Memoria intacta

*Marcus*

Cenamos en casa de Jane.

El regalo de Mary era precioso y de verdad estaba bien pensado, combinaba muy bien con la casa de ella.

Bernard me escribió varias veces diciéndome que cuide de Eli.

Algo que me enterneció mucho viniendo de parte de él, ya que mi amigo estaba lejos por culpa mía, así que no me negué a su pedido.

Uno a uno se fueron yendo de la casa hasta que quedamos los dos solos.

Jane estaba sentada en la mecedora, moviéndose con tranquilidad.

De fondo sonaban villancicos.

—¿Quieres ir a la cama?<

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