Una joven profesora llamada Celeste Hansen, que sufre de pesadillas recurrentes, recibe insultantes mensajes anónimos que parecen estar relacionados con el hombre que le robó el corazón: Marcos Russo. Su enigmático enamorado, parece el hombre perfecto: Todo un caballero, culto, indiscutiblemente apuesto y de mirada cautivante. El único defecto, a simple vista, es que se reserva demasiado y no habla mucho de su vida privada. Todas las pistas que encuentra en torno a dichos acosos, la hacen sospechar de un estudiante. En el Intento de dar con el misterioso sujeto, descubrirá más que su identidad: viejos y nuevos problemas la están acechando. A su vez, sus sueños la alertan de un peligro inminente. Celeste se verá inmersa en un juego que sólo tiene un objetivo: Hacerle perder la cabeza o al menos, dudar de su cordura y principios. Lograr este cometido podría lograrlo, sin dudas, sólo alguien que estudió su víctima a la perfección. En un abrir y cerrar de ojos, su entorno de confianza ya no será seguro y, probablemente, la persona en que menos confiaba será su salvación. En el momento menos pensado, un amor del pasado que creyó dejar atrás, reaparecerá para sanar su vida, literalmente.
Leer másLO QUE PODRÍA HABER SIDO...Nos reunimos en un café del centro. Me vestí con un pantalón de gabardina blanco tipo chupín, blusa rosa y sandalias altas. Sólo me coloqué rímel, un poco de base y labial rosa. Cuando llegué, él ya estaba ahí. Llevaba puesto una camisa azul oscura y un pantalón de jean. Al mirarnos, nos saludamos con una sonrisa. Pedimos dos cafés grandes y una porción de torta selva negra.- Gracias por aceptar la invitación – Dije.- ¿Qué? Gracias por invitarme. Yo te agradezco.- Esto es más que una invitación a un reencuentro de viejos amigos, Rami – suspiré – hay algo importante que debemos hablar.- Uh, ¡Qué miedo! – Volvió a decirme, como sabía hacerlo hace diez años, y se me escapó una sonrisa involuntaria – jajaja. Te escucho.- Raquel era mi mejor amiga, todos estos años – me mordí los labios – hasta hace un par de días – Me crucé de brazos apoyándolo sobre la mesa - ¿Sabías que ella supo todo este tiempo lo que pasó entre nosotros?- ¿En serio? – Miró con los oj
SOBREVIVIR Y VIVIR PARA CONTARLO- Oxígeno! ¡Rápido, el oxígeno! – Escuché a los lejos, y creí ver por un lado luces verdes, por otro, azules, destellando. Cerré los ojos, perdiendo la noción del espacio y tiempo. Comencé a despertar, aún sin abrir totalmente los ojos, como si hubiese dormido horriblemente mal. Tenía un dolor de cabeza intenso. Escuchaba voces, pitidos de aparatos, y empezaba a ver paredes blancas. Sentía en mí misma un desagradable olor y tosía. Verme de pronto las manos oscuras me asustó. Al verme agitada y con miedo, el médico se acercó para calmarme.- Tranquila, ya estas a salvo Celeste – Dijo con una sonrisa. Subí mi mirada, y sentí brillar mis ojos como hacía mucho no me sucedía. Una inexplicable paz invadió mi corazón. Tenía al frente mío a Ramiro. A quien no veía desde hace años, cuando decidió irse a estudiar afuera.- Estás... Acá – Dije feliz, pero con el cuerpo aún debilitado.- Te dije que aprendería a salvar vidas. No que nunca volvería – Bromeó.- Me
LA MENTE BUSCA SOBREVIVIR, NO LA VERDAD... Se escuchó un portazo. Me acerqué hasta el orificio de la cerradura y pude ver a Mark cerrando con llave la habitación que estaba al frente. ¿Qué planes tendrá con ella? Intenté concentrarme más en mi entorno, menos en mis limitaciones. Se me ocurrió agacharme y ponerme de espalda al costado de la cama, para así poder tantear con mis manos debajo de ella. Estaba segura de que, por su estado, seguro habría un clavo sobresalido o una filosa astilla, que puedan ayudarme a liberar mis muñecas. Después de todo, no fue un secuestro planificado y debía usar esa improvisación a mi favor. Me deslicé alrededor de la cama, tratando de no hacer ruido, lo más rápido posible, porque no sabía cuánto tiempo tenía para escapar ni qué planes se le pasaban por la cabeza a Mark. De hecho, no lo escuchaba, por lo que era probable que hubiese salido. Fue cuando llegué hasta la esquina, que sentí lastimarme el dedo y supe que por fin había encontrado lo que bus
¿QUEDABA ALGO PORQUÉ LUCHAR? Entramos nuevamente, y Paula observó sorprendida. Esperaba que lograse escapar, seguramente. - Celeste nos hará compañía por un tiempo, también. Hasta que se convenza de que puede confiar en mí – Suspiró – No sé qué otra prueba necesitas ¿Acaso la ves atada, sin comida o te costó entrar a la cabaña? ¡Es obvio que está acá por su voluntad! - Sí, lo veo... - Debo ir hasta un lugar donde tenga señal, necesito hacer unas llamadas. Voy a dejar cerrada la puerta, por el bien de los tres – Dijo y cerró con llave la puerta, tras irse. Mi pulso seguía acelerado. Esta faceta de Mark me parecía turbia y peligrosa. No se parecía en nada al hombre que me robó el corazón. Me acerqué hasta Paula, que estaba en absoluto silencio. - Paula, ahora que estamos solas, podés contarme la verdad. ¿Esto en serio te lo hicieron tus tíos? – Pregunté, y volteó a mirarme. - Mis tíos serían capaces de… Agarrar al responsable de esto y mutilarlo. No, nunca me harían algo así. Soy
