Pov Emilis
Sentí como su lengua quería entrar en mi cavidad bucal. Sus manos comenzaron a viajar a mi cintura y juro que en ese momento no sabía si apartarlo o dejarme envolver por su calor, pero, los recuerdos invadieron mi mente dejándome atónita al recordar el dolor.Lo aparte de mí con toda la fuerza del mundo. "Maximiliano me hizo mucho daño" Era lo que repetía mi mente una y otra vez.—¡No vuelvas a besarme maximiliano yo tengo una relación ahora alejate de mi! —vi como sus ojos azules se oscurecieron. Su semblante pasó de alegría a rabia ¿Pero acaso a él le importó cuando me daño hasta el punto de llegar a odiarlo?Camino con el corazón agitado. Podía escuchar los gritos de Bri a mi espalda, pero, en ese momento no podía detenerme, las lágrimas querían amenazar con salir y mi respiración estaba agitada.Entré a mi habitación y me lancé en la cama enterrando mi cara aún mojada en la almohada.—Emilis, ¿quieres hablar? —pregunta Brittany a mi espalda. Se que quería saber si yo tenía intención de tener algo con Leah, porque me dijo que estaba enamorada de él, y yo, me quedé muda sin saber qué responder ..Saque mi rostro empapado, no solo de agua sino de aquel líquido ácido que ha acompañado mis ojos los últimos años de mi vida.—Bri, yo no tengo ninguna relación, no hay nada que yo haga que tú no lo sepas antes. Es solo que Maximiliano, a Maximiliano lo quiero lejos de mi sabes —le dije con molestia.—Aún es tu esposo —la miró con una ceja alzada. —¡Ahora resulta que lo vas a defender Britanny! —dije molesta.—No, no es eso. Maximiliano creyó que lo habías engañado con su hermano¿Que hombre no te deja plantada? Es hora que lo recuperes y no dejes que Paola lo aparte de tu lado —sugirió —No Bri, Maximiliano debía hablar conmigo ese día, no ir creyendo todo…—Te vio en ese vídeo Emilis —Bri acaricia mi cara.—Me hizo mucho daño ¿Sabes lo que sufrí cuando lo ví en las fotos de f******k a los dos meses de dejarme plantada? ¿Sabes lo horrible que fue que me violara, cuando desee que me hiciera el amor? ¿Sabes que te digan en la cara que el hijo que crece en tu vientre no es de él? —agarró mis cabellos frustrada—. No voy a perdonar a Maximiliano, él merece sufrir hasta que se desangre…—Te puedes arrepentir, él también sufre —la miro molesta.—No sé quién es mi amiga ahora Bri—camino hasta el baño y me encierro en él.Mis lágrimas se confunden con el agua. Realmente estoy luchando por ser fuerte, por superar todo esto, pero, solo quiero hacer justicia por mi padre y mi abuelo antes de irme lejos de aquí.Después de bañarme salgo de la habitación. Nunca había tenido en todos los años de amistad con Bri una pelea, y menos por no estar de acuerdo en algo. Nosotros siempre estábamos de acuerdo en las cosas, y cuando no, buscábamos la manera de estarlo. Me siento mal, pero, siento que Bri solo quiere pensar en que yo no acceda a estar con Leah.Me visto rápidamente, porque hoy casualmente vamos a salir con Leah. Nos invitó a las dos a cenar, y no puedo decirle que no, él ha sido un buen apoyo en mi vida todo este tiempo.Termino de vestirme y salgo a de mi hijo y ahí está, con Bri. Ella le habla de una manera que en verdad pareciera que llevará su sangre, por esa razón es que la quiero tanto, ella siempre ha estado para mí.—Bri —la llamó —¿Vas a ir a la cena con Leah? — los ojos de Bri se iluminan.—¿Pensé que estabas molesta conmigo? —me dice tendiendome al bebé en mis brazos.Tomo a Roy que está muerto de risa y comienzo a jugar con él.—No Brii, no estoy molesta, es solo que no quiero que defiendas a Max—hago un puchero y ella ríe.—Prometo no hacerlo, dejaré que todo esto fluya Emilis, yo solo quiero verte feliz —me abraza y yo le devuelvo el abrazo.