Tras las compras, me dirijo a casa. Subo a mi vehículo y, mientras conduzco, medito en cómo le haré para llegar a un acuerdo que el imbécil de mi hermano querrá arrastrarme a su mundo de nuevo, algo que todavía no está en mis planes. Llevo una vida tranquila con mi hijo. Aparco mi auto en la entrada de la casa, bajo las bolsas del asunto, camino hasta la entrada de la casa, al abrir la puerta, escucho a mi hijo gritar, suelto las bolsas dejándolas caer al suelo. No, otra vez, que ella no esté maltratando a mi hijo. Al abrir la puerta, miro a mi hijo sobre la espalda de ella sonriendo y gritando de alegría, había mucho tiempo que no miraba esta escena, ella lo ha logrado, ha hecho sonreír a mi hijo de nuevo.—Mira Joel, es papi, dile que juegue también con nosotros. —la miro que habla despacio sin dejar de ver a mi hijo, él asiente con la cabeza, se me acerca y me toma de la mano, llevándome hacia su centro de juego, me siento con ellos en el suelo, de un momento a otro estamos los tr
*JULIE*Aún no lo puedo creer lo que hizo él, ¿Por qué lo hizo? No estimo que le guste, imposible, apenas nos conocemos, además no juzgo que yo le guste, no supongo haberle dado motivos, me toco mis labios y cada vez que cierro mis ojos ese momento se reproduce en mi memoria, solo fue un pequeño roce, a esto se refería mi prima, de que se sienten cosas cuando un hombre te besa.Me siento en la cama, eso me ha dado mucho en que cavilar, fui muy tonta y torpe, es que me tomo de sorpresa, que iba a saber que me besaría, ¡Dios me beso! Me sudan las manos, hubiera sido mi primer beso si no hubiera sido bien torpe, talvez lo hubiera prolongado un poco más. A la mañana siguiente salgo de la habitación en busca del pequeño, quiero enseñarles el lenguaje a señas, sé que así se le hará más fácil la vida, al llegar a la habitación del niño lo miro a él levantando al pequeño, me quede contemplando esa bonita escena. Me perdí en la escena que mi mente se puso en blanco por milésima de segundos.—
*Recuerdo Relámpago de Harold*Ese día estaba llegando a la celebración que mis padres prepararon para mí, me acababan de ascender a coronel de la fuerza marítima, Leticia fue mi amiga desde la infancia, siempre nos animamos en todo. Ella me contó de su novio que tenía a escondidas, nunca me revelo su nombre y a mí nunca me dio curiosidad de saberlo, yo pase enamorado de ella en silencio.—¡Harold, podemos hablar!—Desde luego, solo déjame saludar unos viejos amigos y seré todo tuyo. —Con ella todo era espontáneo, siempre me dijo que era de espíritu libre— Dime mi preciosa amiga.—Estoy en graves problemas. No sé qué hacer, siento mucho miedo y no a quien contárselo, tú eres el único en quien confió.—¿De qué hablas, me asustas?—Yo cometí un enorme error, el cual muy pronto saldrá a luz, estoy embarazada y el padre de mi hijo ha desaparecido, no sé nada de él.—¿Cómo qué desapareció? ¿El cobarde acaso te dio la espalda?—No, a él lo enviaron a una misión y se perdió comunicación con
Le paso un manojo de hojas, ellas los recibió, acerco la silla más al escritorio quedando de frente a él, su acercamiento es un poco inquietante, él tiene muchas cosas que proponerle, él la observaba con disimulo, la chica realmente le atraía, miro sus labios como ella sé lamia con su rosada lengua, mientras se concentraba en el documento.Era imposible concentrarse con ella allí, él no pasaba de dos hojas cuando ella ya había corregido diez, se pasaba la mano por el rostro, eso sin contar con el deseo que crecí entre su entrepierna. Todo lo que ella hace le provoca una sensación que su amigo está firme y listo para la acción.—Es suficiente. —dijo con un suspiro.— Pero falta bastante, no tengo sueño, si eso te preocupa, podemos terminar por lo menos la mitad.Se puso de pie, abrió la ventana que había en el despacho, tenía que respirar y disimular el deseo que lo atormenta. Tanto tiempo en abstinencia no es bueno para ningún hombre, mientras ella seguía revisando sin darse cuenta de
