Ante la idea de que fuera una pregunta para sacarme una respuesta inteligente, estaba por responder pero otros mensajes comenzaron a llegar. Claramente se trataba de alguien que posiblemente me conocía de alguna forma.
Pero al esperar un poco más, ahora entendía porque los mensajes eran como códigos.
La fiesta empezó entre las siete y ocho de la noche, todos se estaban divirtiendo en el departamento. Era un claro indicio de que todos iban a hacer lo que todo el mundo haría, yo quisiera unirmeles pero por el tema de la ansiedad social ya era un problema. Demasiado grave era, y Amelia sólo pudo hacerme compañía en las primeras dos horas. Pero en cuanto su grupo de amigos llegó, hizo lo mismo que Loui, me dejó solo.
No estaba seguro de que tan mala idea o buena iba a ser, pero de todos modos; ya estaba acostumbrado a estar solo.
Las canciones que Loui escogió para que todos bailaran eran pegajosas y muy rítmicas. Y en ese momento, como si fuera una especie de sueño lúcido, observé que ahí entre los demás chicos y chicas que bailaban en la espaciosa sala, estaba el chico con el que tropecé.
Miraba hacia la ventana y tenía la mirada de perfil, miraba hacia afuera y luego veía lo que tenía enfrente, bailaba con una chica que no dejaba de mirarlo. El gesto inexpresivo reflejaba lo contrario, tal vez no lo estaba disfrutando. Su mirada de perfil me gustaba mucho, parecía un ser intimidante. La chica bailaba y disfrutaba de estar casi pegada a él como una barra de pegamento, pero en cuanto la canción cambió, ella sólo se alejó después de acariciar su hombro de una forma un tanto extraña.
Tal vez no le gustaba ser tocado de una forma que él catalogaría como inapropiada. Pero decidí armarme de valor y acercarme, tal vez podría decirle si quería bailar conmigo y conocerlo un poco mejor.
Pero entré en pánico en cuanto sentí y pensaba que había una enorme cantidad de gente.
Y justo cuando quería dar el golpe de gracia, esto sucede. Rápidamente me alejé de la multitud. Sintiéndome completamente mal porque de forma literal no podía hacer nada.
—¿Te sientes bien? —la voz de donde provenía la interrogante me hizo abrir los ojos y levantar la cabeza.
—Si… si… —asentí y me sorprendió casi que retrocedo por el simple hecho de tenerlo a unos pocos centímetros de mí.
—¿Estás seguro? —su siguiente interrogante me hizo mover de nuevo la cabeza. —¿Y por qué estás rojo? —iba a tocar mis mejillas con sus manos y yo hice señas para que no lo intentara.
—Gregory no quiere que le toques. —hablé en tercera persona tratando de sonar coherente. —Digo… no quiero que me toques la cara, —dije un poco avergonzado. —disculpa… —me cubro con ambas manos la cara por lo avergonzado que estaba.
Pude notar como sonrió de forma que solo miré sus labios por un momento y ahí mis mejillas comenzaron a sonrojarse otra vez. Y como si las canciones que Loui había puesto para todos, no pudiera ayudarme más; la canción de Fetish de Selena Gomez comenzó a sonar, haciéndome entrar en un ambiente extraño.
Take it or leave it…
Baby take it or leave it…
But I know you won't leave it…
'Cause I know that you need it…
Look in the mirror…
When I look in the mirror…
Baby I see it clearer…
Why do you wanna be nearer?
I'm not surprised…
I sympathize, ah…
I can't deny…
Your appetite, ah…
You got a fetish for my love…
—¿Te gusta esa canción? —él asintió sonriendo sin mostrar los dientes.
I push you out and you come right back…
—Si. —lentamente dirigió su mirada hacia mí.
Don't see a point in blaming you…
—Es como lo dice la canción… no puedes negar ni ocultar que tienes un fetiche con el amor de alguien. —explicó sin quitar la mirada de la mía.
If I were you, I'd do me too…
—Y es como si sintieras que algo te está quemando justo aquí. —acercó su mano hasta mi garganta y solo puso un dedo en ella, tocando con la yema, mi tráquea.
You got a fetish for my love…
La yema de su dedo estaba fría, posiblemente porque había bebido alcohol. No estaba tan seguro. Pero por su aliento, tal vez habría bebido uno o dos tragos. Al sentir la yema de su dedo continuar acariciando mi tráquea, no pude evitar sentir como el sudor de mi frente bajaba hasta mi mejilla, y nuestras miradas se mantenían igual, solo que yo no dejaba de parpadear. Y él tampoco dejaba de sonreír con cada gesto o expresión facial que hacía.
