Adrien asintió con tristeza, pero sintiendo mucha esperanza en medio de todo, porque por fin estaban llegando a una salida concreta, después de tanto tiempo. Ahora solo había que actuar antes de que fuera demasiado tarde. Se acercó a Renata y la tomó suavemente del brazo, buscando transmitirle algo de consuelo en medio de la angustia que ambos estaban pasando, pero sobre todo ella que era la madre de Emely y ese dolor no podía ser comparado con nada.— Lo lograremos, Renata. No permitiremos que Silvia se salga con la suya. Debemos mantenernos fuertes por Emely, ella es nuestra prioridad en este momento, solo aprovecharemos la rendición de Valeria, quien ahora nos ha dado la información suficiente para actuar con más pruebas y hacer lo que tanto hemos deseado —dijo Adrien demostrándole confianza a Renata, ya no quería que nadie de su círculo sufriera.Renata aunque estaba angustiada por la salud de Emely, sabía que debían hacer todo lo posible por detener a Silvia y asegurarse de meter
Valeria sintió que el mundo se venía a sus pies, toda la verdad ya estaba revelada y ella ya no tenía adónde huir, por años le había ocultado a las cámaras que tenía una hermana y ahora todo se había revelado, y sabía que pronto se sabría también que ella había estado usurpando un nombre.El peso de la culpa y la preocupación la aplastaban, y cada respiración era un esfuerzo grande, se arrepintió de haberle dicho la verdad a Adrien, nunca pensó que actuaría tan rápido o que tuviera todas las pruebas necesarias ya listas para actuar así. Su mente estaba abrumada por los pensamientos de su madre en la cárcel, enfrentando las consecuencias de sus acciones.Lyon, su confidente en tantos momentos, estaba parado frente a ella con una expresión sombría en el rostro, asustado porque jamás imaginó que su amiga fuera capaz de eso, pues Valeria únicamente le había revelado su vida a Alexandrie, de ahí ante el resto ella no tenía ningún problema—Lamento ser el portador de malas noticias — dijo L
— Adrien, querido, ¡Emely está mejor! Ha salido de cuidados intensivos y ya le quitaron el respirador. Está consciente y hablando, ¡es un milagro! —exclamó Renata con alegría contenida luego de ver que por fin trasladaban a Emely a un cuarto normal, donde podrían acompañarla todo el tiempo y en donde podrían hablar de todo lo que estaba sucediendo, aunque eso también le generaba miedo pues temía su reacción cuando se enterara de quién era ella realmenteAdrien sintió un alivio inmenso al escuchar las palabras de Renata, sonrió con demasiada alegría, era como si todo lo que recientemente había pasado con Valeria y Silvia, se olvidara o ya no existiera, por fin, después de tanto sufrimiento, salía la luz,— Qué alegría más grande, todo llegó a su fin, y esto lo recordaremos solo como una pesadilla, con broche de oro cerramos todo, Renata, pues ya cada quién está en el lugar que le pertenece — respondió Adrien lleno de emoción y se despidió de ella— Estéfano, Ágata, finalmente Emely ha
Por un momento, la ira y la traición lucharon contra el amor y la comprensión en el alma de Emely, no sabía qué hacer ni como actuar, todo le había llegado de sorpresa y eran demasiadas cosas que no lograba procesar. Emely la miró con sorpresa y dolor en sus ojos. La revelación de Renata la dejó sin aliento, pero al mismo tiempo, a pesar de lo que sentía, no podía ignorar el arrepentimiento sincero en sus ojos. Ella no era nadie para juzgarla, después de todo ahora que sabía que Silvia no era su madre ni Valeria su hermana, quizá encontrar a su madre era algo bueno y su corazón noble no le permitía guardar rencor ni odio. — Te perdono, sí te perdono — murmuró con la voz baja, sintiendo que el corazón se le quebraba en mil pedazos. Renata soltó un suspiro de alivio y se volcó hacia ella para abrazarla con fuerza, ambas no pudieron parar de llorar, fue un momento mágico, Adrien las miró sonriendo, por fin las había reunido, por fin Emely no estaría sola, sabía que Renata era una buena
