Marina Johnson.-¿Qué haces en mi habitación?-.Mostré asombro al salir de la ducha y verlo allí.-Calma,fiera.Dejaste la puerta entreabierta tal vez con la intención de que viniera a verte-.Me miró como si quisiera arrancarme la bata de baño.-¡No sea iluso!.ni que fuera usted el último pozo de agua del desierto,no me inspira ni un mal pensamiento para que se entere.Chasqueaba los dedos invitándome a que me acercara más y lo ignoré.-No te hagas ilusiones,solamente quiero hablar contigo o prefieres que te lo diga delante de tu hermana.- Habla ya y no creas que me complace verte.Soy un manojo de nervios y mis piernas tiemblan al tiempo que siento que los latidos de mi corazón se aceleran.-Para mí tampoco es un gusto hablar contigo, pero es necesario.- Me dijo en tono desdeñoso.Lo observo con atención esperando sus palabras,¿qué será eso tan importante que tiene que decirme?, seguro que nada bueno tratándose de Gilbert todo es posible.Se acerca con sigilo y mis nervios se acele
Marina estaba sentada en su cama,ya se había terminado de arreglar y no tenía el valor de bajar al estudio,donde se llevaría a cabo la lectura del testamento de Joseph Parker.No tenía ánimos para soportar las impertinencias de Gilbert y decidió esperar el momento exacto en que llegarara el notario. A pesar de no haber conocido a su padre la joven sintió un hondo pesar por su muerte,tenía tantas ganas de conocerlo,su madre le habló bonito de Joseph y en el corazón de Marina no había ningún rencor hacia su padre.Suspiró hondo y un par de lágrimas salieron de forma espontánea.-¡Te extraño tanto mamita!-.Sintió que se asfixiaba y salió al balcón a tomar aire.Ya eran las seis de la tarde cuando vio un auto muy lujoso estacionarse en la mansión,era el notario.-¡Esto apenas comienza!-.susurró al ver a ese caballero de edad mediana y traje oscuro entrar a la residencia.Angelo Acosta también era el apoderado del difunto y estaba a cargo de hacer cumplir lo estipulado en ese testamento.
Gema con su tez pálida y mirada serena, era el retrato de la tranquilidad,estudiaba concentrada en un rincón del sofá a su hermana.-Te ves muy elegante,Marina.-No me parece que deba dejarte aquí sola para ir a la empresa.Marina no lo decía por tener miedo a la cercanía de Gilbert,más bien notaba que su hermana apenas se recuperaba. Con su personalidad dinámica y decidida, se acercó a Gema con una preocupación sutil en la mirada.-¿No me digas que te has arrepentido de ser la futura líder del consorcio?-Hermana, ¿estás segura de que te sientes bien?- Marina, la futura CEO de nuestras empresas, necesita aprender pronto-. Expresó Gema con un tono maternal, preocupándose por el aprendizaje de su hermana mientras le brindaba una sonrisa cálida.Marina asintió con gratitud, apartando por un momento sus apuntes para dirigirle una mirada llena de cariño a Gema. -Gracias, hermana. Ya es hora de que me vayas a trabajar. -Le he dicho a mi esposo que tenga paciencia-.Respondió con serenid
Marina Johnson.Mis amigos me insistían,¿verdad o reto?,ellos eran muy irreverentes y no quería ventilar mi asuntos privados,supuse que querían saber si todavía era virgen,a mis veinte años me daba pena admitir que Jhon y yo no lo habíamos hecho.No había sido por culpa de Jhon,más bien fue una decisión de mi parte y lo que más me orilló a pensar de ese modo fue que él se iría a estudiar arte dramático a los ángeles.El motivo de esa reunión de amigos en la discoteca era despedir a mi novio,que viajaría en dos días.El lugar estaba casí vacío eran las diez y media de la noche,aparte de nosotros que éramos un grupo de ocho personas,había en la barra un caballero de aspecto elegante muy guapo,tendria unos treinta y cinco años.Su estampa era de galán de esa telenovelas que le gustaban a mi madre.—Marina,¡responde ya!,¿verdad o reto? --Repitió Catalina de forma inquisidora.—Prefiero reto—.Me encogi de hombres,¿qué más podían pedirme?—¿Ves ese hombre que está en la barra?Yo pensé-¿Có
