Ser despreciable.

No entiendo cómo después de estar en una relación con él por dos años, Maximiliano Brown, me trate tan distante, y frío. Trato de recordar algo que me indique que hice mal para merecer esto, pero no logro recordar.

Yo fui dulce, amorosa, y complaciente con él, tal vez es eso la razón de todo. "Fuistes muy tonta Emilis"— me reprendo a mi misma, consciente de que viví para complacer a Máx.

Me quedo observando el techo. Desde que llegamos a España, he estado sola en esta fría habitación, mientras Max sale de fiesta y bebé hasta embriagarse, y cuando regresa, se encierra en la otra habitación sin ni siquiera dirigirme las palabras.

Así, que su pensaste Emilis Jhonson, que con este matrimonio recuperarás al amor de tu vida estabas realmente equivocada. Me habló a mí misma.

Se supone que es una luna de miel ¿no? Donde él la pasa conmigo toda la noche, y hacemos el amor hasta cansarnos.

!Ah,! lo olvidaba, eso es, si fuera diferente,. Si el se fuera casado conmigo por amor y no por este puto contrato.

Agarró mis cabellos con frustración. Aunque no quiero que duela, me duele, me duele en el alma que el hombre que ame, y amó con todo mi corazón haya sido capaz de todo esto. Es que no logro entender, un día antes de aquella boda dónde me dejó plantada me dijo que me amaba.

Estamos en el jardín, de la mansión, antes de salir, con Paola, a la dichosa fiesta de solteras, cuando Max, se acercó a mí antes de marcharse.

—Mañana es nuestra boda Emilis— acaricia mi mejilla.

Lo miró a los ojos con ternura. ¡Joder, es el hombre más hermoso que mis ojos pueden ver.!

—Si...y soy la mujer más feliz del mundo porque seré tu esposa.

—¡Te amo Emilis Johnson, te amo!!— grita mientras me carga y da vueltas conmigo en mis brazos. Yo río feliz.

….

Me levanto de la enorme cama donde he dormido sola todos los días de "la luna de miel" para bajar al bar por un trago, cuando lo veo entrar.

Lleva en su mano una botella, y está totalmente embriagado.

Mi cuerpo se estremece, al verlo con los ojos rojos como el fuego.

—Permiso — intento ignorarlo por completo para seguir mi camino, cuando siento que toma por el brazo fuerte.

—¡Quiero follarte!— lo escucho decir de una manera tan asquerosa, que bufo molesta, ¡además está embriagado!

—Lo siento, pero dijiste que no tocaras mi asqueroso cuerpo— resoplo para continuar, pero e está vez me toma fuerte del cabello.

—!Suéltame !— digo sintiendo su agarre.

—Cállate, eres una zorra, — arrastra las palabras mientras me lanza en la cama.

Estoy asustada en este momento, al verlo lleno de odio, y a la vez un deseo extraño. Está ebrio y siento un profundo miedo por eso.

—Déjame ir — exclamó intentando safarme, pero en vez de eso, recibo una bofetada directo a mi cara.

A la mañana siguiente cuando me levanto, siento mi cuerpo doler, al igual que mi labio roto, miró al lado de mi cama y no esta.

Me siento humillada, deseé tanto volver a estar con Max, que nunca imaginé que fuera de esta manera tan cruel y dolorosa. ¡Me violó! De solo decir la palabra siento ganas de vomitar.

Maquillo mi rostro, para ocultar en un poco el moretón., Para salir, hoy nos vamos de nuevo a la mansión.

Después de horas de viaje, dónde él solo estaba sentado con su móvil como si nada hubiera pasado,llegamos a casa.

Una casa enorme que dejó mi abuelo para ambos.

¿Me pregunto qué estaría pensando el abuelo al dejar la herencia con esa cláusula?

Pienso mientras llevo las maletas adentro.

—Te quiero en la habitación más alejada de la casa, Emilis — me dice con odio, mientras lo veo cambiar su camisa para irse.

—¿A dónde vas?— le preguntó con la mirada gacha.

—¡No es tu problema, pero igual te lo diré, estaré con tu hermana que si es una mujer de verdad, decente, leal, y me ama, es mucho mejor mujer que tu!— expecta con odio.

Lo veo alejarse. Las lágrimas corren por mis ojos.

¿ Por qué te casaste con él Emilis? ¿Por que no dejaste el pasado donde estaba?

Siento mi corazón contraerse de dolor.

Pero ya no aguantaré más humillaciones, ahora que estoy casada con Max, tendrá que respetarme, al menos en mi cara tendrá que darme mi puesto por un año. Además, ahora yo también soy la dueña de los negocios de mi abuelo, y si él quiere que este contrato se cumpla, tiene que seguir mis reglas.

A la mañana siguiente veo a múltiples sirvientes atendiendo la casa.

Camino hasta la mesa, y lo veo en el comedor, le indico a una de las sirvienta que me sirvan un café, con unos huevos revueltos con tostadas, para sentarme en la mesa.

—Come en otro lugar, no te quiero cerca — se dirige a mi dirección, pero no le respondo, y comienzo a comer de mi plato.

—¡No escuchaste!— grita de nuevo.

Lo miró con odió indignada, para levantarme de la mesa, y lanzar todo el contenido de mi café hirviendo en su pecho.

—¡¿Qué te pasa estás loca?!— grita exasperado.

—¡De ahora en adelante, si me gritas te gritó, si me tratas mal también lo haré,¿ No sé por qué me odias Maximiliano Brown? y estás alturas de mi vida ya no me importa, porque eres un ser despreciable y no necesito ni quiero nada de ti, pero tengo los mismos derechos que tú, así que como tal te voy a tratar— lo señaló con el dedo, mientras lanzó todo en su cara.

El mira sorprendido. Siento mis piernas temblar en ese momento, jamás creí que fuera capaz de decirle todo esto a Maximiliano, pero me siento complacida con eso, porque a partir de ahora, no me dejaré pisotear más por él .

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo