La mujer, mal intencionada, observa y ve su oportunidad para poner en marcha sus maquinaciones perversas. Se levantó con la ayuda de su bastón, miro a la joven caminar hacia su vehículo, así que fingió caerse a mitad de la pavimentada, pidiendo ayuda a gritos, para no ser atropellada. Miro que la joven inmediatamente levanto la cabeza dirigiendo su mirada hacia ella, grito fingiendo dolor para despertar la compasión de la joven.
—¡Ayuda, por favor, me doblé el tobillo! Jovencita, ayúdame, por piedad, soy vieja y no tengo fuerzas. —mira a la chica correr hacia ella, sonríe sin que la joven lo note.
—¡Se encuentra bien! —Inocentemente le dijo la joven, acercándose a la anciana malherida.
—¡No tengo fuerzas para levantarme, jovencita, me duele mucho el tobillo, ayúdame a ponerme de pie, soy una vieja inservible!
—¡No diga eso, la llevaré al médico, para que la revise, yo pagaré los gastos médicos, no se preocupe por eso! —sonrió ante la ingenuidad de la chica.
—No hay necesidad de eso, eres una belleza, te pareces mucho a tu padre.
—¿Usted conoce a mi padre?
—Sí y a tu madre también. Somos viejos amigos.—se alejó un poco de la joven para mirarla de pie a cabeza.
—¡En serio!, cuál es su nombre, talvez al mencionárselos a ellos se acuerden de usted.
—Eso ya no importa, cariño, porque tú jamás los volverás a ver a ellos. —la joven la miro con agobio ante esas palabras que ella le ha dicho.
—¿Qué ha dicho? ¿No entiendo? —indago asustada la joven, pensó que había escuchado mal.
—Hasta nunca, cariño.
Ella retrocede ante las carcajadas macabras de aquella anciana, su espalda choca con algo metálico, es un auto detrás de ella, tres hombres se bajaron de la camioneta doble cabina y le colocaron una capucha negra en su cabeza, dejándola desorientada. Luego un olor extraño que despedía la tela, la mareo. La subieron rápidamente a la camioneta, en ese instante su amiga Clarisa salió de la universidad viendo cómo se la llevaban, corrió hacia ellos queriendo llegar antes de que pusieran en marcha el vehículo. No pudo evitar el secuestro, al ver que la camioneta se puso en marcha, saco de inmediato su celular y logro tomar varias fotos a la parte trasera del automóvil. Eso fue gracias a su padre que siempre le aconsejo que cuando viera algo anormal tomara todas las fotos posibles, aun si a ella le pasara algo, que fuera inteligente para dejar pistas.
Jorge nunca confió en nadie, siempre se protegió de estafadores y secuestradores, y eso les enseño a sus hijos, que nadie era demasiado bueno y tampoco demasiado malo. Clarisa le tomo varias fotos a la Chola, porque ella vio cómo la mujer se reía ante la desgracia de su amiga. Miro las llaves del auto de Julie en el suelo, también su celular lo cogió, no sin antes amenazar a la anciana, quien no paraba de reírse.
—¿Usted tiene algo que ver en esto, sabe que puede ir presa? Tengo pruebas, señora.
—No me importa, ya me vengué, dile a Nelson que por fin mi hija está descansando en paz, ahora sabrá lo que es perder una hija, «ojo por ojo y diente por diente» mi venganza se ha hecho realidad. —la vieja reía mientras se alejaba de ahí.
Clarisa no perdió el tiempo, se subió al auto de Julie y se apresuró a llegar a la mansión de los Morris, sabe que la fiesta se está preparando, al llegar respiro profundo antes de entrar, se bajó rápidamente, su corazón iba a mil por horas. Sabe que todos están esperando a la cumpleañera, sin imaginarse la tragedia que ha ocurrido. La joven entró con su cara pálida, no sabía por dónde empezar, todos estaban listos para gritar feliz cumpleaños cuando miraron a la joven entrar sola y su cara pálida como papel blanco, sabían que algo ha sucedido. Se acercaron todos a la joven quien exclusivamente tiene sus ojos puestos en Nelson, su mente procesaba por dónde empezar a hablar para darles la mala noticia.
—Tío, tío Nelson, ha pasado una desgracia. —ella se dirigió hacia él.
—¿Qué pasa muchacha, de que hablas?, ¿dónde está mi hija, no viene contigo? —Clarisa los miro a todos, con sus ojos cristalizados.
—¡Es que a Julie le paso algo terrible, ella fue secuestrada por unos hombres que desconozco, se la llevaron a la fuerza, la interceptaron en las afueras de la universidad! No pude hacer nada para salvarla. —esas palabras fueron como una bomba de tiempo que exploto en esa casa.
