Hola a todos! Hemos llegado al final. Después de tanto pensar en esta historia, me parece increíble en lo que se ha convertido, y es gracias a ustedes. Gracias por todos sus comentarios, por apoyar a Lisa y a Oliver y por siempre estar aquí pendiente. Les comento que tengo otra historia en camino, que espero que Buenovela me apruebe :) cruzo los dedos de volver a ustedes con novedades pronto. Para + info pueden seguirme como Federica Kika Navarro en re des. Si les gustó pueden compartirla con sus amigos y comentarla, especialmente el inicio de la historia. Espero verlos en las próximas historias y ¡Gracias de nuevo! Los quiero! Kika
—¿Crees que es suficiente? ¿No me pedirán otra cosa… algún otro documento? — pregunto.Mara me mira con resignación. Sabe que me gusta tener todo en orden y que a veces… dudo mucho de las cosas. —Con el acta de matrimonio ya estaríamos listos… y luego esperar ¿Ok? Posiblemente, la parte más difícil— dice ella guardando los documentos en su cartera. Mara es mi mejor amiga y también mi abogada, una muy exitosa. —¿Crees que tengamos una buena oportunidad…. que nos den un bebé, que podamos adoptar? — pregunto. —Tú y James son jóvenes, tienen buenos trabajos, especialmente tú ¡Recién nombrada Directora de cuidados en el Hospital Brown! … así que creo que son candidatos ideales, igualmente mi experto en este tipo de trámites me dará más información en cuanto le entregue esto— dice ella contenta.—Es realmente una gerencia administrativa pero…— comienzo a decir, pero ella me interrumpe mirándome seria, parada con las manos en la cadera. — Escúchame bien Lisa… eres una gran mujer que en
—Ohhh es usted... Señorita... — dice él mirándome con sorpresa. Francamente, tiene que ser el peor día de mi vida. Yo respondo intentando dejar de llorar, pero no puedo. Estoy tan desesperada, y ahora para remate tengo enfrente a la persona que menos me tiene que ver así. —¿Está bien? ¿Está cerca de casa?— me pregunta y yo niego con la cabeza. Ya no sé ni dónde es mi casa — ¿La llevo alguna parte?— dice serio, aun tratándome con frialdad. Pero lamentablemente me doy cuenta de que es mi mejor opción, salir de aquí, así que cómo puedo le indico la dirección de casa de mi amiga Mara. No subimos en su gran camioneta y puedo ver que es muy lujosa, él parece un rey detrás del volante, firme y elegante. Me ve de reojo y estamos en silencio en el auto, me acerco un pañuelo amablemente el cual yo tomo y aprieto entre mis manos. Con todo y mi situación no puedo dejar de pensar que estoy creando una muy mala impresión con él. Cuando me tranquilizo empiezo a hablar.— Doctor Wagner... Lamento
— Lisa... ¿Qué vas a hacer?— me pregunta Mara, colocando su mano en la mía. ¿Qué voy a hacer? Excelente pregunta.—No quiero presionarte, y Dios sabe que prefiero cualquier cosa a que vuelvas con él pero… no es algo a tomarlo a la ligera, además está el tema de... — — Lo sé... la adopción. Se vendría todo abajo, ¿verdad? Años de trámites, justo ahora que estamos por entregar los últimos papeles— digo y se me forma un nudo en el estómago. — No soy abogada experta en este tema, pero si… que estuvieras casada ayudaría muchísimo. Sin contar que tengo fecha para llevar esos papeles. Los podemos llevar sin acta de matrimonio… no es buena opción no presentarnos. El tribunal puede interpretar que no estás interesada, y comenzar de nuevo va a ser más complicado. Sin contar que se perdería años de trámites— dice ella y yo suspiro. —Podría postularme como soltera— —Lo sé pero… sabemos que en pareja hay más probabilidades…— dice ella viéndome triste. —¡Pero yo soy una mujer independiente, nu
El Hospital Brown era relativamente importante. Tenían un buen departamento de cirugía y yo había venido aquí por interés. Era un cirujano importante, pero yo Oliver Wagner quería más. Quería tener mi propio centro de investigación, no solo ser un cirujano famoso. Quería mi nombre en el centro de todo, mi familia estaba plagada de buenos médicos, todo un linaje de doctores importantes y yo quería destacarme por nombre propio. El gran problema es que parte de ese posible éxito residía en las manos de una chica que se ve completamente inexperta. El doctor Hernández había hablado maravillas de ella, pero la realidad es que la notaba insegura, con dudas y ya en dos ocasiones la había encontrado llorando en las esquinas. Yo confiaba en las primeras impresiones y esto no parecía ser un buen presagio. Sin embargo, las cosas cambiaron un poco... al poco tiempo ya notaba que era una mujer bastante inteligente. Su plan de hecho era bastante bueno, aunque no se lo confesé. Era una mujer menud
