Marina Johnson se encontraba en un momento de profunda desesperación. Su madre, gravemente enferma, requería una operación que costaba una fortuna. Llena de esperanza, la joven acudió en busca de consuelo a su novio, pero al llegar a su casa presenció una escena devastadora: lo encontró con su mejor amiga en un acto de traición. Sin opciones y con el corazón roto, Marina decidió vender su pureza a un desconocido,En un lúgubre lugar, se encontró con Gilbert Macallister, un hombre adinerado y habitual visitante de clubes exclusivos. Con un gesto de su mano, el dinero pasó de una a otra, sellando así un negocio del cual no tardaría en arrepentirse.La joven jamás pensó en volver a ver a ese caballero. Marina no llegó a tiempo al hospital se disponía a pagar la operación cuando El doctor le dio la desgarradora noticia de que su madre había fallecido. La chica quedó sumida en un mar de culpa y desesperación, enfrentando las consecuencias de sus decisiones en un mundo sombrío y hostil. Sería en esos momentos de oscuridad que Marina descubriría la fuerza para levantarse de nuevo y enfrentar un futuro incierto con valentía y determinación marchando en busca de su padre millonario a quién nunca había conocido.
Leer másMarina estaba sentada en su cama,ya se había terminado de arreglar y no tenía el valor de bajar al estudio,donde se llevaría a cabo la lectura del testamento de Joseph Parker.No tenía ánimos para soportar las impertinencias de Gilbert y decidió esperar el momento exacto en que llegarara el notario. A pesar de no haber conocido a su padre la joven sintió un hondo pesar por su muerte,tenía tantas ganas de conocerlo,su madre le habló bonito de Joseph y en el corazón de Marina no había ningún rencor hacia su padre.Suspiró hondo y un par de lágrimas salieron de forma espontánea.-¡Te extraño tanto mamita!-.Sintió que se asfixiaba y salió al balcón a tomar aire.Ya eran las seis de la tarde cuando vio un auto muy lujoso estacionarse en la mansión,era el notario.-¡Esto apenas comienza!-.susurró al ver a ese caballero de edad mediana y traje oscuro entrar a la residencia.Angelo Acosta también era el apoderado del difunto y estaba a cargo de hacer cumplir lo estipulado en ese testamento.
Marina Johnson.-¿Qué haces en mi habitación?-.Mostré asombro al salir de la ducha y verlo allí.-Calma,fiera.Dejaste la puerta entreabierta tal vez con la intención de que viniera a verte-.Me miró como si quisiera arrancarme la bata de baño.-¡No sea iluso!.ni que fuera usted el último pozo de agua del desierto,no me inspira ni un mal pensamiento para que se entere.Chasqueaba los dedos invitándome a que me acercara más y lo ignoré.-No te hagas ilusiones,solamente quiero hablar contigo o prefieres que te lo diga delante de tu hermana.- Habla ya y no creas que me complace verte.Soy un manojo de nervios y mis piernas tiemblan al tiempo que siento que los latidos de mi corazón se aceleran.-Para mí tampoco es un gusto hablar contigo, pero es necesario.- Me dijo en tono desdeñoso.Lo observo con atención esperando sus palabras,¿qué será eso tan importante que tiene que decirme?, seguro que nada bueno tratándose de Gilbert todo es posible.Se acerca con sigilo y mis nervios se acele
¿Dónde estoy que me pasó? -. Gema con rostro pálido y un poco temblorosa se incorpora con lentitud.-Querida,esposa te has desmayado-.Gilbert no dejaba de mirar con reproche a Marina.Su actitud hacia ella es fría y prepotente.Por naturaleza Gilbert siempre ha sido frío y calculador,no muestra ni una pizca de compasión o remordimiento ante el estado de su esposa.-Ya lo recuerdo,no te vayas,hermana.Me siento enferma,en esta semana he sentido mucha taquicardia.La joven permanece callada y es el esposo de Gema toma la palabra:-Tienes que descansar,amor y no darte mala vida por cosas insignificantes. -Recalcó la última frase y miró a Marina como quien ve a un insecto.Acostumbrado a controlar todo lo que le rodea, incluso a las mujeres que han pasado por su vida,a Gilbert no le conmueve Marina.“No es nada extraño que su actitud sea lo que tiene enferma a mi hermana”-.Lo miró sin pestañear,lo que le provocaba era ponerlo en su sitio y decirle muchas cosas en su cara.La mirada pene
Marina Johnson. Me quedé hipnotizada al mirarlo desde la ventana,no llevo mucho tiempo en esta mansión y me parece un siglo,me angustia la presencia de Gilbert,me da pesar el hecho de desear con tanta intensidad al esposo de mi hermana.Me escondo un poco y apago la luz,no sé si me ha visto parada en el marco de mi ventana,desde aquí se ve alto,guapo e imponente.Trago seco,suspiró y me abanico para aplacar el sofoco que me produce verlo aunque sea de lejos.Si él supiera todo ese cúmulo de sensaciones que produce en mí,aunque me inclino a pensar que si lo sabe,porque tuvo el valor de citarme en el jardín.Lo deseo con todo mi ser,añoro su cercanía,sus besos y caricias,recuerdo ese momento en que me hizo suya y todo mi cuerpo se estremece.No soy una mujer dada a los placeres de la carne y mis principios no me permiten ceder ante esta pasión arrolladora.“Tengo que sacar ese sentimiento de mi cabeza “. Susurré con respiración entrecortada.¿Y si bajo a cumplir la cita?-.Ese mal pen