—Anda vístete, Leah ha enviado muchos mensajes diciendo que ya está en el restaurante, le dije que ya íbamos saliendo.Bri ríe, porque ella ni siquiera se ha vestido.La veo correr hasta su habitación..Brittany nunca se ha enamorado, Bri siempre ha cerrado su corazón al amor, y ahora que está enamorada de Leah me da miedo que nada resulte como ella quiere.Estoy un rato con mi hijo hasta que lo veo dormir para luego salir con Bri al restaurante y dejar al pequeño Roy con la niñera.Voy caminando a la salida con Bri, cuando veo a Merly sentada mientras fuma un cigarillo en la sala de la casa —No me gusta que fumes dentro de casa Merly —le digo molesta. Mi hijo es un bebé que sufre de asma, no debería fumar está idiota aquí. Pienso molesta.—Perdón, señorita Jhonson, no volverá a pasar—responde burlista.Ruedo los ojos molesta y camino hasta mi auto.Ya cuando estamos en el restaurante ambas bajamos del auto. Bri, está nerviosa, pero, se ve exquisita. Mi amiga es una mujer hermosa, con un cuerpo de infarto, mucho más que el mío aunque es de baja estatura.La tomó por la mano y ambas entramos al restaurante. Vemos a Leah mirando el reloj con desesperación y ambas reímos por su manera de ser.—¿Llevas mucho esperando cariño? —lo saludo con un beso en las mejillas y él ríe.—Dijiste que estabas saliendo hace casi una hora Emilis, — dice Leah besando a Bri que lo mira con los ojos de gatos.—Jajaja, Bri tardó más de la cuenta — respondo haciendo un puchero.—Estás hermosa —responde Leah mirándome.Bri carraspea y él rasca su nuca avergonzado.—Ambas lo están—sonrió.Nos sentamos en la mesa y enseguida pedimos algo para cenar. Esta es una de muchas salidas que hemos tenido los tres juntos. Desde que me fui de la casa que compartía con Maximiliano; Bri y Leah fueron mis compañeros en cada una de mis noches y días. Es más, Leah era el que estaba conmigo el día que nació Roy porque ese día mi querida Bri estaba trabajando, por esa razón amo a estas dos personas con todo mi corazón.—Recuerdas el día que tuvimos que llevar a Emilis al hospital pensando que iba a dar a luz y era un ataque de gases y cólicos por comer pizza con yogur —dice Bri recordando cuando tenía ocho meses y tuve un cólico tan fuerte que pensé que iba a dar a luz..—Si, y tú corrías por todo el hospital diciendo que iba a nacer tu sobrino. Movieron medio hospital para que el médico saliera diciendo que Emilis tenía flatulencias.Suelto una reverenda carcajada porque ese día pasé la vergüenza más grande de mi vida, pero, que les puedo decir, primeriza es primeriza.Veo a Leah tensarse y poner su rostro serio a lo que yo me quedo estática.—Emilis, hice está cena para pedirte algo —toma mi mano y yo juro que me voy a morir en este momento.—Leah…—No espera, déjame terminar, llevo mucho tiempo esperando este día. Ahora que sé, que estás decidida a separarte de Maximiliano, quiero pedirte algo. Por esa razón las cite a las dos— mira a Bri que está roja, y con los ojos aguados—. Porque aquí delante de tu mejor amiga quiero pedirte que seas mi novia.Bri se levanta con los ojos empapados y yo no sé qué hacer en este momento.—¡Brittany! —grito pero Leah me detiene.—¿Qué pasa Emilis? —miró a Leah con ganas de matarlo aunque sé que él no tiene la culpa.—¿De verdad no te diste cuenta Leah?—pregunto arrugando la frente—. Britanny está enamorada de ti, es a ella que debiste proponerle una relación no a mi —suelto su mano dejándolo estático y salgo corriendo detrás de Brittany.Camino con desespero detrás de Bri, pero cuando salgo fuera del restaurante ella ya subió al taxi.—¡Britanny por favor espera! —grito intentando que el taxista no arranque pero Brittany le hace señas para que conduzca. Me parte el alma verla llorar como niña, y en estos momentos me siento culpable por no aclarar mis sentimientos ante Leah.Voy hasta mi camioneta para seguirla porque estoy segura que ella no irá a la mansión.—Subo en ella conduciendo rápido detrás del taxista pero, se me pierde entre los autos. Trato de tomar un atajo para adelantar el auto pero cuando intentó frenar para cruzar los frenos no me responden.Siento mi corazón agitado. Mi vida comienza a pasar por mi mente cuando desesperada freno varias veces pero no da.Veo una cerca de estacionamiento público y volteo mi auto hacia ella para no salir a la vía y que sea peor el choque.