"CAMINOS SEPARADOS"
Al día siguiente, nos íbamos y poco cambiaron las cosas. Sin dudas, ellos no habían hablado nada al respecto. Seguían juntos como cuando llegaron, porque los vi besarse en dos oportunidades para mi desgracia. Suponía que no se animó a decirle lo que teníamos planeado.
Me molestaba y pensaba que era un cobarde. Me dejaron en mi casa, saludé a todos y me despedí con una sonrisa. Pero, al entrar no podía ocultarle a mi abuela lo disgustada que estaba. Preguntó qué me pasaba.
- Nada abuela, hombres. Eso pasa. Por favor, no te enojes, pero no quiero hablar de eso. - Ella entendió y no hizo más preguntas. Siempre respetaba mi espacio.
Estaba terminando de desarmar mi mochila cuando recibí un llamado de Raquel. Dejé sonar el celular, pero volvía a llamar. Parecía una pesadilla de nunca acabar. Entonces, me di por vencida y atendí.
- ¡Amiga! ¡Hace rato te estoy marcando! Necesito hablar urgente con vo"SECUESTRO NO PREMEDITADO"DE VUELTA A LA ACTUALIDADLa cabeza me daba mil vueltas. Raquel supo todo el tiempo la verdad ¿Cómo hizo para callar algo así tantos años? Decía que nos vio, y no sé cómo. Ahora, también creo comprender el mensaje oculto en la palabra que me dejó escrita. Están sus iniciales al medio: ZOЯЯA, dos “R” de Raquel y Ramiro. Tuve esta pista siempre y no pude notarla. Si fue capaz de hacer todo esto, me pregunto qué más habrá hecho. Se tomó hasta el trabajo de dejarme una monografía traspapelada con las de otros alumnos, para que piense que fue un estudiante. Lo que más terror me da es que se haya metido a mi casa. ¡Ella me recordaba al acosador de mis sueños!¿Será posible que, aun estando de novia, haya deseado seguir adelante con su demente plan? ¿Por un
¡SALÍ DE ACÁ!Quedaba poco para llegar. Pensaba en cómo reaccionaría Mark si me veía ahí. Quizás lo más prudente sería fijarme en la forma de entrar y mirar por fuera para ver si estaba él. O alguna pista de Paula. Reconocí el paisaje, lo había visto en otro lugar. En la foto de la oficina de Mark, y en algún otro lado. Era como si ya hubiese estado antes ahí. Cerré los ojos unos instantes para intentar recordar. Los abrí grandes porque lo supe. ¡Lo vi antes en un sueño! El de los árboles alrededor, el cerro y la cabaña. Me puso la piel de gallina al recordarlo y hallarme ahí. Decidí estacionarme en otro lado, porque quizás sería conveniente que no vean que vine, y entrar caminando. No sabía con qué iba a encontrarme. Bajé del auto. Ya era de noche. La calle y los alrededores estaban desolados. Era evidente que no era una zona muy transitada, mucho menos habitada. La iluminación era muy tenue. Me acerqué hasta la tranquera de madera, que estaba cerrada con candando y pude ver la cab
¿QUEDABA ALGO PORQUÉ LUCHAR? Entramos nuevamente, y Paula observó sorprendida. Esperaba que lograse escapar, seguramente. - Celeste nos hará compañía por un tiempo, también. Hasta que se convenza de que puede confiar en mí – Suspiró – No sé qué otra prueba necesitas ¿Acaso la ves atada, sin comida o te costó entrar a la cabaña? ¡Es obvio que está acá por su voluntad! - Sí, lo veo... - Debo ir hasta un lugar donde tenga señal, necesito hacer unas llamadas. Voy a dejar cerrada la puerta, por el bien de los tres – Dijo y cerró con llave la puerta, tras irse. Mi pulso seguía acelerado. Esta faceta de Mark me parecía turbia y peligrosa. No se parecía en nada al hombre que me robó el corazón. Me acerqué hasta Paula, que estaba en absoluto silencio. - Paula, ahora que estamos solas, podés contarme la verdad. ¿Esto en serio te lo hicieron tus tíos? – Pregunté, y volteó a mirarme. - Mis tíos serían capaces de… Agarrar al responsable de esto y mutilarlo. No, nunca me harían algo así. Soy
LA MENTE BUSCA SOBREVIVIR, NO LA VERDAD... Se escuchó un portazo. Me acerqué hasta el orificio de la cerradura y pude ver a Mark cerrando con llave la habitación que estaba al frente. ¿Qué planes tendrá con ella? Intenté concentrarme más en mi entorno, menos en mis limitaciones. Se me ocurrió agacharme y ponerme de espalda al costado de la cama, para así poder tantear con mis manos debajo de ella. Estaba segura de que, por su estado, seguro habría un clavo sobresalido o una filosa astilla, que puedan ayudarme a liberar mis muñecas. Después de todo, no fue un secuestro planificado y debía usar esa improvisación a mi favor. Me deslicé alrededor de la cama, tratando de no hacer ruido, lo más rápido posible, porque no sabía cuánto tiempo tenía para escapar ni qué planes se le pasaban por la cabeza a Mark. De hecho, no lo escuchaba, por lo que era probable que hubiese salido. Fue cuando llegué hasta la esquina, que sentí lastimarme el dedo y supe que por fin había encontrado lo que bus
