Julie se mantiene firme en su decisión, a pesar de la preocupación evidente en la voz de su padre. Sabe que debe saldar su deuda con Harold, el hombre que la rescató de una subasta donde su destino habría sido incierto.—Papá, entiendo tu preocupación, pero necesito que confíes en mí. Harold me salvó de un destino terrible y le debo mucho. No puedo simplemente abandonarlo ahora. —Julie intenta tranquilizar a su padre, Nelson, quien ha estado buscándola incansablemente.Nelson suspira al otro lado de la línea, la preocupación aún presente en su voz. —Julie, solo quiero que estés a salvo. Eres mi hija y no puedo soportar la idea de que algo te pueda pasar.—Lo sé, papá. Y te prometo que estoy a salvo. Harold es un buen hombre. Me cuida. Solo necesito un poco más de tiempo para saldar mi deuda con él. Después de eso, volveré a casa. —Julie responde con determinación.—Está bien, hija. Pero por favor, mantente en contacto. Queremos saber que estás bien. —Nelson finalmente cede, aunque a re
Mi corazón se contrae de dolor al escuchar la preocupación en las voces de mi familia, pero aún no puedo regresar a ellos. Este hombre depende de mí y debo mostrar mi gratitud. Aunque anhelo el calor de mi hogar, sé que mi deber está aquí, por ahora. Mi familia siempre ha estado allí para mí, y sé que estarán esperándome cuando sea el momento de volver.—Lo respetamos, hija, no te preocupes, yo haré entender a tu padre, si necesitas algo solo pídelo, nosotros lo solventaremos.—Gracias, mami, saludes a mis hermanos, los extraños mucho les mando muchos besos.—Ellos ya los recibieron mi amor. Cuídate mucho y no dudes en llamarnos si nos necesitas.—Gracias, mami, los amo muchísimos a todos, siempre los recuerdo, no se preocupen más por mí, estoy muy bien, pronto estaremos juntos.—Cuídate mi amor, — escuché cómo todos se despedían de mí llorando, yo igual no podía detener mis lágrimas, como los echo de menos— Aquí estamos para lo que desees solamente pídelo y te lo daremos y trata de co
Tras las compras, me dirijo a casa. Subo a mi vehículo y, mientras conduzco, medito en cómo le haré para llegar a un acuerdo que el imbécil de mi hermano querrá arrastrarme a su mundo de nuevo, algo que todavía no está en mis planes. Llevo una vida tranquila con mi hijo. Aparco mi auto en la entrada de la casa, bajo las bolsas del asunto, camino hasta la entrada de la casa, al abrir la puerta, escucho a mi hijo gritar, suelto las bolsas dejándolas caer al suelo. No, otra vez, que ella no esté maltratando a mi hijo. Al abrir la puerta, miro a mi hijo sobre la espalda de ella sonriendo y gritando de alegría, había mucho tiempo que no miraba esta escena, ella lo ha logrado, ha hecho sonreír a mi hijo de nuevo.—Mira Joel, es papi, dile que juegue también con nosotros. —la miro que habla despacio sin dejar de ver a mi hijo, él asiente con la cabeza, se me acerca y me toma de la mano, llevándome hacia su centro de juego, me siento con ellos en el suelo, de un momento a otro estamos los tr
*JULIE*Aún no lo puedo creer lo que hizo él, ¿Por qué lo hizo? No estimo que le guste, imposible, apenas nos conocemos, además no juzgo que yo le guste, no supongo haberle dado motivos, me toco mis labios y cada vez que cierro mis ojos ese momento se reproduce en mi memoria, solo fue un pequeño roce, a esto se refería mi prima, de que se sienten cosas cuando un hombre te besa.Me siento en la cama, eso me ha dado mucho en que cavilar, fui muy tonta y torpe, es que me tomo de sorpresa, que iba a saber que me besaría, ¡Dios me beso! Me sudan las manos, hubiera sido mi primer beso si no hubiera sido bien torpe, talvez lo hubiera prolongado un poco más. A la mañana siguiente salgo de la habitación en busca del pequeño, quiero enseñarles el lenguaje a señas, sé que así se le hará más fácil la vida, al llegar a la habitación del niño lo miro a él levantando al pequeño, me quede contemplando esa bonita escena. Me perdí en la escena que mi mente se puso en blanco por milésima de segundos.—
*Recuerdo Relámpago de Harold*Ese día estaba llegando a la celebración que mis padres prepararon para mí, me acababan de ascender a coronel de la fuerza marítima, Leticia fue mi amiga desde la infancia, siempre nos animamos en todo. Ella me contó de su novio que tenía a escondidas, nunca me revelo su nombre y a mí nunca me dio curiosidad de saberlo, yo pase enamorado de ella en silencio.—¡Harold, podemos hablar!—Desde luego, solo déjame saludar unos viejos amigos y seré todo tuyo. —Con ella todo era espontáneo, siempre me dijo que era de espíritu libre— Dime mi preciosa amiga.—Estoy en graves problemas. No sé qué hacer, siento mucho miedo y no a quien contárselo, tú eres el único en quien confió.—¿De qué hablas, me asustas?—Yo cometí un enorme error, el cual muy pronto saldrá a luz, estoy embarazada y el padre de mi hijo ha desaparecido, no sé nada de él.—¿Cómo qué desapareció? ¿El cobarde acaso te dio la espalda?—No, a él lo enviaron a una misión y se perdió comunicación con
Le paso un manojo de hojas, ellas los recibió, acerco la silla más al escritorio quedando de frente a él, su acercamiento es un poco inquietante, él tiene muchas cosas que proponerle, él la observaba con disimulo, la chica realmente le atraía, miro sus labios como ella sé lamia con su rosada lengua, mientras se concentraba en el documento.Era imposible concentrarse con ella allí, él no pasaba de dos hojas cuando ella ya había corregido diez, se pasaba la mano por el rostro, eso sin contar con el deseo que crecí entre su entrepierna. Todo lo que ella hace le provoca una sensación que su amigo está firme y listo para la acción.—Es suficiente. —dijo con un suspiro.— Pero falta bastante, no tengo sueño, si eso te preocupa, podemos terminar por lo menos la mitad.Se puso de pie, abrió la ventana que había en el despacho, tenía que respirar y disimular el deseo que lo atormenta. Tanto tiempo en abstinencia no es bueno para ningún hombre, mientras ella seguía revisando sin darse cuenta de
Al terminar dentro ella, se tiró a un lado atrayéndola y abrazándola, le beso la frente, ella está exhausta igual que él. Está con los ojos cerrados meditando en lo que acaba de hacer, no se arrepiente porque le ha gustado mucho, además las palabras de él han sido reconfortantes.—¿Qué somos ahora? —indago ella, teniendo curiosidad de que diría él.—Eres mi mujer y yo tu marido, nadie me puede separar de ti.—Pensé que dirías que éramos novios.—Creo que nos saltamos esa parte. Pero te trataré como mi novia si así lo deseas, solamente que con derechos. —Harold se ríe al ver la pureza de ella. —Lo que sea, solamente quiero estar contigo.—Yo también…Suspira recostados en el pecho de él, siente que él es el indicado para ella, no estaba en sus planes, sin embargo, las cosas se dieron de esta manera. Ella está muy contenta de tenerle a él en su vida, aunque lo conozca muy poco, sabe que es un buen hombre.Las noches ahora son más placenteras para ellos porque duermen juntos, y cada mañ
Joel sonreía al ver que ambos sonreían, ellos intensificaron su risa al ver al niño reír con ellos, era difícil verlo sonreír. Harold ahora estaba más pendiente de ella, aun para hacerle el amor lo hacía con mucho cuidado, Julie gozaba porque cada vez que ella se quejaba, él se preocupaba y le preguntaba si la había lastimado, pareciera que fuera la primera vez que fuera a ser padre, pero eso no era posible, él ya tiene a Joel. Pensaba ella.Al día siguiente él le dijo a ella que saldría un rato a ver el negocio que tiene del cual está pendiente, Julie se acomodó con Joel en la sala con sus clases del lenguaje a señas. Tenía unas horas de haberse ido Harold, cuando tiraron la puerta a patadas, ella se asustó y por instinto abrazo al pequeño, cuando la empleada salió de la cocina por el escándalo, se asustó con lo que está pasando.—¡Quienes son ustedes! —tres hombres entran con ropas militares y pasamontañas en sus rostros, cuando miraron a Julie se hicieron señas entre ellos y uno de