Inicio / Romántica / Un pacto por amor / Capítulo 9 - Un encuentro inesperado
Capítulo 9 - Un encuentro inesperado

Al caer la tarde, Emely fue a despedirse de su jefe, como de costumbre. La lluvia caía suavemente afuera, y el ambiente en la oficina era cálido y acogedor. Adrien estaba concentrado viendo a través de las ventanas, pensando en como este asunto entre Emely y Valeria le estaba consumiendo el tiempo, y no identificó si lo estaba haciendo por puro compromiso a su padre o porque en verdad le interesara demasiado.

— Adrien, te entrego el informe de lo realizado hoy. También he contactado a Renata, la diseñadora que me solicitaste. Ha afirmado que vendrá — le dijo Emely, entregándole los documentos. Adrien sonrió, Renata era también su amiga y sabía que sería de gran ayuda para el proyecto.

— Muchas gracias, Emely. Eres una pieza clave en este equipo, y tu trabajo es excepcional — elogió Adrien, sintiendo genuina gratitud por su dedicación y profesionalismo, e intentando hacerla sentir bien en medio de lo que él había provocado.

Emely se sintió halagada por las palabras de su jefe. A pesar de los sentimientos complicados que había entre ellos, valoraba su relación laboral y estaba decidida a mantenerla.

— sabes que para mí siempre ha sido un placer trabajar contigo, Adrien. Y te agradezco por darme la oportunidad de ser parte de este proyecto — respondió Emely con sinceridad.

Adrien la miró con gratitud y algo más en sus ojos. Era evidente que había una conexión especial entre ellos, pero también era claro que Adrien estaba siendo cuidadoso, como si temiera romper una barrera invisible.

— Escucha, Emely, sobre lo que pasó ... — comenzó a decir Adrien, que tampoco paraba de recordar el beso, pero ella lo interrumpió.

— Adrien, está bien. Lo entiendo. Quiero que sepas que, aunque haya sido un momento confuso, valoro mucho nuestra amistad y nuestra relación profesional. No quiero que eso se vea afectado — dijo Emely con determinación.

Adrien asintió, agradecido por su comprensión. Era consciente de que había sido un error, pero también sabía que tenía sentimientos profundos por Emely, definitivamente ya no había forma de negarse a ello.

— Eres una mujer increíble, Emely y aprecio mucho nuestra amistad. No quiero perderte por un malentendido — admitió Adrien con sinceridad.

Emely sonrió suavemente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. Aunque quería mantener las cosas profesionales, no podía evitar sentir una conexión especial con Adrien.

— Yo tampoco quiero perderte, Adrien. Eres un gran amigo y un excelente jefe. Prometo dejar el pasado atrás y seguir adelante, y omitir que mi hermana esté aquí según tus propósitos raros — respondió Emely, decidida a seguir adelante y a no permitir que eso afectara su relación con Adrien.

Adrien se sintió aliviado y agradecido por la actitud de Emely. Sabía que no podía ocultar sus sentimientos por mucho tiempo, pero estaba dispuesto a respetar su decisión y a seguir adelante como amigos y colegas mientras llevaba a cabo lo que estaba tramando.

— Gracias, Emely. Significa mucho para mí, si gustas te llevo a casa, está lloviendo y no creo que ir en tren sea buena idea — dijo Adrien, sintiendo un nudo en la garganta.

Emely asintió y se preparó para irse. Antes de salir de la oficina, se detuvo y miró a Adrien con cariño.

— gracias por ofrecerme llevarme a casa, aprecio el gesto — dijo Emely, con una sonrisa cálida.

Adrien asintió y se levantó para acompañarla. Ambos salieron de la oficina juntos, Emely se subió al auto, y de nuevo sintió esa paz que él le daba y que desde la llegada de Valeria se había visto obstruida. Ella estaba muy cansada, y fingió dormirse, pues no quería hablar más de lo sucedido, ni volver a preguntar sobre los motivos para que Valeria fuera contratada de ese modo. Adrien por su parte, solo la observaba sigiloso, dándose cuenta una vez más de lo importante que ella era para él. Finalmente llegaron a casa

— Hemos llegado, despierta — dijo él tocándole el hombro, pero ella solo había estado fingiendo, así que abrió los ojos rápidamente, y miró por un momento a través del vidrio de la ventada del auto.

— Gracias, Adrien

— Toma, ponte mi abrigo, pues la lluvia está muy fuerte — repuso él, colocándoselo antes que ella saliera del auto.

