Fue un día muy pesado para Adrián, extrañamente se adecuó fácil a la oficina y al trabajo. Alfonso le había explicado muy bien cuál era su rol, Pero él Había decidido tener una participación más activa dentro de la compañía, Por eso impidió que la carga con los medicamentos caducados saliera Y ante su presencia logró agachar más de una cabeza que pensó humillarlo. Alfonso, al parecer, se dejaba humillar de cualquiera, pero él no era Alfonso Y aunque tenía que fingir que era él ya se había hecho la promesa de que se vengaría de todos, esa empresa le pertenecía por ley, pero si no era para él no sería para nadie, solo tenía que descubrir los negocios sucios que escondían y eso sería suficiente para hundirlos.A escondidas llamó a su hermana Ana María, la joven se alegró mucho al oírlo.— ¿Cómo estás, hermanita? — le preguntó Adrián. Se sintió feliz por escuchar el tono de voz alegre de su hermana, hacía muchísimo tiempo no lo escuchaba con tanta energía.— Excelente. ¿y el empleo? — E
11 Dudas.Adrián, antes de salir del gimnasio, comprobó las pastillas que Hanna le había entregado. Tenía la marca Vital, eran de la compañía y aquello le sorprendió. Alfonso en ningún momento le había comentado que tenía que tomar medicamentos, muchísimo menos que tuviera un problema cardíaco. Él estaba completamente saludable y siendo honesto consigo mismo, le atemorizó tomarse los medicamentos de Alfonso y que tal vez fuera contraproducente para su salud, Así que entró al baño de su habitación ignorando a Hanna que estaba acostada en la cama dándole la espalda a la entrada y tiró por el excusado un par de las pastillas. Tendría que hacerlo diario y tendría que fingir frente a Hannah que las tomaba, Pero esperó que no fuera difícil. Se dio una larga ducha de agua muy fría luego, cuando salió envuelto en la toalla, le entró una extraña preocupación. Había muchas cosas que Alfonso no le había comentado de su vida, cosas importantes como por ejemplo las pastillas y eso le generó inco
Cuando Adrián despertó, supo que algo andaba mal cuando notó a Hanna sentada en la silla frente a la cama. La mujer tenía los ojos enrojecidos, no era como si hubiese llorado, más bien, era como si estuviese conteniendo la rabia. El sol apenas comenzaba a salir por el horizonte, la luz mortecina que se colaba por las ventanas apenas permitía que pudiera reconocer el rostro de la mujer y sus enrojecidos ojos, Parecía que había pasado la noche ahí sentada.— ¿desde hace cuánto estás ahí? — le preguntó él, pero Hannah no contestó, se quedó ahí observándolo detenidamente. Adrián se irguió en la cama, tenía únicamente la ropa interior, pero por alguna razón no le importaba estar semidesnudo frente a la mujer. Ella desbloqueó su celular, la luz azulada de la pantalla mostró las ojeras que tenía bajo los ojos, le lanzó el celular y Adrián apenas lo atrapó. Aún se sentía cansado y con sueño. Cuando Adrián miró el celular, le costó un segundo reconocer las letras que habían, en era un artí
Hanna se removió incómoda en la Silla, el frío de la mañana comenzaba a entrarle en el cuerpo, Así que se puso de pie y caminó de un lado para otro. La historia de Alfonso era complicada, extraña. Estaba llena de muchas preguntas, pero lo cierto es que tal vez tenía razón, tal vez el accidente no lo hubiera cambiado lo suficiente como para ser un hombre bueno, pero si lo suficiente como para que tal vez intentara cambiar las cosas. Esperó no preocuparse por eso y trató de dejar de darle vueltas al asunto, lo único que quería era salir de eso cuanto antes.Si Alfonso no recordaba el monstruo que había sido, ella se lo recordaría claramente, le recordaría cada falla y se lo restregaría en su cara.El hombre la observaba detenidamente caminar de un lado para otro, ella se mordió los labios y luego tomó una pequeña cobija que había sobre el mueble a la derecha y la puso sobre sus piernas sentándose ahí. No fue capaz de mirarlo a la cara cuando comenzó a hablar.— fue hace unos cuantos añ