—¡Ahh! —es lo último que gritó antes de estrellarme.¡Hola mis amores! ¿que piensan ustedes que debe hacer Emilis ahora ?Pov MaximilianoMe había quedado estático cuando ví que Emilis reaccionó de esa manera ante mi besos, no podía creer que para ella yo ahora fuera un completo desconocido que no podía siquiera besarla , cuando aún era su esposo y el hombre que la amaba.—Solo, dale tiempo —me dijo Britanny antes de irse.Fui a mi habitación y me cambié de ropa. Necesitaba salir, me sentía ahogado un dolor de cabeza me comenzó a arropan y la ansiedad de sentí que se iba de mis manos me estaba ahogando.¿Y si Emilis ya no me ama?. Eran las preguntas que rodaban por mi mente en ese momento, y la respuesta era" tu tienes la culpa Maximiliano " y ahí me sentía el hombre más miserable del mundo, el hombre más tomto y desdichado.Después de vestirme salí de la mansión Brown a casa de mis padres. Cuando no sabía que hacer era el único lugar donde podía pensar, el único lugar donde me podrán ayudar a salir del mundo perdido dónde me encontraba.Apenas baje de la camioneta unos gritos en el interior llamaron mi
Una luz blanca me envolvió por completo de pronto pase de la oscuridad a entrar a un mundo de luz. Una voz llamándome me hizo caminar a un lugar escondido entre nubes, cuando llegué me quedé petrificada al ver a Roy, mi padre y a mi madre tomados juntos de la mano.Corrí hasta ellos y me lancé en sus brazos sintiendo que ahí, nada me pasaría. Así lo sentía.—Padre te he extrañado tanto —exclamé—Y yo a ti mi pequeña —ambos me abrazaron.—¿Y el abuelo? —pregunté buscándolo por todos lados.—Él está contigo, y vete, que aún no te queremos aquí —besó mi padre mi frente y enseguida una voz me hizo abrir los ojos de golpe.…Cuando abrí los ojos pude sentir la mano de alguien tocando la mía. El hombre estaba cubierto con ropa quirúrgica y apenas se veían sus ojos. Por un momento me quedé atónica al ver la mirada del abuelo entre sus ojos, pero, no pude preguntar nada porque el dolor de cabeza me hizo cerrar mis ojos de nuevo.No sé cuánto tiempo pasó cuando volví a despertar y no estaba en
Pov Maximiliano Estaba impaciente porque Emilis saliera del despacho, muchas veces tuve la necesidad de ir a verla. La ganas de tomarla,besarla, o simplemente hablar con ella me embriagaban.Me senté en el sofá esperando que estuviera disponible, pero por más que espere ella no salió, así que subí a mi habitación a tomar una ducha fría. El calor que demandaba mi cuerpo parecía que iba a quemarme.Quité mi ropa con desesperación y me sumergí en la bañera. A los pocos minutos que estaba ahí, sentí que alguien entraba con cautela. Una sonrisa se posó en mis labios al pensar que se podía tratar de Emilis, pero, cuando sentí el aroma del perfume de Paola abrí los ojos de par en par.—Relájate —tomó mis hombros para masajearlos.—¿Qué haces aquí? —pregunté molesto, saliendo de la bañera y tomando la toalla.—Vamos Max, soy la mama de tu hijo, no te vendria mal un poco de sexo—acarició mi mano pero se l quite con brusquedad.¡Esta mujer me repugnaba,se acostaba con mi hermano! ¿Cómo no senti
Pov EmilisSentí una opresión en el pecho que no me dejaba respirar. Maximiliano me miraba sorprendido como si lo que estaba preguntando fuera absurdo.—Responde pues ¿Qué haces con este veneno? —pregunté sintiendo que las palpitaciones de mi corazón aumentaban.—Emilis, ese frasco lo encontré…—No me mientas, ahora lo entiendo todo —caminé de un lado a otro —. Tu querías casarte conmigo para heredar mis empresas, desde un principio lo quisiste así, desde un principio este fue tu plan.—¿De qué hablas Emilis? —intento tomarme de los brazos.—¡Tú mataste a mi padre, siempre estuviste en complot con ellas! —grite furiosa.—Emilis, estás loca mi amor, ese frasco estaba en esta habitación —tomó mi rostro que estaba empapado por el dolor y la traición.—No, estaba en tu pantalón Max, me la vas a pagar, te vas a arrepentir de lo que has hecho —grité en su dirección mientras recogía la ropa y me la comencé a poner rápidamente.—Emilis, deja que hablemos, no puedes juzgarme por algo que no est
