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Espero no estar confundida.

Pov Emilis

Sentí una opresión en el pecho que no me dejaba respirar. Maximiliano me miraba sorprendido como si lo que estaba preguntando fuera absurdo.

—Responde pues ¿Qué haces con este veneno? —pregunté sintiendo que las palpitaciones de mi corazón aumentaban.

—Emilis, ese frasco lo encontré…

—No me mientas, ahora lo entiendo todo —caminé de un lado a otro —. Tu querías casarte conmigo para heredar mis empresas, desde un principio lo quisiste así, desde un principio este fue tu plan.

—¿De qué hablas Emilis? —intento tomarme de los brazos.

—¡Tú mataste a mi padre, siempre estuviste en complot con ellas! —grite furiosa.

—Emilis, estás loca mi amor, ese frasco estaba en esta habitación —tomó mi rostro que estaba empapado por el dolor y la traición.

—No, estaba en tu pantalón Max, me la vas a pagar, te vas a arrepentir de lo que has hecho —grité en su dirección mientras recogía la ropa y me la comencé a poner rápidamente.

—Emilis, deja que hablemos, no puedes juzgarme por algo que no estas segura, deja que te explique por favor Emilis —intentaba a toda costa hacerme entrar en razón, pero sencillamente cuando la confianza se ha perdido es difícil volver a recuperarla.

Camine a pasos rápidos. Maximiliano gritaba detrás de mí muchas palabras, pero yo no podía oirlo, sencillamente estaba dolida. Todos comenzaron a salir de sus habitaciones. Paola y Merlyn parecían reírse de mí. Ellas sabían esto, ellas sabían que Max siempre me utilizó a su conveniencia.

—Emilia yo te amo, jamás te haría daño —dijo antes de cerrar la puerta.

—Yo también creía eso —le dije cerrando la puerta con seguro.

Cuando me giré para aspirar un poco. Britanny estaba en mi habitación con Roy en sus brazos 

—¿Qué pasa? —pregunto desconcertada—. Vine a buscarte en la mañana y no te encontré.

Tomé a Roy en mis brazos para mirarlo a los ojos, ¿Cómo su padre fue tan cruel?  ¿Cómo permití que él fuera el padre de mi hijo?

Abrazo su pequeño cuerpo a mi pecho mientras las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

—Él me engañó, siempre lo hizo Britanny —aspire profundo sentándome en el borde la cama.

—¿De qué hablas Emilis? ¿qué quieres decir con que el te engaño? —pregunto de nuevo.

—Me acosté con Max, tuve la mejor noche de mi vida— sonrió—. Pero cuando me desperté hurgando entre sus cosas encontré un frasco con el veneno que utilizaron  para matar a mi padre—exclamé sintiendo las lágrimas correr por mi mejilla. Britanny llevó las manos a su boca sorprendida.

—Pero Emilis, eso no quiere decir que él haya sido el causante…

—¡¿Y si estuvo en complot con ellos?! ¿Y si siempre estuvo de acuerdo con ellas para apoderarse de mis bienes? ¿Dime Britanny si él estaba de acuerdo con Mauro, con Paola y todo fue su estrategia? —las palabras que salían de mi boca eran como dagas que trasladaban mi piel.

Britanny no respondía nada. Ella estaba ahí, inmovil sin decir una puta palabra, y la razón era que ella no estaba segura de nada tampoco.

—No sé qué decir —exclamó.

—No digas nada, yo… buscaré la manera de averiguar qué pasó, te juro que no se van a salir con la suya —apreté mis puños con molestia.

Le entregué a roy a Bri, y me metí en la ducha. Mientras restregaba mi cuerpo no pude evitar recordar todo lo que había vivido la noche anterior como Max se estremecía antes mis toques.

—Yo siempre pensé que me amabas Maximiliano —susurre limpiando mis lágrimas.

Salí de la mansión Jhonson horas después. Maximiliano no estaba en la mansión, así que pensé que estaba en la oficina. Estaba decidida a hacer pagar a los culpables de la muerte de mi padre, así el culpable fuera el padre de mi hijo.

Tomé un taxi porque no podía conducir. Mi muñeca aún estaba enyesada, además de que no tenía auto. Cuando llegue a la oficina de mi Ángel, me anuncie con la secretaria.

Angel tardó más de la cuenta antes de abrir la puerta de su oficina, además, de que estaba nervioso y su semblante estaba pálido.

—Angel, creo que sé quién es el culpable de la muerte de mi padre, y tengo las pruebas —le dije entregando el frasco.

Angel abrió los ojos de par en par.

—¿Dónde encontraste esto? —pregunto desconcertado.

—En la ropa de Maximiliano, ¿hay una manera de saber si es la misma que se utilizó? —le pregunté con un nudo en la garganta.

—No puedes creer que Max fue el culpable, Emilis Max siempre ha trabajado con tu familia, además de que Michel lo adoraba y tú padre ni se diga —arquee la cejas.

—¿Dime cómo explicas que estaba ahí? —pregunté con la mano en la cintura.

Me senté en la silla ejecutiva de terciopelo que tenía Ángel para sus clientes, y un exquisito olor a un perfume conocido llegó a mis fosas nasales.. No sabía de quién era, pero era, pero  me causo un leve malestar.

—Estabas atendiendo a un cliente antes de que yo llegara? —pregunté curiosa.

Angel rasco su nuca nervioso. Sus pupilas rosas estaban transparentes en ese momento.

—Si.. de hecho se fue unos minutos antes de que llegaras—respiro profundo—. Entonces mandaré a analizar  el frasco, y si es el mismo Maximiliano podría ir preso Emilis.

Tragué grueso.

—Lo sé, no me importa.

—Segura, es el padre tu hijo…—una daga traspasó mi cuerpo.

—También podría ser el asesino de mi padre —respondí segura—. Ah, por favor Angel, ten los papeles del divorcio listo para cuando se cumpla la fecha —exclamé antes de salir.

Salí de aquel edificio con la mirada perdida. Sentía que mi mundo cada vez caía a mis pies, y que todo lo bueno que me pasaba, solo en cuestión de horas volvía a caer al abismo más oscuro que existía.

Una llamada me sacó de mi pensamiento. Tomé el móvil mirando el remitente. Se trataba de Leah, hoy había una junta en la empresa y yo no había asistido. Colgué la llamada sin ánimos de contestar y caminé a tomar un taxi a la mansión.

Cuando llegué a casa, ví a Brittany en la entrada con Roy y la niñera. Me asusté muchísimo, pensando que algo le había pasado a mi bebé.

—¿Qué haces aquí? —pregunté desconcertada.

—Estaba despidiendo a Maximiliano —la miré incrédula—. Emilis Max se fue a su casa, estaba destrozado, vino a buscar sus pertenencias y se fue, Emilis, Maximiliano parecía un niño llorando. Dijo que si tú eras capaz de creer que él era un asesino es porque entre él y tú ya no había nada que los unía..

Tragué grueso sin saber si lo que estaba haciendo era lo correcto o no… solo esperaba que más adelante no me arrepintiera de esto…

Holis! voy a subir tres(3) capitulos en el trascurso del día. Espero sus comentarios para saber que están leyendo, además de que eso me ayuda mucho. Los amo..

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