Al terminar dentro ella, se tiró a un lado atrayéndola y abrazándola, le beso la frente, ella está exhausta igual que él. Está con los ojos cerrados meditando en lo que acaba de hacer, no se arrepiente porque le ha gustado mucho, además las palabras de él han sido reconfortantes.—¿Qué somos ahora? —indago ella, teniendo curiosidad de que diría él.—Eres mi mujer y yo tu marido, nadie me puede separar de ti.—Pensé que dirías que éramos novios.—Creo que nos saltamos esa parte. Pero te trataré como mi novia si así lo deseas, solamente que con derechos. —Harold se ríe al ver la pureza de ella. —Lo que sea, solamente quiero estar contigo.—Yo también…Suspira recostados en el pecho de él, siente que él es el indicado para ella, no estaba en sus planes, sin embargo, las cosas se dieron de esta manera. Ella está muy contenta de tenerle a él en su vida, aunque lo conozca muy poco, sabe que es un buen hombre.Las noches ahora son más placenteras para ellos porque duermen juntos, y cada mañ
Joel sonreía al ver que ambos sonreían, ellos intensificaron su risa al ver al niño reír con ellos, era difícil verlo sonreír. Harold ahora estaba más pendiente de ella, aun para hacerle el amor lo hacía con mucho cuidado, Julie gozaba porque cada vez que ella se quejaba, él se preocupaba y le preguntaba si la había lastimado, pareciera que fuera la primera vez que fuera a ser padre, pero eso no era posible, él ya tiene a Joel. Pensaba ella.Al día siguiente él le dijo a ella que saldría un rato a ver el negocio que tiene del cual está pendiente, Julie se acomodó con Joel en la sala con sus clases del lenguaje a señas. Tenía unas horas de haberse ido Harold, cuando tiraron la puerta a patadas, ella se asustó y por instinto abrazo al pequeño, cuando la empleada salió de la cocina por el escándalo, se asustó con lo que está pasando.—¡Quienes son ustedes! —tres hombres entran con ropas militares y pasamontañas en sus rostros, cuando miraron a Julie se hicieron señas entre ellos y uno de
Al darse cuenta de que su hija estaba en camino, Nelson le comunicó a toda la familia que estaba en la entrada de la casa, esperando ansiosamente su llegada. Al ver aparcarse el vehículo, viéndola bajar junto a Scott y un pequeño, con lágrimas en los ojos, Vicky corrió a abrazarla a su hija, así que estuvieron un momento, llenos de emociones que lograron hallarla, tantos meses lejos de ella.—Por fin estas en casa, mi niña. —le dijo Nelson, mientras le besa la frente.—Bienvenida mi amor, entremos a casa, has de estar cansada.—¿Quién es el niño? —pregunto Nelson con curiosidad, al verlo en brazos de su amigo.—Es el hijo del hombre que me salvo la vida. —no quiso decirles de golpe que ella ya tenía marido, no quería hacer enojar a su padre tan pronto, pero cuando estuvieran más tranquilos les daría la noticia.—¿Por qué lo trajiste contigo, hija?—Él no puede oír mami, no puede comunicarse verbalmente, tuvo un accidente y no podía dejarlo solo, ya que el padre no estaba en el momento
Compraron poca ropa, ya que cada mes estarían aumentando una talla, a modo que no llamara la atención. Julie compró un celular, por el hecho de que estaba pronta para integrarse en la empresa, su madre le dijo que para que su mente esté distraída que ocupara un puesto en la empresa familiar, ella aceptó de todos modos nada hacía con quedarse en la casa. Joel Jr. pasaba entretenido con el pequeño hijo de Andrés, eran cuidados por dos niñeras y una experta en niños especiales, cada día Joel aprendía a comunicarse mejor.Ambas llegan a la casa, llevan las compras a sus habitaciones, Julie lleva de la mano al pequeño Joel para darle un helado, que el niño le pedía a señas, desde que lo probo no deja de comerlos.—Hola, Scott, que te trae por aquí.—Hola, Vicky, lo prometido es deuda, quiero presentarles a mi prometida, ella es mi novia.—Hola, pasen y siéntense, seas bienvenida a nuestro hogar.—Muchas gracias, Joel, me habla mucho de ustedes.—Pero siéntense, quieren algo de tomar. —él e