Al caer la tarde, Emely fue a despedirse de su jefe, como de costumbre. La lluvia caía suavemente afuera, y el ambiente en la oficina era cálido y acogedor. Adrien estaba concentrado viendo a través de las ventanas, pensando en como este asunto entre Emely y Valeria le estaba consumiendo el tiempo, y no identificó si lo estaba haciendo por puro compromiso a su padre o porque en verdad le interesara demasiado.
— Adrien, te entrego el informe de lo realizado hoy. También he contactado a Renata, la diseñadora que me solicitaste. Ha afirmado que vendrá — le dijo Emely, entregándole los documentos. Adrien sonrió, Renata era también su amiga y sabía que sería de gran ayuda para el proyecto.
— Muchas gracias, Emely. Eres una pieza clave en este equipo, y tu trabajo es excepcional — elogió Adrien, sintiendo genuina gratitud por su dedicación y profesionalismo, e intentando hacerla sentir bien en medio de lo que él había provocado.
Emely se sintió halagada por las palabras de su jefe. A pesar de los sentimientos complicados que había entre ellos, valoraba su relación laboral y estaba decidida a mantenerla.
— sabes que para mí siempre ha sido un placer trabajar contigo, Adrien. Y te agradezco por darme la oportunidad de ser parte de este proyecto — respondió Emely con sinceridad.
Adrien la miró con gratitud y algo más en sus ojos. Era evidente que había una conexión especial entre ellos, pero también era claro que Adrien estaba siendo cuidadoso, como si temiera romper una barrera invisible.
— Escucha, Emely, sobre lo que pasó ... — comenzó a decir Adrien, que tampoco paraba de recordar el beso, pero ella lo interrumpió.
— Adrien, está bien. Lo entiendo. Quiero que sepas que, aunque haya sido un momento confuso, valoro mucho nuestra amistad y nuestra relación profesional. No quiero que eso se vea afectado — dijo Emely con determinación.
Adrien asintió, agradecido por su comprensión. Era consciente de que había sido un error, pero también sabía que tenía sentimientos profundos por Emely, definitivamente ya no había forma de negarse a ello.
— Eres una mujer increíble, Emely y aprecio mucho nuestra amistad. No quiero perderte por un malentendido — admitió Adrien con sinceridad.
Emely sonrió suavemente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. Aunque quería mantener las cosas profesionales, no podía evitar sentir una conexión especial con Adrien.
— Yo tampoco quiero perderte, Adrien. Eres un gran amigo y un excelente jefe. Prometo dejar el pasado atrás y seguir adelante, y omitir que mi hermana esté aquí según tus propósitos raros — respondió Emely, decidida a seguir adelante y a no permitir que eso afectara su relación con Adrien.
Adrien se sintió aliviado y agradecido por la actitud de Emely. Sabía que no podía ocultar sus sentimientos por mucho tiempo, pero estaba dispuesto a respetar su decisión y a seguir adelante como amigos y colegas mientras llevaba a cabo lo que estaba tramando.
— Gracias, Emely. Significa mucho para mí, si gustas te llevo a casa, está lloviendo y no creo que ir en tren sea buena idea — dijo Adrien, sintiendo un nudo en la garganta.
Emely asintió y se preparó para irse. Antes de salir de la oficina, se detuvo y miró a Adrien con cariño.
— gracias por ofrecerme llevarme a casa, aprecio el gesto — dijo Emely, con una sonrisa cálida.
Adrien asintió y se levantó para acompañarla. Ambos salieron de la oficina juntos, Emely se subió al auto, y de nuevo sintió esa paz que él le daba y que desde la llegada de Valeria se había visto obstruida. Ella estaba muy cansada, y fingió dormirse, pues no quería hablar más de lo sucedido, ni volver a preguntar sobre los motivos para que Valeria fuera contratada de ese modo. Adrien por su parte, solo la observaba sigiloso, dándose cuenta una vez más de lo importante que ella era para él. Finalmente llegaron a casa
— Hemos llegado, despierta — dijo él tocándole el hombro, pero ella solo había estado fingiendo, así que abrió los ojos rápidamente, y miró por un momento a través del vidrio de la ventada del auto.
— Gracias, Adrien
— Toma, ponte mi abrigo, pues la lluvia está muy fuerte — repuso él, colocándoselo antes que ella saliera del auto.
Ella no le respondió nada, solo se lo acomodó antes de bajar, se sintió agradecida porque Adrien le abriera la puerta del auto, pero le sorprendió ver que a lo inmediato se encendiera la luz de afuera y abrieran la puerta.
— Hasta que te dignas a llegar – escuchó la voz de Valeria que al mirarla junto a Adrien se quedó atónita
Los tres se quedaron de pie, detenidos como si no pudieran dar un paso más, Emely pensó en una mentira, mientras que Adrien no fue capaz de pensar en absolutamente nada, solo sintió la mirada de Valeria fulminándolos, no se esperaba que estuviera ahí, además porque hoy tenían una cita pendiente, y él no quería que Emely se diera cuenta de eso.
— Qué haces aquí, Adrien — preguntó con la voz cortada, no entendía por qué estaba llegando a esa hora precisamente con su hermana si se suponía que en un momento iban a encontrarse en el restaurante.
Adrien miró a Emely, sobre todo cuando miró que Valeria dio el primer paso para acercarse a ellos. La vio temblando de miedo, era increíble cuanto temor le infundía.
— Porque Adrien quería verte, le dije que conocía tu apartamento, pasamos y no te encontramos, así que me trajo a casa por haberlo ayudado, no me imaginé que podías estar aquí — mintió Emely para no crear un problema. Valeria la observó con arrogancia
— No finjas, Adrien sabe muy bien que somos hermanas, en la empresa puedes actuar como si no me conocieras, pero ahora no te hagas, con eso de que le ayudaste — repuso Valeria en un tono de voz fastidioso, Adrien no estaba tolerando esa actitud pero no le quedaba de otra.
— Gracias, querido por buscarme, todavía queda tiempo para nuestra cita, pero ya que nos encontramos, podríamos irnos juntos ahora — dijo con voz seductora dirigiéndose a Adrien. Escuchar eso para Emely fue fulminante, Adrien fingió serenidad, y se maldijo por no haberse defendido ante Valeria de otro modo, por no haber dicho que él quiso llevar a Emely a casa.
Tras que ella miró el cambio de gestos en su cara, le pasó el abrigo, quien lo tomó sin decir nada y caminó rápidamente para meterse a la casa, iban a reunirse esa misma noche, y ahora le quedaba más claro que Valeria se acercaría a Adrien y ya tenía demasiado roto el corazón como para observar ese encuentro, encendió la luz del cuarto para mirar a su madre, quien se veía contenta por la visita de su hija favorita.
— Ha venido tu hermana a contarme, que tu jefe saldrá con ella esta noche, te das cuenta, es obvio que ese guapo está enamorado de ella, y será genial si se casan, sé que Valeria va a conseguirlo, ella sí puede conquistarlo porque es bella y famosa, imagínate que a ti solo te pidió que le dijeras donde vivía, para poder encontrarla — Se burló la mujer, Emely solo bajó la mirada sintiendo mucho odio. Se dirigió a su cuarto, para vivir la peor de sus noches, se sentía ajena a aquel espacio, lleno de recuerdos, recuerdos horribles e hirientes, y a la vez imaginaba qué estaría haciendo Adrien con su hermana, recordando cuando se peleaban por un juguete, a la vez la desconfianza la habitaba, pensando en que si fuera de la puerta estaría él diciéndole a ella otras cosas, o armando un plan para destruirla, estaba tan lastimada que no se le era fácil confiar.
El olor del perfume de Adrien se había impregnado en su ropa, por los repetitivos abrazos y por haber usado su abrigo — Increíble pensar que un hombre de esa clase se fije en mí por otra cosa que no sea lástima – se dijo mientras se acurrucaba en las sábanas, dando un suspiro para poder sentir nuevamente el olor exquisito de ese perfume.
Afuera Adrien ya se sentía aturdido por la presencia de Valeria, e incómodo por lo sucedido con Emely, no comprendía como ella había tenido el valor de mentirle de esa forma, de decir esas cosas para no revelar la cercanía que tenían.
Se subieron al auto, y Valeria empezó con su discurso de víbora — Lamento lo sucedido con mi hermana, no nos llevamos bien, pasé a visitar a mi madre, quería contarle lo de mi nuevo empleo en tu agencia
— comprendo — dijo Adrien sin mostrar interés, no podía sacar de su mente lo que Emely pudiera estar sintiendo
— Sí, y bueno, en cuanto a lo que pasó en la mañana con la publicación me gustaría obtener una explicación y ver si encontramos una solución — agregó fingiendo profesionalismo.
— Sí, lo hablaremos cuando lleguemos al restaurante — contestó Adrien de golpe, no quería escucharla más
Para Emely no fue la mejor noche, estaba sumida en sus pensamientos, tratando de ignorar la sensación incómoda que le causaba la cercanía de Adrien y Valeria, sin saber de que Adrien solo intentaba ayudarla.En el camino hacia el restaurante, la tensión en el auto era palpable. Adrien se esforzaba por mantener la conversación en los temas superficiales que Valeria comentaba, pues estaba muy preocupado por cómo manejar la situación con Valeria y obtener respuestas sobre su extraña relación con Emely, y así finalmente resolver ese enigma que su padre le había encomendado.Una vez en el interior del restaurante, Adrien y Valeria se sentaron en una mesa apartada. A pesar de sus intentos de mantener una conversación seria, Valeria seguía insinuando coqueteos y guiños, lo que comenzaba a irritar a Adrien. Finalmente, decidió aprovechar esa actitud para tratar de sacar información de ella.— Valeria, entiendo que quieras discutir sobre la publicación, pero noto que estás siendo bastante... am
Sabía bien que estaba atrapado, que se había metido en un lío por no planear mejor las cosas. Solo pudo dar un largo suspiro, entendía bien lo que significaba que Estéfano maldijera a la prensa.El sonido del teléfono zumbando en su mano le sobresaltó — Contéstame — gritó Estéfano, pero Adrien sintió un peso enorme en el cuerpo y en la conciencia, quiso bajarse ahí mismo, tumbarle la puerta a Valeria y gritarle que era una intrusa en la vida de Emely y que era eso lo que necesitaba investigar de ella, pero se contuvo.— Hablaremos en cuanto llegue a casa, voy a manejar y largarme de aquí antes que esto empeore — gritó ofuscado, acelerando el auto y cortando la llamada.Adrien se tocó la frente con la mano, intentando tranquilizarse. Cerró los ojos y recordó las cámaras en el restaurante, su conversación sobre Emely y la forma en que Valeria lo había acorralado en su apartamento.Se dirigió a su casa, su mente dando vueltas con cada pensamiento sobre cómo enfrentar la situación. Pero a
— Esto es un desastre, Emely. Estoy atrapado en una pesadilla que no veo cómo resolver —Emely mantuvo la mirada fija en él durante unos segundos antes de suspirar y hablar con voz firme.— Adrien, tienes que enfrentar esto rápido. No puedes dejarte vencer por las manipulaciones de la prensa, si no tienes nada que ocultar, entonces lucha por tu reputación y la de la empresa — le dijo con los ojos aguados — Yo confío en ti, pero no en mi hermana, te dije que era de cuidado y la verdad no me extrañaría pensar que ella fue quien contrató a la prensa para crear este alborotoLa expresión de Adrien se suavizó mientras miraba a Emely, ella tenía razón, pero no tenía la fuerza para contarle el porqué había accedido a salir con Valeria y tomar tantos riesgos, sin embargo decidió cambiar el tema, pues lo de dar una declaración pública lo hizo recordar en la advertencia de su madre.— ¿Cómo has logrado mantener a las modelos y a los inversionistas a la espera? — Dijo preocupado sentándose en el
— Adrien, no, no hagas eso, Valeria es mala, te lo aseguro, no quisiera decirlo, pero lo es — Logró decir Emely entre lágrimas mirándolo como una niñita triste que suplica un deseo— Algún día entenderás que valió la pena el esfuerzo — dijo él sin atreverse a mirarla— Maldición, Adrien, como vas a decirme eso, no más rodeos, sé sincero ¿Te gusta verdad? Todos caen a sus pies, lo sabía desde el principio que la querías en la empresa — gritó dejando ver lo celosa que estaba — Ella siempre ha sido la preferida de todos, ella no tuvo la misma mala suerte que yo, pues vamos anda, si eso es lo que deseas pues hazlo, yo solo quise salvarte de ese demonio — continuó gritando sin demostrar nada de respeto, su dolor era más grande que todo— No deberías siquiera compararte con ella — reprochó Adrien alzando la vista— Ya sé que no tenemos comparación, ella es linda, yo tengo una horrible cicatriz en mi cara — dijo con voz de resignación mientras los gestos de su boca parecían que temblaba— No
Ágata daría su vida por saber qué era lo que en realidad sucedía en la familia de su amiga, era algo que desde hace mucho tiempo quería hacer, y si se había tardado era por la misma bondad de Emely quien se negaba rotundamente a mover un dedo en contra de su madre y hermana, sin embargo los últimos acontecimientos finalmente la habían hecho despertar.Emely continuó recibiendo mensajes y llamadas de los inversionistas, modelos y diseñadores quejándose una y otra vez por lo sucedido, se sintió fastidiada y aturdida, pero la decisión de pedirle a su amiga que al fin investigara sobre su caso familiar, era algo que ya no podía ni quería cambiar.Adrien en cambio, se sintió mal por lo que había provocado, y le dolía aun más, no poder decirle la verdad a Emely. Su madre lo llamó de nuevo— Espero que ya hayas encontrado una solución a este lío, ya que tu excelente asistente ha sido quien ha dado la cara por la empresa, esa mujer es la que merecería ser dueña de la agencia no tú, irresponsa
Emely se quedó inmóvil, solo sintiendo los brazos de Adrien estrechando su fino cuerpo, no podía comprender de qué se trataba todo aquello, solo sentía un dolor inmenso en el alma, lo que había escuchado no era nada fácil.— ¿Por qué, Adrien, quién eres tú realmente, qué es lo que pretendes? — preguntó entre gritos, y él solo pudo apretarla con más fuerza, sintió tanta pena por ella, al punto que no era compasión sino que parecía un amor sincero, como si le importara demasiado su sufrimiento, algo que él había intentado evitar a toda costa. — ¿Qué pasa? – interrogó intentando disimular, solo sentía una conmoción grande por mirarla en ese estado, se compadeció de ella, y se culpó por no haber sido más cuidadoso y evitar hablar de ese tema en un lugar donde ella siempre estaba — No finjas, lo escuché todo —- dijo después de soltar un suspiro ahogado en medio de su llanto, Emely estaba completamente consternada, llena de rabia y confusiones, como si de un momento a otro Adrien se hubi
— Cállate – le gritó más molesta. — Vamos, siéntate – siguió suplicando. — Habla ya – dijo apretando los dientes con rabia. — Mi padre antes de morir intentó explicarme tu situación para que te buscara y te ayudara, pero no logró contarme todo a detalle. Con la única intención de cumplir su voluntad, abrí una investigación desde el primer día que pisaste esta empresa y me entregaste todos tus datos personales. Los comparé con los de tu hermana. Mi mente empezó a divagar en las abismales diferencias que existen en la vida de cada una de ustedes. Eso hizo que mi mente no dejara de pensar en qué pasaba y por qué mi padre quería protegerte. Dijo que tu padre era su amigo, que había muerto en un accidente cuando tú eras una bebé, pero que no pertenecías a esa familia en la que creciste. Que te habían hecho demasiado daño desde niña y que tú eras dueña de muchas cosas que hasta hoy no se te han entregado. Por eso me ordenó que te ayudara brindándote un espacio en la empresa, que eras muy
— ¿ Sí ?— musitó ella nerviosa— Es que yo nunca había sentido algo así por nadie, en verdad apenas y estoy descubriendo estos sentimientos, es como si desde el momento que mi padre te mencionara, te hubieses anidado aquí en mi corazón, en ese espacio donde antes no cabía nadie, y ahora que nos hemos besado, que te he tenido más cerca, que he conocido tu vida, es como si la sangre me llamara a quererte, a protegerte, a dedicarte mi vida — confesó en voz baja cerca de su oído, sus palabras solo fluyeron con sinceridad— No bromees con eso, Adrien, de verdad, cómo vas a fijarte en mí — lo espetó ella sin apartarse solo sintiendo su respiración cerca del cuello— ¿por qué no podría hacerlo? ¿Qué puede impedírmelo? Nunca antes conocí mujer como tú — interrogó él besando ahora su cuello, Emely descubrió en ella una sensación nueva, un escalofrío, quiso pensar que lo que escuchaba era un sueño— He sentido lo mismo durante mucho tiempo, pero estaba demasiado asustada para admitirlo. Siempre