Mi madre hace una barbacoa en el patio trasero de la casa, saca el asador y le encarga a Jared la preparación de la carne, yo no estoy muy segura de poder confiar en sus cualidades culinarias, sin embargo no hago ningun comentario al respecto, desde nuestro pequeño incidente con la toalla, he estado evitando mirar en dirección a Jared Walker, es que verlo a los ojos me recuerda su polla, y no quiero ponerme… caliente en medio de toda mi familia, mucho menos estando con mi hermana que parece el perro guardián de Jared.
Ahora entiendo porque Kate se va a casar, es que si algún novio mío tuviera una polla de ese tamaño yo tampoco dudaría en llevarlo al altar, eso es como calidad garantizada, excepto que se trata de Jared, y con él siempre hay más de lo que parece a simple vista.
Yo miro a mi madre que sigue picando vegetales, está haciendo una ensalada, yo insistí en que no era un buen acompañamiento con la carne asada, pero ella cree que debo volver a ponerme a dieta para el matrimonio de Kate, ¡Si claro! ¡Como si en quince días pudiera desaparecer mis gorditos! Es imposible, pero tampoco quiero pelear con ella, creo que he tenido suficientes problemas para el resto de mi estancia en esta casa.
–¿En qué tanto piensas, monita? – mi padre se acerca a donde yo estoy cruzada de brazos, se sienta sobre un pequeño silloncito que alcanza a penas para dos personas, palmea el asiento vacío a su lado.
Yo sonrío y ocupo el lugar vacío.
–¿Por qué no me dijiste que vendrías? – mi padre es de ese tipo de persona que siempre esta en calma, con él todo es pacifico, no se alarma por nada, le gusta llevar la vida tranquilla, creo que por eso se sorprendió tanto cuando le dijeron que yo sufría de trastornos del temperamento.
–Queria darles una sorpresa, pero creo que a nadie le ha gustado – hago un puchero y él me atrae a su cuerpo con su brazo grande y peludo.
–Ven aquí, monita – me da un beso en la mejilla y me hace cariñitos – yo siempre estaré encantado de que nos visites, pero como no lo haces casi nunca, es extraño.
–He estado muy ocupada con el trabajo.
–De eso me doy cuenta, pero es increíble que estes tan ocupada como para visitar a tu viejo – él me mira sobre los anteojos trasparentes y yo siento remordimiento.
Creo que una de las cosas más difíciles de haber dejado el nido, fue apartarme de mi padre, quien siempre ha jugado de mi lado, en el tablero de ajedrez de mi familia, mi madre y Kate siempre están en un lado, y mi padre y yo en el otro extremo. Él es como mi mejor amigo.
–Tienes razón, soy un asco de hija – digo dramáticamente – vendré mas a menudo, lo prometo.
Siempre y cuando Jared se vaya de esta casa – dice mi voz interior.
–¿Cómo van las cosas en Seattle? ¿Qué tal va todo con John? – cuestiona mientras me mantiene abrazada.
Yo le doy un sorbo grande al agua con limón y sin azúcar que me dio mi madre porque supuestamente ayuda a adelgazar, y entonces contesto – las cosas en Seattle van de maravilla, me gusta mucho la ciudad, tengo un lindo departamento…
–¿No es el mismo que conocimos hace dos años tu madre y yo?
–No, yo me mude hace unos cuantos meses – la culpa se vuelve a instalar en mi pecho, ¿Qué clase de hija se olvida de contarle a sus padres que se mudó de casa? – no te lo dije porque han sido días estresantes, tanto para mí, como para ustedes, supongo.
–Ujum – musita y se acomoda los anteojos en la nariz – ¿Y con John?
–Yo diría que bien – sonrío de manera falsa – sí, estamos bien.
–Entiendo – suelta un suspiro.
–Nunca te ha caído bien John, ¿No es asi?
–No lo conozco lo suficiente como para hacer un juicio del hombre, pero no, no es santo de mi devoción, algo me dice que él no es el tipo de persona que debe estar con mi hijita.
Yo sonrío, creo que el hecho de que mi padre deteste a John me hace sentir mejor con respecto a nuestra ruptura, será más fácil para él cuando se entere de que John y yo ya no somos novios, por el contrario a lo que será para mi madre.
