Marina Johnson.—¿No entiendes lo importante que es para mi que me perdones? Gilbert, con una expresión de arrepentimiento en su rostro, se acercó a mí con paso vacilante, buscando redimirse por los errores del pasado.—¡No te atrevas a tocarme! -- Mis ojos ardían ante las lágrimas contenidas.—Marina, te ruego que me perdones por mis acciones. Estaba cegado por la sed de venganza hacia tu familia, pero ahora soy un hombre cambiado. Te amo con todo mi ser y deseo un futuro juntos, dejando atrás las sombras del pasado.Con los ojos entrecerrados y el corazón lleno de dudas, confronté a Gilbert con valentía: —¿Cómo puedo confiar en tus palabras, Gilbert? Tu sed de venganza hizo estragos en mi familia, ¿cómo puedo estar segura de que has cambiado verdaderamente?Mis palabras colmaron el aire con tensión y Gilbert luchaba por demostrar la sinceridad de sus sentimientos. —Comprendo tus dudas, mi amor, pero te juro que estoy dispuesto a demostrarte que he cambiado, que mi amor por ti es
Marina Johnson — Te deseo lo mejor en tu vida,Gema.-Agregó mientras empuñaba el bolígrafo.Ella no dijo nada, en el fondo no estaba feliz,se negaba a dejarlo ir.Ese día tan esperado había llegado. Gilbert se encontraba sereno,con la mirada perdida en el horizonte. Sabía que había tomado una decisión que cambiaría sus vida para siempre, pero estaba seguro que era lo correcto. A pesar de la infidelidad de Gema, había optado por negociar el divorcio de la manera más civilizada posible. Gema había dado mucha lucha durante todo el proceso de divorcio, tratando de obtener la mayor parte de las propiedades en común. Pero finalmente, se encontraba frente a la realidad de que debía firmar los papeles y dejar atrás aquella vida que compartió con Gilbert.Mientras tanto,a escasos metros de la oficina del juzgado Ethan y yo nos despedimos en buenos términos. Habíamos decidido separarnos por mutuo acuerdo, alegando diferencias irreconciliables. A pesar de todo, nos miramos a los ojos y supimos
Gilbert Macallister — Es grato verte,estoy preparando la cena,hoy se me antojó cocinar.-Marina luce hermosa con el cabello recogido y un delantal.—Entiendo,seré breve solo vine para saber que estás bien y me alegra verte así que ya…Ella sintió un poco de pena,por la timidez con la que me expresaba y en forma rápida me interrumpió:—Quédate a cenar.—¿Cómo dices?—Lo que oyes,siéntate que voy a la cocina a dar un último toque y vuelvo. Asentí y la esperé en la sala de estar de la mansión que había sido mi hogar por mucho tiempo.Gema entró sigilosamente mientras Marina estaba en la cocina.No se mostró sorprendida al verme,susurró para sí misma:—Debo hacer algo para Marina abra los ojos de una vez..— No crees que es tú hermana la que debe decidir qué es lo que quiere.—Uff,Oíste lo que dije,creí que lo había pensado—. Dijo llevándose la mano a la boca de forma burlona.Marina entró a la sala y viendo la tensión entre ambos expresó:— ¡Oh, Gema! ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo?Gema
Marina Johnson.Miré por la ventana de mi habitación, observando cómo la lluvia caía a raudales sobre el jardín.El estruendo de los truenos resonaba en la distancia, pero para mí, parecía un reflejo de mis propias emociones turbulentas.Acaricié suavemente mi gran barriga, sintiendo los movimientos leves de los trillizos que llevaban meses creciendo en mi interior. Estaba ansiosa por conocerlos,y al mismo tiempo sabía que lidiar con el estado de salud de Gema no sería nada sencillo.El eco de las palabras del doctor resonaba constantemente en mi mente: “Su corazón está delicado.”Gema se lo tomó con mucho angustia y me decia:— Cada latido de mi corazón se ha convertido en un recordatorio constante del riesgo al que me enfreto,así que mejor no me hagas enfurecer,ya deja de ver al idiota ese.Ella no deseaba ver a Gilbert ni un metro cerca de mí.No tenía sueño y me asomé a ver por la ventana de mi alcoba.La puerta se abrió con cuidado y mi hermana Gema entró, su rostro pálido aún mo