—¡Que has dicho! ¿Qué fue lo que paso? —Vicky no deja de llorar, quería que lo que la joven había dicho, no fuera real.
—Miré como unos hombres le pusieron una capucha y la ingresaron en una camioneta, no distinguí bien a los maleantes. ¡Se la llevaron! Ella estaba ayudando a una anciana en la calle. Todo fue muy rápido.
Todos empezaron a hacer llamadas, Nelson llamo al sargento Scott, amigo de la familia, Andrés contacto a unos detectives privados conocidos de él. Vicky llora desconsolada, lamentándose por lo sucedido, solo de saber que su hija corre peligro, conociendo a su pequeña hija que es una chica de casa, tranquila y obediente, no puede defenderse en un mundo, hostil y todo eso es culpa suya, nunca le enseño la maldad del mundo, se lamenta en ese instante.
—Hija, dame detalles de lo que vistes. —se le acercó Jorge a su hija, él sabe cómo él la ha aconsejado, aunque ella es tímida, sabe cómo actuar en momentos como esos.
—Papi tomé varias fotos de la camioneta y también de la anciana que se burló de la tragedia de Julie. —al oír aquella nueva revelación, todos voltearon a ver a la joven quien saco su celular y se lo entrego a su padre.
Jorge inmediatamente buscó las imágenes en el celular de su hija, miro a Nelson y le enseño la foto de la anciana, él se pasó las manos por el cabello y con ira cerro sus manos y le pego a la pared.
—Esa mujer la engaño, mire cómo Julie la recogía del suelo y de pronto aparecieron esos hombres y se la llevaron, la anciana me dijo que le dijera que por fin su hija había sido vengada. —revelo la chica a los presentes.
—Maldita vieja, hay que mandarle esas fotos al teniente y los detectives, que den rápido con el paradero de esa vieja, ella tiene que saber a dónde se llevaron a mi hija. —grito Nelson enfadado.
—No te preocupes, hijo, moveremos cielo, tierra y mar hasta dar con nuestra nieta y esa vieja pagará muy caro lo que ha hecho. —el padre de él estaba indignado, la joven no tenía por qué pagar con las malas decisiones del pasado de su hijo.
Las mujeres se unieron para consolar a Vicky quien llora por la impotencia que siente, ella se culpa de todo y cuando su pasado se le vino a la mente lloraba aún más, ella una vez fue subastada y vendida. Pero gracias a su esposo no paso nada, pero su hija no se merecía nada de eso, es inocente y reservada, es un ángel que no merece ese destino, desea que no pase por lo mismo. Vicky sentía en ese momento tanto dolor, se imaginaba el peor de los escenarios.
En dos horas la casa se llenó de policías, quienes imprimieron una foto de la joven y otra de la anciana que se supone es cómplice de los secuestradores, intervinieron las líneas telefónicas por si se ponen en contacto con la familia para pedir dinero. Comenzaron la búsqueda, Nelson, su padre, Jorge y Andrés. Ellos no se quedaron quietos, fueron al lugar donde la joven fue secuestrada a ver si daban con alguna pista, al llegar buscaron y preguntaron en los lugares cercanos al la tragedia. Una persona que pasaba por el sitio, Andrés, se le acercó indagando sobre la joven y la anciana, le mostró la foto de la señora y de inmediato el hombre la reconoció, dándoles la dirección de en donde vivía, una esperanza se iluminó en los corazones de ellos.
Llegaron al cuarto de mala muerte donde reside la anciana, Nelson se bajó rápidamente, quería matar con sus propias manos a esa mujer miserable, tenía tanta ira e impotencia ante aquel hecho, quería botar a patadas la puerta, pero su padre lo agarro por la espalda a modo de detener su acción.
—¡¡Hijo, cálmate!! Ya le avisé a la policía, mira ahí vienen, ellos son los que nos ayudaran a entrar.
—Padre, esa m*****a mujer planeo todo esto, tenemos que hacerla confesar el paradero de mi hija, no voy a permitir que la dañen.
La policía gritó dos veces que abrieran la puerta al no recibir ninguna respuesta, ni tener ninguna señal de vida, decidieron botar la puerta para poder entrar, el sitio está muy sucio, como si estuviera abandonado. Les pareció que no estaba habitada, solo había una silla vieja y una mesa, en el suelo un petate donde estaba el cuerpo de la mujer sin vida.