Marina Jhonson.La suite era muy lujosa,se notaba que a ese sugeto lo que le sobraba era el dinero.Me ofreció un trago de Whisky y me lo tomé hasta el fondo para espantar mis nervios.Estaba resuelta a sacrificarme para salvar la vida de mi madre.—¿Puedo ir al tocador?,no me voy a tardar mucho–.Lo miré con cierto temor mis piernas temblaron en forma leve.-¡Nada de drogas aquí por favor!-.Masculló sin mirarme mucho.—Sólo quiero darme una ducha rápida—.Traté de parecer lo más serena posible aunque en el fondo era un manojo de nervios. El hombre me miró de forma extraña y asintió con la cabeza,se quedó sentando en el sofá tomándose su trago.Yo entré a ese cuarto de baño y luego de asearme me perfume y coloqué un poco de maquillaje,del susto me veía más pálida de lo normal.—Si voy a perder mi virginidad al menos no será con un viejo baboso y repugnante—. Susurré entre dientes.Busqué mi ropa y no la encontré,el venía entrando a la habitación con un lindo vestido en la mano.—Debe s
Gilbert Macalister.La bajé con cuidado del barandal,mis manos estan alertas,por si acaso ella intenta lanzarce al vacío.Es una mujer linda,pero extraña,ha sido un día complicado para mí,horas atrás un amigo me recomendó un club exclusivo,el lugar es para ejecutivos discretos.Se supone que era algo tan simple cómo encargar una puta fina por teléfono y listo.¡Vaya suerte la mía!,me tocó la loca de la discoteca,esa misma que me hizo un baile en la barra a la vista de todos lo presentes.Lo que más más sacó de ondas fue que no estaba a la altura de mis expectativas,era una principiante,la huella de nuestro encuentro íntimo quedó marcado en las sábanas blancas de mi cama.Pese a su poca experiencia me sentí bien atendido,mi esposa no me levanta el ánimo así cómo lo hizo esa chica.Por un momento sentí que su entrega era total y no producto de una transacción.—¿Quién es está mujer?,ni siquiera la pude alcanzar para pedirle el número de teléfono.¡No es el fin del mundo!,es lo que me r
El millonario Parker yacía pálido y ojeroso,levantó la mano en un débil gesto de llamar a su hija.Gema se le acercó con rapidez y le susurró con voz suave:-Padre no te esfuerces,descansa.Joseph Parker ya tenía perfil de difunto,sus ojos eran dos cuencas que albergaba una mirada de angustia y su nariz más perfilada que de costumbre.-Ya descansaré cuando me muera,ha de ser muy pronto la siento cerca.-¿A quién amado padre?-A la muerte,hija.Llama al notario,quiero que venga de inmediato.Gema asintió con la cabeza y tomando el celular cumplió la orden de su padre.El moribundo tosía y se quejaba de los dolores,un agresivo cáncer pulmonar apagaba su vida con lentitud.En esa cama le dio tiempo de reflexionar y arrepentirse de sus pecados que eran muchos,siendo el hombre más adinerado del país había obrado muy mal.Un hijo al que nunca le dio su amor porque a la madre la hizo suya y luego la desechó cómo a un sucio pañuelo,ni siquiera llegó a saber si fue niño o niña.Joseph toda su
-Este apartamento se siente tan vacío sin tí, mamá-. Lágrimas bañaron su rostro.La vida y sus giros inesperados le golpearon sin piedad.Tras la pérdida de su madre un sentimiento de desolación la invadió.En medio de su dolor, decidió explorar el rincón más íntimo del hogar, el cuarto de los recuerdos, cómo su madre lo llamaba.-Aquí tiene que haber algo que me de una pista de mi padre-.Susurró la joven.Entre las reliquias olvidadas, se topó con un antiguo baúl repleto de cartas y accesorios pasados de moda.Recordó que en su infancia se escapaba a ese cuarto y se colocaba los collares de su mamá.Mientras revolvía entre aquellos recuerdos, un destello dorado atrapó su atención: un manojo de cartas atadas con una cinta.Con temblores en las manos, abrió una a una esas cartas. Descubrió que eran misivas que su madre escribió durante dos décadas, dirigidas a su gran amor.Cada palabra cuidadosamente escrita estaba impregnada de amor y nostalgia;cosas que Marina no sabía,su madre sufr