— Llámame en unos minutos — contestó rápidamente sin dejar de mirar la espalda de Emily
— Emily, espera — dijo Adrien, tras que cortó la llamada, Estéfano entendería y luego se comunicaría con él, después de lo sucedido Adrien estaba sintiendo un deseo enorme de estar cerca de ella, y no se explicaba por qué, era una sensación rara, como si tuviera miedo de que se fuera y se enterara de lo que tramaba, y además no iba a permitir que se fuera así, luego de lo que acababa de pasar. Conocía perfectamente sus intenciones y sabía que no estaba bien actuar así con ella ¿Pero desde cuándo le importaban los sentimientos de una mujer?
— ¿Hoy es el día de detenerme o qué pasa? — interrogó ella luego de entrar, no quería que los demás empleados escucharan.
— Es solo que la llamada puedo atenderla luego, es mejor que hablemos
—¿Hablar qué? Ya te dije que no hay ningún problema, que no tienes por qué preocuparte, que comprendo bien, que es tu empresa — lo interrumpió ella demostrando un poco de serenidad
— Sí tengo por qué — definió él en un tono de voz muy aseverativo, sin dejar de mirarla
— ¿Qué? Por lástima, te provoco lástima — dijo sin siquiera pensar la trascendencia de sus palabras
— Emily, eres tan… — dijo Adrien y se quedó en suspenso mientras la tomaba de nuevo por la cintura, adoraba esa cintura y tenerla cerca, él podía tener de ese modo a cualquier mujer pero Emily era distinta, podía percibir su pureza.
A pesar de que Adrien parecía ser un terrible arrogante siempre había admirado en ella la capacidad tan buena que tenía para no ser imprudente, y su forma de expresarse tan sincera y la valentía de enfrentar cualquier acontecimiento, él conocía muy bien que ella se sacrificaba día y noche por su madre y lo horrible que había sido su vida desde la infancia, por la culpa de esa misma señora y de Valeria
—Buena trabajadora — terminó la frase, Emily estaba frente a él, con su falda de cuadros hasta debajo de la rodilla, sus zapatos de tacón grueso, medias, y su blusa de botones completamente cubierta hasta el cuello; Adrien se sentó, ella estaba muy nerviosa, como si verlo le provocara sentimientos encontrados, saber que Valeria trabajaría solo para la empresa no era nada grato, y no entendía por qué Adrien lo estaba haciendo, qué era lo que pretendía y eso le hacía perder la cabeza.
— ¡Ey!– gruñó Adrien al verla en ese estado absorto, no supe si estaba así por tenerlo cerca, por su preocupación, o por pensar en mi hermana.
— Gracias. —Logró decir sin saber por qué le estaba agradeciendo, mis ojos brillaban al ver el rostro de Adrien, pero ahora más que nunca sabía que lo había perdido, que no podía siquiera mirarlo con deseo, pues Valeria ya se había entrometido en su camino, y ella era tan despampanante, carismática y bella que estaba segura de que Adrien caería rendido a sus pies como todos los hombres.
— Bien, como ya has leído, tu hermana se queda con el puesto, y trabajará únicamente para nosotros – aseguró Adrien con una sonrisa maliciosa, lo conocía bien, y sabía que estaba tramando algo, además eso de hacer justicia la tenía con miedo y a la vez con deseos de lograrlo, de finalmente mostrarse fuerte ante ella
— ¿Qué pasará ahora? ¿Qué es lo que pretendes, Adrien? – interrogó, necesitaba que le dijera de una vez por todas qué era lo que iba a hacer, y además, por qué.
— ¿Te diste cuenta? Ha firmado el contrato sin siquiera leerlo — contestó Adrien, ignorando su respuesta, y ella empecé a desesperarse.
— Sí, Adrien, pero qué pretendes, dime de una vez — volvió a interceptarlo
— Tranquila, todo saldrá bien, ya lo entenderás – advirtió.
Adrien estaba acostumbrado a las chicas que se le ponían en bandeja de plata, en sus manos, casi desnudas, como lo había hecho Valeria, pero Emily era distinta, una mujer que apenas se atrevía a mirarlo y con timidez, algo que le atraía horriblemente a los hombres, pero ni siquiera se atrevía a imaginar que él pudiera fijarse en ella, era amable, medrosa, vestía decentemente, era bondadosa y risueña, y eso solo era importante en su puesto, en lo que hacía, no para que él se enamorara.
