Jane:
Espero poder leer junto a ti estas palabras cuando llegue el momento.
Si no es así, no te sientas mal.
Espero que logres entender que te deje en buenas manos y que estoy segura que cuidaras de todos aquí.
Quiero decirte miles de cosas, contarte miles de planes.
Le pedí a Lolo que realizará una silla para ti, para que en ella trabajes más cómoda, se cuanto te gusta estar en movimiento cuando piensas, el vaivén es una excelente idea.
Quiero escribirle una carta a Eli y a Ian también, papá y mamá también necesitarán una, pero sinceramente no se que escribirles, no quiero despedirme de ellos.
Aunque se que su dolor será grande, el tuyo será peor.
Te enojaras, lloraras y creerás que todo es culpa tuya.
Tu eres la que no me pudo salvar, tu eres la que no pudo encontrar un familiar.
Odias a mamá y a papá porque ellos nos cuidaron, nos protegieron y nos dieron amor.
Deja el enojo atrás Jane, ellos no son los culpables de que me pase esto.
Nadie lo es.
Si leemos esto juntas espero que estemos bien, si no es así, espero que al leer estas palabras en soledad vayas de inmediato con papá y mamá.
Eres una parte de mí.
Se que al irme me llevaré una parte de ti, no quiero hacerlo, pero será inevitable.
Lo que quede aquí tendrá que sobrevivir.
Apoyate en Ian, apoyalo a él.
Asegúrate de que sea feliz.
Ian será un excelente padre.
No permitas que se quede solo.
Estoy llorando mientras escribo esto, la hoja quedará manchada.
Perdoname.
Si me dejaran elegir, elegiría quedarme.
No quiero dejarte a ti, no quiero dejar a Ian, a Eli o a papá y mamá.
No quiero abandonarlos.
Ustedes son mis regalos y quiero disfrutarlos más tiempo.
¿Por qué no me di cuenta antes de que Santa había dejado los regalos debajo del árbol?
¿Por qué tarde tanto en ver cuánto me ama Ian?
Pensarás que tu árbol está vacío, pero no es así.
Santa siempre nos trae regalos, siempre nos trae lo que queremos, lo que necesitamos.
Espero que tu los disfrutes, hazlo por mi.
Porque te prometo que este donde este cuando leas esto, yo voy a estar bien.
Estaré cuidándote siempre.
Y me aseguraré de que me sientas cerca de ti, no importa lo que tenga que hacer, de una u otra manera estaré aquí.
Jamás dejaré de ser parte de ti al igual que tu jamas dejaras de ser parte de mi.
Somos una.
Somos iguales.
Vive feliz Jane.
Encuentra tus regalos y disfrutalos.
Llora todo lo que tengas que llorar, no te hagas la fuerte porque ambas sabemos que no lo eres.
Supera el dolor, transformalo.
Algún día mirarás y te darás cuenta que Santa dejó los regalos debajo del árbol y tú solo debes ir y tomarlos.
Te amo ahora y siempre.
Mi amada igual.
¿Qué te llevó a escribir esta historia? Una pregunta que tiene muchas respuestas. Me gustaría decir que es producto de mi imaginación, que en un mundo fantástico pueden existir este tipo de dolores. Dolores que no son físicos, dolores que se curan con una pastilla o simplemente dolores que se pueden evitar, pero no es así. Perdí muchas personas en mi vida. Gracias a Dios nunca un hermano, pero perdí a la única persona que yo necesito hoy en día en mi vida, porque no he podido encontrar un reemplazo para ella. Mi mamá era mi todo. Amiga, hermana, confidente, esa persona que no necesita palabras, con una sola mirada lograbas más q
*Jane* Grito su nombre una y otra vez. Ella ya no despierta. La sacudo gritando. La desesperación me inunda hasta que logró salir de la pesadilla. Me despierto completamente sudada. Me tiré nuevamente en la cama y abracé la almohada. Mary ya no está y soñar todas las noches con ella me está enloqueciendo. No son sueños bonitos, no escucho su risa, no la oigo tararear esas horribles canciones de comerciales, ella ya no volverá a explicarme porque es mejor comer las distintas frutas en horarios específicos. Tengo pesadillas.<
*Marcus* Esa sensación de hormigueo me siguió hasta que llegamos al piso donde se encontraba la oficina de Jane. En el camino me fue explicando las distintas áreas del complejo, desde el área de recreación de los empleados, hasta el comedor de bajo costo y la guardería. Uno de los más grandes de la ciudad, donde no solo se cuidaba al empleado sino también se cuidaba la ecología, ya que ochenta por ciento de la energía del complejo era creada por energía solar, gracias a un sistema de última generación de paneles solares instalados en los techos del complejo. Por no decir el mayor de ellos y el más importante, Industrias Harrison era una de las empresas más importantes del país, teniendo otros complejos alrededor del país y en otros paises tambien, pero aquí estaba la
*Jane* Eli se encontraba en la cocina del piso. El espacio contaba con todo lo necesario para preparar comida si fuera necesario. Ella estaba con los auriculares y tarareaba una canción. Moleste su visual para que me prestara atención, ya que ni siquiera se dio cuenta que había entrado. La sonrisa que apareció en su rostro no me gustó. —No. Ella no dejó de sonreír. —Jane, él es increíble. Esa sonrisa eran falsas esperanzas. Marcus y yo no tendríamos ese ni ningún tipo de relación que
*Marcus* La reunión con Jane y Eli terminó bastante bien. Avanzamos con algunos puntos. Cuando estuvimos a solas pregunté a Bernard que era esa mirada hacia la hobbit y él solo me dijo que era privado. —¿Privado significa látigos y cadenas? Él se rió y me golpeó la espalda. La pequeña Eli no se veía como ese tipo de mujer, pero Bernard tenía un tercer ojo para identificarlas. Espero que no haya puesto ese ojo sobre mí Jane. ¡Carajo! Descarte ese sentimiento de propiedad sobre ella de inmediato. *Jane* Al abrir los ojos vi la cara de Eli muy de cerca, me aleje de ella y me di cuenta que sonreía. Estaba en una habitación desconocida. Bueno desconocida hasta que desperte por completo y recorde que habia tenido sexo con mi nuevo jefe. Y también había dormido en su cama. Cama que ahora ocupaba, con Eli muy cerca también. Cuando me di cuenta que las posibilidades eran muy altas toqué mi panza. ¿Habían pasado veinticuatro horas? ¿Ya era posible afirmarlo? Me golpeé mentalmente por esa idea. —Quiero ir a casa Eli. Comienzan por pequeñas cosas
*Marcus* Jane comenzó a llorar de forma descontrolada. Ian entró en la habitación y me corrió de su lado. La abrazó pegandola a él. Eso no fue lo peor. El dolor de los gritos me partió el alma. Jamás había tenido esta sensación. No se que me pasó, pero en ese mismo instante en que la vi así me lo prometí. Borraría ese dolor de ella. No importa cuanto me cueste. Empecé a acariciarla y en algún momento Ian me dejó más lugar. Al tomarl
*Eli* Quería abrazar a ese hombre, quería llenarlo de besos y si era posible dublicarlo en masa. —Gracias Marcus. Le di un abrazo que él recibió. —¿Vamos? Bernard me extendió una mano. La tomé y la corriente eléctrica fue instantánea. Me despedí de Marcus y quedamos que nos reuniriamos en la oficina a primera hora. Bernard me guió hasta afuera donde tomamos un taxi. Mi departamento no estaba lejos del hospital. Unos diez minutos después ya estábamos en la entrada.