Salí a la oficina desconcertado. ¡Asesino yo! ¿Cómo podía ella creer que era un vil asesino?, y de Roy. Roy para mi era un gran amigo, cuando él murió Emilis apenas era una jovencita ¿Que pasaba por la cabeza de ella? No entendía una m****a y sentía que cada vez que estábamos a punto de estar juntos todo se torcía ¿Será que no había remedio para nuestra relación? ¿Será que la confianza estaba tan corrompida que Emilis y yo no íbamos a poder ser feliz jamás?Todas esas preguntas rondaban en mi mente, y yo sentía que me ahogaba de solo pensarlo.—Señor, le trajeron este sobre —anunció mi secretaria.Mire el documento con una perfecta caligrafía que decía "urgente" y me pareció conocida, pero, Leah entrando a mi oficina como perro por su casa me distrajo y no permitió que la leyera.—Necesito hablar contigo —lo miré de arriba a abajo como cucaracha. Me molestaba que de la noche a la mañana él estuviera enamorado de mi esposa, y que tuviera el descaro de decirlo en mi cara.—Hubiera sido m
Pov MauroSiempre me han tachado de distante, serio, incluso hasta las personas piensan que puedo llegar a hacer sentir miedo a los demás. Puede ser que ese sea mi mecanismo de protección para que nadie vea mi debilidad. Intento aparentar que soy fuerte cuando realmente no lo soy y eso lo descubrió Paola. Siempre había estado prendado de ella, hasta el punto de llegar a sentirme obsesionado, pero, nunca pensé que la mujer que amaba podía llegar a hacerme tanto daño.La veo quitar su ropa con sexualidad en mis ojos. Paola es hermosa, pero lo que tiene de bella lo tiene de mala, y eso hasta ahora me doy cuenta, o tal vez siempre me di cuenta, es solo que ahora entiendo las consecuencias de sus actos.Mis ojos se maravillaron al ver su piel desnuda. Me parece hermoso la pequeña cicatriz en su vientre producto del nacimiento de mi hijo Samuel, y de solo recordarlo el dolor de saber que no puedo estar con él por cumplir con los caprichos de Paola me duele en el alma.Apartó la mirada de Pa
Pov MaxLas palabras de Btitanny hicieron eco en mi cabeza. No sabía si reír, llorar, o gritar en ese momento..Un fuerte mareo producto del alcohol o tal vez de la noticia me embargó por completo. Bri, tuvo que sostenerme para que no me cayera en ese momento, porque realmente me sentía muy mal.—Buscaré agua —me ayudó a sentarme y caminó hasta la cocina.El pequeño rostro del bebe llegó a mi mente. pensé mientras sonreía.Sentía que mi corazón estaba acelerado. La alegría embargaba mi cuerpo, al igual que una intensa molestia con Emilis—¿Por qué no me lo dijo?¿Por qué Leah fue capaz de decir que mi bebé era de él?¿Que cabía en la mente de estos dos?Pase mis manos por mi cabello dispuesto a levantarme y enfrentar a Emilis, cuando Brittany se acercó a mí con el agua.—Toma esto, estás sudando frío —exclamó.Tomé el agua temblando. Apenas podía moverme.Apenas terminó el contorno del agua, el sonar de mi móvil con insistencia me sobresaltó pensando que era Mauro. pensé toman
¡Me voy a casar contigo por la empresa, pero no voy a volver a tocar tu asqueroso cuerpo! … Me levanto con pesadez de la cama, no sé a qué hora llegué la noche anterior, ni cuánto bebí. La resaca en mi cabeza no me permite recordar nada en lo absoluto. Mi hermana me preparó una despedida de soltera, dónde me hizo beber hasta embriagarme. Me siento en la cama desorbitada, apagando la alarma con pesadez y dirigiendo mi pesado cuerpo a la ducha, porque hoy por fin es mi boda. ¡Oh por dios!, aún no puedo creerlo. Después de dos años de relación por fin me caso con Max, mi Max, el hombre más sexi, guapo y millonario que cualquiera mujer pueda desear, pero por suerte es mío y digo por suerte porque reconozco que no soy el estereotipo de la mujer perfecta para Maximiliano; él es un hombre jodidamente sexi y arrogante, con una figura de infarto y con unos ojos azules que pareciera que estuvieras viendo el mar en ellos. Realmente es el puto dios griego, tanto que parece Henry Calvin, el de