¿Qué hago? ¿Debería acariciar su mano o dejarlo tocar más abajo? ¡¿Qué está haciendo?!
Unió su otro dedo con sutileza y me acarició ahora por la parte más baja de la garganta. Era extraño, ¡¿por qué me está tocando de esa forma?! ¡¿Por qué me está provocando de esta forma?!
Ya Gregory, no entres en pánico. No va a besarte sin tu consentimiento o a ser capaz de robarte la billetera.
Reaching your limit…
—¿Por qué me estás tocando de esa forma? —por fin aproveché para vencer la timidez después de hacer aquella pregunta.
—¿Te molesta? —yo negué apenas sentí que se acercaba un poco a mí y su respiración rozaba sutilmente con la mía.
—No, claro que no… —su respiración era cada vez más profunda.
Say you're reaching your limit…
—Todavía no has abierto las alas para poder contemplarte mejor. —sentía los dedos de su mano tocar y acariciar suavemente la parte baja de mi garganta, como si quisiera experimentar con ella.
Going over your limit…
But I know you can't quit it…
—Tienes que abrir tus alas para cuando te toque emprender tu vuelo. —no podía retroceder debido a que la pared era lo único que me impedía mi posible deseo de huir.
—¿Abrir mis alas? —pregunté sorprendido por aquellas palabras que decía al compás de la canción.
—Si, ábrelas para mí. —iba a poner mis brazos alrededor de su cuello, pero algo me detuvo.
Una sensación de que todavía no podía darme el “atrevimiento” de tocarlo o abrazarlo. Para no incomodarlo tal vez, o dar una mala imagen. Pero ya sabía que detrás de esa “mala imagen”, algo deseaba hacer. Pero jamás supe identificarlo a detalle, estaba pensando en tantas opciones y no todas me daban lograron darme la respuesta que de verdad necesitaba en este momento.
Something about me…
Got you hooked on my body…
—No quiero que huyas de mí. —escuché como susurraba cerca de mi oído después de que su respiración suavemente rozara con mi oreja.
Take you over and under and twisted up like origami…
—No huiré. —en ese momento, mi respiración se precipitó un poco. —No huiré. —repetí de nuevo y él lentamente se alejó de mí.
Retiró y alejó suavemente sus dedos de mi garganta. Dejándome por un momento bastante confundido, ya que no entendía que era lo que quería hacer.
I'm not surprised…
I sympathize, ah…
—Estás igual de emocionado que yo. —su mano la metió dentro del bolsillo de su pantalón después de dirigir suavemente su mirada hacia la mía.
I can't deny…
Your appetite, ah…
—No puedo negarlo, eres apetitoso. —me miró y sus ojos por un momento se iluminaron.
No podía creer que la canción la estuviera cantando justo enfrente de mí. Era difícil no mantener la concentración cuando escuchas esa voz y ahora notaba que por los ritmos de su respiración, algo más iba o estaría por pasar. Sinceramente no lo podía creer, estaba impactado y en estado de completo shock. ¿Cómo se supone que me tomaría esto? ¿De qué forma vendría a ser la más conveniente para mí?
You got a fetish for my love…
Entre aquella canción y nuestras miradas había algo que podía detectar pero no sabía identificar. No nos hablamos después de que la canción pasara a estar desapercibida por nuestros oídos, todavía no había detectado la trampa en la que él me hacía caer.
—¿Viste lo que está haciendo Gregory? —escuché la voz de Amelia acercarse hacia nosotros.
—¡Por todos los santos y demonios! —Loui se acercó y me miró después de llevarse las manos a la cabeza. —¡¿Qué hiciste?! —se le oía algo alterado.
—¿Eh? —me agarraron por sorpresa y los miré a ambos.
—¡¿Gregory?! —Loui estaba indignado, y se cruzó de brazos. —¿Puedo saber que estabas haciendo? —su gesto expectante me estaba causando cierto miedo.
—Sólo hablaba con… —no vi al chico por ningún lado y ahí, solo pude hacer un pequeño sonido chirriante con los dientes.
—Si, ya te vimos hablar con el chico guapo y popular, —Amelia esta vez sonrió, mirándome e imitando un gesto pícaro, me miró. —con la única diferencia es que… él no es muy hablador. —mostró su sonrisa.