Evitando pensar en cosas tristes, acomodo mi cabeza en su pecho y miro al frente, donde Kate no deja de manosear a Jared, el hombre esta intentando atizar el fuego de la leña para que no se apague y ella no deja de joder, parece una garrapata, pienso, pero enseguida recuerdo el cuerpo de Jared y entonces la entiendo.
Tengo un sentimiento de odio – entendimiento por esa relación.
–¿Qué hay de Jared, papá? – pregunto – ¿Te causa buena impresión?
–Jared…bueno – suspira, lo que no es una buena señal – el hombre es cordial, servicial, un poco arrogante, eso sí, y sabes que nunca he podido con las personas arrogantes, pero en general creo que está bastante bien.
–Pero ¿Crees que vaya a funcionar el matrimonio entre Jared y Kate?
–El matrimonio es una decisión, igual que el amor, monita, o pones todo de tu parte o entonces te desmoronas junto a la otra persona, yo sinceramente no creo que tu hermana esté dispuesta a hacer sacrificios por nadie más.
–Kate siempre ha sido muy egoísta.
–Es una niña inmadura que se va a casar porque cree que está enamorada, yo no le voy a impedir que lo haga, pero tampoco voy a fingir que esto me parece una buena idea.
Morgan 2, Jared 0 – hago la cuenta mental, que mi padre no este de acuerdo con el casamiento me agrega un punto más.
Veo como Jared mueve a Kate a un lado para que se aleje de él, intenta hacerlo con delicadeza, pero aun asi se ve rudo – ¿Tú crees que él este enamorado de ella?
Mi padre respira profundo, lo sé por la forma en la que su barriga se alza y vuelve a bajar – no sé – responde al fin.
Yo pienso en la amenaza de Jared con respecto a arruinar su matrimonio, pienso en su rostro decidido a no permitirme dañar su relación, no parecia estar indignado porque estuviera enamorado de Kate, si no por algo más. Tengo muchas dudas con respecto al hombre, pero por desgracia no sé por donde comenzar, y el problema es que tengo solo quince días para destapar la caja negra de Walker.
–Vamos a la mesa antes de que a tu madre le de un ataque al corazón – mi padre rueda los ojos, me da una palmada en la pierna y se pone en pie.
Yo voy detrás de él y todos nos reunimos en la mesa del patio, donde almorzamos, unos más que otros, cabe aclarar, y hablamos de trivialidades, yo evito decir mucho, en esta casa cualquier cosa que diga puede ser usada en mi contra, asi que prefiero callarme.
Cuando van dando las diez de la noche, yo me siento demasiado cansada, asi que voy a mi habitación, hasta que recuerdo que tengo que compartirla con el maldito de Jared Walker, respiro profundo, calmo mis charas y toco a la puerta.
–Puede seguir – dice él desde adentro, como si fuera el amo y señor de la habitación.
Yo me meto dentro y veo el desorden a mi alrededor.
–¿Podrías tener un poquito de decencia y por lo menos mantener este sitio en orden?
–Claro, con mucho gusto – se levanta del escritorio, agacha la pantalla de su MacBook, recoge el montón de ropa que hay regada por todos lados y entonces vuelve a tirarla en un rinconcito de la habitación – ¿Feliz?
Hago un gesto de desagrado – esto no se llama limpiar, esto es mover el desorden.
–Para mí es cómo lo mismo.
–Agh – suelto un bufido y saco la cama auxiliar que está debajo de la otra – que sepas que voy a dormir en mi cama, ni loca voy a usar la cama auxiliar.
–De acuerdo, pero deberías saber que duermo desnudo.
Miro a mi cama, debería darme asco saber que este hombre ha estado durmiendo sin ropa sobre mis sabanas y mi colchón, pero me pasa completamente lo contrario, me imagino el cuerpo de Jared tirado sobre mi cama y una incomodidad se instala entre mis piernas mientras siento que mis bragas se humedecen.
–Me quedaré con la cama auxiliar entonces – digo volviendo a la realidad, que no es tan linda ni tan apetecible como Jared.
Él no me responde, está concentrado escribiendo en su computadora, cosa que me causa curiosidad, asi que me acerco sigilosa hasta el escritorio e intento ojear por encima de su espalda, pero tengo miopía, y no veo muy bien de lejos, asi que me acerco otro poco, está contestando a un correo electrónico, solo puedo leer palabras sueltas: Herencia, testamento, tío.
Me tropiezo con una maleta negra y Jared se da cuenta de que estoy intentando espiarlo.
–¿Se te perdió algo? – pregunta poniéndose en pie y cerrando la computadora.
–No, ¿A ti sí?
–Si, se me perdió una Morgan que intenta meterse en lo que no le incumbe – susurra caminando hacia mí.
–No me estaba metiendo en nada – retrocedo a medida que él avanza, hasta que mi espalda se golpea contra la pared.
–Deja de husmear en mis cosas, Morgan, no quiero tener problemas contigo, y estoy hablando en serio.
–¿Eso es una amenaza o una advertencia?
Él chasquea la lengua – tómalo como se te dé la gana, pero no te metas conmigo.
–¿Qué es lo que tanto escondes, Jared? ¿Por qué tanto misterio? – pregunto con el ceño fruncido.
–No es tu problema.
–Te equivocas, vas a casarte con mi hermana, asi que si me importa.
Él sonríe y se acerca peligrosamente a mí, estamos a oscuras en una habitación a solas y yo en lo único que puedo pensar es en sus secretos y en su polla. ¡Joder!
–La curiosidad mato al gato, Morgan.
–A mí no me interesa arriesgarme con tal de saber que es lo que estás escondiendo.
–¿En serio? – él da un paso más en mi dirección y yo siento que me quemo por dentro.
¡Bésame! – le pido mentalmente, esperen, ¿Quiero que Jared Walker me bese? ¡Si, en realidad si quiero que me bese!
–En serio – susurro con la boca seca.
–¿Qué tanto estás dispuesta a arriesgarte por saber la verdad? – pregunta, apretándose ligeramente contra mí.¡Padre santo bendito! Aléjalo de mí, porque si no, terminaré haciendo una locura – me digo a mí misma, intentando calmarme y controlar mi respiración que está entrecortada.–Mucho. Escondes cosas, Jared Walker, y nunca me han gustado los misterios, todos en esta casa somos personas tranquilas – hago una mueca – bueno, a excepción de Kate, pero somos personas normales, nos gustan las cosas normales y algo me dice que tu no entras en esa categoría.–¿En serio crees que eres alguien normal? – pregunta con una sonrisa de medio lado.Yo siento que me derrito como mantequilla, este hombre es fuego puro.–Pues si – contesto y él recuesta su mano en la pared tras de mí, de
–¿Para dónde vas asi vestida? – me pregunta Jared en cuanto entro en la habitación en busca de unos aretes que estoy segura que deje aquí anoche.Yo frunzo el ceño y lo miro con una mueca de fastidio – ¿Te importa?–No, solo quiero saber a qué tipo de sitios vas asi vestida – el hombre se cruza los brazos sobre el pecho y me mira de los pies a la cabeza. –¿Asi cómo?–Como una puta – dice como si nada.–Agh, cállate Jared – me doy media vuelta y me miro en el espejo de cuerpo completo, estoy usando un vestido azul oscuro que resalta a la perfección mis curvas, tiene un escote en V y es completamente ajustado – a mi me gusta como me veo.–¡No lo dudo! – suspira y se sienta en la silla del escritorio.–¿Podrías decirme cuál es tu maldito problema
Nunca he sido una persona buena con el licor, de hecho, creo que yo podría definirme perfectamente como la mujer más media copa de todo el mundo, me emborracho con nada, con un par de simples coctelitos, y lo acabo de confirmar, aunque lo que estamos tomando Oscar y yo no es tan inocente como un simple coctel, ya me siento achispada y no creo haber llegado aún al shot número siete.–¡Vamos a bailar! SI no te olvidas de los idiotas de tu vida con la cantidad de galanes que hay en este bar, entonces estás en la olla – grita con la voz lenta, creo que él tambien está empezando a emborracharse.Oscar agarra mi mano y me lleva hasta el centro de la pista de baile, donde todos se mueven al compás del ritmo sensual de Shaggy.–¡Dios! ¡Amo esta canción! – grito muy alto mientras Bombastic suena por los altavoces.–¡Yo tambien! – Oscar da un p