Ella no le respondió nada, solo se lo acomodó antes de bajar, se sintió agradecida porque Adrien le abriera la puerta del auto, pero le sorprendió  ver que a lo inmediato se encendiera la luz de afuera y abrieran la puerta.

 — Hasta que te dignas a llegar – escuchó la voz de Valeria que al mirarla junto a Adrien se quedó atónita

Los tres se quedaron de pie, detenidos como si no pudieran dar un paso más, Emely pensó en una mentira, mientras que Adrien no fue capaz de pensar en absolutamente nada, solo sintió la mirada de Valeria fulminándolos, no se esperaba que estuviera ahí, además porque hoy tenían una cita pendiente, y él no quería que Emely se diera cuenta de eso.

 — Qué haces aquí, Adrien — preguntó con la voz cortada, no entendía por qué estaba llegando a esa hora precisamente con su hermana si se suponía que en un momento iban a encontrarse en el restaurante.

Adrien miró a Emely, sobre todo cuando miró que Valeria dio el primer paso para acercarse a ellos. La vio temblando de miedo, era increíble cuanto temor le infundía.

— Porque Adrien quería verte, le dije que conocía tu apartamento, pasamos y no te encontramos, así que me trajo a casa por haberlo ayudado, no me imaginé que podías estar aquí — mintió Emely para no crear un problema. Valeria la observó con arrogancia

— No finjas, Adrien sabe muy bien que somos hermanas, en la empresa puedes actuar como si no me conocieras, pero ahora no te hagas, con eso de que le ayudaste — repuso Valeria en un tono de voz fastidioso, Adrien no estaba tolerando esa actitud pero no le quedaba de otra.

— Gracias, querido por buscarme, todavía queda tiempo para nuestra cita, pero ya que nos encontramos, podríamos irnos juntos ahora — dijo con voz seductora dirigiéndose a Adrien. Escuchar eso para Emely fue fulminante, Adrien fingió serenidad, y se maldijo por no haberse defendido ante Valeria de otro modo, por no haber dicho que él quiso llevar a Emely a casa.

Tras que ella miró el cambio de gestos en su cara, le pasó el abrigo, quien lo tomó  sin decir nada y  caminó rápidamente para meterse a la casa, iban a reunirse esa misma noche, y ahora le quedaba más claro que Valeria se acercaría a Adrien y ya tenía demasiado roto el corazón como para observar ese encuentro, encendió la luz del cuarto para mirar a su madre, quien se veía contenta por la visita de su hija favorita.

— Ha venido tu hermana a contarme, que tu jefe saldrá con ella esta noche, te das cuenta, es obvio que ese guapo está enamorado de ella, y será genial si se casan, sé que Valeria va a conseguirlo, ella sí puede conquistarlo porque es bella y famosa, imagínate que a ti solo te pidió que le dijeras donde vivía, para poder encontrarla — Se burló la mujer, Emely solo bajó la mirada sintiendo mucho odio. Se dirigió a su cuarto, para vivir la peor de sus noches, se sentía ajena a aquel espacio, lleno de recuerdos, recuerdos horribles e hirientes, y a la vez imaginaba qué estaría haciendo Adrien con su hermana, recordando cuando se peleaban por un juguete, a la vez la desconfianza la habitaba, pensando en que si fuera de la puerta estaría él diciéndole a ella otras cosas, o armando un plan para destruirla, estaba tan lastimada que no se le era fácil confiar.

 ­El olor del perfume de Adrien se había impregnado en su ropa, por los repetitivos abrazos y por haber usado su abrigo  — Increíble pensar que un hombre de esa clase se fije en mí por otra cosa que no sea lástima – se dijo mientras se acurrucaba en las sábanas, dando un suspiro para poder sentir nuevamente el olor exquisito de ese perfume.

Afuera Adrien ya se sentía aturdido por la presencia de Valeria, e incómodo por lo sucedido con Emely, no comprendía como ella había tenido el valor de mentirle de esa forma, de decir esas cosas para no revelar la cercanía que tenían.

Se subieron al auto, y Valeria empezó con su discurso de víbora — Lamento lo sucedido con mi hermana, no nos llevamos bien, pasé a visitar a mi madre, quería contarle lo de mi nuevo empleo en tu agencia

— comprendo — dijo Adrien sin mostrar interés, no podía sacar de su mente lo que Emely pudiera estar sintiendo

— Sí, y bueno, en cuanto a lo que pasó en la mañana con la publicación me gustaría obtener una explicación y ver si encontramos una solución — agregó fingiendo profesionalismo.

— Sí, lo hablaremos cuando lleguemos al restaurante — contestó Adrien de golpe, no quería escucharla más

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo