Camino rápidamente por los pasillos del hospital. Mi ansiedad crece a medida que me acerco a la habitación de Adam. Samuel camina a mi lado, pero yo no logro decir nada; solo estoy concentrada en llegar y abrazar a Adam con fuerza.Al llegar, abro la puerta de golpe. Adam está sentado en la camilla y, al verme, sus ojos se iluminan. No espero que diga nada, simplemente salgo corriendo a sus brazos.—¡Mi amor! —Él corresponde mi abrazo. —¿Me extrañaste? —pregunta Adam, y yo comienzo a llorar.—Hey, tranquila, aquí estoy —acaricia mi cabeza y me da leves besos. —Te extrañé tanto —me separo un poco y lo miro a los ojos—. No me vuelvas a dejar. Él me sonríe y después me besa. Yo correspondo gustosa hasta que un carraspeo nos saca de nuestro trance.¡Mierda! Se me olvidó que Samuel estaba conmigo.—Amor, él es Samuel, el médico que te atendió durante todo este tiempo.Samuel se acerca y le da un leve apretón de manos, pero al ver sus miradas sé que se están matando por dentro.—Bienvenido
Escucho un pitido molesto que poco a poco me hace abrir los ojos. Al observar a mi alrededor, me doy cuenta de que estoy en una habitación de hospital, y de inmediato los recuerdos inundan mi mente: la pelea con Adam y, después, el sangrado.—¡Mi bebé! —grito, llevando mis manos a mi vientre.En ese momento, Adam entra apresurado y, al verme así, corre hacia mí para tranquilizarme.—Hey, tranquila, él está bien.Cuando intenta abrazarme, me alejo de inmediato.—¡Eres un maldito! —le grito, dejando salir todo mi odio. Adam se queda sorprendido, pero no dice nada.—¡Vete! —le señalo la puerta, pero él no se mueve—. ¿Qué no entendiste? ¡Que te largues, infeliz!—No me voy a ir. El hijo que llevas dentro es mío, y por eso debo cuidar de ambos.Me río irónicamente.—¿Y crees que has cuidado de nosotros? Por favor, no me hagas reír.Justo en ese momento entra Samuel. Al verme en ese estado, se acerca y me abraza.—Quiero que se vaya —digo, señalando a Adam. Samuel asiente.—Adam, ella necesit
¿Que si me gustaba? ¡Por Dios, me encantaba! Todo estaba perfectamente decorado, desde la mesa hasta los alrededores.—Por Dios, Samuel, esto es hermoso —dije emocionada.Él tomó mi mano y me guió hasta una silla, la corrió con delicadeza y me senté.—Lo mejor para ti —respondió con una sonrisa.En ese momento llegó un mesero y realizamos nuestro pedido.—Sabes, pensé que no aceptarías la invitación —comentó, algo apenado.—Quería despejarme un poco. Estar tanto tiempo encerrada me mata, y además, quería verte un rato.Cuando llegó nuestra comida, sentí cómo se me hacía agua la boca, así que comencé a comer y a deleitarme con aquellos platos.—Está rico —dijo riendo al ver la forma en que comía. —No te burles. Tener un bebé hace que comas como una vaca —respondí, riendo también.La cena transcurrió entre risas y conversaciones divertidas. La verdad, me la estaba pasando muy bien.—Oye, quiero hacerte una pregunta —dijo de pronto. Lo miré y noté que estaba nervioso.—Sí, dime.—¿Qué tan
ADAMNo puedo creer que lleve más de una hora manejando solo para ir a esa dichosa tienda donde venden el chocolate que quiere Luz. Joder, y no puedo creer que prefiera que ese imbécil le cumpla sus antojos en lugar de mí, que soy el padre. Pero que se olvide ese imbécil, no dejaré que se quede con el puesto que me corresponde a mí.Llego a la famosa tienda después de una hora y media de viaje.—Hola, ¿venden chocolate? —la chica que atiende me sonríe coqueta, pero yo no le paro bolas.—Sí, claro, por aquí, guapo —¿me acaba de llamar guapo? —Ten, es el mejor chocolate. ¿Algo más? —Niego y paso a la caja. Cuando pago, ella me entrega un papelito.—Llámame, hermoso —me guiña un ojo, y yo salgo botando el papelito.Cuando llego a casa, Luz está sentada en el sillón acariciando su vientre.—Papá aún no llega, mi amor, pero ya va a llegar, y pronto tendremos nuestro antojito —una sonrisa se me escapa al escuchar cómo le habla a nuestro hijo. Estoy más que seguro de que será una gran madre.—E