¡SALÍ DE ACÁ!Quedaba poco para llegar. Pensaba en cómo reaccionaría Mark si me veía ahí. Quizás lo más prudente sería fijarme en la forma de entrar y mirar por fuera para ver si estaba él. O alguna pista de Paula. Reconocí el paisaje, lo había visto en otro lugar. En la foto de la oficina de Mark, y en algún otro lado. Era como si ya hubiese estado antes ahí. Cerré los ojos unos instantes para intentar recordar. Los abrí grandes porque lo supe. ¡Lo vi antes en un sueño! El de los árboles alrededor, el cerro y la cabaña. Me puso la piel de gallina al recordarlo y hallarme ahí. Decidí estacionarme en otro lado, porque quizás sería conveniente que no vean que vine, y entrar caminando. No sabía con qué iba a encontrarme. Bajé del auto. Ya era de noche. La calle y los alrededores estaban desolados. Era evidente que no era una zona muy transitada, mucho menos habitada. La iluminación era muy tenue. Me acerqué hasta la tranquera de madera, que estaba cerrada con candando y pude ver la cab
"SECUESTRO NO PREMEDITADO"DE VUELTA A LA ACTUALIDADLa cabeza me daba mil vueltas. Raquel supo todo el tiempo la verdad ¿Cómo hizo para callar algo así tantos años? Decía que nos vio, y no sé cómo. Ahora, también creo comprender el mensaje oculto en la palabra que me dejó escrita. Están sus iniciales al medio: ZOЯЯA, dos “R” de Raquel y Ramiro. Tuve esta pista siempre y no pude notarla. Si fue capaz de hacer todo esto, me pregunto qué más habrá hecho. Se tomó hasta el trabajo de dejarme una monografía traspapelada con las de otros alumnos, para que piense que fue un estudiante. Lo que más terror me da es que se haya metido a mi casa. ¡Ella me recordaba al acosador de mis sueños!¿Será posible que, aun estando de novia, haya deseado seguir adelante con su demente plan? ¿Por un
"CAMINOS SEPARADOS" Al día siguiente, nos íbamos y poco cambiaron las cosas. Sin dudas, ellos no habían hablado nada al respecto. Seguían juntos como cuando llegaron, porque los vi besarse en dos oportunidades para mi desgracia. Suponía que no se animó a decirle lo que teníamos planeado. Me molestaba y pensaba que era un cobarde. Me dejaron en mi casa, saludé a todos y me despedí con una sonrisa. Pero, al entrar no podía ocultarle a mi abuela lo disgustada que estaba. Preguntó qué me pasaba.- Nada abuela, hombres. Eso pasa. Por favor, no te enojes, pero no quiero hablar de eso. - Ella entendió y no hizo más preguntas. Siempre respetaba mi espacio.Estaba terminando de desarmar mi mochila cuando recibí un llamado de Raquel. Dejé sonar el celular, pero volvía a llamar. Parecía una pesadilla de nunca acabar. Entonces, me di por vencida y atendí.- ¡Amiga! ¡Hace rato te estoy marcando! Necesito hablar urgente con vo
"ALGUIEN VA SALIR DOLIDO DE TODAS FORMAS"Llegamos a una estación de servicio y compramos el hielo. Al volver para la casa pusimos nuevamente Rock Nacional, para intentar dejar atrás lo que pasó y la tensión del momento.“Volver el tiempo atrásNo tengo derecho peroQuien pudiera volver atrásAhora que te améPero ya no te tengoNo sé cómo haréPara sanar esto que siento…”Qué difícil es saber, que tenés sólo unos kilómetros para dar vuelta la página del momento más revelador e intenso de tu vida.Faltaban unos 8 km para llegar, y no hablamos una sola palabra. Hasta que, mi admiración el cielo hizo salir tema de conversación.- Increíble esa luna llena. Las farolas, podrían estar de más esta noche – Dije, mirando
"EL INFIEL Y LA PEOR AMIGA DE TODAS"- Chicas, no puede ser…- ¿Qué te pasa? – Preguntó Julia.- ¡Me vino! Me quiero morir… ¡Justo ahora que voy a pasar la noche con Ramiro me pasa esto! – Dijo, y sólo nos miramos con Julia.- ¿Querés un tampón? – Le ofrecí. Ojalá, Raquel no haya notado que estuve llorando. Tenía la excusa de mi alergia, casi permanente en esta época, y ella sabe de eso. Miles de veces me preguntó qué me pasaba y respondía “nada, es solo mi alergia”. Caminé disfrutando de la vista de las imponentes casas. Respirando la paz del ambiente. Fue un remedio para el corazón.Al caer la noche organizamos la primera fiesta. Invitamos a los vecinos de al lado quienes sumaron su música y bebida. Me sorprendí de mi misma la capacidad que tuve para ignorar lo que me estaba pasando y enfocarme en sólo disfrutar. Hasta ya volví a los abrazos con Raquel y bromear. Todos nos metimos en la pileta, escuchando música a todo volumen y bailan