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Capítulo 5 - Sospechas

— Llámame en unos minutos — contestó rápidamente sin dejar de mirar la espalda de Emily

— Emily, espera — dijo Adrien, tras que cortó la llamada, Estéfano entendería y luego se comunicaría con él, después de lo sucedido Adrien estaba sintiendo un deseo enorme de estar cerca de ella, y no se explicaba por qué, era una sensación rara, como si tuviera miedo de que se fuera y se enterara de lo que tramaba, y además no iba a permitir que se fuera así, luego de lo que acababa de pasar. Conocía perfectamente sus intenciones y sabía que no estaba bien actuar así con ella ¿Pero desde cuándo le importaban los sentimientos de una mujer?

— ¿Hoy es el día de detenerme o qué pasa? — interrogó ella luego de entrar, no quería que los demás empleados escucharan.

— Es solo que la llamada puedo atenderla luego, es mejor que hablemos

—¿Hablar qué? Ya te dije que no hay ningún problema, que no tienes por qué preocuparte, que comprendo bien, que es tu empresa — lo interrumpió ella demostrando un poco de serenidad

— Sí tengo por qué — definió él en un tono de voz muy aseverativo, sin dejar de mirarla

— ¿Qué? Por lástima, te provoco lástima — dijo sin siquiera pensar la trascendencia de sus palabras

— Emily, eres tan… — dijo Adrien y se quedó en suspenso mientras la tomaba de nuevo por la cintura, adoraba esa cintura y tenerla cerca, él podía tener de ese modo a cualquier mujer pero Emily era distinta, podía percibir su pureza.

A pesar de que Adrien parecía ser un terrible arrogante siempre había admirado en ella la capacidad tan buena que tenía para no ser imprudente, y su forma de expresarse tan sincera y la valentía de enfrentar cualquier acontecimiento, él conocía muy bien que ella se sacrificaba día y noche por su madre y lo horrible que había sido su vida desde la infancia, por la culpa de esa misma señora y de Valeria

—Buena trabajadora — terminó la frase, Emily estaba frente a él, con su falda de cuadros hasta debajo de la rodilla, sus zapatos de tacón grueso, medias, y su blusa de botones completamente cubierta hasta el cuello; Adrien se sentó, ella estaba muy nerviosa, como si verlo le provocara sentimientos encontrados, saber que Valeria trabajaría solo para la empresa no era nada grato, y no entendía por qué Adrien lo estaba haciendo, qué era lo que pretendía y eso le hacía perder la cabeza.

— ¡Ey!– gruñó Adrien al verla en ese estado absorto, no supe si estaba así por tenerlo cerca, por su preocupación, o por pensar en mi hermana.

— Gracias. —Logró decir sin saber por qué le estaba agradeciendo, mis ojos brillaban al ver el rostro de Adrien, pero ahora más que nunca sabía que lo había perdido, que no podía siquiera mirarlo con deseo, pues Valeria ya se había entrometido en su camino, y ella era tan despampanante, carismática y bella que estaba segura de que Adrien caería rendido a sus pies como todos los hombres.

 — Bien, como ya has leído, tu hermana se queda con el puesto, y trabajará únicamente para nosotros – aseguró Adrien con una sonrisa maliciosa, lo conocía bien, y sabía que estaba tramando algo, además eso de hacer justicia la tenía con miedo y a la vez con deseos de lograrlo, de finalmente mostrarse fuerte ante ella

— ¿Qué pasará ahora? ¿Qué es lo que pretendes, Adrien? – interrogó, necesitaba que le dijera de una vez por todas qué era lo que iba a hacer, y además, por qué.

— ¿Te diste cuenta? Ha firmado el contrato sin siquiera leerlo — contestó Adrien, ignorando su respuesta, y ella empecé a desesperarse.

— Sí, Adrien, pero qué pretendes, dime de una vez — volvió a interceptarlo

— Tranquila, todo saldrá bien, ya lo entenderás – advirtió.

Adrien estaba acostumbrado a las chicas que se le ponían en bandeja de plata, en sus manos, casi desnudas, como lo había hecho Valeria, pero Emily era distinta, una mujer que apenas se atrevía a mirarlo y con timidez, algo que le atraía horriblemente a los hombres, pero ni siquiera se atrevía a imaginar que él pudiera fijarse en ella, era amable, medrosa, vestía decentemente, era bondadosa y risueña, y eso solo era importante en su puesto, en lo que hacía, no para que él se enamorara.

