Dos años después.
Entro en la cafetería que se ha convertido en mi favorita, pido un croissant de chocolate, un latte caliente sin azúcar porque con el chocolate es suficiente, y entonces me siento en una de las mesas de la ventana, me gusta ver a las personas pasar, las caras sonrientes, aquellos un poco más despistados y los que caminan con alguien de la mano que les hace olvidar que alrededor hay un mundo.
–Aquí tiene, señorita – la mesera deja mi pedido en la mesa y yo me llevo el croissant a la boca mientras respondo al mensaje que Oscar me acaba de dejar.
Está deprimido porque terminó con Samuel, han pasado casi seis meses desde que no sabe de su exnovio, incluso yo me tuve que ir de viaje con él para intentar quitarle de encima la depresión, pero no lo supera, dice que Samuel es el amor de su vida y que no sabe como vivir sin él, yo le d
–Creo que debemos terminar, Morgan.–¿Qué? – pregunto mientras termino de guardar mis cosas en el bolso de mano.–Si, es momento de terminar.–Deja de jugar con eso, no es gracioso – guardo el lápiz labial color rojo y cierro el bolso, voy al espejo de cuerpo entero del departamento y me miro de arriba abajo, estoy perfecta, usando unas sandalias de tacón negras, un vestido del mismo color un poco más revelador de lo que usaría normalmente, y el cabello negro suelto tras mis hombros.–No es un juego, estoy hablando en serio – me volteo a ver a mi novio y me doy cuenta de que no está sonriendo.¿Enserio este cabron me va a terminar el día de nuestro aniversario?–Si se trata de algún chiste de aniversario, de verdad, es mejor que lo olvides.John suelta un suspiro y se acerca a mi – ya te dije que no es un c
–Contesta, mamá, contesta – le ruego al celular mientras me lo pego al oído y termino de ponerme los zapatos de trabajo.–¿Sí? – responde mi madre.–¡Mama, soy yo! – chillo emocionada.–Morgan, ¡monita! ¿Cómo estás? – me pregunta, llamándome por el apodo que yo misma me puse cuando tenía como cuatro años.–Bien, mamá – decido no contarle que termine con John, sé que cuando ella se entere me odiará, creo que mi madre quiere más a John de lo que me quiere a mí, y no quiero una tragedia, mucho menos meter el dedo en una llaga que todavía me duele.¡Maldito John! Como lo vea en la calle le tiro café encima, me prometo.–¿Tu cómo estás? – le pregunto.–Muy atareada, monita, los preparativos de la boda de tu
Es martes en la mañana y ya tengo la maleta lista para irme, metí algunas cosas de aseo, y la ropa que planeo usar en la boda. Si es que en realidad hay boda. El resto, como ropa de estar en casa no llevo mucho, aún hay muchas de mis viejas pertenencias en casa de mi madre y estoy segura de que ahora me quedan incluso mejor que antes.Apago el parlante de mi departamento desde el cual suena Poison, cierro las ventanas, me aseguro de que todas las cortinas estén cerradas, y por último agarro las llaves y salgo del departamento.Voy al estacionamiento del edifico, me meto dentro de mi auto y voy rumbo al aeropuerto, paso por la calle del edificio donde vive John y la tristeza me pega de golpe, creo que estos días he estado tan ocupada con todo este problema del matrimonio y de Jared que no había tenido demasiado tiempo de pensar en John, pero lo extraño, ¡Demonios! Lo extraño mucho, él f
–¡Tú sabes quién soy yo, Jared Walker! – le grito.El hombre no me responde, por el contrario, sigue con su camino como si nada, como si mi presencia fuera imaginaria, o peor aún, como si yo estuviera loca. Él hace el intento de entrar en el baño debajo de la escalera.Si, en mi casa hay un baño debajo de la escalera, es pequeño, parece un cubículo y si no tienes cuidado puedes darte un golpe contra la pared, básicamente se reduce a una taza y un lavamos que en realidad parece construido para una familia de hobbits, aun asi, Jared planea entrar, lo que me indica que está huyendo de mí.¡Desgraciado! ¡Cobarde! E idiota.El chico abre la puerta del baño, pero yo la vuelvo a cerrar con la palma de mi mano, enseguida el ardor del golpe me recorre todo el brazo, pero yo lo ignoro.–Eso suena a que dolió mucho – se burla de
–¿Qué estás haciendo aquí, monita? – me pregunta mi madre mientras me envuelve en un abrazo de oso.–Quise sorprenderlas – miento – me dieron algunos días de vacaciones y supuse que necesitaban un poco de ayuda extra, ya saben, con todo esto del matrimonio.¡Morgan Bell vas a quemarte en el infierno por ser tan mentirosa! – me grita mi subconsciente.–Si como no – masculla Jared a mi espalda.–¿Qué dices, amor? – le pregunta Kate.–Nada, solo me aclaraba la garganta – contesta con la voz ronca.Yo volteo a verlo, el maldito es un experto del engaño, tiene a mi familia completamente idiotizada con esa fachada de niño que no parte un plato.–¿Ya los presentaron? – cuestiona Kate acomodándose al lado de su futuro esposo.–Monita ya conocía a Jared &ndash
–¿Qué Jared está qué? – pregunto con rabia.–Se está quedando a dormir en tu habitación – miro a mi madre y ella me sonríe de forma inocente, pero esta situación es peor de lo que yo habría creído.–¿Por qué no duerme con Kate? – refunfuño.–Porque no están casados – responde ella, como si fuera la cosa más obvia del mundo.–¡Ay si! ¡Como si no hubieran tenido sexo ya! – ruedo los ojos.–Morgan! – mi madre abre los ojos como platos y se pone roja como un tomate.–¿Que? ¡Vivimos en el siglo veintiuno! Ya nadie espera hasta casarse para tener sexo, madre – le respondo cabreada.Katrina, mi madre, le dirige una mirada rápida y de sospecha a Jared, ¿Enserio ella cree que Kate es virgen? ¡Está ciega si
Mi madre hace una barbacoa en el patio trasero de la casa, saca el asador y le encarga a Jared la preparación de la carne, yo no estoy muy segura de poder confiar en sus cualidades culinarias, sin embargo no hago ningun comentario al respecto, desde nuestro pequeño incidente con la toalla, he estado evitando mirar en dirección a Jared Walker, es que verlo a los ojos me recuerda su polla, y no quiero ponerme… caliente en medio de toda mi familia, mucho menos estando con mi hermana que parece el perro guardián de Jared.Ahora entiendo porque Kate se va a casar, es que si algún novio mío tuviera una polla de ese tamaño yo tampoco dudaría en llevarlo al altar, eso es como calidad garantizada, excepto que se trata de Jared, y con él siempre hay más de lo que parece a simple vista.Yo miro a mi madre que sigue picando vegetales, está haciendo una ensalada, yo insistí en que no era un b
–¿Qué tanto estás dispuesta a arriesgarte por saber la verdad? – pregunta, apretándose ligeramente contra mí.¡Padre santo bendito! Aléjalo de mí, porque si no, terminaré haciendo una locura – me digo a mí misma, intentando calmarme y controlar mi respiración que está entrecortada.–Mucho. Escondes cosas, Jared Walker, y nunca me han gustado los misterios, todos en esta casa somos personas tranquilas – hago una mueca – bueno, a excepción de Kate, pero somos personas normales, nos gustan las cosas normales y algo me dice que tu no entras en esa categoría.–¿En serio crees que eres alguien normal? – pregunta con una sonrisa de medio lado.Yo siento que me derrito como mantequilla, este hombre es fuego puro.–Pues si – contesto y él recuesta su mano en la pared tras de mí, de