LIX Nuestros proyectos

El lado de la cama de Libi estaba frío cuando Irum se despertó. Ella no estaba en el baño, la sala, el comedor; no la vio deambulando por la terraza. La llamó y el teléfono sonó en el cajón del velador. La mujer vivía pegada al aparato y ahora salía sin él, m4ldijo entre gruñidos.

—¿Saben dónde está Libi? —le preguntó a las sirvientas.

Era su novia y debía preguntarle a otros por ella, se sintió como un imbécil.

—La vi salir hace un rato, llevaba ropa deportiva —le dijo Conchita.

Fastidiado, Irum regresó a la habitación. Ella llegó luego de media hora.

—¿Dónde estabas?

—Fui a trotar y encontré ese parque que dijiste. Es muy grande y tiene una laguna.

—¿Por qué no me avisaste? Pude acompañarte en la silla. ¿Crees que soy un estorbo?

—Es que te veías muy lindo dormido, no quise despertarte —dijo Libi, sin prestar mayor atención a sus reclamos. Se agachó frente a él para borrarle la mueca de disgusto con sus besos.

El calor que emanaba de su cuerpo agitado hizo que Irum también se agita
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo