dar marcha atrás, quería sus respuestas y su venganza y las tendría a como diera lugar.
Alfonso le había robado todo en la vida y lo haría pagar por eso… todos lo harían.
Cuando se lanzó hacia el auto del hombre en la mañana su plan salió perfecto, nada pudo ser mejor a que estuviera ebrio, así creyó que lo había atropellado.
— ¿Alfonso? — preguntó Adrián y el hombre asintió.
— Nacido el 2 de febrero de 1993.
Adrián negó con vehemencia, fingiendo incredulidad.
— Que hubiéramos nacido el mismo año no significa nada.
El hombre que estaba frente a su camilla caminó por la sala.
— Sí, eso no significa nada, pero no sé si para ti sea suficiente el vernos rostro a rostro, ¿eres ingenuo o qué? Somos dos gotas de agua. Tú eres mi hermano gemelo — dijo Alfonso emocionado.
Adrián soltó una carcajada y le dolieron las costillas, el golpe sí había sido muy real.
— Eso es ridículo, yo no tengo hermanos gemelos — siguió fingiendo.
— Pues yo sí — dijo Alfonso — cuando era niño me contaron la historia de cómo mi hermano gemelo nació muerto, pero mira, estás vivo y coleando. Sólo debo encontrar la forma en que esto me sirva de algo — esta vez Adrián no se rio, miró al hombre frente a él y trató de contener su rabia. ¿Nacido muerto? ¿Esa fue la excusa que le dieron al mundo? Lo cierto era que lo abandonaron en un callejón a su suerte.
— ¿de qué diablos estás hablando? — Alfonso caminó por la sala con las manos atrás, ya no estaba ebrio como en la mañana cuando lo había arrollado, pero parecía igual de loco — aunque puede ser… somos tan parecidos que incluso podríamos cambiar de lugar sin que nadie se diera cuenta… — lanzó la idea que tenía en mente y esperó que le entrara en la cabeza a su “hermano”
Alfonso se quedó pensando un momento, luego sonrió, Adrián había metido la idea en la cabeza de su hermano.
— Es muy sencillo, hermanito, estoy huyendo de la vida que tengo y tú eres mi boleto de escape, nos encontramos en el momento en que ambos nos necesitábamos más — Adrián se lo pensó por un momento… era la venganza que había planeado, pero dejó hablar a su hermano gemelo.
— ¿A qué te refieres?
— Te contaré, hermanito — dijo Alfonso sentándose en la esquina de la camilla. Había logrado sobornar a la policía y a la gente del hospital, parecía un hombre con mucho dinero y a Adrián le incomodaba que le dijera hermanito — me tomé el tiempo de investigarte mientras estabas inconsciente, tu hermana Ana María necesita un tratamiento muy costoso, si no lo consigue morirá en una semana, así que Te propongo un trato. Hazte pasar por mí unos meses, yo pagaré el tratamiento de tu hermanastra Ana María y todos felices. Eres actor, ¿verdad? Solo Tenemos que pasar un par de días juntos para que aprendas cómo hablo y cómo me muevo, será el papel de tu vida.
Adrián negó haciéndose el difícil, la idea era suya, pero Alfonso era muy ingenuo para darse cuenta, vengarse de todos los que le hicieron daño desde adentro… fingiendo ser su hermano… sería perfecto, y de paso ayudaba a Ana María.
— ¿Y si no lo hago? — Alfonso se inclinó hacia él, tan cerca que Adrián tuvo el impulso de empujarlo.
— Si no lo haces, hermanito, no me importa la sangre que correrá por nuestras venas, voy a inventarte un crimen y te hundiré en la cárcel y tras las rejas verás cómo morirá tu hermana. Ya mandé hacer una prueba de ADN, en cuanto llegue sabremos si es verdad o no que eres mi hermano gemelo que creía muerto o simplemente una coincidencia del destino, como sea, no será difícil que interpretes que soy yo, solo hay que justificar como en estos dos meses que he estado de vacaciones tengo más músculo, ya que estás más grande que yo — comentó burlón — prepárate, Adrián vas a transformarte en mí — y dichas estas palabras salió de la habitación cerrando la puerta.
Adrián se pasó los dedos por el cabello, no era la venganza que había planeado, pero todo salió incluso mejor. Tomó su celular y llamó a su hermana.
