Gracias a todas mis lectoras de esta serie de Perdóname. Les agradezco mucho, mil gracias por apoyarme, leerme y recomendarme. La otra semana estaré subiendo la nueva novela que serán las historias de Julián y Adara como la de Eros con Nadina. Un abrazo.
SantosEstaban acribillando el puto timbre del apartamento, y ese debía de ser Guillermo, que solo venía a joder, ¡hoy sábado y eran las cuatro de la mañana!, pero ¿este se la fumó verde? Además, él tenía llaves. Con mi cara de puño le abrí la puerta.—Sabía que no te habías arreglado. Tenemos que estar en el aeropuerto a las ocho.—¿Y cómo para qué? ¡Se te perdieron mis putas llaves!—Te dije que no tomaras tanto anoche.—Guille, tengo un par de horas de haber llegado y quiero dormir.—¡No podemos! ¿Se te olvidó? —Me le quedé mirando…¿De qué carajo debía acordar? Si vino con un bolso de viaje y arreglado para salir era porque algo pasé por alto, peor no recuerdo si tenía un compromiso. Él siempre me ayuda con los recordatorios, parecía el secretario, en ocasiones dejando a un lado su puesto de jefe de ingeniero en la multinacional en donde trabajamos.—¿Qué compromiso tenemos?—Y eso que dices amar a Maju con tu alma. —me puse serio.Ante el nombre de una de las mujeres que más quie
SantosLlegamos al gran patio de la casa de los Abdala. La reunión se llevaría a cabo de manera familiar, pero la gran familia de Maju y César daba para que en total fueran más de cien personas. Ya había saludado a todos los invitados, quien no me agradó mucho fue la actual novia de Julián.¿Qué habrá pasado entre él y Adara? Juraría que iban a casarse, esa jovencita si era una buena mujer. En fin, cada uno se labra su propio camino. Los padres que me otorgó la vida me abrazaron con fuerza, tenía diez años por fuera. —aunque ellos me han visitado cada vez que podían desde hace mucho, no lo hacían en familia.—Sin falta mañana almuerzo en mi casa. —dijo Vladímir, ni modo de decirle, no—. Ya todos están invitados. Queremos darte la bienvenida.—Ni que no nos hubiéramos visto.—No es lo mismo las videollamadas Santos, ¿qué parte de esta es tu familia, no comprendes?—Nos vimos hace tres años en México. —Me excusé, ante Vladímir.Tenía muchos años de no estar en Colombia y a falta de unos
GuillermoSu esposo le puso su mano en los hombros, acaparó su atención, le dio un beso en los labios… Bebí otro trago de licor. ¿Qué carajos me pasaba? La gente aplaudió, nos levantamos, la quinceañera ingresaba de la mano de su padre y comenzó a sonar el vals.—Hagan la fila. —llegó Fernanda—. En orden, primero los integrantes de la familia directa, luego los tíos. Tu Santos ve a hacer la fila como uno más de sus hermanos.—¿Yo? —sonreí, Santos detestaba toda esta parafernalia.—Sí, tú. —Lo encaró Fernanda, Alejo y David se reían—. A ti te criaron como un hijo, César y Maju te ven como tal. —alzó la ceja, se encaminó dónde se encontraba Julián y Samuel esperando para bailar, a ese primer grupo se unieron los abuelos. Los dos hermanos le cedieron el turno a él como si fuera el hermano mayor.—¿Y en qué puesto quedo yo? —dije.—Con el resto de los primos, tú inicias por ser el mayor.Ni modo de refutarle a la quien apodaban Chuky. Santos se acercó a la cumplimentada y solo pude notar
María ConstanzaSeguía al pie de las escaleras, debatiéndome en sí, armar un escándalo en mi propia fiesta. Una vez se terminó el vals le dije a mamá que necesitaba ir al baño, vine corriendo y al subir las escaleras vi lo que no tenía que ver, luego se encerraron en su habitación y corrí a mi recámara a pasar el enojo con la arpía de novia que ahora tenía Julián.Pero como… ¿Santos como hizo eso? Tan lindo que me pareció ese hombre… Jamás me imaginé verlo y menos con la asquerosa esa, pero en que momento se le ocurrió a Julián terminar con Adara. A mi madre tampoco le agradaba la novia de hace unos cuatro meses. Lo cierto era lo que vi, ¿estarán aún en su habitación?Me da tanta rabia que Julián sea tan terco y… tampoco sé lo que ocurrió entre ellos. Pero meterse con sabandijas interesadas. Si supiera lo mucho que Adara lo amaba. No puedo permitirlo. —al asomarme por la puerta de mi habitación salió Guille, Eros y Julián… ¡Carajos! Me perdí el chisme y tengo que ir al baño.No demoré
SantosEl celular me despertó con la alarma, la puse a las cuatro de la mañana antes de acostarme, para levantarme a las nueve, no podía olvidar el almuerzo en casa de Vladímir. Amaba dormir, pero este fin de semana no podré hacerlo como era de mi agrado, y en el avión no era cómodo descansar. Me levanté cuál sonámbulo con la erección matutina.Después de hacer mis necesidades humanas y regresar a la vida por medio del baño y verme al espejo despierto, ya preparado para un nuevo día. Arreglé la habitación, recogí mis pertenencias y salí con la maleta, ya no regresaba por el resto del día, en la noche me regresaba a Canadá y quién sabe hasta cuando vuelva a la casa de Maju. Espero despedirme de todos.La casa estaba siendo arreglada por varias personas, el evento se prolongó hasta las cuatro, la parranda vallenata a la que nos tienen acostumbrado Alejandro es infaltable. Ahora eran las diez. La señora Carmen supervisaba el trabajo.—Buenos días, joven, ¿ya quiere desayunar?—Se lo agra
NataliaSeguía mirando a la nada a través de la ventana del apartamento, Pablo dormía, habíamos llegado a las dos de la mañana de los quince de Maco, quiso intimar, pero yo no quise. ¿Por qué me afectó tanto volver a ver a Guillermo?, trabajo con una de las mejores amigas de su madre y ya no sentía nada.Él intentó por todos los medios salvar la relación, yo lo amaba, pero no podía retener a alguien que ya no sentía lo mismo porque en alguna parte de nuestra preciosa relación nos perdimos. No tenía remordimiento al respecto, se intentó, y aunque me dolió en el alma, lo dejé libré, mentí esa tarde, le dije lo que él deseaba decirme… que a los dos se nos había acabado el amor.Volví a beber el chocolate que tenía en mi taza, ahora se veía diferente, aunque su esencia seguía igual; siempre tan caballero, tan respetuoso, una copia exacta de su tío en temperamento. Recuerdo lo mucho que me decía que el ser que más admiraba era a su tío, su padre, su amigo y mentor.En fin, no debería de te
Tres años después.SantosSalí del baño después de hacer ejercicio, si algo le agradecía a David era que nos inculcó el estado físico, y la ira que a los veinte desarrollé generándome tantos problemas, hasta el punto de que todos ellos me obligaron a practicar el Boxeo y Taekwondo. El primero fue como castigo por parte de César después de sacarme de la cárcel por haber formado un tropel.Pude haber salido en veinticuatro horas, pero para darme una lección llamaron a mis hermanas y ellas los apoyaron, por eso pasé una semana tras las rejas de esa comisaria.Todas mis hermanas me visitaron en esos días, llevaban comida, Maju y Regina también me visitaron a diario; mientras una daba consejos la otra solo regañaba.Pero ninguna movió un dedo, y aunque no entendí en los primeros tres días, al cuarto cuando el padre Castro fue a visitarme, comprendí cuanto me amaban. Yo era el desadaptado, yo era quien debía de poner un alto a mis desenfrenos o terminaría mal y haciéndole daños a seres que
GuillermoLlegué al aeropuerto, quería llegar a la casa, saludar a mi familia, pero con el retraso que tuvimos no tenía tiempo más que para llegar al hotel donde hice la reservación por la multinacional. Más bien llamo a mamá más tarde, y en la noche o más bien mañana los visito antes de tomar el vuelo de regreso a Canadá, para terminar el empalme con el nuevo gerente de ingenieros.Llegué al hotel, me registré, subí a la habitación, me bañé de rapidez y vestí. Mientras bajaba al salón de la conferencia llamé a mamá.—Hola, cariño.—Hola, mamá. ¿Cómo están todos?—Bien, nada diferente de ayer a hoy.—Estoy en Colombia, no te dije ayer que hablamos, porque quería darles la sorpresa, pero el vuelo tuvo un retraso de cuatro horas. Voy a ingresar a la capacitación de la compañía y no sé a qué horas termina, mañana los visito desde temprano.—¡Qué alegría verte, hijo! Mañana te espero con un delicioso desayuno.—¿Y me haces el almuerzo también?No suelo pensar en que la mujer sea quien coc