Inclinó la cabeza y se quedó mirándolo fijamente su pecho, él era más alto que ella, estaba llena de miedo y dolor, repitiéndose una y otra vez que Adrien ahora le pertenecía a Valeria, que ella haría todo por meterse en su cama y que al igual que le había quitado todo en la vida, él no sería la excepción

Adrien suspiró muy fuerte y le levantó el mentón — ¿por qué eres tan distinta a tu hermana? Acaso no las educó la misma madre — refutó mientras tocaba sus mejillas rosadas, ante esa pregunta su corazón tembló de rabia.

 — Cada persona tiene comportamientos distintos, la vida  nos sitúa frente a caminos distintos que forman nuestra personalidad, Valeria se encontró con situaciones que la llevaron a ser así, yo en cambio encontré unos distintos, unos que me obligan a ser de esta manera en la que solo pretendo encontrar lo bueno y lo justo — contestó resistiéndose a llorar

 — Tú eres bondadosa, no te mereces lo que te ha ocurrido, en cambio ella – se detuvo Adrien, apretó sus labios y apartó su mirada

 — En cambio ella es hermosa. – le completó la frase

— No, arrogante y manipuladora – dijo finalmente Adrien y dio la vuelta

—No cabe duda que la pobre Valeria está más vacía que yo, pero ahora trabajará solo contigo y no sé qué tantos problemas vaya a traerte eso, ni puedo entender qué tiene que ver eso conmigo, si sabes más bien que teniéndola cerca en cambio de ayudarme me está haciendo sufrir. – le dijo mientras recordaba con tristeza.

Valeria siempre le había querido arruinar la existencia, y hacerle daño de la manera que fuese, desde que cumplió los doce años, su madre y ella la obligaron a cocinar sin importar que se quemara cuantas veces fuese posible, a limpiar la casa, a lavar su ropa, a servirles la comida en la mesa, mientras ambas disfrutaban de un buen descanso.

Estudió en línea su carrera, pues su mamá aseguró que solo podía hacerse cargo de los estudios de Valeria, por lo cual, sin que nadie se enterara, Emily bordaba pañuelos y los vendía cuando ellas no la miraban, también tejía tapetes grandes en la noche cuando ellas dormían y luego los vendía, así había logrado pagar los gastos de la universidad, mientras Valeria estudiaba en una de las mejores agencias del país, nunca comprendió por qué desde niña recibió ese trato, por qué ambas la miraban con desprecio, hasta que finalmente su mamá enfermó y pese a todo el daño que le había causado decidió dedicar su vida a cuidar de ella, debido a que Valeria no quiso ayudar, sino que prefirió irse de la casa, y todo eso Adrien lo sabía bien.

— Sí, pero ahora las cosas serán distintas para ti, Emily — le dijo con tranquilidad, él conocía su plan.

— Pues no vayas a quemarte con fuego, Adrien, Valeria es una mujer muy peligrosa, y si por ella yo tengo que irme, lo haré — le advirtió, cada palabra la dijo en un tono de molestia.

— No, tú no te irás, estoy haciendo todo esto por ti — Dijo sin premeditar en sus palabras

— Entonces explícame de una buena vez que es lo que pretendes hacer —lo interrumpió mientras su celular empezaba a timbrar de nuevo, solo eso logró que se apaciguara, y entendiera que debía callarse y salir definitivamente de ahí, además que Adrien no era tan tolerante como para soportar sus gritos, por mucha confianza que tuvieran, así que a lo inmediato dio la vuelta y salió de la oficina con las mismas confusiones, y la misma preocupación, antes que la detuviera.

— Hola, Estéfano — dijo Adrien en voz baja al contestar la llamada

— ¿Emily logró que llegara Valeria? — preguntó el espía y abogado de la familia Leroy

— Sí, lo logró, y ha estado aquí precisamente hoy, ha firmado el contrato sin siquiera leerlo y eso es un gran avance para nuestro plan — señaló Adrien contento

— ¿Y Emily lo sabe? — preguntó

— No, me llamaste justo a tiempo, casi le confieso todo. Por ahora es mejor que no sepa nada, es demasiado buena como para permitirme intervenir en lo que le oculta su familia, y es mejor decírselo cuando ya reunamos todas las pruebas, por lo pronto tener a Valeria cerca ya es un gran avance. — Dijo Adrien, mientras que en la mente de Emily solo pasaba la idea de que Adrien la estaba traicionado.

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