La mujer no perdió tiempo y se abalanzó contra Brandon.—Ay, hola, mi amorcito, qué bueno es encontrarte por aquí. Papá, mamá, él es el hombre con el que estoy saliendo. —Les dije que era muy guapo y atento, verdad. —La mujer saludó con un beso y un abrazo a Brandon, ignorando por completo a la chica que está en la mesa.—Mucho gusto, muchacho, nuestra hija nos ha hablado maravillas de ti. —saludaron los padres de la mujer.—El gusto es mío, señores. Pero Mariela, tú y yo ya… —La mujer no permitió que Brandon les diga la realidad de las cosas a los señores.—Shh, tranquilo, mi amor. Mis padres ya saben que a mí no me gusta trabajar y no se molestarán en que me venga a vivir contigo. ¿Verdad, papitos? —ella lo mejor que se lo ocurrió fue tergiversar los hechos.—Puedes hacerlo, hija, pero ¿quién es la chica que te acompaña, muchacho? —preguntó la señora, refiriéndose a Valquiria, que hasta el momento ha permanecido en silencio.—Ella es mi…—Oh, sí, ella debe ser tu hermana. —Mucho gus
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