SOBREVIVIR Y VIVIR PARA CONTARLO- Oxígeno! ¡Rápido, el oxígeno! – Escuché a los lejos, y creí ver por un lado luces verdes, por otro, azules, destellando. Cerré los ojos, perdiendo la noción del espacio y tiempo. Comencé a despertar, aún sin abrir totalmente los ojos, como si hubiese dormido horriblemente mal. Tenía un dolor de cabeza intenso. Escuchaba voces, pitidos de aparatos, y empezaba a ver paredes blancas. Sentía en mí misma un desagradable olor y tosía. Verme de pronto las manos oscuras me asustó. Al verme agitada y con miedo, el médico se acercó para calmarme.- Tranquila, ya estas a salvo Celeste – Dijo con una sonrisa. Subí mi mirada, y sentí brillar mis ojos como hacía mucho no me sucedía. Una inexplicable paz invadió mi corazón. Tenía al frente mío a Ramiro. A quien no veía desde hace años, cuando decidió irse a estudiar afuera.- Estás... Acá – Dije feliz, pero con el cuerpo aún debilitado.- Te dije que aprendería a salvar vidas. No que nunca volvería – Bromeó.- Me
LO QUE PODRÍA HABER SIDO...Nos reunimos en un café del centro. Me vestí con un pantalón de gabardina blanco tipo chupín, blusa rosa y sandalias altas. Sólo me coloqué rímel, un poco de base y labial rosa. Cuando llegué, él ya estaba ahí. Llevaba puesto una camisa azul oscura y un pantalón de jean. Al mirarnos, nos saludamos con una sonrisa. Pedimos dos cafés grandes y una porción de torta selva negra.- Gracias por aceptar la invitación – Dije.- ¿Qué? Gracias por invitarme. Yo te agradezco.- Esto es más que una invitación a un reencuentro de viejos amigos, Rami – suspiré – hay algo importante que debemos hablar.- Uh, ¡Qué miedo! – Volvió a decirme, como sabía hacerlo hace diez años, y se me escapó una sonrisa involuntaria – jajaja. Te escucho.- Raquel era mi mejor amiga, todos estos años – me mordí los labios – hasta hace un par de días – Me crucé de brazos apoyándolo sobre la mesa - ¿Sabías que ella supo todo este tiempo lo que pasó entre nosotros?- ¿En serio? – Miró con los oj
CAPÍTULO 1Cuando conocí a Marcos RussoSiempre tuve curiosidad acerca de los sueños. ¿Por qué algunas personas los recuerdan y otras no? ¿Tendrán algún significado? He tenido pesadillas perturbadoras desde que tengo memoria, y que recuerdo como si hubiesen sido experiencias reales. Algunas con poca lógica, otras que parecen verdaderas vivencias. Entre las que peor sensación angustiante me dejaron al despertar, es sobre una casa abandonada alejada de la ciudad, donde me encuentro buscando a alguien que no conozco. Me urge encontrar a esa persona, pero no sé por qué. De repente, desde adentro, puedo vislumbrar cómo la entrada lateral por donde ingresé comienza a arder en llamas, dificultando mi salida y quedándome atrapada. No queda todo ahí, sino que puedo verme a mí misma desde afuera gritando y golpeando con mis manos las ventanas, inútilmente porque nadie vendrá a rescatarme.Decidí estudiar Biología porque siempre quise entender cómo
CAPÍTULO 2"FUERA DE CONTROL"Entonces entré al aula y comencé a dar mi clase. Mientras pedía a mis alumnos que hicieran las actividades, estaba sentada detrás del escritorio y no podía parar de pensar en las palabras de Raquel, tratando de darle sentido a mi sueño. Se me cruzaban las imágenes de su mirada conjugada con la fantasía que tuve con él, mientras tenía la punta de una lapicera entre mis labios. Mirando a la nada, pensando en todo. Hasta que fui interrumpida por una alumna.Profe ¿Me entendió? – Me preguntó Marina.Sí, sí. Perdón. No. ¿Me lo podrías repetir? – Intenté remediar mi despiste.No sé si hice bien este ejercicio. Las partes de la célula eucariota.Ahí lo miro.Al volver a casa, me recosté en el sillón y continuaba reflexionando en lo que me dijo mi amiga. ¿Será cierto? No lo conocía lo suficiente para saber cómo era con las mujeres que le gustaban. No sabía cuál era la forma más discret