Los días continuaron pasando y Julián decidió aguantar sus celos y permitirle a Ámbar disfrutar de su vida y sus bailes junto a sus amigos. Aunque cada video que subiera le molestará tanto que no se soporta ni él. —Me parece que no están haciendo las cosas bien. No debes aguantar cosas que no te agradan. —Dijo Noelia. Después de escuchar a su amigo sobre sus celos, Noelia entendía perfectamente, ya que no era el único celoso. Leonel y Braulio también se quejaban ante Ámbar sobre la confianza que tenía con ese chico y esos bailes.—¿Y qué hago? Ella cree que exagero. —Respondió Julián suspirando lleno de frustración.—Deben entender que Ámbar es una chica joven, extrovertida y le gusta mucho la libertad. —dijo Luciano. —Y es ahí donde está el problema. Julián no va a soportar si algo se sale de control. Son dos personas muy diferentes y que tendrán que aprender a llevar sus diferencias —recalcó Noelia. —Ya no hablemos más de mis problemas sentimentales y continuemos con lo que es e
Las luces brillante alumbraban las calles de la ciudad, Aitana bajaba junto a su padre y madre con un hermoso vestido ceñido a su cuerpo, lo suficientemente recatado para que se diera como una mujer hermosa y joven. Su madre arregló un mechón de cabello regalándole una sonrisa radiante, cosa que llenó el corazón el alma de Aitana. —Es solo una cena cariño —le dijo su madre con cariño viéndolo nerviosa que se encontraba.Su padre se acercó acariciando sus mejillas y dejando un beso en su frente.—No tienes que preocuparte. Solo acepté por cortesía —confirmó su padre lo que su madre le había dicho. Aitana sonrió, dejó sus nervios a un lado y entró como toda una dama junto a su madre y a su padre. La cena era con la familia Portillo, quien logro convencer a él viejo Fuente, de que sus hijos se conocieran. Dos familias poderosas que lograrían mucho si sus hijos se casaban.Los tres se acercaron a la mesa donde ya se encontraba la familia esperando por ellos, el hijo de Portillo. Quien
Las horas serían avanzando y con eso pasaba días tras días en los que Aitana trataba de dejar de pensar en lo sucedido con Lucas y Ámbar se había resignado a que Julián ya no llegaba.Era dos largas semanas en la que no se habían visto desde que ella llegó a Italia. Molesta, discutía con el teléfono imaginándose a Julián. Su voz, su sonrisa, su mirada. El teléfono permanecía en silencio, sin respuesta, y Ámbar se sentía cada vez más frustrada.—Si sigues así te dará algo —dijo Aitana, interrumpiendo a su amiga, que seguía con su cabeza hacia abajo esperando que el teléfono sonara.—¿Puedes creer que lleva dos días sin escribir? —se quejó Ámbar.—Seguro se cansó de ver esos videítos con ese chico —Aseguró Aitana haciendo que ámbar acomodar a su cuerpo.—¿Tú sigues con que Rocco está enamorado de mí? —indagó Ámbar.—Y seguiré hasta que te des cuenta —Dijo muy segura de sus palabras. —Estás peor que Julián. —Te diré una cosa Ámbar, ese chico te traerá problemas con Julián —advirtió Ait
La noche entre Ámbar y Julián había sido maravillosa. Con una sonrisa radiante, Ámbar llegó a la universidad junto a Aitana. El sol brillaba en el cielo y el aire estaba lleno de la dulce fragancia de las flores.Las amigas conversaban de la sorpresa que le dio Julián a Ámbar y lo magnífico que fue pasar la noche con él. Aitana seguía sin poder creerlo, estando muy emocionada por ella.—Me alegra que haya venido —Dijo Aitana por tercera vez.—Yo estoy más que feliz. Deseo salir rápido y pasar el día junto a él —habló soltando un suspiro de enamorada.Aitana vio a Rocco, quien puso su cara de enamorado al ver llegar a Ámbar y se acercó con una gran sonrisa en su rostro. Besó sus mejillas y le dio un fuerte abrazo que hizo que Ámbar se quejara de dolor.—Ay, Rocco, suave —dijo Ámbar, riendo—. Me duele todo el cuerpo.Rocco se disculpó y se apartó un poco, mirándola con preocupación.—¿Qué pasa? ¿Te duele algo? —preguntó.Aitana se rió.—Creo que mejor me voy —dijo Aitana.Rocco la miró
El silencio reinó entre Aitana y Lucas, solo sus miradas decían lo mucho que lo habían disfrutado. Lucas tocó sus labios sin dejar de mirar a Aitana. Qué no supo qué decir y salió corriendo en busca de sus cosas.Sorprendiendo a Ámbar y Julián, quienes preguntaban qué había pasado y ella no decía nada.Su cerebro seguía procesando lo que había ocurrido y su cuerpo continuaba temblando. Sus pasos agigantados, con deseo de llegar rápido a su habitación y poder expresar de cualquier manera lo que estaba sintiendo.Ella se fue y más atrás llegó Lucas con una sonrisa que no se la quitaba a nadie. Tomando asiento y echando su cuerpo hacia atrás, expresando lo mucho que había disfrutado.—¿Qué le hiciste? —Interrogó Ámbar. —Le di su primer beso —respondió Lucas dejando a Ámbar atónita. Sus palabras sonaron tan tranquilas y llenas de satisfacción.—¡Qué imbécil eres! —exclamó recibiendo susurros de las demás personas quienes deseaban estar en total silencio.Ámbar salió molesta en busca de
El día había acabado con una conversación entre amigos y amigas. Julián sabía que no le quedaba mucho para marcharse y deseaba pasar lo poco que quedaba con su amada lobita.Estaba consciente de que Aitana esa noche dormiría en el apartamento, así que optó por reservar una habitación de hotel y hacerle una pequeña sorpresa a Ámbar.Lucas era quien no estaba apoyando, llevándolo a donde él quisiese, recalcando en cada segundo que se pasaba de romántico.—Ve aprendiendo, eso es algo importante para una relación —aseguró Julián.—El sexo lleno de placer, es lo que mantiene la llama —recalco con una sonrisa.—Estás muy mal de la cabeza —Aseguro con un tono serio —. El sexo no es todo en una relación, si así fuese, no existieran matrimonios de verdad.—no me veo estando con una persona sin tener sexo. —No eres el indicado para Aitana —aseguró Julián negando con la cabeza. —No veo por qué no la nombras.—Porque hablas como si nunca quisieras enamorarte o formar una familia. Y cabe destaca
El sol empezaba a asomar por la ventana. Ámbar y Julián seguían abrazados, aún envueltos en la calidez de la noche. La respiración de ambos era lenta y acompasada, como si quisieran detener el tiempo en ese preciso instante. Los pensamientos solo estaban en disfrutar cada minuto que pasaba, dejando atrás todo lo que implicaba que ellos estuviesen juntos. No solo una relación a larga distancia también oculta ante los padres de ámbar y ante el mundo entero.Julián, deseaba decirle a su lobita, que en su ausencia evitara a ese chico, el cual no paraba de llamarla, porque aunque ella no contestara, a Julián le molestaba un poco.Ámbar fue la primera en romper el silencio que los acompañaba.—Tengo miedo —musito en el pecho de Julián.—¿Miedo? —indago Julián.—Sí, miedo de cómo tome mi familia, nuestra relación —explico Ámbar.Julián besó la coronilla de su cabeza, apretándola más hacia su cuerpo.Él también sentía miedo sobre eso, no solo porque ambas era única hija y algo menor que él.
Ámbar Urrutia sentía que su vida estaba a punto de cambiar para siempre. la promesa de un amor que había estado cultivando en secreto durante dos largos años junto a Julián.Desde ese momento en que se conocieron, Ámbar supo que Julián era muy diferente a los demás hombres. Su mirada penetrante, su sonrisa enigmática y su presencia imponente la habían cautivado deseando lo prohibido.Su manera paciente de llevar su relación y esperarla. Aunque para ella no era obligado, le daba la seguridad de querer entregarse a él. Y aunque la distancia y la paciencia habían sido sus compañeras durante años, Ámbar sabía que valdría la pena.Mientras observaba su hermoso vestido recordaba esa primera vez que sus miradas se fijaron quedando ambos flechados. Con una sonrisa recordó ese día tan especial.Flashback Ámbar caminaba de retroceso para poder pasar desapercibida antes los guardaespaldas de su padre, deseaba salir de la empresa y justo chocó con un cuerpo, con los ojos cerrados volteo, creye