Regreso

Han pasado tres años desde que me fui de la mansión; dejando mis sueños y anhelos,para sanar mi corazón, de aquella traición que causó en mí Maximiliano Brown. Aún lo recuerdo cómo si fuera ayer, ha sido muy difícil reponerme de todo el sufrimiento que me causo que me dejara sin previo avisó aquel día plantada, y no solo con eso, dos meses después verlo postear fotos con Paola, mi hermana., Si es que a eso se le puede llamar hermana.

Después de años, hoy regreso a la mansión. Un año después de que me fui con Bri, mi abuelo murió de un infarto. A fin de cuentas me quedé sola, y sin familia. No asistí a su funeral, aunque me dolió en el alma, no estaba lista para volver, hasta el día de hoy, que el abogado de mi familia me contactó para la lectura del testamento.

Bajo del avión, con una gran maleta en mis manos. Espero que mi familia tenga la amabilidad de recogerme. He viajado sola porque Bri estaba terminando que la liquidarán en su trabajo para alcanzarme.

Camino a paso lento, haciendo retumbar mis tacones. Ya no soy la niña estúpida de antes, he sabido ser fuerte y capaz. A fin de cuentas no hay mal que dure cien años, dicen por ahí.

Las personas me miran maravillada, y no los culpo, mi cuerpo está mejor definido, y el diminuto vestido negro que llevo puesto resalta mi figura.

Veo a todos lados dándome cuenta que no hay nadie que espere por mi.

Resoplo con pesadez.

—Era de esperarse — bufo, porque sé que no hay nadie en mi puta familia que quiera mi presencia en los Jhonson.

Terminó por tomar un taxi, y mientras iba en camino escucho mi celular sonar, mediante una llamada de W******p.

—¿Emilis, ya está en el aeropuerto?—pregunta Ángel, el abogado de mi mi familia.

—Voy en camino, no mandaron a buscarme y me ha tocado pedir un taxi — respondo con molestia.

—Lo siento Em, te espero en la mansión — cuelgo el teléfono, para retocar un poco mi maquillaje.

Después de un par de minutos, ya estoy en la mansión.

Suspiró mirando en dirección a ella, para luego bajarme a pasos lentos. Los latidos de mi corazón son tan suaves, los nervios se apoderan de mi a tal magnitud que estoy temblando en esos momentos.

No sé cómo describir las sensaciones que estoy sintiendo. Volveré a verle la cara Maximiliano, después de tanto tiempo¿ Cómo estará? En qué piensas Emilis, Máx, es un asqueroso que odias con todas tus fuerzas. Trato de convencerme a mí misma.

Camino apresurada, arrastrando la maleta. Cuando entró a la sala, veo que todo está vacío, pero puedo escuchar las voces de todos en el jardín.

Mi corazón se contrae en cuanto visualizo, una fotografía de mi abuelo en todo el medio del comedor.

Camino al jardín, después de dejar mi maleta, en una de las habitaciones de abajo.

Mi corazón se acelera al ver a todos reunidos. Puedo ver a Paola abrazada a Max. Está tan guapo, como lo recuerdo, e incluso a un más; lleva una camisa adherida al cuerpo de color azul agua, un pantalón de vestir negro, con un chaleco del mismo color. Su mirada es pesada, arrogante, e intimidante, igual o incluso más de como lo recuerdo.

—Buenos días — saludo, a todos que no se percatan de mi presencia.

Todos voltean a mirarme, e incluso Maximiliano lo hace con una expresión de desagrado en su rostro¿ No entiendo como un hombre que me amó tanto como lo hizo ahora me odia de esta manera?

—Hermanita— Paola se acerca a mí para besar mis mejillas, pero yo la detengo en seco.

—No seas hipócrita Paola — bufo, ella se queda estática. Jamás pensó que sería capaz de rechazarla, y hablarle de esa manera.

Ángel se acerca a mi, y me abraza, encantada le devuelvo el abrazo, para sentarme en unas de las mesas sin siquiera mirar a los demás, ni a Max.

Siento su mirada en mi. Mi corazón late con fuerza en esos momentos.

—Ahora que estamos todos reunidos — habla Angel, con una carpeta en la mano— voy a proceder a leer el testamento.

" En pleno uso de mí facultades, dejo toda mi herencia dividida en dos".

Todos comienzan a murmurar entre ellos, yo estoy con la mirada fija a Angel indicando que prosiga.

