38. Un corazón roto
Observando la ciudad, sentado, Luis Ángel admira la vista con tranquilidad. Muchas cosas que hacer en la empresa lo mantiene dubitativo y concentrado en las cuentas y en la administración. Echa una ojeada a su celular. ya son las doce del mediodía.

—Señor, el niño despertó —le dice Roselia detrás de él.

Luis Ángel se gira y asiente con suavidad.

—Tráelo —le dice.

Dentro de poco, tiene en sus brazos al pequeño Ángel, que ya está con esos ojos verdes observando el alrededor. Con un brazo lo sostiene, y con el otro toma su mano.

—Siento algo contigo, pequeñín. Algo extraño —le murmura—. Es algo que no puedo descifrar. Y sé que tú lo sientes también. Cuando te cargué por primera vez, sentí algo en mi pecho, indescriptible —lo mira un poco más. Sonríe—. Soy tu padre, y nada te faltará. Ni a ti…ni a tu madre. Te criaré como mi hijo, y te amaré como uno —lo coloca en frente de él—. Tienes un parecido a mi hermano Santiago. Tienes un parecido a todos nosotros pese a que me cueste acep
andreyflor

¡No puede ser! :(

| 13
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App