En un parque de atracciones que desborda magia y diversión, dos almas opuestas se encuentran en medio de un desafío inesperado. Él, un exitoso empresario con un corazón endurecido, se ve obligado a tomar las riendas del parque tras la muerte de su abuelo. Su última oportunidad de redención se encuentra en un plazo de seis meses: mejorar el parque o perderlo todo. Ella, una alegre y entusiasta empleada, encarna la esencia misma del parque. Aunque su espíritu vibrante choca con la personalidad hosca de su nuevo jefe, guarda un amor incondicional hacia el lugar, debido a su pasado. Un beso mágico los une en un encuentro caótico y emocionante. Aunque intentan negar la atracción que surge entre ellos, la química es innegable y la vida en el parque nunca será la misma. ¿Podrán superar los obstáculos, enfrentar sus miedos y encontrar la felicidad en los brazos del otro? Descubre cómo un beso mágico desencadena un torbellino de emociones y un camino hacia un futuro lleno de risas, amor y segundas oportunidades. Prepárate para sumergirte en esta historia hilarante y tierna que te hará creer en la magia del amor.
Leer másUn mes, eso fue todo lo que demoró Aurora en armar el matrimonio junto a Benjamin, pues lo cierto era que ninguno de los dos quería esperar más tiempo. Ya tenían un bebé en camino y lo cierto era que con todo lo que habían vivido lo que menos querían era perder más tiempo. Para resumir todo, tal como la policía dijo su secuestrador fue capturado y condenado a 15 años de cárcel y una vez que Mike llegó a la fiscalía y contó todo lo que su padre, el viejo Mcqueen, le hizo hacer de ahí para adelante las cosas fueron cayendo solas sobre su peso, sin embargo, la cereza del pastel fueron las pruebas que Logan había llevado a Ben, un audio donde se escuchaba claramente a su padre hablando de como había intentado matar a Ben y este había sobrevivido. Eso sumado a que Megan abrió la boca y contó como todo el plan del embarazo y drogar a Ben fue orquestado por Derrick, lo había terminado de hundir. Por eso había decidido que no quería perder un solo segundo más, ella quería pasar el resto de
El hospital estaba lleno de un silencio inquietante. Benjamin, luchaba contra los mpedicos y Max que intentaban subirlo a una m*****a camilla, mientras que por otro lado se llevaban a una inconsciente Aurora. Él sabía que Max intentaba calmarlo, pero sus ojos reflejaban la misma preocupación que los suyos. —Ben, joder, tienes que calmarte. ¡No puedes estar con ella mientras te desangras m*****a sea! —¿Es que acaso no escuchaste?¡ELLA ESTÁ EMBARAZADA, MAX! Max podía entender la desesperación de su amigo, y sabía que si fuera él estaría exactamente igual, pero nada de eso le servía en esos momentos, por lo que decidió apelar a la razón. —¿Cómo demonios crees que se va a sentir ella cuando despierte y te vea lleno de sangre? Tienes que dejar que te atiendan para poder ir a verla. Ben sabía que su amigo tenía razón y aunque su corazón se estaba muriendo por ir con la habladora, terminó finalmente cediendo y dejó que los médicos hicieran todo lo que tenían que hacer, solo para terminar
Aurora se aferró al volante, sus nudillos tornándose blancos mientras la tormenta arremetía fuera. El sonido de las gotas de lluvia golpeando el techo del auto se mezclaba con la intensidad de su respiración. La figura de Rodrigo fuera del vehículo era un espectro borroso en medio del aguacero.—Vas a bajar del auto ahora mismo —dijo el hombre con un tono que sugería que no había margen para la discusión.Aurora lo miró, sintiendo un nudo de temor en su garganta. Se sentía tonta por haber creído que el hombre se había olvidado de ella, pues simplemente había desaparecido. —Te he advertido, ¿recuerdas? —continuó diciendole, su voz llevando un tono ominoso—. Te dije lo que pasaría si intentabas huir.Las palabras resonaron en el aire cargado de electricidad. Con resignación y temor, Aurora no tuvo más opción y salió del auto. La lluvia empapó su ropa al instante, pero en ese momento, la incomodidad física era lo menor de sus preocupaciones.Ella estaba aterrada. Dios, podía sentir cómo
Benjamin no sabía como describir lo que estaba sintiendo mientras veía al hijo de puta de Mcqueen entrar esposado y gritando barbaridades a la delegación de policía. Y en el instante en que los ojos del viejo desgraciado se fijaron en él, se encargó de darle su mejor sonrisa de superioridad, mientras lo saludaba con la mano. Él quería que el infeliz supiera que estaba ahí por él, que lo había descubierto y tal como esperaba vio como el tipo se puso colorado de la rabia mientras que empezaba una nueva tanda de insultos, esta vez todos dedicados a él. —¡Tú! TODO ESTO LO HAS HECHO TÚ, PEDAZO DE IDIOTA. Benjamin, viendo como al tipo lo tenían que sostener entre dos oficiales, se acercó hasta donde se encontraban, mientras limpiaba una pelusa inexistente de su saco y decía. —Bueno, en realidad, tú mismo has hecho esto, supongo que nunca pensaste que terminarías cayendo. El gruñido salvaje que salió del viejo fue la advertencia que necesito para alejarse justo a tiempo para evitar el go
Aurora no podía hacer más que ver al pelinegro enfrente de ella viéndose nervioso y ansioso para que, por alguna razón, las palabras de Benjamín diciendo que el hombre tenía algo extraño aparecieran en su mente como un vendaval y todo su cuerpo se tensara en respuesta.—¿De qué… de qué estás hablando? —pregunta con el corazón latiendo acelerado dentro de su pecho—¿Mintiendo en qué?Mike sabía que en el momento en que abriera la boca echaría todo a la basura, pero ya no podía seguir con eso, mucho menos ahora que todo el tema del sabotaje del parque de Benjamin estaba siendo tendencia.Solo era cuestión de tiempo para que los capturados hablaran y delataran a su padre, porque si, él era el hijo del maldito viejo Mcqueen. El hijo bastardo para ser exactos, ese que ha mantenido oculto y al que solo se encargó de mandarle dinero. Fue así hasta hace unos meses cuando lo contactó y comenzó a sobornarlo con la enfermedad de su madre. Él le había hecho hacer cosas horribles, con la amenaza
Finalmente las cosas estaban saliendo medianamente bien y podía decir que estaba viendo la m*****a luz al final del túnel. El estudio del hacker estaba lleno de tensión. Las imágenes proyectadas en la pantalla contaban una historia de traición y manipulación, esa misma que lo ayudaría a pasar de victimario a víctima, que era justo lo que Max le había recomendado. Benjamin apretó los dientes, observando cada detalle como si fueran las piezas finales de un rompecabezas que finalmente se unían y su mayor coraje era con el hijo de puta de John, pues la habladora había confiado en él. Ese malnacido no sólo lo había engañado a él, sino que también había jugado con la amabilidad y el buen corazón de Aurora, y eso era algo que no pensaba dejarle pasar. Iba a destruirlos, iba a encargarse de hacer de sus vidas un maldito infierno. —Esto... esto es suficiente para exponerlos —murmuró Max, con un brillo de triunfo en los ojos, sacándolo de sus pensamientos, En esos momentos lo único que pud
Tres días habían pasado, dos días desde que Aurora había aceptado irse con Mike a una cabaña a las afueras de la ciudad sin decirle a nadie más que a Emily dónde estaba.Ella sabía que había tomado decisiones apresuradas, que irse con Mike no había sido más que una excusa para poner toda la distancia posible entre ella y Benjamin Reed, pero también era muy consciente de que si no se alejaba iba a terminar volviendose loca, pues estaba dividida entre creer todo lo que Benjamin le dijera y así no sería objetiva, ella necesitaba alejarse, pensar con cabeza fría en todo lo que estaba pasando.Él le dijo que no recordaba lo que había hecho esa noche, eso no significaba que no lo hubiese hecho, sin embargo, una parte de ella quería creer que él no la había engañado, que no lo haría.Y tal vez era esa misma parte la que hizo que tomara su celular, sentada en el alféizar de la pequeña cabaña y se decidiera a finalmente contestar uno de los más de 100 mensajes que Benjamin le había dejado en
Benjamin nunca había manejado tan rápido en toda su vida. Había volado al menos tres semáforos en rojo, pero en esos momentos le importaba una mierda. Lo único en lo que podía pensar era en Aurora. Al llegar al hospital se encontró con Max caminando de un lado a otro en el parqueadero mientras hablaba con alguien por celular. La verdad no sabía cómo demonios había hecho su amigo para enterarse de los movimientos de la habladora, pero tampoco iba a cuestionarlo.Parqueó el auto como pudo y al segundo siguiente ya estaba corriendo directo a donde su amigo se encontraba con el rostro hecha una máscara de frustración.—¡Joder, dame algo!— gritaba Max en el momento en que él llegó y pudo sentir como los latidos se le aceleraban dentro del pecho.En especial cuando su amigo le dio una mirada de reojo y apretó los labios, en ese instante supo que sea lo que sea que estuviese pasando no le iba a gustar.—¿Qué está pasando Max?Su amigo le dio una mirada, antes de decirle a quien sea con quie
—¿¡Es que acaso te has vuelto loca!?— el grito ofuscado de Emily llenó toda la habitación del hospital mientras caminaba de un lado a otro.—No, estoy consciente de que es una decisión apresurada, pero…—¡¿Apresurada?! Por Dios, Aurora, ¡es una completa locura! No puedes simplemente largarte con un tipo que apenas y conoces llevando en el vientre el hijo de Ben. Él debe saberlo.Las palabras de Emily consiguen tocar una fibra sensible dentro de Aurora, pues siente que su amiga la está juzgando. Cómo si la mala del paseo fuera ella y no él. Por Dios si ha sido él quién se ha ido a meter con su ex sin respetarla ni importarle sus sentimientos.Ella sabía que debía hablarle sobre el embarazo, que incluso podría tener problemas legales si no lo hacía, pero en esos momentos no se sentía lista para afrontarlo. Por Dios, es que ni ella misma había terminado de asimilar la noticia, ¿Cómo esperaba Emily que le contara a él?—Tal vez, pero debe saberlo ahora y lo lamento mucho Ems, pero ahora m