Inclinó la cabeza y se quedó mirándolo fijamente su pecho, él era más alto que ella, estaba llena de miedo y dolor, repitiéndose una y otra vez que Adrien ahora le pertenecía a Valeria, que ella haría todo por meterse en su cama y que al igual que le había quitado todo en la vida, él no sería la excepción
Adrien suspiró muy fuerte y le levantó el mentón — ¿por qué eres tan distinta a tu hermana? Acaso no las educó la misma madre — refutó mientras tocaba sus mejillas rosadas, ante esa pregunta su corazón tembló de rabia.
— Cada persona tiene comportamientos distintos, la vida nos sitúa frente a caminos distintos que forman nuestra personalidad, Valeria se encontró con situaciones que la llevaron a ser así, yo en cambio encontré unos distintos, unos que me obligan a ser de esta manera en la que solo pretendo encontrar lo bueno y lo justo — contestó resistiéndose a llorar
— Tú eres bondadosa, no te mereces lo que te ha ocurrido, en cambio ella – se detuvo Adrien, apretó sus labios y apartó su mirada
— En cambio ella es hermosa. – le completó la frase
— No, arrogante y manipuladora – dijo finalmente Adrien y dio la vuelta
—No cabe duda que la pobre Valeria está más vacía que yo, pero ahora trabajará solo contigo y no sé qué tantos problemas vaya a traerte eso, ni puedo entender qué tiene que ver eso conmigo, si sabes más bien que teniéndola cerca en cambio de ayudarme me está haciendo sufrir. – le dijo mientras recordaba con tristeza.
Valeria siempre le había querido arruinar la existencia, y hacerle daño de la manera que fuese, desde que cumplió los doce años, su madre y ella la obligaron a cocinar sin importar que se quemara cuantas veces fuese posible, a limpiar la casa, a lavar su ropa, a servirles la comida en la mesa, mientras ambas disfrutaban de un buen descanso.
Estudió en línea su carrera, pues su mamá aseguró que solo podía hacerse cargo de los estudios de Valeria, por lo cual, sin que nadie se enterara, Emily bordaba pañuelos y los vendía cuando ellas no la miraban, también tejía tapetes grandes en la noche cuando ellas dormían y luego los vendía, así había logrado pagar los gastos de la universidad, mientras Valeria estudiaba en una de las mejores agencias del país, nunca comprendió por qué desde niña recibió ese trato, por qué ambas la miraban con desprecio, hasta que finalmente su mamá enfermó y pese a todo el daño que le había causado decidió dedicar su vida a cuidar de ella, debido a que Valeria no quiso ayudar, sino que prefirió irse de la casa, y todo eso Adrien lo sabía bien.
— Sí, pero ahora las cosas serán distintas para ti, Emily — le dijo con tranquilidad, él conocía su plan.
— Pues no vayas a quemarte con fuego, Adrien, Valeria es una mujer muy peligrosa, y si por ella yo tengo que irme, lo haré — le advirtió, cada palabra la dijo en un tono de molestia.
— No, tú no te irás, estoy haciendo todo esto por ti — Dijo sin premeditar en sus palabras
— Entonces explícame de una buena vez que es lo que pretendes hacer —lo interrumpió mientras su celular empezaba a timbrar de nuevo, solo eso logró que se apaciguara, y entendiera que debía callarse y salir definitivamente de ahí, además que Adrien no era tan tolerante como para soportar sus gritos, por mucha confianza que tuvieran, así que a lo inmediato dio la vuelta y salió de la oficina con las mismas confusiones, y la misma preocupación, antes que la detuviera.
— Hola, Estéfano — dijo Adrien en voz baja al contestar la llamada
— ¿Emily logró que llegara Valeria? — preguntó el espía y abogado de la familia Leroy
— Sí, lo logró, y ha estado aquí precisamente hoy, ha firmado el contrato sin siquiera leerlo y eso es un gran avance para nuestro plan — señaló Adrien contento
— ¿Y Emily lo sabe? — preguntó
— No, me llamaste justo a tiempo, casi le confieso todo. Por ahora es mejor que no sepa nada, es demasiado buena como para permitirme intervenir en lo que le oculta su familia, y es mejor decírselo cuando ya reunamos todas las pruebas, por lo pronto tener a Valeria cerca ya es un gran avance. — Dijo Adrien, mientras que en la mente de Emily solo pasaba la idea de que Adrien la estaba traicionado.