De cierta forma, supe disimular mi aparente y creciente nerviosismo. No era un maestro en el arte conceptual del disimulo pero al menos logré mantener un poco la calma y sonreí. Dominarlo era un poco tedioso y engorroso para mí, pero conseguí hacerlo de forma exitosa y sin que Loui ni Amelia me hicieran más preguntas al respecto.
Y en ese momento, escuché un fragmento de aquella canción que hizo que mis cejas se alzaran hacia arriba por no poder creer que de inmediato, comenzara a creer en aquello y que eso me lo haya generado dicha canción. El ritmo era tan atrayente que me hacía querer correr a los brazos de él, pero iba a ser demasiado imprudente. Mantuve la calma pero el ritmo de la canción no ayudaba para nada. Y como si fuera una especie de baile o juego entretenido, él vuelve con un vaso de vidrio bien sujetado entre sus dedos. Bebió un sorbo de la bebida mientras se iba acercando a mí. Sus ojos azules penetraron mi alma y ya me era difícil quitarla para mirar a otro lado.Amelia y Loui se hicieron los que no entendían que pasaba algo entre él y yo, así que decidieron dejarme a solas. El resto se los demás, estaban ocupados ahora bebiendo y hablando al ritmo de la música. Era un buen momento como para que me acercara a aquel ser humano que era de una altura mucho mayor que la mía.No soy un enano, pero
—Menuda locura hiciste con él, —replicó Loui después de dejar su teléfono sobre la mesa. —por el simple hecho de mirarlo y no decir nada, ya haces que piense muchas cosas sobre ti. —dijo de forma sincera.No había hecho nada de lo que Loui dijo hacia Andrew. Estábamos profundamente dormidos y era poco probable que hiciera algo malintencionado contra mí. Pero Loui seguía desconfiado, porque no le creyó a Amelia cuando ésta le estaba explicando lo sucedido. Andrew ya estaba intentando despertar de su profundo sueño y me miró extrañado. Como si no supiera o entendiera lo que había pasado hace un par de horas. Y yo, estaba más nervioso que antes. Loui miraba la situación con un ceño ligeramente fruncido y al entender de que no tenía las manos ni la mitad del cuerpo cerca, ni siquiera lo estaba tocando, de Andrew, ya por lo menos sabía que se había tranquilizado.Al menos, así ocurrió por un rato. Porque él todavía no me creía cuando le explicaba, mediante mis gestos, lo que estaba ocurrie
—Tal vez estoy exagerando, ¿sabes? —escuché cómo rápidamente la voz de Loui se trababa con cada palabra que salía por su boca.—Trata de calmarte y tomarlo con calma. —Amelia estaba a nuestro lado, apoyándonos en un momento cuanto menos, delicado.—Dios… —se llevó la mano a la frente y me miró por un momento. —Es que, imagínate que le ocurra algo así… —cubrió su boca con su otra mano.El contexto de la situación era simplemente vergonzoso, Loui no podía lidiar con la situación de que aceptar su homosexualidad haya sido un duro golpe que él mismo tuvo que darse solo. Al haberlo aceptado, de alguna manera, sufrió bastantes burlas y abucheos que, de cierta forma, comenzaron a hacer sentir mal a Loui después de que reconociera aquello. No obstante, me costaba creer que mucho antes de conocerme; le haya ocurrido semejante atrocidad.El simple hecho de ser una víctima de burlas y abucheos solo porque estás reconociendo tu orientación sexual, debe de ser una completa mierda. Ya que te insult
Demasiado había tenido que soportar para que algo así me ocurriera. Las vacaciones de verano estaban matándome y haciéndome sentir como si me estuviera pudriendo en vida. Al estar acostado en la cama y solo mirando al techo pensando en qué haría en las próximas horas que iban transcurriendo en el reloj. Al asomar mi cabeza por un rincón de la habitación, veo que estaba Loui hablando por teléfono. De nuevo, el aburrimiento se hizo presente y lo único que podía hacer era mirar al techo otra vez.Hasta que el sonido de mi teléfono me sobresaltó y de una forma algo brusca, lo tomé para saber a qué se debía.Número desconocido sin registrar.Las mariposas no viven mucho tiempo.Encuentran un lugar donde posarse para descansar, y así es como logran descansar después de haber emprendido una larga travesía.Enviado a las 11:30 a.m.Todavía me parecía inquietante y a la vez curiosa la manera en cómo me había escrito dicho mensaje, ni sabía que responder respecto a lo que me había enviado.—¿Ti