—¡¡Esta muerta!! —grito un policía a su superior, eso hizo que Nelson cayera de rodillas y llorara como nunca lo había hecho, ahora toda esperanza de encontrar a su hija había muerto.
—La mujer se envenenó, tiene horas de muerta. —toda esperanza se desvaneció en ese momento.
Andrés se agarró la cabeza con las dos manos, mientras que Jorge le palmeaba el hombro, El padre de Nelson levanto a su hijo y lo ayudo a pararse, lo abrazo para consolarlo, aunque él también está desbastado. Salieron de ahí con los ánimos bien bajos y ayudó a su hijo a subir al auto.—No hay que perder las esperanzas, en muchas ocasiones hay una luz al final del camino. —dijo queriéndolo consolarlo.—¡Mi hija, ¿dónde está? M*****a sea, ¿qué voy a hacer?!, ¡que le diré a Vicky, todo esto es mi culpa!—Nada de esto es culpa de nadie, solo fue un plan macabro de una vieja desquiciada. Vicky es fuerte, tienen que sobreponerse para pensar con cabeza fría, sé que encontraremos a mi nieta, no nos rendiremos, pagaremos detectives para que busquen hasta debajo de las piedras. —dijo entre lágrimas, Andrés.—Cuenten conmigo, moveré todos los medios a mi alcance, la vamos a encontrar, no perdamos la esperanza. —Jorge también quiere a la joven, la vio crecer junto con su hija.Los cuatro hombres
Me coloco en medio de ellas a modo de esconderme, mi cuerpo tiembla involuntariamente, el pantalón blanco que llevo va impregnados de orina y sucio, empezamos a caminar. Cuando la luz del sol nos da en el rostro, todas quedamos ciegas, lo noto porque agachamos la cabeza casi al mismo tiempo, mi cabello alborotado cubre mi rostro. Nos suben rápidamente a una especie de vagón, detrás de unas cajas, nos acomodan a modo de no quedar juntas, uno de ellos nos mira y mueve su cabeza negativamente.—No hagan ruido, la que empiece a hacer alboroto, la mato. —nos amenaza enseñándonos un arma, todas nos hacemos un nudo, yo respiro hondo, trato de pensar en cosas que me hicieron felices para no llorar más. Se me vienen a la mente el rostro de mi papito, quien día a día mientras no tuve coche me llevaba al colegio, siempre me dijo que era su tesoro. Mi mamita, quien peinaba a diario mi cabello, no se iba a dormir si no me daba mis buenas noches, aun cuando crecí lo siguió haciendo, nunca le dije qu
Terminamos en un santo amén, ninguna pensó en que nos podían envenenar, aunque no era una posibilidad, ellos querían dinero y muertas no se los íbamos a dar. Ella se sentó en la cama, hasta ahorita no ha dicho nada y yo igual, la verdad no tengo nada que decir. Me senté a la par de ella, ambas mirando hacia la puerta, en verdad a veces las palabras sobran, más en momentos así, donde no encuentras la manera de escapar de este destino.—Me voy a matar. —soltó de pronto, me quede asombrada. —¿Por qué dices eso? —le pregunte atemorizada.—¡No voy a dejar que un viejo asqueroso haga lo que le plazca conmigo!—¿Yo tampoco, pero morir no es opción?—Ya miré que de aquí solamente saldremos muertas, no hay manera de escapar, no quiero terminar en las manos de un degenerado.—Entiendo, no debemos confiar en nadie, ahora tenemos que ver la manera de salir de esta situación. No debemos rendirnos.—Eres ingenua, es que acaso no sabes en donde estamos, este es un prostíbulo, nos venden como al gana
╰⊱♥⊱╮ღ꧁ JULIE ꧂ღ╭⊱♥≺Sé lo que significa, si alguien porta una de esas cadenas, su lema es siempre el honor, no debo perder esta oportunidad, ¡Dios que sea lo que estoy pensando! El amigo de mi papi tiene una de esas, él es un militar y me explico que significa portar una de esas, son hombres de honor, eso quiere decir que este hombre tiene que tener honor, quiero creer que así es, no tengo nada que perder con intentarlo.Le muerdo la mano a la mujer que me lleva hacia la tarima y me suelta de inmediato, cuando le enterré los dientes sin compasión, aprovecho correr hacia él, lo veo caminando entre las sillas, no me detengo. Corro lo más que puedo con el fin de alcanzarlo, me persiguen dos hombres de la seguridad, hago el último esfuerzo logrando llegar hasta él, lo abrazo por detrás sujetándome porque mi vida depende de él. Como si fuera mi salva vida, lo sujete con tanta fuerza que no permitiré que nadie me separe de él.Él me mira inmediatamente, mis ojos están cristalizados, lo miro