Tomé a Samanta de la cintura y la tumbé al suelo.—¡Suéltame! Debo matarla —forcejeó, así que le di un golpe en la cara que la dejó inconsciente. Corrí hacia donde estaba Luz y, al verla, noté que tenía una herida en el pecho. —¡No! Mi amor, quédate conmigo —dije desesperado mientras sacaba mi celular y llamaba a una ambulancia y a la policía.En cinco minutos llegaron ambos. La policía se llevó a Samanta, y ahora yo estaba dentro de una ambulancia, sosteniendo la mano de Luz. Al llegar al hospital, vi a Samuel, cuya expresión se desfiguró al notar la sangre en mi camisa y a Luz en la camilla.—¡Luz! —gritó, tomándola de la mano. Sus ojos se llenaron de lágrimas al verla así. La llevaron a una sala y nos dejaron afuera con el corazón en la mano. —¿Qué le pasó? —preguntó con la voz quebrada.—Samanta la apuñaló —respondí, viendo cómo apretaba los puños.—Dime que esa perra está muerta o tras las rejas.—Ya está presa, y juro que haré que la hundan por muchos años.Llevábamos tres horas
LuzEntramos a la habitacion de adam yo cargada en brazos, este me deposita con delicadeza en la cama y comienza a dar besos en mi cuello bajando por mi pecho- adam - susurro su nombre ya que con solo besos hace que mi cuerpo se active- eres mia - besa mis labios de una manera tan lujuriosa que yo decido poner mis manos en su cuello para atraerlo mas a mi bueno lo que esta panza permita- tuya mi amor - con un rapido movimiento me coloco encima de el , de una manera muy sensual empiezo a quitar mi vestido bajo la atenta mirada de adam, cuando quito mi sosten este no pierde el tiempo y de inmediato se mete uno a la boca y al otro lo masajea con las manos- ahhh adam - gimo su nombre mientras este succiona y muerde mis pezones que estan muy sencibles, comienzo a frotarme sobre su miembro haciendo que este suelte un gruñido
Siento como mi espalda es partida en dos cada vez que las contracciones llegan , apenas rompi fuente adam y sam me llevaron a una sala de parto y desde entonces no he parado de gritarle a adam que es un imbecil- ¡ eres un imbecil adam !!! - aprieto fuerte su mano y este hace una mueca de dolor- no te vayas a quejar maldito porque juro que ese dolor no es nada comparado con el que estoy sintiendo - siento como llega otra contraccion asi que grito fuerte- ahhhh joder esto duele - cuandi acaba adam acaricia mi mejilla- tranquila mi amor nuestro hijo ya viene, respira profundo - que respire ? Es que acaso no se da cuenta que muero de dolor- solo quiero que lo sequen ya !! - en esas llega el doctor muy sonriente el hijo de puta- hola luz lista para traer a tu bebe al mundo- si, si solo sacalo ya - siento otra contraccion asi que este me dice- p
Los dias pasan y cada vez me siento peor , pense que con la llegada del bebe iba a estar feliz pero no me siento asi , me siento fea, poco atractiva y a cada rato quiero llorar , me siento mal porque al pobre de adam le a ha tocado lidiar con mi hijo y conmigoMe miro al espejo y cada vez odio mas mirarme asi que en una ataque de rabia tomo el cepillo y lo estampo contra este haciendo que este se quiebre y varios vidrios rocen mi cara haciendo pequeños cortes , me siento en el suelo y comienzo a llorar como niña pequeña hasta que escucho como entra alguien- amor !!! Por dios que paso - adam se acerca y me toma en brazos depositandome en la cama pero no me suelta- amor dime que pasa , porque lloras ? - adam ... yo .. - lloro mas fuerte pegandome a su pecho mientras este intenta calmarme dandome leves caricias- hey tranquila respira , a nuestro hijo no le gustara verte asi- no se que me pasa