Marina Johnson.Mis amigos me insistían,¿verdad o reto?,ellos eran muy irreverentes y no quería ventilar mi asuntos privados,supuse que querían saber si todavía era virgen,a mis veinte años me daba pena admitir que Jhon y yo no lo habíamos hecho.No había sido por culpa de Jhon,más bien fue una decisión de mi parte y lo que más me orilló a pensar de ese modo fue que él se iría a estudiar arte dramático a los ángeles.El motivo de esa reunión de amigos en la discoteca era despedir a mi novio,que viajaría en dos días.El lugar estaba casí vacío eran las diez y media de la noche,aparte de nosotros que éramos un grupo de ocho personas,había en la barra un caballero de aspecto elegante muy guapo,tendria unos treinta y cinco años.Su estampa era de galán de esa telenovelas que le gustaban a mi madre.—Marina,¡responde ya!,¿verdad o reto? --Repitió Catalina de forma inquisidora.—Prefiero reto—.Me encogi de hombres,¿qué más podían pedirme?—¿Ves ese hombre que está en la barra?Yo pensé-¿Có
Marina Jhonson.La suite era muy lujosa,se notaba que a ese sugeto lo que le sobraba era el dinero.Me ofreció un trago de Whisky y me lo tomé hasta el fondo para espantar mis nervios.Estaba resuelta a sacrificarme para salvar la vida de mi madre.—¿Puedo ir al tocador?,no me voy a tardar mucho–.Lo miré con cierto temor mis piernas temblaron en forma leve.-¡Nada de drogas aquí por favor!-.Masculló sin mirarme mucho.—Sólo quiero darme una ducha rápida—.Traté de parecer lo más serena posible aunque en el fondo era un manojo de nervios. El hombre me miró de forma extraña y asintió con la cabeza,se quedó sentando en el sofá tomándose su trago.Yo entré a ese cuarto de baño y luego de asearme me perfume y coloqué un poco de maquillaje,del susto me veía más pálida de lo normal.—Si voy a perder mi virginidad al menos no será con un viejo baboso y repugnante—. Susurré entre dientes.Busqué mi ropa y no la encontré,el venía entrando a la habitación con un lindo vestido en la mano.—Debe s
Gilbert Macalister.La bajé con cuidado del barandal,mis manos estan alertas,por si acaso ella intenta lanzarce al vacío.Es una mujer linda,pero extraña,ha sido un día complicado para mí,horas atrás un amigo me recomendó un club exclusivo,el lugar es para ejecutivos discretos.Se supone que era algo tan simple cómo encargar una puta fina por teléfono y listo.¡Vaya suerte la mía!,me tocó la loca de la discoteca,esa misma que me hizo un baile en la barra a la vista de todos lo presentes.Lo que más más sacó de ondas fue que no estaba a la altura de mis expectativas,era una principiante,la huella de nuestro encuentro íntimo quedó marcado en las sábanas blancas de mi cama.Pese a su poca experiencia me sentí bien atendido,mi esposa no me levanta el ánimo así cómo lo hizo esa chica.Por un momento sentí que su entrega era total y no producto de una transacción.—¿Quién es está mujer?,ni siquiera la pude alcanzar para pedirle el número de teléfono.¡No es el fin del mundo!,es lo que me r
El millonario Parker yacía pálido y ojeroso,levantó la mano en un débil gesto de llamar a su hija.Gema se le acercó con rapidez y le susurró con voz suave:-Padre no te esfuerces,descansa.Joseph Parker ya tenía perfil de difunto,sus ojos eran dos cuencas que albergaba una mirada de angustia y su nariz más perfilada que de costumbre.-Ya descansaré cuando me muera,ha de ser muy pronto la siento cerca.-¿A quién amado padre?-A la muerte,hija.Llama al notario,quiero que venga de inmediato.Gema asintió con la cabeza y tomando el celular cumplió la orden de su padre.El moribundo tosía y se quejaba de los dolores,un agresivo cáncer pulmonar apagaba su vida con lentitud.En esa cama le dio tiempo de reflexionar y arrepentirse de sus pecados que eran muchos,siendo el hombre más adinerado del país había obrado muy mal.Un hijo al que nunca le dio su amor porque a la madre la hizo suya y luego la desechó cómo a un sucio pañuelo,ni siquiera llegó a saber si fue niño o niña.Joseph toda su