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Un hombre cegado por el amor

Pov Mauro

Siempre me han tachado de distante, serio, incluso hasta las personas piensan que puedo llegar a hacer sentir miedo a los demás.  Puede ser que ese sea mi mecanismo de protección para que nadie vea mi debilidad. Intento aparentar que soy fuerte cuando realmente no lo soy y eso lo descubrió Paola. Siempre había estado prendado de ella, hasta el punto de llegar a sentirme obsesionado, pero, nunca pensé que la mujer que amaba podía llegar a hacerme tanto daño.

La veo quitar su ropa con sexualidad en mis ojos. Paola es hermosa, pero lo que tiene de bella lo tiene de mala, y eso hasta ahora me doy cuenta, o tal vez siempre me di cuenta, es solo que ahora entiendo las consecuencias de sus actos.

Mis ojos se maravillaron al ver su piel desnuda. Me parece hermoso la pequeña cicatriz en su vientre producto del nacimiento de mi hijo Samuel, y de solo recordarlo el dolor de saber que no puedo estar con él por cumplir con los caprichos de Paola me duele en el alma.

Apartó la mirada de Paola con los ojos apunto de llorar. Soy débil, lo sé, pero esto solo me sucede con ella.

—¿Qué pasa Mauro? vine para que me quites el estrés no para que me es más —me dice sentándose a mi lado, completamente desnuda.

—Quiero que nos vayamos Paola, con el niño y seamos felices juntos, seamos una verdadera familia. Mi hijo merece crecer con su padre, además, no quiero hacerle daño a mi hermano. ¡Joder mujer! ¡No entiendes que es mi hermano! —gritó molesto, cansado de ser manipulado por ella.

Los ojos claros de Paola se oscurecen. Agarra mi mejillas y me hace mirarla.

—Lo haremos, nos iremos —un suspiro sale de mi boca producto del aire que he estado conteniendo—, primero quiero la herencia que me corresponde y nos iremos. Bien.

—¡Maldición Paola! entiende que esa herencia es de Emilis, Max no le va a pedir la mitad de la herencia a ella, ¡Máx ama a Emily! —agarro mi cabeza molesto. No entiendo cual es el capricho de ella.

—¡Cállate Mauro! Deja de decir idioteces, además, si no es por la buena será por la mala —veo odio en sus ojos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó con desconcierto.

—Nada mi amor, si me amas debes complacerme —se monta encima de mi. Está completamente desnuda y yo estoy en boxer, acto que me pone duro enseguida. 

—Hazme tuya duro como lo sabes hacer —susurra en mi labios. Si, Paola es un maniática de sexo, le encanta el masoquismo y que la haga chillar de dolor en el  sexo, y yo amo complacerla y ser su un poco domidante con ella.

La jalo fuerte por el cabello lanzándola en la cama y comienzo mi faena con ella. Sus gritos se hacen sonar en toda la habitación cuando mientras la penetró golpeó sus nalgas, y jalo su pelo. Después de unas cuantas horas de pasión, la veo dormir a mi lado cansada y yo logro quedarme dormido a su lado.

Me levanto a los pocos minutos por el sonar insistente de varios mensajes. Busco mi móvil con la mano para apagarlo pero me percató que es el teléfono de Paola.

Con curiosidad abro el mensaje y veo que es un texto de Merlyn, la madre de Paola. Miro a Paola para luego abrir el mensaje. " Ya hice todo, ahora nadie sabrá que fuimos las causante del accidente de Emilis"

Me quedo estático asustado, sin poder creerlo. ¡Paola es una asesina! Intentó matar a su propia hermana. Todo comienza a darme vuelta. Es algo realmente impresionante, primero porque nunca pensé que Paola fuera capaz de hacerle daño a su hermana. No de esta manera.

—¿Qué haces? —pregunta Paola abriendo sus ojos de par en par asustada.

—Te llegó un mensaje de Merly, ¿Ustedes causaron el accidente de Emilis? ¿Tu intentaste matar a tu hermana? —palidece.

—Dame el móvil —lo  arranca de mis manos —la presión en el pecho no me deja respirar. No puedo creer que está sea la madre de mi hijo.

Me levanto apresurado de la cama y comiendo a vestirme. Siento las lágrimas correr por mis ojos. 

—¿Qué haces Mauro? — pregunta desconectada.

—¡Vamos a ir a la policía! —digo con un nudo en la garganta.

—¿A la policía? ¡Estas loco! Yo no haré eso 

—Vas a confesar lo que hiciste, y también le dirás a Maximiliano que Samuel es mi hijo. Por favor Paola, entrégate y di todo lo que has hecho junto con tu madre. Yo te voy a esperar todo el tiempo que sea necesario  —exclamó tomándola por los hombros.

—Jamás me voy a entregar Mauro, ¡tú no puedes hacerme esto!, no puedes traicionarme de esta manera, ¡no puedes! —grita 

—Entiende que lo hago porque te amo, es lo mejor y no me harás cambiar de opinión. Vamos a hablar con Max y luego a la delegación —exclamó tomando las llaves de mi coche y mi  celular.

—No, no lo harás Mauro. 

—Entiende que estás mal de la cabeza paola —la bato por los hombros — ¡Emilis es tu hermana!.

—No, esa perra no es mi hermana. Ella no lleva ni sangre!

—¿De lo que hablas? te volviste loca. —la miró desconcertada.

—No, no lo estoy. Mi madre estaba embarazada cuando se casó con Roy, así que la estúpida de Emilis no es mi hermana.

—Igual, se crió contigo, es tu hermana—respondo mientras comienzo a marcar el número de Max.

—¡¿Qué está haciendo Mauro?! —grita intentando quitar el móvil de mi manos.,n

—Llamando a Max para decirle que voy para allá.

—¡No, dame!— grita pero apenas se da cuenta que él tomó el móvil se queda callada para que Max no la escuche. La miro con odio y camino a la ventana. Las lágrimas no cesan. Puedo sentir mi respiración agitada y el dolor en mi pecho es insoportable.

Termino de hablar con Max, pero apenas me giro para obligar a Paola a caminar a casa de Maximiliano la veo apuntarme con un arma.

—¿Qué haces Paola? Dame eso, te puedes lastimar— le digo nervioso.

—No, eres tú el que saldrás lastimado por querer arruinar mis planes — intenté acercarme pero me apunta en la cabeza.

—Paola mi amor, yo te amo mujer, lo que hago es por tu bien, no estás bien de la cabeza y esto no es obra tuya, es de tu madre..

—Cállate Mauro, no entiendes  que la herencia Jhonson debe ser mía. O de nada valdría todo lo que hizo mi madre, se sacrificó por mí, mató a Roy pensando que me dejaría la mitad y el muy imbécil se lo dejo todo a Emilis. Ahora entiendo, ella es la que debe morir, y es lo que haré por eso no arruinaras mis planes —grita apuntando a mi cabeza—. Lo siento fue grato mientras duró… es lo último que escucho antes de que ella detone el arma en mi cabeza.

"El amor puede ser hermoso pero también peligroso"

Amores! me disculpo por no haber subido capitulo, tenía a mi bebita enferma".

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