— Ana, hermana, logré encontrar un empleo muy bueno, lograré pagar tu tratamiento…
— ¡¿UN EMPLEO?!— al otro lado la muchacha se alegró, luego bajó el tono de voz—. Ya dejaste de lado la idea de venganza contra tu familia biológica, ¿verdad? — Claro que sí, eso ya lo dejé en el pasado, ya no me atormenta más —Adrián mintió.Mentirle a su hermana le dolía, pero ella no lo aprobaría, ya todo estaba encausado.El destino lo había puesto en el camino de la venganza que tanto había planeado así que un mes después, completamente recuperado, con un nuevo corte de cabello y un traje impecable hecho a medida, bajó del auto lujoso que lo trajo del aeropuerto directamente hacia la mansión de su familia biológica. La prueba de ADN que Alfonso había mandado hacer había arrojado una sorprendente similitud entre ambos, indiscutiblemente eran gemelos.Gemelos idénticos y el pobre hermano de Adrián pensó que era quien llevaba la batuta en el plan. Adrián solo lo veía como un cachorrito patético que hizo todo lo que él necesitaba.Cuando cruzó por las puertas de la inmensa casa tuv
Adrián se volvió hacia toda su familia.Aunque no se habían criado juntos, aunque en el fondo él sintiera que esa era la familia de Alfonso, también era la suya, también era su padre, también era su madre, sus hermanos y sus sobrinos… Eran los que lo habían querido muerto, los que lo habían olvidado.Al parecer todos llegaron juntos, Adrián levantó la mirada y se ajustó el traje.— Sí, ya regresé — dijo con un poco de apatía. Las semanas que había pasado estudiando a su hermano notó que era un hombre extraño. Era frío y parecía que nada le impresionaba, pero también era un hombre tremendamente inseguro, las cosas que le comentó que le hacían su familia eran patéticas. — Según nos dijiste regresarías en unos cuantos meses, ¿las vacaciones que te autoimpusiste te cansaron? — dijo su padre.Era un hombre alto como ellos, aunque sus canas marcadas dejaban entrever un brillante cabello rubio que debió haber lucido orgulloso en su juventud, tenía los ojos oscuros y apagados, pero un por
— ¿De qué diablos hablas? Sabes que tenemos que dormir en la misma cama porque los empleados no deben darse cuenta de que esto es un matrimonio falso. Los medios pagarían millones por un chisme así.— Si, lo sé, solo olvídalo.— ¿Qué hiciste en ese viaje? — le preguntó Hanna — aparte de irte al gimnasio, te ves diferente.— ¿Qué? ¿tengo la nariz torcida y los ojos más grandes? — comentó él, hacer reír a una mujer era el primer paso para conquistarla. Hanna apretó el entrecejo al notar la broma.Adrián comenzó su artimaña a base de mentiras, un acto que, sin saber, lo condenaría. — Sí y ahora eres gracioso y haces chistes también. No, no me refiero a algo físico, eres diferente, como un hombre nuevo… como otro hombre… Para evitar que la mujer notara la tensión que le entró en el cuerpo, Adrián comenzó a quitarse la ropa. Aunque era un matrimonio falso, imaginó que sí se habían acostado alguna vez, la mujer debía de haberlo visto desnudo en algún momento, Así que se desnudó por com
Hanna despertó asustada, cuando abrió los ojos lo primero que vio fue la espalda ancha de su esposo sentado en el borde de la cama.A Hannah le costó un segundo reconocerlo y eso la asustó, pero otro grito aterrador proveniente de la sala hizo que aquello se le olvidara por completo.Su esposo se puso de pie y corrió hacia la puerta.— ¿Alfonso qué está pasando? — lo llamó ella pero el hombre abrió la puerta y salió corriendo sin dudarlo. Hanna se puso de pie y corrió, tenía el corazón acelerado. Cuando llegó al primer piso detrás del hombre, encontró a su cuñada con su pequeño sobrino, Marcos, en sus brazos.El niño parecía inconsciente, Alfonso llegó con ella y cargó al niño, cosa que sorprendió a Hannah, su esposo nunca había sido para nada cariñoso con sus sobrinos.— ¿Qué pasó? — preguntó el hombre con firmeza, la mujer sollozó.— Decía que le dolía el estómago, estaba en la cocina preparando un té de canela y cuando subí estaba inconsciente — comentó en medio del llanto. Hanna
