A la mañana siguiente, me desperté con una sensación de determinación renovada. Sabía que no podía seguir permitiendo que las palabras de Christian me afectaran. Tenía que tomar el control de mi vida y mis emociones.Después de desayunar, decidí salir a caminar para despejar mi mente. El aire fresco y el sol de la mañana me ayudaron a sentirme más centrada. Mientras caminaba, pensé en lo que Clara me había dicho sobre Marco. Sabía que ella estaba preocupada, y quería ayudarla tanto como ella me había ayudado a mí.Cuando regresé al departamento, encontré a Clara en la cocina, preparando café. Me acerqué y le di un abrazo.—Buenos días, Clara. ¿Cómo te sientes hoy?Clara me devolvió el abrazo y sonrió.—Buenos días, Alya. Estoy bien, gracias. ¿Y tú?—Mejor, gracias. He estado pensando en lo que dijiste sobre Marco. Tal vez deberías intentar hablar con él hoy. No tienes que presionarlo, pero podrías hacerle saber que estás ahí para él si necesita hablar —sugerí.Clara asintió, pensativa
Después de hablar con mi mamá, me sentí más tranquila y decidida a seguir adelante. Sabía que tenía el apoyo de las personas que más me importaban, y eso me daba fuerzas para enfrentar cualquier desafío.Al día siguiente, me desperté temprano y me preparé para ir a la universidad. Mientras caminaba hacia el campus, me encontré con Clara, quien también se dirigía a sus clases.—¡Buenos días, Alya! ¿Cómo te sientes hoy? —me saludó con una sonrisa.—Buenos días, Clara. Me siento bien, gracias. Hablé con mi mamá anoche y me hizo sentir mucho mejor —respondí, sonriendo.—Me alegra escuchar eso. Las mamás siempre saben cómo hacernos sentir mejor, ¿verdad? —dijo Clara, riendo.Asentí, sintiéndome agradecida por tener a Clara a mi lado.—Sí, definitivamente. ¿Y tú? ¿Cómo te fue con Marco anoche? —pregunté, curiosa. Ya que en la noche había vuelto a salir con el.Clara sonrió ampliamente.—Fue muy bien. Hablamos mucho y creo que estamos en un buen camino para resolver nuestras diferencias. Me
Alya se quedó en su dormitorio, tratando de calmarse. El silencio de la habitación solo hacía que sus pensamientos resonaran más fuerte en su mente. Sabía que debía alejarme de él; sus actitudes controladoras y su invasión a la privacidad de Enrique eran señales claras de que algo no estaba bien. Decidí enfocarme en mis estudios y dejar de lado mis sentimientos por Christian, aunque sabía que no sería fácil.Durante las siguientes semanas, me sumergí en mis clases y proyectos, tratando de mantener mi mente ocupada. Sin embargo, no podía evitar pensar en Christian. Me preguntaba si había hecho lo correcto al alejarme, si tal vez había sido demasiado dura con él. Pero cada vez que esos pensamientos me asaltaban, recordaba la intensidad en sus ojos y la forma en que había invadido mi espacio personal.Christian, por su parte, no podía aceptar la distancia que Alya había impuesto entre ellos. Intentó buscarla en la universidad, pero ella lo evitaba constantemente. La frustración y la sole
Mis pensamientos eran un torbellino de emociones y dudas. ¿Cómo había llegado todo a este punto? La empresa, nuestra familia, todo parecía desmoronarse.Caminé por los pasillos del campus, tratando de encontrar claridad. Las palabras de Gabriel resonaban en mi mente: "Somos familia. Tenemos que protegernos mutuamente." Pero, ¿a qué costo? No podía ser parte de algo que iba en contra de mis principios.Me detuve frente a una ventana en uno de los edificios del campus y miré hacia afuera. El jardín, normalmente un lugar de paz, ahora parecía un reflejo de mi confusión interna. Sentí una mezcla de tristeza y determinación. Sabía que mi decisión no solo afectaba a mí, sino a todos los que me rodeaban.De repente, escuché pasos detrás de mí. Me giré y vi a Gabriel, su rostro aún marcado por la desesperación.—Christian, por favor —dijo, su voz más suave esta vez—. No podemos hacerlo sin ti.Lo miré a los ojos, tratando de encontrar las palabras adecuadas.—Gabriel, entiendo lo que dices, p