╰⊱♥⊱╮ღ꧁ JULIE ꧂ღ╭⊱♥≺Estoy nerviosa, lo miro a él, está muy tranquilo, no sabemos si ellos nos dejaran salir, estoy fuertemente sujeta de su brazo, no me pienso alejar de él, aunque me obliguen, seguiré pegada a él, en momentos así solo Dios con nosotros. Él vuelve a sacar su arma, estamos los dos frente a la puerta esperando que se abra, me mira y me sonríe a modo que me devuelve la confianza, él me sacara de este sitio, en eso la puerta rechino al abrirse, entra la mujer y dos hombres más.—¡Recibimos el dinero, la chica es suya! —dice la vieja de mala gana, dándome una mirada de ira, trato de no verla a los ojos para no provocarla.—Entonces nos podemos retirar, señora.—Desde luego, señor Murray, pueden irse.—Ya veo que trabajan rápido, pudieron saber mi identidad.—Así es, y le aconsejo que no vuelva por aquí, porque la próxima vez no tendrá tanta suerte, recuerde que los buenos samaritanos al final están bajo tierra.—Si me investigo bien, entonces sabe quién soy realmente, así
╰⊱♥⊱╮ღ꧁ JULIE ꧂ღ╭⊱♥≺Miro el cepillo de cabello en la mesita que hay en la habitación, lo agarro y me desenredo mi cabello, que lo tenía hecho un desastre. Me peino hasta desenmarañar mi cabello, que bien se siente estar en paz, me acuesto en la cálida cama, me arropo y miro fijamente el cielo falso, me parece un sueño muy lindo el que estoy viviendo. No me lo puedo creer que estoy fuera de ese infierno, comienzo a llorar al acordarme todo de lo que viví ahí y de las chicas que están atrapadas sin esperanzas.¡Dios ten misericordia! Mil gracias por haberlo puesto en mi camino, nunca me imaginé que saldría viva de ahí, ¡Harold! Que lindo nombre tiene. Mis ojos pesan, cerré mis ojos, el sueño me domino. Ahora puedo dormir con toda tranquilidad.Al día siguiente, estoy debatiendo en salir del dormitorio, la vergüenza me consume, él me vio desnuda, no sé qué le diré, siento que mi rostro arde de timidez, ¡Dios que no se acuerde de nada o mejor aún que no me haya visto bien! Aún llevo pues
Julie se mantiene firme en su decisión, a pesar de la preocupación evidente en la voz de su padre. Sabe que debe saldar su deuda con Harold, el hombre que la rescató de una subasta donde su destino habría sido incierto.—Papá, entiendo tu preocupación, pero necesito que confíes en mí. Harold me salvó de un destino terrible y le debo mucho. No puedo simplemente abandonarlo ahora. —Julie intenta tranquilizar a su padre, Nelson, quien ha estado buscándola incansablemente.Nelson suspira al otro lado de la línea, la preocupación aún presente en su voz. —Julie, solo quiero que estés a salvo. Eres mi hija y no puedo soportar la idea de que algo te pueda pasar.—Lo sé, papá. Y te prometo que estoy a salvo. Harold es un buen hombre. Me cuida. Solo necesito un poco más de tiempo para saldar mi deuda con él. Después de eso, volveré a casa. —Julie responde con determinación.—Está bien, hija. Pero por favor, mantente en contacto. Queremos saber que estás bien. —Nelson finalmente cede, aunque a re
Mi corazón se contrae de dolor al escuchar la preocupación en las voces de mi familia, pero aún no puedo regresar a ellos. Este hombre depende de mí y debo mostrar mi gratitud. Aunque anhelo el calor de mi hogar, sé que mi deber está aquí, por ahora. Mi familia siempre ha estado allí para mí, y sé que estarán esperándome cuando sea el momento de volver.—Lo respetamos, hija, no te preocupes, yo haré entender a tu padre, si necesitas algo solo pídelo, nosotros lo solventaremos.—Gracias, mami, saludes a mis hermanos, los extraños mucho les mando muchos besos.—Ellos ya los recibieron mi amor. Cuídate mucho y no dudes en llamarnos si nos necesitas.—Gracias, mami, los amo muchísimos a todos, siempre los recuerdo, no se preocupen más por mí, estoy muy bien, pronto estaremos juntos.—Cuídate mi amor, — escuché cómo todos se despedían de mí llorando, yo igual no podía detener mis lágrimas, como los echo de menos— Aquí estamos para lo que desees solamente pídelo y te lo daremos y trata de co