— ¡Alfonso! — gritó ella emocionada.En cuanto el hombre puso sus ojos grises en ella, la miró con gesto interrogativo pero la mujer no le dio tiempo a preguntar siquiera nada, se abalanzó sobre él, lo tomó por las mejillas y le dio un profundo beso en los labios.Hanna sintió que la atravesó una fuerte corriente eléctrica.— Cariño — le dijo la enfermera — te habías desaparecido por tanto tiempo, la última vez que te vi me dejaste sola en la cama. No puedes ser tan grosero con tu futura esposa.— ¿Futura esposa? — preguntó Hanna en voz alta poniéndose de pie y caminando con rabia hacia la rubia.La enfermera facilota tomó a Alfonso de nuevo por las mejillas para intentar besarlo, pero el hombre la apartó con un poco de brusquedad. Hanna sintió rabia, pero no eran rabia de celos, ella sabía que eso era el pan de cada día con Alfonso, se acostaba con sus enfermeras, con su secretarias, con sus empleadas, con la mensajera… Era el hombre más infiel que Hanna jamás hubiera conocido, pe
— ¡¿Qué yo qué?! — preguntó sorprendido y Hanna lo empujó. — ¿Qué? ¿Ahora dirás que no te acuerdas que pagaste varios millones de dólares para que me obligaran a casarme contigo? ¿Acaso olvidas que me llamaste mercancía? ¿Que según soy tu esclava? se supone que debes conservar una imágen decente, pero te acuestas con quién se te atraviese — comentó ella dándole la espalda — sólo lo hiciste por orgullo, ¿Verdad? — pero Alfonso ya no contestó y le dio la espalda. El frío de la madrugada se espantó poco a poco con la calidez de la espalda del hombre, y aunque preocupada aún por Marcos, sabía que estaba en buenas manos. Era uno de los mejores hospitales del país, así que se quedó dormida, pero Alfonso no, o mejor dicho, Adrián.Adrián se volvió boca arriba y observó el perfecto rostro de la mujer que dormía a su lado.Era tan linda, con carácter. ¿Como su hermano podría ser un idiota con ella? ¿Cómo podría haberle sido infiel de esa forma tan descarada? ¿Cómo pudo haberla comprado c
Adrián encontró que la ropa de Alfonso que había en el armario le quedaba un poco ajustada, de hecho muy ajustada, Así que buscó en la agenda de su hermano a su modista, el hombre le había dicho que tal vez debía contratarla precisamente por eso. Optó Entonces por ponerse el traje con el que había llegado del viaje, ese estaba hecho a su medida. encendió el auto de su hermano y se fue para la oficina.La farmacéutica vital era una de las empresas más importantes de América, había tenido increíbles tratos comerciales con otra farmacéutica llamada Biogen, pero esta estuvo involucrada en Casos de corrupción y homicidios, así que Vital tuvo que hacerse su nombre por su propia cuenta, Por eso los Velazco, dueños principales de la farmacéutica, se vieron obligados a requerir a socios comerciales importantes para salir a flote sin la ayuda de Biogen, aun así le quedó la duda del Por qué eligieron a su hermano Alfonso para liderar la compañía, el hombre era bueno en las finanzas, pero imaginó
Fue un día muy pesado para Adrián, extrañamente se adecuó fácil a la oficina y al trabajo. Alfonso le había explicado muy bien cuál era su rol, Pero él Había decidido tener una participación más activa dentro de la compañía, Por eso impidió que la carga con los medicamentos caducados saliera Y ante su presencia logró agachar más de una cabeza que pensó humillarlo. Alfonso, al parecer, se dejaba humillar de cualquiera, pero él no era Alfonso Y aunque tenía que fingir que era él ya se había hecho la promesa de que se vengaría de todos, esa empresa le pertenecía por ley, pero si no era para él no sería para nadie, solo tenía que descubrir los negocios sucios que escondían y eso sería suficiente para hundirlos.A escondidas llamó a su hermana Ana María, la joven se alegró mucho al oírlo.— ¿Cómo estás, hermanita? — le preguntó Adrián. Se sintió feliz por escuchar el tono de voz alegre de su hermana, hacía muchísimo tiempo no lo escuchaba con tanta energía.— Excelente. ¿y el empleo? — E