14 imperdonable.Hanna trató de salir de la habitación, pero Alfonso estiró la mano y la sujetó por la muñeca, era grande y cálida. Hannah nunca había recordado sentir la mano cálida de Alfonso.La sujetó por la misma muñeca en que la había sujetado cuando la golpeó en su Noche de bodas, pero El tacto era tan diferente que ella se sintió sobrecogida. Cuando lo miró el hombre tenía una extraña expresión en el rostro, la jaló hacia él hasta que Hannah se sentó en el borde de la cama a su lado, la pierna del hombre tocó la suya y ella sintió estremecimiento al sentir la calidad piel y los suaves pelitos contra su pierna.— Lo lamento — murmuró él, no era capaz de mirarla a la cara — no lo recordaba… no lo recordaba bien, todo es difuso y borroso, Pero créeme cuando te digo que quiero hacer las cosas que diferente, ya no soy el mismo que era antes, cuando desperté en la camilla no podía mover el cuerpo, pensé que me había quedado cuadripléjico. El doctor me dijo que era normal, había esta
Hannah se sentía entorpecida y torpe, desde que Alfonso había regresado de sus vacaciones era prácticamente otro hombre y aquello la confundía mucho.Aunque era su cara, su cuerpo, su voz, Había algo dentro de él que la hacía sentir diferente, no sentía el mismo atarban ignorante que se creía independiente, pero era manipulable al que estaba acostumbrada, era un hombre diferente. por lo que había escuchado de las empleadas, había llegado a la empresa a hacer cambios, había despedido un par de personas y algo con un cargamento que ella no entendió muy bien. Aquello era, cuando menos, anormal. Alfonso siempre había esperado que su padre le dijera que era lo que tenía que hacer, a dónde ir y qué firmar, pero el nuevo Alfonso no. Mientras preparaba las invitaciones digitales para la fiesta sorpresa de cumpleaños de Alfonso, se preguntó si en realidad el accidente lo cambiaría, no sería la primera vez que una persona a punto de morir recapacitada sobre su vida y su manera de verla, pero
Adrián buscó en el armario el traje que Hannah le había indicado, pero justo como imagino, le quedaba pequeño ya que tenía las medidas de su hermano Alfonso. Cansado dejó el traje sobre la cama y escribió en su teléfono al número de la modista que su hermano le había dado, y literal una hora después a la puerta de la casa llegó un hombre con una maleta tres veces su tamaño. Había ropa de todos los estilos: casual, modesta, formal, un traje con un corbatín en vez de una corbata y Adrián pasó el resto de la tarde sacando toda la ropa de su hermano y poniendo la nueva. Hannah no le cruzó palabra en el resto de la tarde, se sintió Como un tonto por haber intentado besarla a pesar de que su plan de venganza consistía en eso, también por alguna razón en ese momento no pensó en la venganza, solo pensó en los labios de la mujer que se le hicieron tremendamente atractivos, luego se dio una tremenda cachetada frente al espejo del baño. No podía estar teniendo esos sentimientos por su cuñada,
La mano del hombre, de Luciano, seguía fuertemente apretada contra la mano de Adrián, él trató de zafarse, pero el hombre seguía apretándolo con firmeza.— muchas gracias por sus buenos deseos — Adrián no sabía cómo era su relación, Cómo era la relación de su hermano con ese hombre, era el segundo al mando de la compañía, básicamente era otro de sus titiriteros, era otro que le decía qué hacer y cómo hacer, así que imaginó que todos los cambios que implementó ese día en la empresa no le habrían agradado para nada, pero debía comportarse a la altura de la situación, no debía dejar su papel de Alfonso, pero aún así dar a entender que no era el mismo Alfonso de antes. Cuando el hombre al fin lo liberó, Adrián tuvo el impulso de limpiarse la mano en el traje, podía sentir los pelitos de gato en su Palma.— escuché muchas cosas que hizo en la empresa desde ayer — comentó Luciano, se metió las manos en el bolsillo. Adrián aprovechó un mesero que pasaba Y le robó una copa de vino, no le ofr