Frente a ellos estaba la gran Valeria, que había decidido llegar ese mismo día, luego de pensar en que podía sacarle provecho a la situación, vestía un vestido rojo despampanante y un maquillaje tan perfecto, su piel era distinta a la de Emily, quien era blanca, mientras que Valeria era morena, muy morena, y eso era justamente lo que la hacía destacar en las grandes agencias de modelaje, ni siquiera físicamente se parecían. Emily la miró con la barbilla en alto, mientras ella ya coqueteaba a los ojos de Adrien.
— Hola, querido, puedo pasar — preguntó con su voz sardónica y coqueta
— Me retiro — Masculló Emily, sin dirigir su vista a la de Adrien, Valeria se apartó un poco de la puerta para que pudiera pasar y evitar que ese cuerpo tocara el suyo, fue triste estar cerca de alguien que se suponía que llevaba la misma sangre, y tener que verla como una completa desconocida, antes de que pudiera cruzar, la voz de Adrien la asaltó:
— Emily — Dijo como si tuviera el valor de ignorar a su hermana, a la que nadie se atrevía a dejar pasar sin un halago, pues hasta ese momento ni siquiera le había respondido al saludo
— ¿Sí, jefe? — preguntó ella sin denotar la amistad y confianza que tenían, no quería que Valeria se enterara de que él era todo lo bueno que tenía en la vida, porque sabía que eso provocaría en ella el deseo de arrebatárselo más rápido.
— Necesito que te quedes, para que estés al tanto de este nuevo contrato, y la inclusión de Valeria en nuestra agencia — dijo, tal cual se lo pidió, sin demostrar ningún vínculo entre ellas, disimuló tan bien, y eso le hizo retomar fuerzas, para quedarse en la oficina
— Lo siento, Señor — dijo regresándose rápido — con permiso, Señorita — fingió al pasar al lado de Valeria, pero alcanzó identificar que estaba llena de rabia, porque Adrien le había pedido estar presente en la oficina.
¿Cómo era posible que existiera alguien en el mundo que tomara en cuenta al patito feo, al ser que ella despreciaba? Pero sí, existía, y era el más perfecto de los hombres: Adrien Leroy.
— Por favor, pasa adelante, Valeria — dijo él luego con amabilidad, después que Emily pasó, y entonces se sintió más aliviada que nunca, era como si por primera vez alguien le diera un lugar, le ayudara a demostrarle a esa arpía que no estaba sola, y eso solo logró que sus sentimientos por Adrien acrecentaran, pero se detuvo a pensar en las palabras que había dicho “En algún momento lo entenderás” y la ansiedad se la estaba comiendo ¿Qué era lo que su adorado jefe pretendía con llevar a su peor enemiga al trabajo? ¿Por qué no la había contratado desde antes, desde que la buscó para darle el trabajo a ella? ¿Realmente estaba haciendo eso solo por el bienestar del show o por fastidiarla? ¿Qué razones tenía para haberla contratado a ella antes, y no a Valeria que era una modelo, el concepto principal de la empresa? Se preguntaba mientras el cuerpo le sudaba, Adrien colocó una silla a su lado, para que se sentara y estuviera cerca de él, situados frente a Valeria. Hacía mucho tiempo que no se miraban cara a cara.
Ambas sintieron como si estuvieran en un juego, en una ruleta rusa, mirándose una a la otra, peleando por un puesto, como dos criaturas peleando por un sueño, en silencio, pero esta vez Emily quería llevar las de ganar, esta vez no se mostraría débil ante ella.
— Buenas tardes, Valeria, es un gran placer que estés en mi empresa, y que hayas aceptado ser parte de ella, te presento a mi asistente: Emily, ella es la persona encargada de llevar a cabo de la mejor manera nuestro próximo Show: Tendencia de Marcas, en el que se pretende modelar atuendos exclusivos de las más prestigiosas marcas del país, y es para ello que también te necesito y le he pedido que se comunique contigo — señaló Adrien, con una voz que solo demostraba ironía o sarcasmo, cualquier cosa que no era sinceridad, lo conocía bien como para darse cuenta de que solo estaba intentando envolver a su hermana.
— Mucho gusto — dijo Emily saludando con su mano, sin atreverse a dársela porque sabía que la despreciaría.
— Igualmente, Emily— sonrió ella forzosamente, sin despegar sus ojos del cuerpo de Adrien, con la intención de devorarlo por completo.
