Miro a los ojos a Jared, detallo el color miel y verdosos de su iris, veo su pupila dilatarse y realmente desearía saber qué es lo que se está pasando por su cabeza en este momento, quisiera saber en qué demonios está pensando… Dicen que los ojos son la ventana del alma, pues bien, yo creo que los ojos de Jared Walker son la puerta al infierno.
Tan sencillo como eso, un infierno en el que yo no puedo entrar porque me voy a quemar y nadie va a rescatarme, un infierno en el que le voy a hacer daño a personas que no lo merecen.
–¿Por qué detienes el auto? – vuelvo a preguntar.
–Ya te dije, necesito que te bajes – habla de forma seria, imperturbable, con esa voz gruesa y profunda de él.
–¡Tienes que estarme jodiendo! – chillo.
–No Morgan, no estoy jodiendo, solo no voy a llevarte al bar.
–Pero ¿Por qué no? &ie
–¿Entonces que vas a hacer? – me pregunta Oscar mientras se toma un te caliente, ha ido a vomitar dos veces desde que estoy aquí y no tiene muy buena cara… me hace sentir vieja que estemos tan destruidos después de una noche de borrachera.–Por ahora nada, ¿Qué puedo hacer? – me respondo a mi misma y suelto un bufido – ese es el peor problema de todos, que no hay nada que yo pueda hacer para cambiar la situación.–Puedes descubrir que es lo que se traen detrás de manos Jared y Kate.–Si, puedo intentarlo, pero solo faltan doce días para el matrimonio, Oscar, ¿realmente crees que voy a poder descubrir algo en tan poco tiempo?–Querer es poder.–No me salgas con esa pendejada – ruedo los ojos, Oscar es el rey de las frases clichés, y a mi nunca me han gustado.–Estoy hablando en serio, a mi hay algo que
Jared se queda en silencio a mi lado, pero estamos demasiado juntos y su rodilla golpea con la mía, es algo estúpido e inocente, lo sé, pero es que cuando se trata de Jared Walker nada es inocente, su cuerpo destila feromonas que a mí me obligan a mantenerme junto a él, es demasiada la tensión que siento cuando lo tengo cerca.Su cuerpo me distrae, su olor me enloquece, sus ojos me hacen sentir hipnotizada y sus manos, ¡joder! Sus manos se sienten como la cosa más erótica del mundo, son grandes y un poco rusticas, supongo que por todo el ejercicio que hace, tiene alguno que otro cayo a causa de las pesas, aun asi son divinas. Con el pensamiento en la cabeza yo miro ligeramente a sus dedos y me doy cuenta de que son largos, realmente largos, intento hacerme una idea de que tan grande será su polla, dicen que se puede saber mucho del miembro de un hombre nada mas con mirarle las manos, y últimamente tam
–Jared, ¿Qué estamos haciendo? – le pregunto alejando mis labios ligeramente de él para atrapar oxígeno e intentar razonar a cerca de lo que está sucediendo en este preciso momento.–Quisiera darte una respuesta, Morgan, pero no sé – él me aprieta de la cintura con sus manos, su agarre es firme y fuerte, casi como si no estuviera dispuesto a dejarme ir. –Esto está muy mal – yo lo veo a los ojos y me doy cuenta de que su pupila está dilatada, al principio creí que el hombre consumía algun tipo de alucinógeno o que ese era un efecto natural de sus ojos, pero después de que se lo comenté a Oscar, él dijo que a las personas se les dilataba la pupila cuando veían algo que realmente les gustaba.¿Yo le gusto a Jared Walker? – me cuestiono mientras me pierdo en el color de sus ojos – no, él
El fin de semana pasó demasiado lento para mi gusto, fueron veinticuatro horas de tortura compartiendo el bosque con una mujer que está loca, Kate que es una niña caprichosa y mimada y el idiota de Jared Walker al que no le dirigí la palabra después de lo que pasó entre los dos antes de que mi madre nos encontrara. La única persona cuerda en todo ese paseo fue mi padre, y él nunca habla mucho, prefiere mantenerse al margen de absolutamente todo y en realidad no lo culpo, si yo estuviera en medio de una familia como la mía tambien preferiría andar con la boca cerrada. Es lunes y por fin estamos regresando a casa, es muy temprano y no he dormido bien en los últimos tres días, en parte porque no entiendo como una persona normal podría disfrutar dormir en una tienda, sobre una lona incomoda que está puesta sobre piedras, y en parte porque la culpa no me lo permite, ¡Soy
–¿No te parece muy extraño que Kate y Jared no estén juntos? – pregunto mirando por la ventana del auto que mi madre conduce.–No tienen que estar juntos todo el tiempo – suelta ella.–No, por supuesto que no, pero se supone que llegarían juntos a casa, ¿No es cierto? ¿Dónde estaban? ¿Haciendo qué? ¿Por qué no están juntos? – me cuestiono. Por más que intento no darle vueltas a todas las cosas extrañas en la relación de Kate y Jared no puedo dejar de hacerlo, es que ellos dos son jodidamente misteriosos, al principio yo pensé que Jared estaba jugando con Kate, pero entre más tiempo pasa, más siento que quiza son ellos dos juntos los que están jugando con el resto de la familia, pero ¿Por qué? ¿Por qué Kate insiste en casarse con un hombre que no la quiere? ¿Qué
La adrenalina me corre a través de todas las venas del cuerpo mientras siento sus manos guiándome al ritmo de la canción, Jared baila con propiedad, ni siquiera parece que necesite tomar lecciones, es diestro, hábil, tiene todo el poder y el control sobre la situación.–¿Qué significa eso? – le pregunto con miedo a su respuesta – ¿Qué me quieres decir con eso de que no puedes dejar de pensar en mí?–Justamente eso, no estoy hablando en sentido figurado, tampoco estoy escondiendo nada, es tan sencillo como que, desde que te vi, no he podido dejar de imaginarte… – yo espero que él siga hablando, pero entonces, la instructora de baile se acerca a nosotros, ¿No pudo haber elegido un peor momento? ¡Diablos! Jared Walker está a punto de confesarme cosas que he querido escuchar desde que era una chica tonta con un mal corte de cabello.&
–Morgan, ¡Espera! – me grita Jared, pero yo no quiero verlo a los ojos, no ahora, no después de que le he dado una cachetada en frente de todo el mundo, no es que me arrepienta, pero estoy segura de que esta bofetada traerá muchas preguntas a las que voy a tener que encontrar una respuesta.Corro afuera del estudio de baile y le ruego al cielo para que Jared no me alcance, debo alejarme de él y de todos, quiero dejar de sentirme tan sucia como en este momento. Bajo los escalones y me agarro de la baranda porque por un momento pierdo el equilibrio, y lo que menos deseo es terminar de bruces en la acera de enfrente, eso si seria lo peor que podría pasarme justo ahora.Me cubro los brazos desnudos, afuera hace frio y el cielo se ve rojo sobre las nubes y las estrellas, está triste, igual que yo.–¡Por Dios, Morgan, no sabes cuan feliz me siento de verte! – me grita Kate, cruzando l
Afuera se pone a llover a cantaros, yo dejo que la lluvia me empape de los pies a la cabeza mientras camino a la casa de mi mejor amigo, me siento tonta, estúpida y muy dolida, no puedo creer que mi madre me haya echado de la casa, ¡Se supone que soy su hija! Debería estar feliz de que yo esté aquí estos días, no debería estarme echando como si fuera un perro. Es que ni siquiera eso, creo que hay perros a los que tratan mejor que a mí en este momento.El cabello se me pega a ambos lados de la cara y me toca quitármelo con las manos, estoy tiritando, mi pecho sube y baja con rapidez, pero no por el frio, si no por las lagrimas que salen de mis ojos.Oscar debe estar cansado de mis dramas, harto de que cada vez que llego con él sea para usarlo como pañuelo de lágrimas. Pero es que no tengo a nadie más, literalmente, creo que nunca habia estado tan sola como en este preciso momento d