Los días de la universidad comenzaron y Ámbar y Aitana estaban emocionadas de empezar esa nueva etapa de sus vidas. Se sentaban en el café de la universidad, rodeadas de estudiantes que charlaban y reían. Ámbar y Aitana se adaptan rápidamente al horario y al idioma, también estaban conociendo a nuevas personas. Más que todo Ámbar, quien deseaba poder aprender más de ese hermoso país. Para Aitana, estudiar era su meta, no buscaba tener amigos que la sacarán de su zona de confort y mucho menos le trajeran problemas con sus padres.Dos chicos, Rocco y Enzo, se acercaron a ellas para presentarse. Rocco, era alto y delgado, con ojos azules y cabello rubio. Enzo, era más bajo y musculoso, con ojos oscuros y cabello negro.—Hola, soy Rocco —dijo, sonriendo—. Y este es Enzo.—Hola —respondió Ambar, sonriendo—. Soy Ambar, y ella es mi amiga Aitana.Enzo se sentó al lado de Aitana y comenzó a charlar con ella, aunque Aitana no se sentía cómoda. Rocco, por otro lado, no podía dejar de mirar a Á
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