— ¿Te gustaría trabajar con nosotros y ser la modelo estrella de nuestro Show? — le preguntó Adrien a lo inmediato, ella se cruzó de piernas y dejó ver toda su piel, por la enorme abertura que tenía el vestido rojo que llevaba, se recostó en el escritorio, mostrando a través de su escote la unión de sus pechos, Emily sintió repulsión y lástima por ella ¿Realmente su hermana firmaba contratos, mostrando su cuerpo? Se preguntó
Adrien inmediatamente le citó todos los puntos, y Emily le explicó cuánto dinero iba a ganar, eso que para ella era lo que más importaba.
— Me parece bien — balbuceó una vez que Emily terminó de leer los acuerdos salariales, Adrien la miró agradecido y ella sonrió, pero se seguía preguntando ¿Qué pretendía su jefe?
— Listo, entonces podemos firmar el contrato — aseguró Adrien, arqueando su ceja, mientras Valeria lo miraba con deseo, se le notaba la lujuria en sus ojos, y las ganas de comérselo ahí mismo. Le pasaron el contrato, ella lo tomó, y sin detenerse a leer lo firmó, ambos abrieron los ojos ante esa acción, y de cierto modo Emily se sintió satisfecha, por saber que en verdad su hermana a pesar de todo, era bruta.
Adrien sonrió cuando vio colocar el lapicero en su escritorio, y ver la firma exacta de la gran Valeria Durand, no pudo evitar cuánta alegría le daba eso, Emily no entendió por qué, jamás había demostrado tanta felicidad cuando contrataba a alguien, pero esta vez era distinto.
— ¡Feliz de que seas parte de mi empresa! — Exclamó Adrien estrechando su mano
— ¡Bienvenida! — exclamó Emily fingiendo la mayor de las alegría
Valeria se miraba también contenta, o agradecida, para ella también era importante trabajar para la mejor agencia de modelaje del país. Sumándole la suerte de que su jefe era un hombre muy guapo.
— Listo, te espero el lunes a las ocho — afirmó Adrien como todo un jefe serio
— Aquí estaré — dijo ella, guiñando un ojo, mientras daba la vuelta, caminó con tanta galantería que pareció gracioso, movía sus glúteos y sus piernas, con mucha facilidad.
Cuando se quedaon a solas, todo volvió a la normalidad — Lo ves, mi pequeña Emily, hoy hemos triunfado — dijo colocando su brazo en el hombro de ella y mirando la puerta que acababa de cerrarse
— Te has vuelto loco, has triunfado tú, no yo — gritó Emily apartando su mano en un arrebato de ira
— Revisa el contrato — le dijo tomando las hojas y pasándoselas, Adrien se sentó en el escritorio para mirarla más de cerca, mientras las manos de Emily temblaban al sostener aquel cúmulo de palabras.
¿Era real lo que tenía frente a ella? ¿En verdad Adrien quería a su hermana solo para él, o mejor dicho, solo para la empresa? Ahora todo parecía volverse más confuso y lleno de misterio.
— Te volviste loco — exclamó dejando caer los papeles en el escritorio, completamente absorta por lo que allí se declaraba.
— No, estoy completamente cuerdo, y eso pronto saldrá en todas las portadas de los periódicos de este país, ya lo verás — dijo complacido
— Adrien, no comprendo — balbuceó completamente abrumada
— Pronto lo sabrás, mi querida Emily, es momento de hacer justicia — alegó, y la palabra justicia resonó tan fuerte que la hizo temblar, eso era lo que ella había querido alcanzar siempre, pero qué tenía que ver su jefe con ello.
— Pero… ¿Hacer justicia por mí? ¿Por lo que me ha hecho? ¿Trayéndola aquí? ¿Teniéndola como tu modelo sin que trabaje para otras empresas? No comprendo — interrogó acercando su cara a la de él, quien se movió solo para abrazarla, y otra vez sintió ese revoloteo en el estómago, esa sensación de alegría y de temor ¿Por qué Adrien quería ayudarla a descubrir lo que su familia ocultaba? ¿Acaso él podría quererla como ella a él, o solo lo estaba haciendo por compromiso, por la amistad que sus padres habían tenido
— Calla — le dijo colocando sus dedos en los labios de ella, pero en ese momento un sonido los interrumpió, se apartó para tomar el móvil, era Estéfano, el abogado y espía, encargado de vigilar a Valeria.