La mañana siguiente, me reuní con Gabriel en su oficina. La tensión en el aire era palpable, pero ambos sabíamos que teníamos que trabajar juntos si queríamos salvar la empresa.—¿Por dónde empezamos? —le pregunté, mirando a mi hermano.—Tenemos que investigar quién está detrás de todo esto —respondió Gabriel—. Necesitamos saber quién está manipulando la empresa desde las sombras.Asentí.—Tengo algunas ideas. He estado investigando y creo que puedo encontrar algunas pistas.Gabriel me miró con interés.—¿Qué has encontrado?Saqué una carpeta llena de papeles y documentos.—He estado revisando los registros financieros de la empresa y he encontrado algunas irregularidades. Creo que podemos seguir el rastro del dinero y encontrar al responsable.Gabriel se impresionó.—Eso es genial, Christian. Podrías ser un gran detective.Sonreí.—No es nada, solo he estado haciendo algunas preguntas y buscando respuestas.Juntos, comenzamos a seguir el rastro del dinero, descubriendo una red de cor
Me encontraba recostada en mi cama, pensando en mi futuro. En unos días me voy a la universidad a estudiar la carrera que he soñado desde mi niñez, y estoy super feliz del paso que daré. Por otro lado, está mi novio. Mi relación comenzará siendo una relación a distancia, lo cual eso me tiene un poco triste e inquieta, ya que él por motivos del trabajo tiene que permanecer aquí y yo me iré a otro país a estudiar, sola.— Alya, baja. Ya está lista la comida.-escucho el grito de mi mamá provenir de abajo.Me obligó salir de mis pensamientos y bajo a pasar estos días que me quedan con mis padres.— Que comeremos, mamá.- le pregunto mientras tomo asiento y observo que me acerca un plato con comida.— Es carne con verduras, mire la receta hace días y quise probar como me quedaba.- tomó asiento y voltea a verme con una sonrisa, le sonrió devuelta.— Se mira y huele super bien.- Tomo el tenedor y me llevo un bocado. Suelto un sonido de fascinación.— Y sabe super bueno.- le digo mientras me ll
Desperté por la alarma que ya tenía programada. Agarro mi celular y noto que no tengo ningún mensaje de mi novio Enrique.Frunzo las cejas y le vuelvo a mandar un mensaje.— Buenos días mi amor, espero hayas amanecido bien❤️No espero respuesta y me encaminó a darme un baño para bajar.Cuando salgo del baño ya lista vuelvo a tomar mi celular y noto un mensaje de mi novio.— Buenos días amor, en una hora estaré en tu casa.Me sale una sonrisa y le contesto.— Aquí te espero mi vida🥰Bloqueo el celular y bajo a la cocina.— Buenos días mamá.- llegó a dondeella y le doy un beso en la Mejia.— Buenos días mi niña, siéntate ya te sirvo el desayuno.- la veo que se acerca a la estufa con un plato para comenzar a servirme.— Gracias mamá.- le sonrió cuando me coloca el plato frente mío. Veo que ella también se sirve y se posiciona frente mío.— ¿Vendrá Enrique?.- levantó la vista de mi plato hacía mi mamá.— Si, me dijo que vendrá, no debe tardar en llegar.- le sonrió y ella hace una mueca,
Alya se dirigió al aeropuerto con el corazón pesado. La despedida de su madre había sido emotiva, y la ausencia de su padre, ocupado en una reunión de trabajo, solo aumentaba su tristeza. Enrique, su novio, la acompañaba, pero el silencio entre ellos era palpable. Ninguno de los dos había mencionado qué pasaría con su relación una vez que ella se fuera. En el camino, Alya intentó romper el hielo. — Enrique, ¿has pensado en cómo manejaremos esto? —preguntó, su voz temblando ligeramente. Enrique suspiró, mirándola brevemente y regresando su vista a la carretera. — He estado pensando… —comenzó, pero se detuvo, como si buscara las palabras adecuadas—. Tal vez deberíamos considerar una relación abierta mientras estás fuera. Alya sintió un nudo en el estómago. No era la respuesta que esperaba, pero tampoco era una sorpresa completa. — ¿Una relación abierta? —repitió, tratando de procesar la idea. — Sí, no quiero que te sientas atada mientras estás en otro país. Quiero que disfr