—Por favor, déjenme continuar — pide Angel, con el ceño fruncido.

" Al igual que las acciones de la empresa, y todo y cada uno de lo que poseo"

—!La empresa!, ¿y sus empleados?, mi Max trabaja en esa empresa, no sería justo si Emilis es una de esas herederas que lo despida— volteo a mirar con desdén a Paola, y ese momento por accidente mis ojos se cruzan con los de Máximiliano.

*Siempre y cuando, se cumpla con la cláusula que dictare a continuación".

Abro los ojos sorprendida¿ Cláusula? Qué ¿Cláusula?

"Solo, si Emilis, y Máximo Brown se casan, y duran por la fecha de un año, casados, podrán compartir mi herencia, de lo contrario, todas mis acciones y propiedades serán repartidas en beneficencia"

Me quedo perpleja, sin poder creerlo. Escucho a todos murmurar, al igual que siento las miradas de odio de cada uno de ellos.

Sonrió en este momento de satisfacción, es la oportunidad perfecta para vengarme de mi querida hermanita.

—¿ No hay manera de cambiar el ¿testamento ?— preguntó mi querida madrastra Merlyn.

—No, estoy para cumplir con el como era la voluntad del abuelo — explica Ángel y yo río para mis adentró. Querían la herencia de mi abuelo, pues, que la tengan.

—Por mi pueden donar la herencia a la beneficencia — resopló sin importancia, y veo a Max que ha permanecido en silencio hasta ahora, mirándome con odio.

—Sería un año de casados, ¿no es necesario que ellos tengan sexo, verdad?— habla Paola con los dientes apretados.

Juego con mi cabello, sin mirarla. Se que se carcome de la rabia.

—Así es Paola, es un año de matrimonio, dónde el matrimonio debe ser creíble, dormír juntos, salir juntos, fotos juntos, hasta que cumpla la fecha, y luego piden separarse y ambos tomar la mitad de la herencia que le corresponde.

"Nada mal" Pienso.

Escucho como Paola habla con Max , tratando de convencerlo, cuando por fin puedo escuchar la voz de Maximiliano hablar, y eso es para decirme bruscamente con odió.

—¡Me voy a casar contigo por la empresa, pero no voy a tocar tu asqueroso cuerpo me oyes!— me quedo perpleja, al oírlo hablarme de esa manera, sus ojos están rojos, y su semblante frío.

A la mañana siguiente, estaba siendo vestida por una de las sirvientas de la casa para la boda.

Sentía mi corazón contraído, era como si estuviera reviviendo todo de nuevo. Ayer mismo le había contado a Bri, y pegó un grito al cielo, diciéndome que desistiera de esa absurda idea. Pero no puedo dejar que la fortuna de mi abuelo se pierda, ¿ O eso es solo una excusa para cumplir mi sueño de casarme con Max? Porque aunque me cueste reconocerlo lo sigo amando con el alma.

Miró mi silueta con pesadez. Esta vez decidí no casarme de blanco, ni tener una boda ostentosa. Pedí que se hiciera en el jardín de la mansión, con cero invitados. Aunque Ángel me explicó que debía estar la prensa, justo como lo había descrito mi abuelo, además de que debíamos mudarnos juntos a una casa que él ya tenía comprada para ambos.

Un malestar se posa en mi estómago¿ Cómo voy a vivir un año con Max, sin decirle que aún lo amo?

Se que no me merece, y es lo que más me duele. Aunque ya no soy una niña estúpida que se pueda convencer tan fácilmente como antes, debo reconocer que Máx es mi debilidad.

—Esta lista niña — asiento para mirarme en el espejo, y es como si reviviera la misma escena de hace tres años atrás.

Respiro profundo pará tratar de controlar mis lágrimas, y no arruinar el maquillaje.

Tomó fuerza de dónde no tengo, y salgo al jardín, para sentir como la rabia se apodera de mí al ver Maximiliano besándose en mis ojos con Paola, a solo minutos de la boda.

Trato de controlar las lágrimas que amenazan con salir, haciendo que no me afecta que hagan esto delante de mí para luego girarse hasta donde está el juez.

—Máx, por favor, trata de no hacer estás demostraciones con la prensa aquí — escucho decir Ángel a Máx en el oído.

Max bufa, para colocarse a mi lado. Puedo sentir el olor de su perfume, embriagar mi cuerpo en estos momentos, mis manos tiemblan y mi corazón palpita acelerado.