Gilbert Macallister.“Esta mancha de vino,no sale por más que la froto, esa loca me daño mi camisa de seda italiana,es inutil ¿ya para qué?,está arruinada,ojalá de Gema no se haya dado cuenta de que me gusta su hermana,no me conviene estar de malas con mi mujer antes de la lectura del dichoso testamento.La puerta del baño se abrió y Gema entró me dio una mirada asesina y exclamó: ¡Explicame el por qué de tu actitud antipática con mi hermana!Yo me quedé pensando antes de responder,recordé absorto que fue en solo un segundo que mi esposa fue a atender una de las tantas llamadas telefónicas del día.-¿Entonces nos damos el segundo polvo?-.Lo dije para molestar y ella la muy salvaje tomó la copa de vino y la virtió encima de mi.-¡Idiota engreido!,sus ojos echaban chispas y eso me hizo desearla más.Sacudo mi cabeza y suspiro pensando en ese dulce que quiero volver a probar y en lo que tengo enfrente que es mi realidad.-¡Habla ya!,te has quedado mudo-.La impaciencia se apoderó de Gema
-Has sido muy amable conmigo y de verdad te lo agradezco pero no puedo quedarme no es por tí,no me siento a gusto en esta mansión.Evitó a toda costa mirar a su hermana a los ojos y las lágrimas fluyeron con libertad.Gema la tomó por el brazo y no permitió que se fuera.-Sé que es por mi esposo discúlpalo,él ha tenido mucho estrés en la oficina, siempre suele ser muy amable,la muerte de mi padre nos ha dejado a todos devastados y Gilbert lo quería como a un padre,aunque no lo demuestre sé que así es.Muchos pensamientos pasan por su mente y no se le ocurre una excusa convincente para irse,se muerde los labios y aprieta los puños.“Caray,tantos hombres en el mundo y le abrí las piernas a mi cuñado”.Enormes gotas de sudor corren por su frente,es un manojo de nervios y permanece pálida y pensativa.-¿Te sientes mal?,no te veo nada bien,siéntate y voy por un vaso con agua de azúcar. -Lo siento hermana pero no puedo permanecer aquí,ustedes son una pareja y necesitan privacidad.Gema so
-Este apartamento se siente tan vacío sin tí, mamá-. Lágrimas bañaron su rostro.La vida y sus giros inesperados le golpearon sin piedad.Tras la pérdida de su madre un sentimiento de desolación la invadió.En medio de su dolor, decidió explorar el rincón más íntimo del hogar, el cuarto de los recuerdos, cómo su madre lo llamaba.-Aquí tiene que haber algo que me de una pista de mi padre-.Susurró la joven.Entre las reliquias olvidadas, se topó con un antiguo baúl repleto de cartas y accesorios pasados de moda.Recordó que en su infancia se escapaba a ese cuarto y se colocaba los collares de su mamá.Mientras revolvía entre aquellos recuerdos, un destello dorado atrapó su atención: un manojo de cartas atadas con una cinta.Con temblores en las manos, abrió una a una esas cartas. Descubrió que eran misivas que su madre escribió durante dos décadas, dirigidas a su gran amor.Cada palabra cuidadosamente escrita estaba impregnada de amor y nostalgia;cosas que Marina no sabía,su madre sufr
El millonario Parker yacía pálido y ojeroso,levantó la mano en un débil gesto de llamar a su hija.Gema se le acercó con rapidez y le susurró con voz suave:-Padre no te esfuerces,descansa.Joseph Parker ya tenía perfil de difunto,sus ojos eran dos cuencas que albergaba una mirada de angustia y su nariz más perfilada que de costumbre.-Ya descansaré cuando me muera,ha de ser muy pronto la siento cerca.-¿A quién amado padre?-A la muerte,hija.Llama al notario,quiero que venga de inmediato.Gema asintió con la cabeza y tomando el celular cumplió la orden de su padre.El moribundo tosía y se quejaba de los dolores,un agresivo cáncer pulmonar apagaba su vida con lentitud.En esa cama le dio tiempo de reflexionar y arrepentirse de sus pecados que eran muchos,siendo el hombre más adinerado del país había obrado muy mal.Un hijo al que nunca le dio su amor porque a la madre la hizo suya y luego la desechó cómo a un sucio pañuelo,ni siquiera llegó a saber si fue niño o niña.Joseph toda su
Gilbert Macalister.La bajé con cuidado del barandal,mis manos estan alertas,por si acaso ella intenta lanzarce al vacío.Es una mujer linda,pero extraña,ha sido un día complicado para mí,horas atrás un amigo me recomendó un club exclusivo,el lugar es para ejecutivos discretos.Se supone que era algo tan simple cómo encargar una puta fina por teléfono y listo.¡Vaya suerte la mía!,me tocó la loca de la discoteca,esa misma que me hizo un baile en la barra a la vista de todos lo presentes.Lo que más más sacó de ondas fue que no estaba a la altura de mis expectativas,era una principiante,la huella de nuestro encuentro íntimo quedó marcado en las sábanas blancas de mi cama.Pese a su poca experiencia me sentí bien atendido,mi esposa no me levanta el ánimo así cómo lo hizo esa chica.Por un momento sentí que su entrega era total y no producto de una transacción.—¿Quién es está mujer?,ni siquiera la pude alcanzar para pedirle el número de teléfono.¡No es el fin del mundo!,es lo que me r