capitulo 43
¿Que si me gustaba? ¡Por Dios, me encantaba! Todo estaba perfectamente decorado, desde la mesa hasta los alrededores.

—Por Dios, Samuel, esto es hermoso —dije emocionada.

Él tomó mi mano y me guió hasta una silla, la corrió con delicadeza y me senté.

—Lo mejor para ti —respondió con una sonrisa.

En ese momento llegó un mesero y realizamos nuestro pedido.

—Sabes, pensé que no aceptarías la invitación —comentó, algo apenado.

—Quería despejarme un poco. Estar tanto tiempo encerrada me mata, y además, quería verte un rato.

Cuando llegó nuestra comida, sentí cómo se me hacía agua la boca, así que comencé a comer y a deleitarme con aquellos platos.

—Está rico —dijo riendo al ver la forma en que comía. —No te burles. Tener un bebé hace que comas como una vaca —respondí, riendo también.

La cena transcurrió entre risas y conversaciones divertidas. La verdad, me la estaba pasando muy bien.

—Oye, quiero hacerte una pregunta —dijo de pronto. Lo miré y noté que estaba nervioso.

—Sí, dime.

—¿Qué tan
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