Emily se sintió abrumada por ser interrumpida en cada pequeño momento cercano que lograban tener, miró el reloj, ya eran las cinco, su hora de salida, y Adrien parecía nervioso, ella salió sin decir nada, debía marcharse por respeto y hasta que cerró la puerta tomó la llamada.
— Llámame en unos minutos — contestó rápidamente sin dejar de mirar la espalda de Emily— Emily, espera — dijo Adrien, tras que cortó la llamada, Estéfano entendería y luego se comunicaría con él, después de lo sucedido Adrien estaba sintiendo un deseo enorme de estar cerca de ella, y no se explicaba por qué, era una sensación rara, como si tuviera miedo de que se fuera y se enterara de lo que tramaba, y además no iba a permitir que se fuera así, luego de lo que acababa de pasar. Conocía perfectamente sus intenciones y sabía que no estaba bien actuar así con ella ¿Pero desde cuándo le importaban los sentimientos de una mujer?— ¿Hoy es el día de detenerme o qué pasa? — interrogó ella luego de entrar, no quería que los demás empleados escucharan.— Es solo que la llamada puedo atenderla luego, es mejor que hablemos—¿Hablar qué? Ya te dije que no hay ningún problema, que no tienes por qué preocuparte, que comprendo bien, que es tu empresa — lo interrumpió ella demostrando un poco de se
Esa tarde Estéfano y Adrien dejaron en claro los puntos claves para salvar a Emily, pero a él le sorprendió el interés tan grande que Adrien estaba teniendo respecto a eso. — Oye, Adrien, pero creo que te estás involucrando demasiado — le dijo — Es mi asistente, es una buena chica, excelente trabajadora, es la hija del mejor amigo de mi padre ¿Acaso no puedo hacer algo por ella? — se defendió Adrien un tanto nervioso, él sabía que se estaba involucrando mucho, pero no había pensado a exactitud con qué motivo — Valeria, también es hija del mismo hombre, y ahora será tu trabajadora — — Eso de que sea la hija de Jean-Paul Durand, está en duda — lo interrumpió Adrien — A veces te comprendo y a veces no, Adrien, tienes casi un mes, desde que pensaste en hacer esto, que no me cuentas de ninguna aventura con tus amantes, y en verdad que Valeria es el tipo de mujer que has querido y has tenido siempre, y no entiendo por qué te preocupa exageradamente el bienestar de Emily, y siento que es
— Lo siento, Emely, no quise incomodarte — se disculpó Adrien odiándose por hacerlo— Ya no importa — contestó ella de prisa, y dio la vuelta—¿Te llevo a casa? — preguntó, pues él solía llevarla en ocasiones— No, gracias, tomaré el tren — afirmó con una mezcla de emociones que la estaban atemorizando, ese beso había sido lo mejor y lo peor de su vida— niña malcriada — musitó él con ironía— Mañana tendrás una peor — dijo ella en referencia a su hermana— Mañana, empezará esta guerra por ti — dijo Adrien sin valorar lo que acababa de mencionar. Emely odió su juego de palabras y el no comprender a qué se refería ni qué tramaba, y decidida a no prestarse a su juego, salió de la empresa. Adrien la observó a través de la enorme ventana del edificio.Emely tomó el tren, y eso le ayudó a pensar en las cosas que le estaban sucediendo, Adrien era demasiado especial para ella, pero conocía muy bien su forma de vida como para dejarse llevar por sus instintos de mujer, sabía que el beso había
— Me puedes explicar qué significa lo que han publicado en la prensa — le gritó tras cerrar la puerta— Está en el contrato que firmaste — Dijo él sin demostrar que estaba asustado— No, yo no sabía eso, no puedo renunciar a las otras agencias, pues eso significa una pérdida para mí — le gritó sin despegar sus manos del escritorio— Puedes revisar el contrato ahí está — confirmó él tomando los papeles y colocándolos enfrente— maldición, debiste avisarme. Yo ni siquiera renuncié mis contratos con las otras agencias, ahora cómo pretendes que siga con mi carrera, si me dejas en una encrucijada, no pensé que fueras así y que además lo publicaras en la prensa sin mi permiso — continuó gritando— Pensé que sería un gusto para ti, que fuera público tu inclusión en mi empresa— No, no es que no sea de mi agrado, es solo que ahora se me avecina un problema ¿Entiendes? — lo interrumpió— Mira, Valeria, yo te mostré un contrato, no es mi culpa que no hayas leído esa parte, pero es lo que yo des
