*Jane*
Apreté la mano de Marcus intentando darle mi apoyo.
Él se puso nervioso por esa pregunta.
—No hay mucho para hablar sobre esos años.
¿Esos años?
Donde Marcus se entregó a las drogas y a las mujeres.
—Necesito una respuesta más concreta.
Él gruñó.
Me encantaba cuando hacía eso.
—Hice un posgrado en comercio internacional y luego de eso me fui del país hace tres años.
—No sabí
*Marcus*Aunque no era el sueño lo que me molestaba realmente no quise hablar más del tema.Es culpa mía que ella se haya despertado.Tendré que encontrar otro horario para hacer ejercicios.En la oficina posiblemente, pediría a Deborah que arregle todo hoy.Dormiría una o dos horas más, así me aseguraría de que Jane descanse correctamente.Cuando salimos de la ducha ella se quedó mirándome mientras me secaba.—¿Quieres que te seque?—Puedo hacerlo sola, Marcus puedo hacer ejercicio, puedo
*Jane*Tendría que tardar unos veinte o veinticinco minutos en llegar a mi casa, en cambio ya íbamos media hora y aún no habíamos hecho la mitad del recorrido.—Esteban, ¿porque estás dando vueltas?El chofer no me prestó atención.—¿Esteban?—Lo siento señorita, tengo órdenes.—¿De Marcus?El asintió.¿Porque Marcus querría que tardará más en llegar a mi casa o aun peor, ni siquiera llegue?Me relaje en
*Marcus*Cenamos en casa de Jane.El regalo de Mary era precioso y de verdad estaba bien pensado, combinaba muy bien con la casa de ella.Bernard me escribió varias veces diciéndome que cuide de Eli.Algo que me enterneció mucho viniendo de parte de él, ya que mi amigo estaba lejos por culpa mía, así que no me negué a su pedido.Uno a uno se fueron yendo de la casa hasta que quedamos los dos solos.Jane estaba sentada en la mecedora, moviéndose con tranquilidad.De fondo sonaban villancicos.—¿Quieres ir a la cama?<
*Jane*La salud de Marcus estaba muy frágil, su corazón estaba siendo afectado por el estrés y las malas noticias.Con treinta y tres años era muy probable que sufriera un ACV o un paro cardiorrespiratorio.El doctor Olivera estaba probando otra medicación para estabilizarlo, mientras tanto estábamos en el hospital esperando que su estado se normalice.Ya habían pasado dos días y se veía mucho mejor.Por suerte no tuvo secuelas del último ataque y se podía mover y actuar con mucha facilidad.No habíamos vuelto a hablar sobre el tema de las firmas.Berna
*Marcus*Volví a casa luego de un largo día de trabajo.Las calles de la ciudad estaban decoradas, todos iban y venían con distintas bolsas de regalo.Estábamos a veintitrés de diciembre.Una fecha muy especial para mi Jane.Ella está en casa con Nicolas, nuestro pequeño guisante, ya tenía cuatro meses de vida y el pequeño todos los días nos sorprendía con una monería nueva.Desde intentos por hablar hasta muecas raras a las distintas personas de la familia.Jane había ido temprano al cementerio, sola. Jane: Espero poder leer junto a ti estas palabras cuando llegue el momento. Si no es así, no te sientas mal. Espero que logres entender que te deje en buenas manos y que estoy segura que cuidaras de todos aquí. Quiero decirte miles de cosas, contarte miles de planes. Le pedí a Lolo que realizará una silla para ti, para que en ella trabajes más cómoda, se cuanto te gusta estar en movimiento cuando piensas, el vaivén es una excelente idea. Quiero escribirle una carta a Eli y a Ian también, papá y mamá también necesitarán una, pero sinceramente no se que escribirles, no quiero despedirme de ellos. Aunque se que su dolor será Carta de Mary
¿Qué te llevó a escribir esta historia? Una pregunta que tiene muchas respuestas. Me gustaría decir que es producto de mi imaginación, que en un mundo fantástico pueden existir este tipo de dolores. Dolores que no son físicos, dolores que se curan con una pastilla o simplemente dolores que se pueden evitar, pero no es así. Perdí muchas personas en mi vida. Gracias a Dios nunca un hermano, pero perdí a la única persona que yo necesito hoy en día en mi vida, porque no he podido encontrar un reemplazo para ella. Mi mamá era mi todo. Amiga, hermana, confidente, esa persona que no necesita palabras, con una sola mirada lograbas más q
*Jane* Grito su nombre una y otra vez. Ella ya no despierta. La sacudo gritando. La desesperación me inunda hasta que logró salir de la pesadilla. Me despierto completamente sudada. Me tiré nuevamente en la cama y abracé la almohada. Mary ya no está y soñar todas las noches con ella me está enloqueciendo. No son sueños bonitos, no escucho su risa, no la oigo tararear esas horribles canciones de comerciales, ella ya no volverá a explicarme porque es mejor comer las distintas frutas en horarios específicos. Tengo pesadillas.<