Esa tarde Estéfano y Adrien dejaron en claro los puntos claves para salvar a Emily, pero a él le sorprendió el interés tan grande que Adrien estaba teniendo respecto a eso. — Oye, Adrien, pero creo que te estás involucrando demasiado — le dijo — Es mi asistente, es una buena chica, excelente trabajadora, es la hija del mejor amigo de mi padre ¿Acaso no puedo hacer algo por ella? — se defendió Adrien un tanto nervioso, él sabía que se estaba involucrando mucho, pero no había pensado a exactitud con qué motivo — Valeria, también es hija del mismo hombre, y ahora será tu trabajadora — — Eso de que sea la hija de Jean-Paul Durand, está en duda — lo interrumpió Adrien — A veces te comprendo y a veces no, Adrien, tienes casi un mes, desde que pensaste en hacer esto, que no me cuentas de ninguna aventura con tus amantes, y en verdad que Valeria es el tipo de mujer que has querido y has tenido siempre, y no entiendo por qué te preocupa exageradamente el bienestar de Emily, y siento que es
— Lo siento, Emely, no quise incomodarte — se disculpó Adrien odiándose por hacerlo— Ya no importa — contestó ella de prisa, y dio la vuelta—¿Te llevo a casa? — preguntó, pues él solía llevarla en ocasiones— No, gracias, tomaré el tren — afirmó con una mezcla de emociones que la estaban atemorizando, ese beso había sido lo mejor y lo peor de su vida— niña malcriada — musitó él con ironía— Mañana tendrás una peor — dijo ella en referencia a su hermana— Mañana, empezará esta guerra por ti — dijo Adrien sin valorar lo que acababa de mencionar. Emely odió su juego de palabras y el no comprender a qué se refería ni qué tramaba, y decidida a no prestarse a su juego, salió de la empresa. Adrien la observó a través de la enorme ventana del edificio.Emely tomó el tren, y eso le ayudó a pensar en las cosas que le estaban sucediendo, Adrien era demasiado especial para ella, pero conocía muy bien su forma de vida como para dejarse llevar por sus instintos de mujer, sabía que el beso había
— Me puedes explicar qué significa lo que han publicado en la prensa — le gritó tras cerrar la puerta— Está en el contrato que firmaste — Dijo él sin demostrar que estaba asustado— No, yo no sabía eso, no puedo renunciar a las otras agencias, pues eso significa una pérdida para mí — le gritó sin despegar sus manos del escritorio— Puedes revisar el contrato ahí está — confirmó él tomando los papeles y colocándolos enfrente— maldición, debiste avisarme. Yo ni siquiera renuncié mis contratos con las otras agencias, ahora cómo pretendes que siga con mi carrera, si me dejas en una encrucijada, no pensé que fueras así y que además lo publicaras en la prensa sin mi permiso — continuó gritando— Pensé que sería un gusto para ti, que fuera público tu inclusión en mi empresa— No, no es que no sea de mi agrado, es solo que ahora se me avecina un problema ¿Entiendes? — lo interrumpió— Mira, Valeria, yo te mostré un contrato, no es mi culpa que no hayas leído esa parte, pero es lo que yo des
Al caer la tarde, Emely fue a despedirse de su jefe, como de costumbre. La lluvia caía suavemente afuera, y el ambiente en la oficina era cálido y acogedor. Adrien estaba concentrado viendo a través de las ventanas, pensando en como este asunto entre Emely y Valeria le estaba consumiendo el tiempo, y no identificó si lo estaba haciendo por puro compromiso a su padre o porque en verdad le interesara demasiado.— Adrien, te entrego el informe de lo realizado hoy. También he contactado a Renata, la diseñadora que me solicitaste. Ha afirmado que vendrá — le dijo Emely, entregándole los documentos. Adrien sonrió, Renata era también su amiga y sabía que sería de gran ayuda para el proyecto.— Muchas gracias, Emely. Eres una pieza clave en este equipo, y tu trabajo es excepcional — elogió Adrien, sintiendo genuina gratitud por su dedicación y profesionalismo, e intentando hacerla sentir bien en medio de lo que él había provocado.Emely se sintió halagada por las palabras de su jefe. A pesar
