Cuando miro a Stavros, sé que mi vida no valdría nada sin él -dijo Alice-. Es mi luz, mi risa, mi alegría. Supongo que debería reconocer que emocionalmente sería más fácil compartir la responsabilidad con un compañero, pero si lo que quieres es que te confirme que una madre sola puede salir adelante, te lo confirmo sin dudarlo.Lo sé.Alice tomó las manos de su hermana entre las suyas.Estoy segura de que, tomes la decisión que tomes, será la correcta.¿Para mí o para el bebé?, se preguntó Marisa. Aquello era algo que la había mantenido en vela varias noches. Sabía que debía tomar una decisión... y pronto.Si te estás planteando llevar adelante el embarazo, podrías venir a vivir conmigo y seguir con tus estudios en una universidad de por aquí.Los ojos de Marisa se llenaron de lágrimas. El amor incondicional de su hermana no tenía precio.Gracias.¿Pero...?Si elijo seguir adelante, la responsabilidad será sólo mía.Suponía que dirías algo así -Alice tomó distraídamente un poco de té
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