—¿Qué fue lo que hiciste? —escuché a Amelia hacerme dicha interrogante la cual no sabía ni cómo responder.—Oye, no le hables así, —dijo Loui saliendo del baño y dándole un leve empujón. —él todavía está en estado de shock y parece que todavía no ha procesado lo que le pasó. —sentí lentamente como su mano iba a mi cabeza y era acariciada por él.Cuando todo ya estaba en una situación bastante intensa, traté de descansar y recostar mi cabeza contra la pared. Necesitaba la presencia de Andrew para hablarle, y si era necesario, pedirle ayuda.El camino iba a ser largo. Pero iba a aguantar un poco más cada día sobre aquello que me estaba aquejando o molestando.En esa noche en particular, estaba asomando mi cabeza por la ventana como si fuera una especie de niño curioso que no podía evitar dejar de mirar el cielo estrellado. Y en eso, escuché a Loui hablar por teléfono. Por su tono de voz, noté que en aquella llamada telefónica se escuchaba y veía más o menos que era una situación muy int
Caminaba con dificultad hacia el baño, estaba seguro de que al ir a orinar se me iría a quitar el sueño más deprisa. Pero a medida que iba caminando, más sentía que el baño estaba lejos. Y con la ayuda de mis manos, acariciaba las paredes para no tropezarme con algo. Con la lentitud con la que iba caminando, mis pies se tambaleaban y yo no podía evitar desear ya llegar al baño.—Rayos… —abrí con dificultad los ojos y observé entre la oscuridad, el interruptor de la luz y rápidamente acerqué mi mano y lo encendí.La luz casi me ciega por completo, pero ya me había tapado los ojos para evitar que eso ocurriese. Y ahora sí podía ir al baño como tanto deseaba. Pero al llegar a éste, tropecé y caí de frente al piso, el golpe fue lo suficientemente fuerte como para despertar a Loui. Y él ya se había despertado y fue a mi rescate. Escuché con claridad cómo aceleró sus pasos y llegó hasta mí.—¿Estás bien? ¿Qué estás haciendo ahí tirado en el piso? —preguntó preocupado mientras me ayudaba a p
Habían pasado algunas semanas desde que no veía a Andrew, y él parecía estar actuando de una forma un poco inusual. No conocía muchas de sus cualidades, pero en aquella ocasión ni siquiera habíamos podido comunicarnos de la forma más apropiada, seguía pensando en que la principal razón podría deberse a que ya no teníamos todo el tiempo para comunicarnos. En más de una ocasión me llegó a preguntar el por qué, pero en esa semana lo entendí. Nos habíamos distanciado por motivos que él mismo Andrew seguro me explicaría más adelante. Y así pasó, como si eso fuera una especie de conspiración que el destino realizó para hacerlo realidad ante mis ojos. Recibí un mensaje de Andrew donde decía parecía sonar un poco preocupado o asustado por alguna extraña razón que no entendía. No estaba seguro si él estaría así, ya que sé que sus emociones son muy malas y casi no suele expresarse ni con sus amigos más cercanos. Por eso, me parecía extraño notar que él esté así de asustado. 1 mensaje sin le
—Ten, esto de aquí dice que es para ti. —Loui me entregó una caja pequeña donde había una etiqueta pegada en un extremo que decía en letras grandes: "PARA GREGORY".—¿Y esto es…? —al observar la caja, Loui simplemente la analizó con vaga importancia y se encogió de hombros.—Seguro que tus padres te han enviado mucha correspondencia de la cual, ni te has dignado en leer. —bromeó sobre ello y comenzó a reírse.—No sabía que nuestros padres podían enviarnos correspondencia si tenemos teléfonos móviles. —dije de forma irónica mientras buscaba un cutter para abrir la caja y revisar que había en su interior.—Bueno, entonces… no sé de quién fue la bonita idea de regalarte dicha caja. —me miró por un rato y fijó de nuevo la mirada en su teléfono.Cuando abrí uno de los laterales de la caja, enseguida me llevé una extraña sorpresa. Habían muchos sobres, no esperaba para nada recibir demasiada correspondencia. Pero algo dentro de mí me decía que, esos sobres bien detallados y pulidos no podía