–Tengo que irme – le digo a August mientras pongo mi mano para separar su cuerpo del mío.El hombre es insistente, y mas fuerte que yo, asi que me aprieta de la cintura y me obliga a seguir pegada a él, esto no me huele nada bien, solo espero que no vaya a ponerse pesado porque me va a tocar mostrarle los ganchos que aprendí en el curso de defensa personal en el gimnasio. –August, enserio, creo que es momento de irme – vuelvo a intentar alejarme, agarrando algo de sentido común y coherencia.–¿Por qué, Morgan? La estamos pasando demasiado bien.–Si, la estamos pasando bien, de eso no tengo ninguna duda – miro a su entrepierna en donde se resalta un bulto, uno bastante grande, cabe aclarar – pero ya debo irme, estoy muy ebria, mi cerebro no coordina a la perfección y debo marcharme antes de hacer alguna estupidez.–¿Y qué impor
Me cubro el rostro con la cobija que estoy usando, la luz del sol me pega en toda la cara y no quiero tener quemaduras de sol, además de que todavía no estoy dispuesta a abrir el ojo, estoy cansada, me duele cada parte de mi cuerpo, tengo un dolor de cabeza que me va a matar y estoy a punto de vomitar, estoy segura de que si me muevo medianamente a la derecha voy a vomitar todo el licor que bebi anoche.¡Maldito Oscar! ¡Maldita fiesta! ¡Maldito trago rojo! Creo que anoche terminé de confirmar la teoría que dice que los cocteles dulces siempre son los que emborrachan más fácil y de la peor manera, ¡Claro! Con razón August no escatimó en comprarme montones de cocteles rojos.Después de todo, ¿De que serían esos cocteles rojos? Creo que a partir de este momento debo ser más precavida, me habrían podido envenenar anoche y nadie se habría enterado, yo pe
–¿Dónde demonios está Jared Walker? – grito desde el recibidor de la casa.El hombre no aparece, no tengo ni idea de donde estará y tenemos que ir por el auto de papá, no quiero dejarlo más tiempo en la calle frente al bar a riesgo de que algo le suceda y entonces mi madre me odie por el resto de la vida.Realmente no soy capaz de soportar la cantaleta de mi madre si el auto llega con siquiera un pequeño rasguño.–¡Jared Walker! – lo llamo, pero nadie responde, creo que todo el mundo ha decidido tratarme con la ley del hielo.Es como si no existiera, lo cual me parece una estupidez. Si, cometí un error y anoche me sobrepasé de todas las formas en que una persona puede hacerlo, pero soy un humano, ¿Acaso no puedo excederme por solo una vez en la vida? ¡Agh! Aunque por mi se pueden ir todos al infierno, nunca me ha gustado jugar a eso de ser la h
Miro a los ojos a Jared, detallo el color miel y verdosos de su iris, veo su pupila dilatarse y realmente desearía saber qué es lo que se está pasando por su cabeza en este momento, quisiera saber en qué demonios está pensando… Dicen que los ojos son la ventana del alma, pues bien, yo creo que los ojos de Jared Walker son la puerta al infierno.Tan sencillo como eso, un infierno en el que yo no puedo entrar porque me voy a quemar y nadie va a rescatarme, un infierno en el que le voy a hacer daño a personas que no lo merecen.–¿Por qué detienes el auto? – vuelvo a preguntar.–Ya te dije, necesito que te bajes – habla de forma seria, imperturbable, con esa voz gruesa y profunda de él.–¡Tienes que estarme jodiendo! – chillo.–No Morgan, no estoy jodiendo, solo no voy a llevarte al bar.–Pero ¿Por qué no? &ie
–¿Entonces que vas a hacer? – me pregunta Oscar mientras se toma un te caliente, ha ido a vomitar dos veces desde que estoy aquí y no tiene muy buena cara… me hace sentir vieja que estemos tan destruidos después de una noche de borrachera.–Por ahora nada, ¿Qué puedo hacer? – me respondo a mi misma y suelto un bufido – ese es el peor problema de todos, que no hay nada que yo pueda hacer para cambiar la situación.–Puedes descubrir que es lo que se traen detrás de manos Jared y Kate.–Si, puedo intentarlo, pero solo faltan doce días para el matrimonio, Oscar, ¿realmente crees que voy a poder descubrir algo en tan poco tiempo?–Querer es poder.–No me salgas con esa pendejada – ruedo los ojos, Oscar es el rey de las frases clichés, y a mi nunca me han gustado.–Estoy hablando en serio, a mi hay algo que