Para Emely no fue la mejor noche, estaba sumida en sus pensamientos, tratando de ignorar la sensación incómoda que le causaba la cercanía de Adrien y Valeria, sin saber de que Adrien solo intentaba ayudarla.En el camino hacia el restaurante, la tensión en el auto era palpable. Adrien se esforzaba por mantener la conversación en los temas superficiales que Valeria comentaba, pues estaba muy preocupado por cómo manejar la situación con Valeria y obtener respuestas sobre su extraña relación con Emely, y así finalmente resolver ese enigma que su padre le había encomendado.Una vez en el interior del restaurante, Adrien y Valeria se sentaron en una mesa apartada. A pesar de sus intentos de mantener una conversación seria, Valeria seguía insinuando coqueteos y guiños, lo que comenzaba a irritar a Adrien. Finalmente, decidió aprovechar esa actitud para tratar de sacar información de ella.— Valeria, entiendo que quieras discutir sobre la publicación, pero noto que estás siendo bastante... am
Sabía bien que estaba atrapado, que se había metido en un lío por no planear mejor las cosas. Solo pudo dar un largo suspiro, entendía bien lo que significaba que Estéfano maldijera a la prensa.El sonido del teléfono zumbando en su mano le sobresaltó — Contéstame — gritó Estéfano, pero Adrien sintió un peso enorme en el cuerpo y en la conciencia, quiso bajarse ahí mismo, tumbarle la puerta a Valeria y gritarle que era una intrusa en la vida de Emely y que era eso lo que necesitaba investigar de ella, pero se contuvo.— Hablaremos en cuanto llegue a casa, voy a manejar y largarme de aquí antes que esto empeore — gritó ofuscado, acelerando el auto y cortando la llamada.Adrien se tocó la frente con la mano, intentando tranquilizarse. Cerró los ojos y recordó las cámaras en el restaurante, su conversación sobre Emely y la forma en que Valeria lo había acorralado en su apartamento.Se dirigió a su casa, su mente dando vueltas con cada pensamiento sobre cómo enfrentar la situación. Pero a
— Esto es un desastre, Emely. Estoy atrapado en una pesadilla que no veo cómo resolver —Emely mantuvo la mirada fija en él durante unos segundos antes de suspirar y hablar con voz firme.— Adrien, tienes que enfrentar esto rápido. No puedes dejarte vencer por las manipulaciones de la prensa, si no tienes nada que ocultar, entonces lucha por tu reputación y la de la empresa — le dijo con los ojos aguados — Yo confío en ti, pero no en mi hermana, te dije que era de cuidado y la verdad no me extrañaría pensar que ella fue quien contrató a la prensa para crear este alborotoLa expresión de Adrien se suavizó mientras miraba a Emely, ella tenía razón, pero no tenía la fuerza para contarle el porqué había accedido a salir con Valeria y tomar tantos riesgos, sin embargo decidió cambiar el tema, pues lo de dar una declaración pública lo hizo recordar en la advertencia de su madre.— ¿Cómo has logrado mantener a las modelos y a los inversionistas a la espera? — Dijo preocupado sentándose en el
— Adrien, no, no hagas eso, Valeria es mala, te lo aseguro, no quisiera decirlo, pero lo es — Logró decir Emely entre lágrimas mirándolo como una niñita triste que suplica un deseo— Algún día entenderás que valió la pena el esfuerzo — dijo él sin atreverse a mirarla— Maldición, Adrien, como vas a decirme eso, no más rodeos, sé sincero ¿Te gusta verdad? Todos caen a sus pies, lo sabía desde el principio que la querías en la empresa — gritó dejando ver lo celosa que estaba — Ella siempre ha sido la preferida de todos, ella no tuvo la misma mala suerte que yo, pues vamos anda, si eso es lo que deseas pues hazlo, yo solo quise salvarte de ese demonio — continuó gritando sin demostrar nada de respeto, su dolor era más grande que todo— No deberías siquiera compararte con ella — reprochó Adrien alzando la vista— Ya sé que no tenemos comparación, ella es linda, yo tengo una horrible cicatriz en mi cara — dijo con voz de resignación mientras los gestos de su boca parecían que temblaba— No