— ¿Estás completamente desquiciado, verdad? ¿No me digas que otra vez te golpeaste la cabeza andando en ese estúpido barco que tienes? Para ser un médico realmente te gusta hacer actividades que no son nada seguras— me dice Eliot, mi abogado y también mejor amigo. Nuestros padres son amigos de toda la vida y casi nos criamos juntos. Siempre habla de forma atolondrada y generalmente yo soy el hombre serio y confiable, pero ahora mi amigo me ve como si yo hubiese perdido completamente la cabeza. Está caminando en la sala de mi departamento como si tuviera un ataque. — Te hablo muy seriamente y no lo entenderías Eliot. Tengo que casarme si quiero obtener lo que quiero. No es una opción. Literalmente escuché a las personas de las cuales necesito tener desesperadamente su apoyo, decir que soy un hombre frío, insufrible y prácticamente una causa perdida... Y que sin duda su percepción de mí cambiaría si yo estuviera casado con una buena dama— le explico. Eliot tiene un cabello ligerame
— ¡Demonios Mara! ¡Préstame atención!— le decía a mi amiga quién estaba enfurruñada de brazos cruzados frente a mi escritorio. — Aún no puedo creer que te hayas casado— dice ella y créame que lo he escuchado ya unas 50 veces, solo este día. — Di la verdad: odias que no hayas tenido la oportunidad de utilizar el fastuoso vestido que tenías para mi boda— indico ya aburrida. — ¡Era un vestido de diseñador que había comprado hace años específicamente para la ocasión! ¡Y terminé yendo con un vestido prácticamente de cóctel! — insiste ella. No sé para qué se queja, seguramente el ese vestido era mucho más caro que el mío. Honestamente, no fue el evento más memorable del mundo. Una simple firma, fotos, poses, un beso de mentira. — Dale gracias a Dios que te invité...— — ¡No te atreverías! — dice muy ofendida, pero continúa con el regaño— El punto es qué has cometido una locura y solo roguemos que todo salga bien. Ahora cuéntame ¿cómo han ido las cosas aquí en el hospital? ¿Qué
Lisa parecía extremadamente molesta por mis pedidos. No es que ella se viera mal de ningún modo, era una mujer correcta, normal y común, pero yo sabía que era lo que se necesitaba para tener éxito con los Pascals. Así como ella seguramente sabía que había que hacer para lograr la adopción. Ellos era una pareja correcta que se enfocan mucho en la familia, y yo les llevaba a una mujer que era inteligente y que tenía una carrera en el hospital. Lisa Jones no era excesivamente glamorosa ni una modelo, lo cual particularmente encajaba muy bien para ganarme la aprobación de ellos. Cuando me divorciara seguramente ellos tendrían esta lástima de mí y me acogerían aún más. Pues sí, no se sorprendan, todos mis pasos estaban fríamente calculados. Tenía que mejorar mi imagen y ahora esta estaría ligada a ella. Y para mí un contrato, es un contrato, ella lo había firmado y tenía que cumplir, se molestara o no. Tenía que reconocer, al menos para mí mismo, que ella se veía mejor aún en los vest
Me sentía completamente fuera de lugar, vivir con Oliver era como estar con un compañero de cuarto muy dictatorial. Era evidente que me hacía sentir a cada momento que esta era su casa, y que yo de alguna manera estaba importunando, como si hubiese recogido un perrito de la calle que le molesta. No era que yo esperara alguna especie de amabilidad de su parte, pero creía que si vamos a vivir juntos, por sabrá Dios cuánto tiempo, deberíamos al menos intentar llevarnos bien. Pero a él solo le importaba su objetivo y me lo repetía a cada momento. Definitivamente, el dinero no era un problema para él. En la administración del hospital no teníamos los sueldos altos de los médicos, y después de perder a mi abuela y mi enfermedad, pues el dinero no me sobraba montones, tampoco creía necesitarlo. Siempre intentaba ahorrar para darle a mi futuro hijo o hija una vida digna, y tener para vivir yo de forma cómoda, pero sin lujos. Pero al ver el derroche de las cosas que había comprado él... Me