El juez comienza a preguntar el respectivo protocolo. Yo estoy con la mirada al frente nerviosa sin dejar de mirar al juez, porque juro que si volteo caería rendida a los pies de Max.

—Si acepto — lo escucho decir, y en este momento es que logro caer en cuenta de la realidad.

Me estoy cansando con el hombre que amó, el mismo que me humilló de la peor manera hace tres años atrás.

Respiro profundo, sin saber que me depara el destino ahora, cuando escucho al juez dirigirse a mi persona…

—¿Emilis Jhonson, acepta usted por esposo a Maximiliano?, ….— me quedo pensativa, para luego voltear a verlo. Su semblante es tan intimidante, y frío que siento miedo de aceptar, es como si con eso me estuviera condenando a una vida infeliz.

"Solo es un año Emilis, y luego te vas lejos". Pienso.

—Si acepto — respondí sin titubear…

La presa nos comienza a tomar fotografías con agrado, mientras Paola nos mira con odio. Sonrió, para mis adentros, como me gustaría quitárselo, para que sufra la muy bruja. Pero se que eso es imposible, por alguna razón, Max me odia, y yo para él soy una cucaracha.

Después de múltiples fotos, dónde obviamente, tenemos que fingir el amor, que no tenemos. Bueno, si, yo si siento amor por él pero él no lo sabe y no quiere que lo sepa, Ángel se dirige de nuevo a nosotros.

Aquí están los boletos de avión para la luna de miel.

—¡¿Luna de miel?, no dijiste nada de eso Ángel !— se altera mi pequeña hermanita.

Me quedo sorprendida, no puedo creerlo.

—Si, les dije que debía ser creíble, es lo que pidió Michel, y si quieren conservar la empresa, deben hacer todo al pie de la letra..

Resoplo.

Maximiliano, me mira con asco, o odió. No sé descifrar lo que siente por mi.

—No me mires así— por primera vez me dirijo a él— yo no tengo la culpa de esto.— digo molesta.

Se acerca a mi, puedo sentir el olor de su boca.

— Eres el ser más despreciable que conozco, eres una basura— abro los labios de par en par, sin comprender nada— ¿ sabías todos esto verdad?, deber de sentirte bien — Exclama yo niego confundida.

—¡Te he dicho que no se nada de esto Maximiliano!— grito un poco molesta— Si me tienes tanto asco por qué te casaste conmigo.— Siento las palabras más para mí que para él.

"Si sabías que ibas sufrir tanto, ¿por qué cojones te casaste con el?"— aprieto los puños molesta conmigo misma.

—Cálmense, por favor — interviene Ángel— Aunque sea difícil deben hacerlo.

—¿Yo puedo acompañarlos ?— Propone la zorra de mi hermana, con una voz dulce. Hipócrita.

La fulminó con la mirada.

—No puedes Paola, entiende que de ahora en adelante eres la amante de Max, y sus demostraciones serán a escondidas — Paola aprieta los labios con rabia.

Volteo mi mirada para no ver cómo Max la besa y abraza en mis ojos. Las lágrimas querían salir, pero las apretó con fuerza.

—No te preocupes cariño, sólo tengo ojos para tí, y jamás tocaré a esta mujer — los ojos de Max ,se posan en mi figura y lo veo mirarme con asco.

Todo el camino al aeropuerto, estuve mirando a la ventanilla, para no mirar a Máx, a mi lado, que se dispuso a mirar a su móvil sin ni siquiera dignarse a hablarme. Después de tantos años, no ha tenido la osadía de darme una explicación de lo que pasó hace años, y como el amor, que juraba tenerme, se fue a la m****a en cuestión de minutos.

¿ Será posible que Max y Paola estuvieran juntos antes? ¿Será posible que los dos me vieran la cara de estúpida?

Todas esas preguntas rodeaban mi mente, dolorosamente sin ninguna respuesta.

Bajamos del auto,y veo caminar a Max delante de mi sin mirar hacia atrás. Yo llevo sus maletas porque el muy desgraciado no se digno a llevarla.

Cuando estamos en el avión, Max se siente distante a mi.

Mi corazón se contrae de dolor, por ver cómo Max me trata, pero debo aceptar las consecuencias de mis actos, porque a fin de cuentas yo también acepte, una boda con mi ex.

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