En ese momento Adrien empezó a recibir múltiples llamadas, eran todos los que se habían comprometido a participar en el Show. Miró el calendario y entendió a qué se debía tanto afán, ese era el día que habían estipulado para la presentación, su madre pudo identificar la preocupación que sentía Adrien.— Atiende las llamadas, yo me marcho — dijo para animarlo a trabajar, le importaba demasiado el bienestar de la empresa, y ya intuía que las cosas no estaban bien.— Sí, sí, ya lo haré — aseguró Adrien un poco nervioso, su madre se marchó y cuando se quedó solo miró el teléfono y comenzó a contestar una tras otra las llamadas que llegaban. Al otro lado, las voces furiosas y decepcionadas de los participantes del show llenaban su oído, se sentía totalmente nervioso.— ¡Adrien, qué decepción! ¿Sabes cuánto tiempo y esfuerzo invertimos en prepararnos para este show? Y ni siquiera nos notificaste que no lo harías — gritó uno de ellos— Lo siento mucho, de verdad. Hubo un problema familiar de
Un mes bastó para que Emely después de salir del hospital, se pudiera recuperar totalmente y continuar trabajando con Adrien como su asistente, y poder darle paso al Show que tanto habían estado organizando. Renata y Emely trabajaron incansablemente para que todo saliera de la mejor manera, ambas se encargaron de contratar a otros diseñadores reconocidos en España, y a su vez entre las dos crearon prendas exclusivas que diseñaron y costuraron juntas. Tres días antes del show, solo faltaba el vestido que ocuparían para el cierro del evento. Trabajaban juntas, intentando crear algo que de verdad despertara la curiosidad y fuera innovador. — Madre ¿qué te parece este diseño para el vestido de cierre del desfile? — preguntó Emely mostrando el dibujo que llevaba en la mano, los ojos de Renata se empezaron a aguar, pues era la primera vez que Emely la llamada madre, ambas habían estado viviendo juntas y fortaleciendo sus lazos de familia, pero todavía no lograban llegar a ese punto, fue h
Para Emily ser el patito feo y despreciado de la familia, no era una tarea nada fácil, pero esas mismas circunstancias la habían hecho una mujer de carácter fuerte sin perder la bondad. Tenía un solo amigo: Adrien Lorey, su jefe, era el tipo de hombre que le había brindado un poco de tranquilidad y seguridad, por ser el hijo del mejor amigo de su padre, los dos fallecidos y por ese vínculo especial, él la había contratado como su asistente en la empresa de mayor prestigio de París NEW MADISON, al menos esa era la razón que ella creía para estar ahí. Una mañana como tantas, apareció en su oficina, pero con un aire sigiloso y con ese hipnotizador perfume que le provocaba tantas emociones, y a la vez le revolvía el estómago, con su traje de marca y sus zapatos impecables, en cambio, ella llevaba la ropa más ridícula que tenía, porque debido a tanto trabajo que él le daba, ni siquiera había podido lavar los uniformes que debía usar.— Justamente hoy, hoy que espero que me traigas a l
Se recostó en la mesa pensando en esa situación que sucedía diario, ese tenerlo cerca y a la vez lejos, como si solo la insultara con esas mínimas caricias, aunque ella estaba clara de su posición ante él, eran amigos y era su jefe, no había más. No existía otra forma para solucionarlo, el show era tan solo en unas semanas, y una modelo inexperta no podría hacer bien ese trabajo, pero en cambio Valeria, su hermana, ella sí podría, y a pesar de sus diferencias, debía aceptar que era la más indicada para el puesto. El problema ahora, se complicaba más, pues no sabía siquiera cómo hablarle, hacía mucho tiempo que no se comunicaban. Cogió el teléfono de la empresa, y marcó, conocía su número, sin embargo, desconocía en su totalidad el amor de hermanas. Dio un largo suspiro, mientras escuchaba el sonido de espera, cerró los ojos, y al no obtener respuesta inmediata, colgó. — No, no puedo llamarla, debo buscar una opción, alguien que se parezca a ella, no quiero rendirme tan fácil — se