Vendida al millonario
Vendida al millonario
Por: MARISOL DUARTE
1- Verdad o reto.

Marina Johnson.

Mis amigos me insistían,¿verdad o reto?,ellos eran muy irreverentes y no quería ventilar mi asuntos privados,supuse que  querían saber si todavía era virgen,a mis veinte años me daba pena admitir que Jhon y yo no lo habíamos hecho.

No había sido por culpa  de Jhon,más bien fue una decisión de mi parte y lo que más me orilló a pensar de ese modo fue que él se iría a estudiar arte dramático a los ángeles.

El motivo de esa reunión de amigos en la discoteca era despedir a mi novio,que viajaría en dos días.

El lugar estaba casí vacío eran las diez y media de la noche,aparte de nosotros que éramos un grupo de ocho personas,había en la barra un caballero de aspecto elegante muy guapo,tendria unos treinta y cinco años.Su estampa era de galán de esa telenovelas que le gustaban a mi madre.

—Marina,¡responde ya!,¿verdad o reto? --Repitió Catalina de forma inquisidora.

—Prefiero reto—.Me encogi de hombres,¿qué más podían pedirme?

—¿Ves ese hombre que está en la barra?

Yo pensé-¿Cómo no fijarse en un hombre tan bello?-Sí por supuesto—.Respondí sin darle mucha importancia.

—Le haras un baile sensual,y no me digas que se enoja Jhon.

Mi novio  sonrió y asintió con la cabeza mientras me decia—¡Anda amor es un juego!

Yo me planté  entrente del caballero y le bailé mientras tomaba su trago de whisky y lo vaciaba en mi franela,el frío del aire acondicionado más lo mojado de mi franela hacia ver la punta de mis senos,me le encimé bajando de manera sensual y el hombre se quedó congelado,luego volví a la mesa de mis amigos.

-¡Ya lo hice!-Exclamó sin atreverme a ver hacia la barra.

-Mi amor,de no saber que era un reto me hubiesen dado muchos celos—.Bromeó mi novio.

La noche pasaba entre tragos,bailes y chistes,pedimos la cuenta muy entrada la madrugada.

—El señor Macallister pagó la cuenta de esta mesa.

-¿Quién rayos es Macallister?-Preguntó mi novio.

El mesonero señaló a otra mesa  dónde se encontraba ese hombre  con dos amigos más. 

Nos marchamos del lugar,Jhon me llevó a mi casa,en la entrada había una ambulancia.

Era mi madre a la que llevaban en una camilla a urgencias,mi novio me acompañó.

Apenas  pude hablar con el médico me explicó que mi madre necesitaba ser intervenida lo más pronto posible de una obstrucción circulatoria.

La operación era costosa y no teníamos seguro médico,mi madre me había ocultado su malestar por interés que ingresara a la universidad, éramos  de bajos recursos económicos,ella había pagado mis estudios con esfuerzo y cursaba mi segundo semestre de ingeniería civil.

—Doctor,¿cómo qué tres mil dólares?,no contamos con ese dinero.

—La calidad de vida de su mamá,ira decayendo si no se hace la cirugía y existe el riesgo de muerte.

Lo único  que se me ocurrió fue dejar mis estudios y buscar un empleo,mi difunto padre tenía un amigo que podía prestarme ese dinero,el señor Anderson Sandler.

Fui a su oficina y me atendió de manera amable,le expuse mi caso con sinceridad.

Él era un hombre de edad madura tenía cómo unos cincuenta años y era regordete.

—Necesito un préstamo para operar a mi mamá.

—¿De cuánto dinero estamos hablando?

—Cinco mil dólares—.Mascullé al mirar su rostro que se transformó de inmediato. 

El hombre se saboreó nunca olvidaré la mirada que me lanzó el muy baboso.Se dirigió a la puerta y le pasó seguro.

Sus manos me tocaron las pompas y me dijo:” quítate el calzon”

-No señor.¿Quién se cree usted que soy?,además usted puede ser mi abuelo,¿no le da pena?

—No,además nadie te dara dinero a cambio de nada,tú no tienes la solvencia para devolver ese dinero.

—¡Primero muerta!, antes que dejar que sus asquerosas manos me toquen.

Tanto la cerradura y abrí la puerta,las lágrimas me cesaban,¿cómo  podía ser posible?,mi madre estaba al borde de la muerte y yo no podía hacer nada.

Una llamada  de teléfono me puso más alerta,era el doctor que atendía a mi mamá.

—La señora,tuvo un episodio,ya logramos estabilizarla,es de carácter obligatorio operar lo mas pronto posible.

De camino a la parada de buses lloré mucho,llamé a mi amiga Catalina y la llamada se fue a buzón.Marqué al celular de Jhon y de igual modo no atendía.

Necesita hacer un adelanto a la administración de la clínica,fui al departamento de mi novio,yo tenía una copia de la llave,él me la había dejado para que lo ayudara en su ausencia a mantenerlo decente.

Entré al edificio y el portero me saludó,ya me conocía.Subí por el ascensor y al girar la llave escuché música dentro.

—¡Está en casa al menos!,yo creo que yo puede prestarme aunque sea mil dólares.

Mis ojos se llenaron de lágrimas antes esa escena,Jhon estaban desnudos,cómo Dios los trajo a este mundo,él estaba recostado en el sofá y ella lo cabalgaba.

—¡Desgraciados!,¡son unos malditos!---Vociferé tomando del cabello a Catalina—¡Eres una m*****a zorra!

Ella se rió de mí,al parecer no le dolió.mucho la cachetada que le dí.

— La culpa es tuya,tienes a Jhon a pan y agua,el cuerpo pide—.Sus palabras me hirieron en lo más profundo.

Jhon se colocó el bóxer y la camisa,lo único que repetía era:”perdóname Marina,está mujer me sedujo y no soy de palo.”

—De más está decirte que no me busques más,a ninguno de los dos lo quiero volver a ver—.Los fulminé con la mirada y sali al ascensor.

Me parecía estar en una pesadilla de una historia muy macabra.

Cerca de ese lugar había una elegante fuente soda,pedí un té  para calmar mis nervios y me retocaba el maquillaje cuando una seductora voz masculina me sacó de mi letargo.

—¡Así que eres tú!, ¡Supongo que quieres tu dinero en efectivo!---Me extendió un fajo de billetes—son dos mil dólares—.Espero que el servicio lo valga.

Antes de que pudiera decir algo el hombre prosiguió:”Vamos a una suite que tengo cerca.Nada de preguntas personales,si eres buena en lo que haces te vuelvo a contratar.”

Era el mismo hombre de la barra en aquella discoteca,a quien le hice el baile erotico y era obvio que me había confundido con una prostituta.

—¡Tomé su dinero y larguese de aquí!---No tenias ánimos de discutir.

—Si te parece poco,te doy cinco mil,ya me habían dicho que eras cara.

A mi mente vino la última frase de esa conversación con el médico:”Es de carácter obligatorio operar.”

Lo primero que pensé fue que si la cura de mi madre dependía de lo que tenia entre las piernas,no había nada que pensar,peor hubiese sido perder la virginidad con Jhon que no se la merecía de paso,al menos ese hombre me pagaría.

—Dame el dinero y vamos a la dichosa suite.

—Aquí tienes tus cinco mil.---Extendió su mano y me los entregó.

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