Al caer la tarde, Emely fue a despedirse de su jefe, como de costumbre. La lluvia caía suavemente afuera, y el ambiente en la oficina era cálido y acogedor. Adrien estaba concentrado viendo a través de las ventanas, pensando en como este asunto entre Emely y Valeria le estaba consumiendo el tiempo, y no identificó si lo estaba haciendo por puro compromiso a su padre o porque en verdad le interesara demasiado.— Adrien, te entrego el informe de lo realizado hoy. También he contactado a Renata, la diseñadora que me solicitaste. Ha afirmado que vendrá — le dijo Emely, entregándole los documentos. Adrien sonrió, Renata era también su amiga y sabía que sería de gran ayuda para el proyecto.— Muchas gracias, Emely. Eres una pieza clave en este equipo, y tu trabajo es excepcional — elogió Adrien, sintiendo genuina gratitud por su dedicación y profesionalismo, e intentando hacerla sentir bien en medio de lo que él había provocado.Emely se sintió halagada por las palabras de su jefe. A pesar
Para Emely no fue la mejor noche, estaba sumida en sus pensamientos, tratando de ignorar la sensación incómoda que le causaba la cercanía de Adrien y Valeria, sin saber de que Adrien solo intentaba ayudarla.En el camino hacia el restaurante, la tensión en el auto era palpable. Adrien se esforzaba por mantener la conversación en los temas superficiales que Valeria comentaba, pues estaba muy preocupado por cómo manejar la situación con Valeria y obtener respuestas sobre su extraña relación con Emely, y así finalmente resolver ese enigma que su padre le había encomendado.Una vez en el interior del restaurante, Adrien y Valeria se sentaron en una mesa apartada. A pesar de sus intentos de mantener una conversación seria, Valeria seguía insinuando coqueteos y guiños, lo que comenzaba a irritar a Adrien. Finalmente, decidió aprovechar esa actitud para tratar de sacar información de ella.— Valeria, entiendo que quieras discutir sobre la publicación, pero noto que estás siendo bastante... am
Sabía bien que estaba atrapado, que se había metido en un lío por no planear mejor las cosas. Solo pudo dar un largo suspiro, entendía bien lo que significaba que Estéfano maldijera a la prensa.El sonido del teléfono zumbando en su mano le sobresaltó — Contéstame — gritó Estéfano, pero Adrien sintió un peso enorme en el cuerpo y en la conciencia, quiso bajarse ahí mismo, tumbarle la puerta a Valeria y gritarle que era una intrusa en la vida de Emely y que era eso lo que necesitaba investigar de ella, pero se contuvo.— Hablaremos en cuanto llegue a casa, voy a manejar y largarme de aquí antes que esto empeore — gritó ofuscado, acelerando el auto y cortando la llamada.Adrien se tocó la frente con la mano, intentando tranquilizarse. Cerró los ojos y recordó las cámaras en el restaurante, su conversación sobre Emely y la forma en que Valeria lo había acorralado en su apartamento.Se dirigió a su casa, su mente dando vueltas con cada pensamiento sobre cómo enfrentar la situación. Pero a
— Esto es un desastre, Emely. Estoy atrapado en una pesadilla que no veo cómo resolver —Emely mantuvo la mirada fija en él durante unos segundos antes de suspirar y hablar con voz firme.— Adrien, tienes que enfrentar esto rápido. No puedes dejarte vencer por las manipulaciones de la prensa, si no tienes nada que ocultar, entonces lucha por tu reputación y la de la empresa — le dijo con los ojos aguados — Yo confío en ti, pero no en mi hermana, te dije que era de cuidado y la verdad no me extrañaría pensar que ella fue quien contrató a la prensa para crear este alborotoLa expresión de Adrien se suavizó mientras miraba a Emely, ella tenía razón, pero no tenía la fuerza para contarle el porqué había accedido a salir con Valeria y tomar tantos riesgos, sin embargo decidió cambiar el tema, pues lo de dar una declaración pública lo hizo recordar en la advertencia de su madre.— ¿Cómo has logrado mantener a las modelos y a los inversionistas a la espera? — Dijo preocupado sentándose en el